Llamando a Mario Benedetti para que nos ayude, empecemos por decir que nos va a costar dejar atrás este octubre que hoy termina.
Toda la alegría, la memoria, la justicia, toda la victoria y el dolor, en un mismo mes.
No hay calendario que aguante tanta pasión.
Noviembre tendrá lo suyo con el primer viaje que hará la Presidenta al exterior.
El mundo antiguo la espera mientras debate por cuál ladera escapar del precipicio.
La vieja Europa insiste en trepar por la derecha y cae al vacío una y otra vez.
¿Será por eso que Obama le pidió una audiencia a Cristina?
En Paraguay se reunieron los restos del naufragio iberoamericano.
Llevaron las de perder los neoliberales de nuevo y viejo cuño, toda vez que fueron los vientos latinoamericanos quienes marcaron el tiempo y la dirección de esa cumbre.
Algo muy importante: se debatió el papel del Estado pos neoliberalismo.
El Estado en el centro de la escena es garantía de igualdad de oportunidades.
Defender el Estado para nuestros pueblos es defender la alegría.
Habrá más mercado, habrá más libertades, más empleo, más consumo, si hay un Estado protagonista de este tiempo histórico.
Ni el FMI, ni las consultoras, ni los bancos, ni las financieras garantizan la redistribución de la alegría y la riqueza como lo puede hacer un Estado al servicio del pueblo.
Éste será el arduo debate de Cristina con los popes del mundo en el G-20 próximo.
Ella sabrá mostrar, respetuosamente, los caminos virtuosos que recorre nuestro país contrastándolos, aunque no lo diga, con los senderos escarpados y tortuosos que recorren los llamados países desarrollados.
No hay que debatir sobre el sexo de los ángeles en tiempos que se precisa alimentar con pensamiento propio el nuevo mundo que hay que construir.
¿A quién le importa lo que diga Beatriz Sarlo o lo que deje de decir?
Se sabe desde siempre que los conversos como ella precisan que el patrón de turno se convenza que ya no son de “izquierda” y que si alguna vez lo fueron, fueron por culpa de un acné juvenil.
Además, habría que debatir con la agenda que votó mayoritariamente el pueblo en las urnas.
Modestamente, aportamos dos estrofas bellas y profundas para ese debate abierto:
*La Argentina recupera un científico expatriado cada tres días.
*Los créditos del Bicentenario ya generaron 18 mil puestos de trabajo.
¿No saben acaso estas palabras a un poema de amor y orgullo propio?
En la despedida, una lágrima, un abrazo y toda la energía solidaria para que se recupere pronto el Compañero Lula.
Fueron Lula, Hugo Chávez y Néstor Kirchner los que defendieron la alegría como una trinchera, como un principio, como una bandera, como un destino, como una certeza, como un derecho.
El Argentino, lunes 31 de octubre de 2011
1 comentario:
Jorge
Me informan que Obama le pidió la entrevista a Cristina porque estaría interesado en importar algunos ejemplares de peronistas, porque allá parece que no hay.
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