Todo ocurrió ayer.
El mismo día que el Senado argentino aprobaba por amplia
mayoría la recuperación de nuestra soberanía energética, en Chile la policía
volvió a reprimir a miles de estudiantes que se manifestaban “por una educación
pública y gratuita como hay en la Argentina”, según cantaban en las
calles.
El mismo día que nuestros senadores daban media sanción a
una ley que recupera YPF y cuyos fundamentos arrancan diciendo: “Del Modelo
Neoliberal al Modelo de Crecimiento con Inclusión Social” y cuyo Título Primero
dispone “la Soberanía Hidrocarburífera de la República Argentina” declarando “de
interés público nacional y como objetivo prioritario el logro del
autoabastecimiento de hidrocarburos”, del otro lado de los mares, Inglaterra
entraba en recesión económica engrosando la larga lista de países europeos
empantanados en la crisis, como España, Grecia, Italia, Portugal, Holanda y la República Checa.
El mismo día que los senadores devolvían YPF a los argentinos
y las ventas en supermercados crecían un 11,2 %, la BBC de Londres publicaba en
su portada central un artículo cuyo título es más que elocuente: “La crisis se
acerca al corazón de la eurozona”.
El mismo día que el Senado aprobaba una ley que señala como
objetivos “la explotación, industrialización, transporte y comercialización de
hidrocarburos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social,
la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos
sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las provincias
y regiones”, en Francia el candidato socialista Francois Hollande, ganador de
la primera vuelta, adelantaba que su victoria será el fin de las políticas de
ajuste. Los más de 6 millones de votos que obtuvo la candidata de la extrema
derecha, Marine Le Pen, que junto a la izquierda representan el 30 % del
electorado francés, son un verdadero desafío para los neoliberales.
El mismo día que en Europa recordaban a Clausewitz cuando
alertó que “la retirada es la más difícil de todas las operaciones, pero quien
se empecina en un callejón sin salida y es incapaz de dar marcha atrás, provoca
su propia derrota”, aquí el Senado argentino y la América Latina profundizaban
la ofensiva integradora y liberadora.
El mismo día que la Presidenta inauguraba la nueva planta
industrial de Pirelli y obras en el Chaco y en La Rioja y la pobreza caía al
6,5 %, la UNASUR anunciaba la construcción de tres corredores bioceánicos para fortalecer la integración uniendo el
Pacífico con el Atlántico mediante carreteras, ferrovías e hidrovías.
Kirchner propuso este sueño.
Y la Argentina presidida por Cristina, lo está cumpliendo.
El Argentino, jueves 26
de abril de 2012
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