La filtración del espionaje de la diplomacia de los EE.UU sobre distintas naciones y ciudadanos del mundo, deja al país más poderoso del planeta en paños menores, ridiculizados ante la vista de todos.
El gran público los observa con una mezcla de estupor, indignación e hilaridad, preguntándose:
"¿Así que los que dictan cátedra de buenos modales y civismo, espiaban a nuestra presidenta y atentaban contra la unidad de América del Sur?.
El agente 86 lo hubiese hecho mejor, sin dudas.
Terminaron convertidos en el gran fisgón del mundo. Una potencia oreja. Un "Gran Hermano" en decadencia.
Se le volaron los papeles y quedaron al descubierto espiando por la cerradura y con la cola al aire.
Descascarar esta noticia es comprender que EE.UU. acaba de perder una batalla moral definitiva para una potencia que presume de rector mundial: la batalla por la credibilidad.
Nada de lo que vayan a decir de aquí en más será tomado en serio.
Nada de lo que pregunten en confianza les será creído.
Si en lugar de preocuparse por saber si estamos locos o cuerdos, se hubiesen preocupado por evitar los movimientos especulativos de los fondos buitres que les comieron las entrañas desde Wall Street, posiblemente el mundo y ellos mismos, no estarían sufriendo la peor crisis política y económica de los últimos cien años.
Pero ellos son parte del problema, no su solución. Por eso actúan como lo hacen.
Este desenmascaramiento de la diplomacia de los EE.UU. arrastra consigo a sus socios más serviles en nuestros respectivos países.
Los medios de desinformación, como Clarín y La Nación, que se solazan con la ofensa proferida a los gobernantes de nuestra región, fueron, son y serán llamados por siempre con un solo nombre: cipayos.
Después que nadie diga que "Patria sí, Colonia no" es una consigna que pasó de moda.
Y además, si ser cuerdo es invadir el mundo asesinando inocentes, niños, viejos y mujeres.
Si ser cuerdo es aplicar la pena de muerte con una inyección letal en las venas, con la silla eléctrica o sin más trámite, con la horca.
Si ser cuerdo es torturar ahogando con una bolsa al prisionero o aplicándole corriente eléctrica en todo el cuerpo, con la bendición de George Bush.
Si ser cuerdo significa que el presupuesto de un país gasta casi su totalidad en las más poderosas armas de guerra capaces de destruir el planeta, en lugar de atender las necesidades de la salud pública de su pueblo.
Si todo eso es ser cuerdo, como diría Mafalda, "paren el mundo que me quiero bajar".
Y mejor sigamos con nuestras locuras, inaugurando escuelas y un país mejor.
El Argentino, 1 de diciembre de 2010
2 comentarios:
Nelson de Urquiza
Estas "filtraciones" en realidad no son tales, sino una operacion de inteligencia como la de la famosa valija del gusano Antonini, una payasada mas del imperialismo con la que pretende avasallarnos a las naciones latinoamericanas, como en las epocas tristes en que impulsaban golpes de estado con milicos tan serviles como asesinos.
Los que siguen al pie de la letra los titulares de La Nacion y Clarin, reproduciendo perversamente su ideologia antinacional, hoy se hacen eco de los insultos referidos a nuestra querida Presidenta, a quien hay que bancar mas que nunca. Con todo el dolor de su reciente duelo, Cristina sigue haciendo cada dia que sea posible un pais mejor. Y estos miserables que en otra epoca hicieron Hiroshima y Nagasaki, se atreven a hablar de "salud mental"... Infames y canallas!, igual que los "argentinos" (cipayos, en realidad) que se hacen eco de estas estupideces. Mas alla de ideologias, todos los argentinos fuimos agraviados por el imperialismo yanqui al atacar asi a Cristina. Recuerden lo que decia San Martin: "A una felonia tal (la de venderse a los enemigos), ni el sepulcro la puede borrar".
Muy muy interesante. Mi hermana esta ahora organizando un evento apra uno de los mejores hoteles en nueva york. Asi que me comence medio de casualidad a intersar en estos temas. Gracias en serio, muy intereante la publicacion.
saludos
Publicar un comentario