El próximo domingo 1 de marzo, el Congreso de la Nación reabrirá sus puertas para que entre nuevamente la Historia. ¿Será para avanzar o para atrasar su reloj?. Hoy, viernes, presentimos que la democracia se profundizará y seremos más felices como pueblo. Quizás se piense que confundimos esta corazonada con nuestros deseos, como aquella “Teresa Batista, cansada de guerra”, la protagonista de ese novelón de Jorge Amado, que nació para la alegría pero antes tuvo que luchar contra la tristeza, que sólo quería vivir en paz después de tantos tormentos, caminar descalza y sin miedos por las calles de su pueblo, amanecer en una patria que de corajuda nomás, enfrenta cualquier tempestad junto al maestro, el canillita, el camionero, el oficinista, el estudiante, el portero, el campesino. O quizá el presagio tenga que ver con la escena del Congreso días pasados, con los patrones rurales realizando “un acto fundacional en el que la oposición y el campo confluyeron en pos de un objetivo común que es destronar al oficialismo en el Congreso antes de las elecciones de octubre”, como confiesa textual y brutalmente ayer un diario opositor, y esa noticia desafía, entonces, a esperar un domingo distinto, preñado de esperanzas, de parada firme ante los que quieren desandar caminos y sueños compartidos.
Por eso, la opción de ir al Congreso a manifestarse por la democracia y el futuro que queremos, es más estimulante que quedarse en casa ¿no le parece?
La memoria enseña que la política dejó de ser creíble cuando en lugar de ofrecer, quitaba. Si alguien opta por el arco opositor, debiera saber que le están proponiendo nuevamente una quita del 13 % en las jubilaciones, una quita del salario de los trabajadores, una quita en los niveles de empleo, una quita total de la actual política de Derechos Humanos, entre algunas de las variantes que los opositores plantean hoy, a imagen y semejanza de la política que ejecutaron cuando fueron gobierno hace muy pocos años atrás. Cuando el Secretario de Agricultura de Carlos Menem, era Felipe Solá y el ViceMinistro de Desarrollo Social de Fernando de la Rúa, era Gerardo Morales. Deberá saber también, que en los cursos de formación que la Sociedad Rural viene realizando, dicta clases Vicente Massot, defensor de la dictadura y de la tortura a los prisioneros.
Por si fuera poco, parió la CIA. Se anotó en la misma sintonía que Elisa Carrió y los legisladores que se juntaron con la Mesa de Enlace en el Congreso Nacional, presagiando la inestabilidad política y económica interna para la Argentina en medio de la crisis mundial que, justamente, el gran país del norte desató con el derrumbe del neoliberalismo. Mirá quién habla, la CIA, la que estimuló y apoyó todas las dictaduras en América Latina. Hubiese sido más edificante que advirtieran a tiempo a su propio país, los EE.UU., la caída de Wall Street.
Los países desarrollados están sufriendo su “2001” con ocho años de retraso. El efecto de las ondas expansivas es proporcional al tamaño y profundidad del derrumbe y por supuesto que nos va a llegar el rebote de esas ondas. Se cayó la economía de los poderosos, no de los débiles. Pero conspiran para que los costos de la caída la paguen los países emergentes, como el nuestro. Así fue siempre, enseña la historia. Habrá que andar precavidos para que ni la CIA ni sus voceros de cabotaje, nos asusten con sus histerias. Quieren hundir este proceso para posibilitar un nuevo escenario donde los poderosos sigan mandando impunemente sobre los medios de difusión, el comercio interno y el comercio exterior, el manejo privado de los resortes básicos de la economía, favoreciendo la privatización de la escuela pública, como parece querer Mauricio Macri. Venimos de esas tristezas de un pais injusto. Con una diferencia: no estamos ni queremos estar más tristes.
Parafraseando a alguien que sabía mucho, esta vez a la alegría la construimos entre todos o no la construye nadie.
Por eso, la opción de ir al Congreso a manifestarse por la democracia y el futuro que queremos, es más estimulante que quedarse en casa ¿no le parece?
La memoria enseña que la política dejó de ser creíble cuando en lugar de ofrecer, quitaba. Si alguien opta por el arco opositor, debiera saber que le están proponiendo nuevamente una quita del 13 % en las jubilaciones, una quita del salario de los trabajadores, una quita en los niveles de empleo, una quita total de la actual política de Derechos Humanos, entre algunas de las variantes que los opositores plantean hoy, a imagen y semejanza de la política que ejecutaron cuando fueron gobierno hace muy pocos años atrás. Cuando el Secretario de Agricultura de Carlos Menem, era Felipe Solá y el ViceMinistro de Desarrollo Social de Fernando de la Rúa, era Gerardo Morales. Deberá saber también, que en los cursos de formación que la Sociedad Rural viene realizando, dicta clases Vicente Massot, defensor de la dictadura y de la tortura a los prisioneros.
Por si fuera poco, parió la CIA. Se anotó en la misma sintonía que Elisa Carrió y los legisladores que se juntaron con la Mesa de Enlace en el Congreso Nacional, presagiando la inestabilidad política y económica interna para la Argentina en medio de la crisis mundial que, justamente, el gran país del norte desató con el derrumbe del neoliberalismo. Mirá quién habla, la CIA, la que estimuló y apoyó todas las dictaduras en América Latina. Hubiese sido más edificante que advirtieran a tiempo a su propio país, los EE.UU., la caída de Wall Street.
Los países desarrollados están sufriendo su “2001” con ocho años de retraso. El efecto de las ondas expansivas es proporcional al tamaño y profundidad del derrumbe y por supuesto que nos va a llegar el rebote de esas ondas. Se cayó la economía de los poderosos, no de los débiles. Pero conspiran para que los costos de la caída la paguen los países emergentes, como el nuestro. Así fue siempre, enseña la historia. Habrá que andar precavidos para que ni la CIA ni sus voceros de cabotaje, nos asusten con sus histerias. Quieren hundir este proceso para posibilitar un nuevo escenario donde los poderosos sigan mandando impunemente sobre los medios de difusión, el comercio interno y el comercio exterior, el manejo privado de los resortes básicos de la economía, favoreciendo la privatización de la escuela pública, como parece querer Mauricio Macri. Venimos de esas tristezas de un pais injusto. Con una diferencia: no estamos ni queremos estar más tristes.
Parafraseando a alguien que sabía mucho, esta vez a la alegría la construimos entre todos o no la construye nadie.
(El Argentino. 27.02.09)
7 comentarios:
Qué bien, Jorge. Poco aire se le está dando a la convocatoria del domingo en la bloguería pro-k, así que es un gusto leer este post.
Saludos.
Cro: a que hora es lo del congreso?
un saludo!
es al mediodía Silvia.........
osea se convoca para las diez y media...pero arranca tipo 12hs, creo.
saludos.
gracias patricio!
Jorge, Que bien su nota. Que facilidad para decir eso que queremos leer.
El domingo estará Cristina frente a un escenario que le será hostil. Sus palabras serán escuchadas en silencio por el arco opositor. Sus silencios tendrán que ser callados por el aliento del pueblo en la plaza. Ese pueblo que la abraza y le dice: "Fuerza Cristina". Ahí estaremos.
Jorge, como me gusta la foto que ilustra el post. Y felicitaciones, otro golazo.
"UNA DÉBIL MUJER EN PODER DE LA VERDAD
ES MAS FUERTE QUE MILES DE HOMBRES DEFENDIENDO LA SIMULACIÓN Y LA MENTIRA" (JDP).
Hoy Cristina lo dejó en claro en su mensaje ante la Asamblea Legislativa.
http://nos-fabrican-la-verdad.blogspot.com/
Publicar un comentario