Hoy serán muchos los que vayan a Liniers.
Seguramente iremos todos los que estamos de este lado de la
vida, de la democracia, del proyecto nacional y popular, del peronismo, del
progresismo, del pensamiento latinoamericano.
Allí, en esa barriada luminosa que se abraza al conurbano
bonaerense en un abrir y cerrar de ojos, tiene su domicilio el estadio de
Vélez.
Esta vez se prepara para cobijar el abrazo más grande que un
pueblo pueda dar a su líder, su conductora, su compañera Presidenta.
Vendrán de todas las provincias, de todos los pueblos, de
todos los barrios. La quieren escuchar y al mismo tiempo decirle cuánto la
quieren y acompañan en cada decisión a favor de los humildes, de la patria, del
país de los 40 millones.
El acto tendrá la trascendencia de los grandes momentos de
esta historia que vivimos, a veces con alegrías, a veces con dolores, desde
aquel 27 de Abril de 2003 cuando un
santacruceño llamado Néstor Kirchner pasaba a la segunda vuelta con un
dignísimo 22,4% del voto popular.
“Con menos votos que compatriotas desocupados”, definiría
Cristina.
Allí empezó esta larga marcha.
Antes de Kirchner la palabra “política” era una mala
palabra. Y él emergió ese día y los días que vendrían, para poner las cosas en
su justo lugar.
Es decir, en el lugar de la inclusión social, de la
soberanía, de los derechos humanos, del crecimiento, de la memoria, la verdad y
la justicia.
Hoy ya no está. Y sin embargo, está presente en cada emoción
de Cristina cuando lo nombra y trae hasta nosotros.
Será un acto marcado por la recuperación de YPF y la
soberanía energética de los argentinos.
La gratitud y el amor hacia la Presidenta serán una voz
multiplicada en miles de hombres y mujeres.
Para los que pensaban que el kirchnerismo no tenía una
mirada larga de la historia, allí está la sintonía fina que lidera Cristina.
Y está la palabra de Kirchner la misma noche de aquel 27 de
abril.
Desde Río Gallego decía en su primera declaración al final de
la jornada electoral:
“La Argentina, luego de muchísimo tiempo, quedará ante dos
modelos claros de país: el del ajuste, la exclusión, el que endeudó a la
Argentina y el modelo de la producción, el trabajo y la estabilidad, que no es
propiedad de partido alguno, ni de quien les habla”.
Al día siguiente diría a modo de presentación: “Soy tal cual
soy, un sureño corajudo, decidido y responsable”.
La coherencia cotiza alto, desde entonces, en el alma de
este pueblo.
De allí venimos.
Lo saben las Madres, los Hijos, la juventud gloriosa para
siempre.
Por eso en esta instancia de la historia hay mucho para
celebrar.
Hoy será el encuentro de un pueblo con su líder.
Habla Cristina. Y hay un pueblo feliz.
El Argentino, viernes 27
de abril de 2012
1 comentario:
Jorge, vengo del acto en la cancha de Vélez. Fue extraordinario, no solo por los números que dan cuenta de 150.000 personas, entre los q ingresamos y quienes no pudieron hacerlo por no haber lugar, sino por las palabras de Cristina, con la calidad y esa mezcla de ternura y emoción a los que nos tiene acostumbrados. También fue impresionante otra vez la cantidad de pibes de las distintas agrupaciones, rescatados para la política. En el día de hoy me sumé a La Cámpora de V López. Yo creo que otra vez el de hoy fue el estadio del Amor. A la inversa del odio que destila diariamente la tapa de Clarin. Néstor vive en nosotros! Fuerza Cristina! Vamos por todo!
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