Cada vez que habla Cristina, se estremece el corazón de buena parte de los argentinos.
Ocurrió ayer en Florencio Varela, en la inauguración de una fábrica de molinos eólicos para la cadena de energía, la presentación de un Black Berry de origen nacional y el anuncio de Pirelli de construir aquí la fábrica de neumáticos para camiones más grande en toda América Latina.
Y algo tan importante como todo eso: la Presidenta renovó el abrazo emocionado con su pueblo.
Ella dice a menudo que el valor agregado más eficaz que tenemos los argentinos es tener pensamiento propio.
Lo reafirmó el presidente de la UIA, Ignacio de Mendiguren, en el Coloquio de IDEA.
Para graficar el concepto, el dirigente recordó el paisaje humano que participó en la presentación del Plan Estratégico Industrial 2020.
Estaban allí empresarios de la producción industrial y rural, trabajadores, funcionarios nacionales y provinciales, gobernadores, comerciantes y encabezados todos, por la Presidenta de la Nación.
Es una Argentina que camina por el rumbo adecuado, en el momento adecuado y con las fuerzas sociales adecuadas para protagonizar esta etapa de consolidación y profundización del modelo de desarrollo con inclusión social.
Modelo nacional y popular, que le dicen.
El 23 de octubre es esto lo que se pone en juego. Ni más ni menos.
La diversificación de la matriz productiva encarada por el gobierno alienta la convicción de que el futuro llegó para quedarse.
Se apunta a favorecer el trabajo y la producción, la educación y la ciencia, la cultura y el conocimiento.
Pero no estamos solos. Veamos dos ejemplos.
En el último programa de TN, “A dos voces”, ocurrió una cacería mediática de cuatro desvergonzados contra dos mujeres inocentes y desarmadas.
¿Se debe seguir legitimando, con la presencia honorable y digna de algunos invitados, semejante emboscada televisada, tan descarada y reiterada?
Si la respuesta es afirmativa, contra el gusto de uno, tendrían que ir al menos con barbijos para no contaminarse con el odio que allí se destila.
Y deberían afilarse la palabra para saber defenderse.
Los conductores del programa, más Jorge Lanata y Tomás Abraham, fueron un dechado de odio antipopular contra el gobierno democrático.
Otra: el diario La Nación de ayer dispara contra el país en nombre de “la crisis global” y anuncia que Acindar achicará su planta, que despedirá trabajadores y casi que se viene el fin del mundo.
Por la tarde, fue la propia Acindar que lo desmintió, redoblando la apuesta: anunció nuevas inversiones en su producción.
Los opositores no hablan, blasfeman, subestimando al pueblo.
Paciencia. El domingo 23 ese mismo pueblo, responderá con su voto.
El Argentino, viernes 14 de octubre de 2011
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