miércoles, 15 de julio de 2009

VOCES Y SUSURROS DE LA DEMOCRACIA


El Gobierno accedió al reclamo del Acuerdo Cívico y Social de Elisa Carrió, la UCR de Gerardo Morales, el cobismo, el socialismo de Binner y Giustiniani y anunció, en consecuencia, que mañana los esperan en la Casa Rosada para iniciar el dialogo con los partidos políticos. En las últimas elecciones, esta fuerza se ubicó, a nivel nacional, en el segundo lugar, detrás del gobernante Frente para la Victoria.
Es de esperar una asistencia perfecta, al menos como una respuesta honorable al gesto presidencial.
El inicio del debate convocado por la Presidenta de la Nación, se da en un marco donde una buena parte de la derecha, decidió boicotear el dialogo convocado por el Gobierno. Está clara la maniobra de cerco y bastardeo que pretenden ejercer algunos sectores políticos, patronales y mediáticos, contra la decisión presidencial de abrir un debate civilizado y democrático en torno a los temas trascendentes para la ciudadanía y para el destino del país.
No hay más que leer y escuchar a los editorialistas políticos que responden a determinados intereses económicos para advertirlo. Esos sectores sólo miran sus propias fotografías, pero no a la realidad misma, que suele parecerse más a una película con final abierto, antes que a un cuadro estático.
Para ellos el dialogo sólo sirve si el Gobierno desmonta su política estratégica en orden a la defensa del empleo, la redistribución del ingreso, la inclusión social, la identidad latinoamericana. Quieren hacer rendir la idea de Estado que el proyecto gobernante desarrolló desde el Gobierno de Néstor Kirchner hasta nuestros días. Hacer valer su voto, como dicen algunos, es empujar al abismo la gobernabilidad basada en aquellas premisas del modelo de país. Tanto que lo negaron y al final, las últimas elecciones fueron, para esa derecha, la posibilidad de ganar terreno político y hacer perder capacidad de acción al Estado. Al menos, es lo que parecen pretender.
Cuando ayer Néstor Roulet, vicepresidente de CRA, afirmó que “el problema es la intervención del gobierno en los mercados”, muchos leyeron “basta de Estado”. Los más adelantados fueron Francisco De Narváez y Mauricio Macri exaltando la conveniencia de volver al pasado privatizador del menemismo.
El escriba de La Nación y de TN, Joaquín Morales Solá, se desgarró señalando que el Gobierno comete el desatino de convocar segmentadamente a la ronda del dialogo. Hay que recordarle que su programa semanal está organizado desde hace años de esa manera. Primero pasan los ruralistas, después los políticos, después los vendedores de cucurucho. ¿De qué se escandaliza ahora?
Una parte de esta oposición mediática, tan leve como salvaje, es la que presentó a principios de año, al economista Ariel Umpierrez cual si fuese un “especialista” en dengue y otras plagas. Es una pena que cierto periodismo televisivo no nos hubiese leído el día 28 de abril pasado, cuando se publicó en El Argentino, la nota titulada “El verdadero azote del neoliberalismo”, brindando datos concretos sobre quienes se aprovechan de las desgracias colectivas. Se hubiesen evitado el papelón de reportearlo.
Por andariveles semejantes, transitan también los que temen la presencia de Néstor Kirchner como temían antes el regreso del legendario “avión negro” de Perón. El gobernador Das Neves, entre ellos.
No teman. Alégrense. Que la democracia estará viva mientras haya posibilidad de dialogar y defender en el terreno de las ideas las convicciones de cada uno. Y ojala recuerden que el slogan “el silencio es salud” comenzó con Lopez Rega y lo desarrolló luego la dictadura.
La democracia son voces o susurros, pero nunca sinónimo de silencio.
El dialogo es saludable para la democracia; lo es también que el gobierno democrático corrija todo lo que la voluntad popular señala, pero sin abandonar sus convicciones más profundas.
En el modelo de país que defiende y en su frente político, no caben las derechas, como afirmó Kirchner. Ellas tendrán su oportunidad en las presidenciales próximas del 2011.
De acuerdo al calendario de la democracia, claro está.


(Jorge Giles. El Argentino. 15.07.09)
http://www.elargentino.com/nota-49455-Voces-y-susurros-de-la-democracia.html

2 comentarios:

Ester Lina dijo...

Claro. El diálogo es fundamental para la democracia. Pero Pino y Lilita piensan que si ellos no van, no va a existir el diálogo. Y se equivocan. porque lo que no va a estar, es el aporte particular de cada uno de ellos, en representación de su espacio político., Y eso me da por pensar que no tienen nada que decir, y que no saben construir con otros.
Saludos

daniel mancuso dijo...

totalmente claro, de acuerdo compañero, abrazo