Eduardo Duhalde habla y gesticula como tirando trompadas.
Es la misma estética gestual de Graciela Camaño.
Nadie de su tropa quiere estar tan lejos como para no ser apadrinado, ni tan cerca como para ser trompeado.
Ese Duhalde no cree en el vacío político. Lo aborrece. Salvo si es un vacío provocado por él o por sus asociados.
O sea, salvo si es un vacío que lo favorezca.
Pidió “orden” desde los EE.UU. antes que se desmadre todo y fue como si una orden cayera sobre la noche de Buenos Aires: “al ataque” dijeron y todo se desordenó en la entrada al Parque Indoamericano.
Ayer volvió a hablar. Y señaló tres escenarios posibles:
*revueltas en las cárceles; *tomas de supermercados y *“un clima pre-anárquico al que hay que ponerle fin, sin pegarle un tiro a nadie, pero hay que ponerle fin”, afirmó Duhalde.
¿La operación “Verano” se puso en marcha antes de lo previsible?
El año pasado una operación semejante hizo del Congreso su campo de batalla y del Banco Central, su “Toma de la Bastilla”.
El Grupo A, en su mejor momento, fue la tropa en operaciones.
Todos sus integrantes rapiñaron algo, arrebatando las comisiones que le correspondían al oficialismo y poniendo en nombre de “una nueva mayoría parlamentaria” los presidentes y los funcionarios que querían.
Pasó el año y el Central se recuperó, Redrado se fue sin pena ni gloria, Julio Cobos se esfumó, el Grupo A estalló por el aire, no fueron capaces de aprobar una sola ley a favor de la sociedad y, menos mal, el gobierno de Cristina siguió creciendo en el afecto de su pueblo.
“Algo habrá que hacer para que Cristina no termine el año en paz”, se habría escuchado por ahí. Y lo hicieron.
Los muertos de Villa Soldati no son “daños colaterales”, sino el gatillo apretado de una operación en marcha.
La receta del “orden represivo” sirve sólo cuando hay “desborde”, como una aspirina sirve si hay dolor de cabeza.
Había que inventar tal desorden. Eso es lo viene ocurriendo.
Pensando en estas cuestiones, la Presidenta dijo ayer: “esto no se desmadró, esto se apadrinó”
Y todos miraron a Eduardo Duhalde, el ex presidente que adelantó las elecciones cuando ejecutando ese “orden”, fueron asesinados Kosteki y Santillán.
El Grupo Clarín, con TN y las plumas envenenadas de sus editoriales, amplifican cada movimiento.
La progresía placeba les hace el juego sin pudores, con ese olfato reaccionario que tuvieron siempre.
Hay que dejarlos solos a los destituyentes para que se los vea.
Lamentará Magnetto no poder titular como en el 2002:
“La crisis causó dos nuevas muertes”.
No hay tal crisis en el país de la canasta navideña.
Aunque los apadrinados sigan gatillando.
Es la misma estética gestual de Graciela Camaño.
Nadie de su tropa quiere estar tan lejos como para no ser apadrinado, ni tan cerca como para ser trompeado.
Ese Duhalde no cree en el vacío político. Lo aborrece. Salvo si es un vacío provocado por él o por sus asociados.
O sea, salvo si es un vacío que lo favorezca.
Pidió “orden” desde los EE.UU. antes que se desmadre todo y fue como si una orden cayera sobre la noche de Buenos Aires: “al ataque” dijeron y todo se desordenó en la entrada al Parque Indoamericano.
Ayer volvió a hablar. Y señaló tres escenarios posibles:
*revueltas en las cárceles; *tomas de supermercados y *“un clima pre-anárquico al que hay que ponerle fin, sin pegarle un tiro a nadie, pero hay que ponerle fin”, afirmó Duhalde.
¿La operación “Verano” se puso en marcha antes de lo previsible?
El año pasado una operación semejante hizo del Congreso su campo de batalla y del Banco Central, su “Toma de la Bastilla”.
El Grupo A, en su mejor momento, fue la tropa en operaciones.
Todos sus integrantes rapiñaron algo, arrebatando las comisiones que le correspondían al oficialismo y poniendo en nombre de “una nueva mayoría parlamentaria” los presidentes y los funcionarios que querían.
Pasó el año y el Central se recuperó, Redrado se fue sin pena ni gloria, Julio Cobos se esfumó, el Grupo A estalló por el aire, no fueron capaces de aprobar una sola ley a favor de la sociedad y, menos mal, el gobierno de Cristina siguió creciendo en el afecto de su pueblo.
“Algo habrá que hacer para que Cristina no termine el año en paz”, se habría escuchado por ahí. Y lo hicieron.
Los muertos de Villa Soldati no son “daños colaterales”, sino el gatillo apretado de una operación en marcha.
La receta del “orden represivo” sirve sólo cuando hay “desborde”, como una aspirina sirve si hay dolor de cabeza.
Había que inventar tal desorden. Eso es lo viene ocurriendo.
Pensando en estas cuestiones, la Presidenta dijo ayer: “esto no se desmadró, esto se apadrinó”
Y todos miraron a Eduardo Duhalde, el ex presidente que adelantó las elecciones cuando ejecutando ese “orden”, fueron asesinados Kosteki y Santillán.
El Grupo Clarín, con TN y las plumas envenenadas de sus editoriales, amplifican cada movimiento.
La progresía placeba les hace el juego sin pudores, con ese olfato reaccionario que tuvieron siempre.
Hay que dejarlos solos a los destituyentes para que se los vea.
Lamentará Magnetto no poder titular como en el 2002:
“La crisis causó dos nuevas muertes”.
No hay tal crisis en el país de la canasta navideña.
Aunque los apadrinados sigan gatillando.
El Argentino, miércoles 15 de diciembre
3 comentarios:
Sin Nestor, Duhalde es un adversario temible. Duhalde no es Carrió; si el gobierno no se anticipa a sus maquiavélicas jugadas puede ocasionar grandes daños al proyecto nacional, a la gobernabilidad, a la estabilidad, a la democracia..
El desplazamiento de un gobierno débil e incapaz de gestionar como fué la Alianza (gobernaba según las tapas de Clarín) se derrumbó en 2001 con un ataque sincronizado montado sobre las grandes multitudes de pobreza generada y multiplicada por el gobierno de Menen-Duhalde y todo lo peor de la derecha peronista (en realidad la corriente peronista que defraudó los principios de la doctrina del justicialismo, degradando al pueblo trabajador hasta situaciones inéditas dentro de una democracia). Ese ataque logró sus objetivos a través de los sucesivos presidentes "diarios" que cumplieron los roles hasta imponer a Duhalde como "salvador" y que el padrino rescatara a los bancos y pesificara las deudas de las grandes empresas (muchas de ellas provenientes de autopréstamos con los capitales previamente evadidos al exterior) y cuyo costo finalmente tuvo que asumir el país todo. (Sigue)
(Continuación) Toda la política desarrollada desde los '70 (primero con la Triple A y luego con la dictadura (cívico-económica-eclesiástica y militar) tuvo como finalidad perpetuarse en el poder aniquilando la militancia de principios de justicia social para convertir a la política en algo sucio que alejara a los honestos de las estructuras del poder formal. Afortunadamente, la llegada de nuestro querido NK. y su claridad para reconstruír la juventud militante no contaminada con la vieja y corrupta política (y sus ideas exportadas a Latinoamérica para conformar el frente latinoaméricano que enfrenta los poderes económico-financieros del mundo) ha permitido los avances que ahora - lo peor de la derecha fascista argentina representada por Duhalde - pretenden destruír nuevamente y que el pueblo argentino debe impedir con un voto "pensante y memorioso" analizando nuestra historia reciente (los últimos 40 años).
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