lunes, 13 de julio de 2009

PIDO LA PALABRA


Porque los lunes son propicios para compartir un rosario de reflexiones, con más dudas que certezas.
Porque es útil y necesario tenerlas a mano en la cartera de la dama o en el bolsillo del caballero, para acudir a ellas durante la semana y cuantas veces resulte prudente hacerlo.
Mucho más ahora que todo sucederá con bastante vértigo y es posible que las calles se llenen de parloteo colectivo pronosticando y empujando a distancia, o cuerpo a cuerpo, el curso de los acontecimientos.
Porque la Presidenta, se sabe, convocó al dialogo a todos los sectores de la comunidad, para definir democráticamente el trazo grueso de las políticas de estado en la economía, en el sistema de partidos y en la participación social.
Porque este dato es un gravitante que opera sobre la realidad dejando al descubierto virtudes y miserias del amplio y heterogéneo arco político social.
Pero que le pone ritmo, salsa y pimienta a la coyuntura, nadie lo duda.
Porque queremos escuchar a los que reclamaban parlar, qué proponen sobre las retenciones y la redistribución del ingreso, sobre la defensa del empleo, sobre los estímulos a la producción nacional, sobre el consumo interno, por ejemplo. Y estos temas, para empezar nomás.
Porque usted habrá escuchado una y mil reflexiones periodísticas y partidarias sobre el verdadero alcance de la flecha lanzada por la Presidenta en Tucumán.
Proliferan los analistas y especialistas de academia contratados por las consultoras, que interpretan para los simples mortales, el tendido y el origen del flechazo.
Son los que desconfían de todo lo que decida Cristina.
Si no llamaba al dialogo hubiesen dicho que era autista, que se encerraba entre cuatro paredes. Ahora que lo convoca, dicen que es para ganar tiempo, para disimular la derrota electoral, para entretener a la oposición.Pido la palabra porque no hay pepino que les venga bien a estos opositores.
Hablan de consenso, como Mauricio Macri, pero nombran a piacere al jefe de policía de la ciudad de Buenos Aires, sin importarles un corno el qué dirá la comunidad judía, Blumberg, la justicia, tu tía o la mía. Son los eternos adalides del “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”. Aún así, también ellos serán invitados a la mesa generosa del dialogo democrático.
Porque convencidos que hay razones profundas, estratégicas e históricas que explican la decisión presidencial, nos permitimos hacer en voz alta estas preguntas:
¿Hay un desacople en la génesis de este proceso político, entre la sociedad y sus instituciones y la voluntad política?
¿El dialogo es la vía para profundizar la visión estratégica del desarrollo inclusivo?
¿Sin participación activa de la sociedad, la historia puede seguir avanzando?
Los distintos medios de incomunicación que llegan hasta su living comedor, le seguirán retumbando la cabeza con los dimes y diretes sobre si Moreno es diestro o siniestro, si les cae simpático o desagradable.
Es la forma sutil de evitar, en aquellas y otras preguntas, el abordaje de una etapa profundamente decisiva para la historia.

Es importante advertir a tiempo que el proceso de cambio que encarna el kirchnerismo no cuaja aún, como debiera hacerlo, con la velocidad temporal y el compromiso activo de una franja importante de la sociedad.
El Gobierno, el de Cristina como el de Néstor Kirchner antes, ¿marcha mucho más rápido que todos nosotros juntos?
¿Este proyecto gobernante está a la altura de nuestra historia grande, pero no necesariamente de las historias mínimas que nos suceden en el cotidiano devenir de nuestros días?
Metámonos el dedo en esa llaga hasta que duela. No por masoquismo culposo, sino para saber que de acá en más se hace imprescindible participar y acompañar activamente a todos quienes crean que el cambio justo es posible y es necesario. Y evitar un desacople.
La derecha de Macri, Legrand y De Narváez lo saben tanto y mejor que muchos.
Por eso operan como lo hacen.
Pido la palabra, en fin, porque no habría Cruce de Los Andes sin un pueblo de mujeres y hombres bordando y cociendo las banderas y los uniformes y fundiendo chatarras para hacer cañones. No habría San Martín sin indios y mulatos galopando sobre la libertad de sus pueblos.
O sea, no habrá modelo de inclusión social sin una sociedad democrática participando.
Y porque así como se desensilla en silencio, el dialogo debería servir para lo contrario, para galopar la historia.


(Jorge Giles. El Argentino. 13.07.09)
http://www.elargentino.com/nota-49110-Pido-la-palabra.html

3 comentarios:

atahualpa dijo...

La Gesta de los Andes se hizo en pelotas pero libres no con Louis Vuitton y botox cotidiano...sean más respetuosos de la historia.
CFK, con sus estéticas,está más cercana a Alejandra Pradón que a Juana Azurduy.

La China dijo...

Cuánta ignorancia. Qué tristeza me da. Tengo 22 años y es muy frustrante ver cómo hay gente que -creyendose muy superior- repite el vacío pero ensisañado discurso de los medios de comunicación. Me pregunto si "la gente" (tan intelectual y formada) sabe a qué grupos responde cada uno de los canales de televisión o diarios que lee.
Es el dilema del que termina siendo más papista que el papa. Más empresario que el empresariado.
Más liberal que el liberal.
Más golpista que el que le da para que coma.
Ahí está la trampa: Ellos te dan la carnada, vos la usas en su nombre y después esos pocos esconden la mano y dicen: "La gente dice que el problema de la gestión de este Gobierno es la cartera de Cristina", por ejemplo. Escondiendo así, claras intencionalidades políticas y E-CO-NÓ-MI-CAS. A no dejarse engañar!

*** Dejame decirte a vos, Atahualpa, que si Cristina está más cerca de la Pradón que de Juana Azurduy, vos estás más cerca de Horacio Guaraní fisurado durante el menemato que de Atahualpa.

Luz dijo...

Cómo les molesta que Cristina sea bella y con carácter. Que sea una oradora de la gran puta, que pueda hablar dos horas sin perder el hilo y con ideología, frente a cualquier auditorio.
Por el otro lado, los líderes de la oposición no saben ni siquiera que el 9 de julio no es el día de la bandera y si no tienen un guión, armado por 270 expertos en imágen, se van al carajo, no saben ni expresarse. Y si, es triste.