Acomódese en la butaca y disfrute.
Primera escena.
“Documentos, por favor”, pide la policía. Y el que lo escucha hace este movimiento: toma la billetera con la mano izquierda, con la derecha extrae el DNI y se lo pasa al ciudadano vigilante. El uniformado lo lee, hace una pregunta de rigor, devuelve el documento y…a otra cosa mariposa.
Segunda escena.
“Documentos, por favor” pide la policía. Y otro señor, atildado, brillosamente enfundado, en nada parecido al de la primera escena, responde entre furioso y altanero: “¿Y porqué me lo pide a mi?”. El uniformado le responde que están haciendo un simple control de seguridad y por eso identifican a todos.
“No le doy nada, usted no sabe con quién se mete” contesta más furioso el ricachón.
“Entonces me tendrá que acompañar a la comisaría” dice, en cumplimiento del deber, el ciudadano vigilante.
Cae el telón. Aplausos y ovación.
La obra se llama “Un país en serio”
Las cosas se vuelven más justas y equitativas cuando los deberes y los derechos son iguales para todos.
El que se sienta con la cola sucia tendrá que identificarse ante la justicia como corresponde.
Esto fue lo que pasó en estos días con el tema dólar.
Los que no tienen los papeles en regla, se pusieron muy nerviosos.
Y para disimularlo y buscar cómplices en algún sector social incauto, hicieron un escandalete que terminó en bochorno.
Si uno le conoce la cara al monstruo, su fétido aliento, sus tretas y emboscadas, nada habrá que temer.
Sólo hay que pararse en la vereda de enfrente y gritarle fuerte para que escuche: “¡Mostrá los papeles!”
Se terminó la oscuridad en este país: los buenos con los buenos; los malos, a la justicia.
Y hablando de justicia: Durán Barba tendrá que comparecer ante los tribunales por la campaña sucia porteña y otros anexos más.
El diario Tiempo Argentino siguió la huella, publicó lo que sabía y la jueza Servini ayer decidió llamar a indagatoria al gurú asesor de Mauricio Macri.
La periodista Cynthia Ottaviano, Jefa del equipo de investigación, señala en un primer párrafo de la nota de ayer: “Para concluir que el Grupo Clarín y Mauricio Macri son una sociedad político empresaria de cierta eficacia apenas hace falta una dosis adecuada de memoria. Los vínculos comerciales entre el Grupo Clarín y Mauricio Macri no son nuevos”.
Todo lleva a suponer que el menjunje entre Clarín y Macri es de vieja data y habría pruebas al respecto.
De esas computadoras también habrían salido las líneas editoriales para atacar al gobierno y demonizar a Guillermo Moreno y Hebe de Bonafini.
En un país cada vez más luminoso, los mal acostumbrados a moverse en las sombras tendrán que acostumbrarse a mostrar los documentos.
El Argentino, miércoles 2 de noviembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario