jueves, 12 de abril de 2012

El cerco está roto


La operación política mediática contra el Vicepresidente Amado Boudou está a punto de terminar como las operaciones anteriores: en un completo fracaso.

Hay dos formas de abordar el análisis respecto a esta embestida del Grupo Clarín: usando el juego de la sopa de letras o viéndola en su contexto histórico.

Como a Mafalda, no nos gusta la sopa. Así que nuestro análisis no caerá en esa trampa. Que fulano, mengano, zutano… ¡vamos!

¿Por dónde ir entonces?

El cerco impuesto a la democracia por el poder económico mediático se empezó a romper el día que Néstor Kirchner acuñó aquella memorable frase: “¿Qué te pasa Clarín? ¿Estás nervioso?”.

Esa frase fue para con la dictadura mediática, lo que el descuelgue de los cuadros fue para con los genocidas.

De ahí en más, ya no habría retorno al impune acoso del monopolio de Magneto y asociados contra el conjunto de los sectores políticos y económicos de la sociedad argentina.

Nadie se había animado a enfrentar hasta ese momento a la más poderosa de las corporaciones, el Grupo Clarín, un grupo siniestro robustecido por su contubernio con la dictadura cívico militar comandada por Videla, Massera, Agosti y Martínez de Hoz.

Una por una, se fueron dando todas las políticas del gobierno nacional y popular para profundizar la democracia.

Una por una, el poder corporativo respondió con fuego graneado desde sus tapas y editoriales para enfrentarlas.

Una por una, fueron rechazadas por el gobierno todas las operaciones ejecutadas por el grupo de Ernestina de Noble.

A la votación por la “125”, defección de Cobos mediante, le siguieron las batallas democráticas ganadas con el Futbol para todos, Papel Prensa, Ley de Medios y el fin de las “AFJP”, entre otras.

El 23 de octubre el pueblo se pronunció y eligió a Cristina por el 54 % de los votos.

Y sin embargo, el viejo poder no se rindió ante la voluntad popular.

El Grupo Clarín, como una fiera llena de odio, pretendió cercar al Vicepresidente Boudou para intentar devorarlo luego en venganza por los negociados perdidos durante su función como director de ANSES y como Ministro de Economía.

Y de paso cañazo, lastimar al gobierno de Cristina.

Fracasaron nuevamente con este verdadero papelón de los promotores de la causa judicial. Es un escándalo: Que el fiscal, el juez, el abogado, el amigo, “un enchastre” diría un filósofo.

La oposición, en tanto, sigue sin independizarse de la bajada de línea del monopolio.

La medida del fracaso opositor lo configura la vuelta al ruedo de Carrió y Cobos. TN mediante.

Ahora van contra Daniel Reposo, el nuevo Procurador propuesto por la Presidenta.

Calma. El cerco está roto, la verdad triunfará y la democracia saldrá más fortalecida.

El Argentino, jueves 12 de abril de 2012

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