Hay noticias que marcan esta hora histórica como un reloj implacable y sin embargo, no tienen la prensa que se merecen.
Hoy vamos a comentar dos de ellas difundidas en el día de ayer.
El Boletín Oficial publicó la Resolución 3216, firmada por el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, que crea la Unidad Especial de Investigación de los Delitos de Lesa Humanidad cometidos con motivación económica.
¿De qué se trata? Se lo decimos brevemente: de una Unidad que tendrá como primer objetivo recabar de organismos nacionales e internacionales, así como de personas con domicilio en el país o fuera de él, toda información que permita obtener pruebas y/o testimonios de víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos con motivación económica.
El Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner impulsa de este modo un nuevo salto cualitativo en la lucha contra la impunidad y la defensa irrestricta de los derechos humanos, allí donde hayan sido violados durante la dictadura.
Durante el último cuarto de siglo la responsabilidad civil en el genocidio, los desfalcos económicos, la apropiación de bienes a ciudadanos que fueron secuestrados con el sólo fin del robo y el saqueo, fueron un tema casi tabú de la democracia y en muchos casos era parte del menú de la resignación y el olvido, estimulado por el monopolio mediático y los políticos complacientes.
La memoria será incompleta mientras no se encuentre la verdad y la justicia para con los dictadores que además de asesinos y torturadores, fueron los más siniestros ladrones de la historia.
Ahora sí, deberán poner las barbas en remojo todos los que se enriquecieron vilmente durante el llamado “proceso de reorganización nacional” instaurado el 24 de marzo de 1976.
Ahora sí, es tiempo de memoria completa. Se terminó la falsa dicotomía entre civiles y militares que actuaron durante la dictadura. Martínez de Hoz por un lado y Videla por otro, conformaron dos brazos de la maquinaria terrorista que se apropió de los bienes y las vidas de los argentinos durante el reinado del terror. La Unidad creada tendrá mucho trabajo por delante en la misión de sistematizar y estimular las denuncias sobre este tópico que explica sin dudas, la profundidad de la grieta producida por la dictadura y sus alcances hasta nuestros días.
La otra noticia la cuenta la ministra Débora Giorgi: por primera vez en la historia las manufacturas de origen industrial (MOI) superaron a las manufacturas de origen agropecuarias (MOA).
Este sí que es un dato duro que pinta de cuerpo entero la modificación estructural que viene experimentando la Argentina desde el año 2003. Nótese que mientras las MOI alcanzaron en octubre el récord histórico del total exportado con un 34 %, las MOA representaron el 32 % de ese mismo total. Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son las grandes hacedoras de este verdadero salto a la luna que está dando la Argentina en materia de estructura social y económica.
El Bicentenario rompe así con dos de los mitos del liberalismo criollo del Centenario: “Industria versus Agro”, para escribir el más armónico y edificante “Industria y Agro, juntos” y aquel que decía “mercado interno versus mercado externo” por este que hoy felizmente se impone: “mercado nacional, interno y externo”.
En un mundo que se desploma, debiera ser parte del orgullo nacional difundir los datos que ayer brindó la ministra Giorgi: Desde el 2003 la industria atraviesa el crecimiento industrial más alto y prolongado de nuestros 200 años de historia, con crecimiento de las exportaciones con valor agregado y aumento de la participación en las importaciones de bienes de capital, que son las máquinas que necesitan las empresas para ampliar la producción. Si en los 90 se destruían fábricas y empleos, desde el 2003 nacieron 14.000 nuevas PYMES industriales, con un 70 % más de trabajadores.
Va de yapa una tercera noticia histórica: Cristina inaugura hoy en San Juan la Escuela número mil del gobierno iniciado en el 2003.
Hoy vamos a comentar dos de ellas difundidas en el día de ayer.
El Boletín Oficial publicó la Resolución 3216, firmada por el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, que crea la Unidad Especial de Investigación de los Delitos de Lesa Humanidad cometidos con motivación económica.
¿De qué se trata? Se lo decimos brevemente: de una Unidad que tendrá como primer objetivo recabar de organismos nacionales e internacionales, así como de personas con domicilio en el país o fuera de él, toda información que permita obtener pruebas y/o testimonios de víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos con motivación económica.
El Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner impulsa de este modo un nuevo salto cualitativo en la lucha contra la impunidad y la defensa irrestricta de los derechos humanos, allí donde hayan sido violados durante la dictadura.
Durante el último cuarto de siglo la responsabilidad civil en el genocidio, los desfalcos económicos, la apropiación de bienes a ciudadanos que fueron secuestrados con el sólo fin del robo y el saqueo, fueron un tema casi tabú de la democracia y en muchos casos era parte del menú de la resignación y el olvido, estimulado por el monopolio mediático y los políticos complacientes.
La memoria será incompleta mientras no se encuentre la verdad y la justicia para con los dictadores que además de asesinos y torturadores, fueron los más siniestros ladrones de la historia.
Ahora sí, deberán poner las barbas en remojo todos los que se enriquecieron vilmente durante el llamado “proceso de reorganización nacional” instaurado el 24 de marzo de 1976.
Ahora sí, es tiempo de memoria completa. Se terminó la falsa dicotomía entre civiles y militares que actuaron durante la dictadura. Martínez de Hoz por un lado y Videla por otro, conformaron dos brazos de la maquinaria terrorista que se apropió de los bienes y las vidas de los argentinos durante el reinado del terror. La Unidad creada tendrá mucho trabajo por delante en la misión de sistematizar y estimular las denuncias sobre este tópico que explica sin dudas, la profundidad de la grieta producida por la dictadura y sus alcances hasta nuestros días.
La otra noticia la cuenta la ministra Débora Giorgi: por primera vez en la historia las manufacturas de origen industrial (MOI) superaron a las manufacturas de origen agropecuarias (MOA).
Este sí que es un dato duro que pinta de cuerpo entero la modificación estructural que viene experimentando la Argentina desde el año 2003. Nótese que mientras las MOI alcanzaron en octubre el récord histórico del total exportado con un 34 %, las MOA representaron el 32 % de ese mismo total. Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son las grandes hacedoras de este verdadero salto a la luna que está dando la Argentina en materia de estructura social y económica.
El Bicentenario rompe así con dos de los mitos del liberalismo criollo del Centenario: “Industria versus Agro”, para escribir el más armónico y edificante “Industria y Agro, juntos” y aquel que decía “mercado interno versus mercado externo” por este que hoy felizmente se impone: “mercado nacional, interno y externo”.
En un mundo que se desploma, debiera ser parte del orgullo nacional difundir los datos que ayer brindó la ministra Giorgi: Desde el 2003 la industria atraviesa el crecimiento industrial más alto y prolongado de nuestros 200 años de historia, con crecimiento de las exportaciones con valor agregado y aumento de la participación en las importaciones de bienes de capital, que son las máquinas que necesitan las empresas para ampliar la producción. Si en los 90 se destruían fábricas y empleos, desde el 2003 nacieron 14.000 nuevas PYMES industriales, con un 70 % más de trabajadores.
Va de yapa una tercera noticia histórica: Cristina inaugura hoy en San Juan la Escuela número mil del gobierno iniciado en el 2003.
El Argentino, 30 de noviembre de 2010
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