viernes, 26 de noviembre de 2010

Saldos y retazos



Los opositores del Grupo A y sus adyacencias, empezaron el año parlamentario con ofertas novedosas y terminaron con saldos y retazos tan deshilachados, que dan vergüenza ajena.
En el afán de querer entender la profundidad de este momento histórico que vivimos, querríamos ubicar en su justo contexto la derrota sufrida por los bloques opositores.
De no hacerlo así, corremos el riesgo de realizar una lectura paisajística y coyuntural, quizás correcta políticamente, pero que no dará cuenta de las grietas producidas y los saltos que la sociedad viene dando en los últimos tiempos.
Cada vez con más fuerza, se abre paso la idea que este proyecto nacional y popular que gobierna desde el 25 de Mayo de 2003 es patrimonio de todo el pueblo y no sólo de un espacio político partidario.
La incidencia social, económica y cultural de las políticas más trascendentes adoptadas por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, abarca a un universo muy amplio de la sociedad y que, al no ser acompañada por otras fuerzas políticas, dejan al Frente para la Victoria y a sus aliados, con la enorme responsabilidad y la representatividad casi exclusiva, de la defensa de los derechos sociales postergados desde hace décadas en la Argentina.
La historia demuestra que cuando se logra identificar un proyecto político con la voluntad colectiva de un pueblo, más allá de sus banderías partidarias, ese proyecto se convierte en una causa de todos, una causa nacional.
En este marco acontece la estrategia de obstrucción de una oposición política que optó por alinearse con los poderosos antes que con sus propios votantes.
Dejaron de representar los intereses de un sector social del electorado, cuando decidieron continuar cumpliendo obedientemente con la agenda impuesta por el Grupo Clarín y sus aliados.
No producen política desde ellos mismos, sino desde sus mandantes.
Terminaron siendo gerentes de esos intereses en lugar de hacer el intento al menos, de innovar en expresiones que acompañen las políticas de estado que son beneficiosas para el país entero, sin exclusiones.
Esa opción tan chiquita y mezquina, explica de algún modo porqué los espanta más el riesgo de quedar "pegados" al gobierno democrático que al señor Magnetto. Y explica también que, si el cierre de las sesiones en Diputados fue un verdadero bochorno opositor, en el Senado directamente fue caída libre hacia la nada.
Cuando asaltaron las presidencias de las comisiones parlamentarias, a fines del 2009 y principios del 2010, lo hicieron con la promesa que "una nueva agenda opositora en el Congreso mejoraría la institucionalidad y la vida de la república".
Se llevaron el mundo por delante, desde Carrió hasta Pino Solanas, desde el PRO hasta el radicalismo y el pejota federal.
Mirá lo que quedó:
*No propusieron ni lograron aprobar, siendo mayoría el Grupo A, ninguna ley que favoreciera a sector alguno de la sociedad.
*Degradaron el funcionamiento productivo que venía trayendo el Congreso en tiempos en que el oficialismo tenía la mayoría.
*Terminaron todos los bloques opositores enemistados entre sí, demostrando que sólo logran unirse a la hora de boicotear al gobierno de Cristina.
*Peor aún, se partieron los bloques opositores internamente, formando sub-bloques que traban la labor normal del Congreso.
Y concluimos con un detalle no menor: note usted que todo este despropósito de los opositores se produjo en el año que volvieron a tener el control de uno de los poderes del estado, el poder legislativo.
Es decir, ratificaron que cuando gobiernan algo, sea un espacio ejecutivo, sea un espacio deliberativo, es para chocarlo en la primera curva. Guardemos lo ocurrido este año en la memoria para cuando debamos volver a elegir libremente.
Ya no hace falta volver a recordar el helicóptero en fuga, con De la Rúa dejando un país en ruinas.
Con recordar este año parlamentario, con estos saldos y retazos de la oposición, debería alcanzar para saber el país que tenemos por delante y el viejo país que dejamos atrás.


El Argentino, 26 de noviembre de 2010

1 comentario:

Politico Aficionado dijo...

Esperemos que la irresponsabilidad y vileza que ha exhibido este grupo A en su labor legislativa hagan recapacitar a nuestro pueblo, y que en las urnas sea reelegida Cristina con una cómoda mayoría parlamentaria y un vicepresidente que la acompañe en su proyacto nacional y popular.