Creímos durante muchos años, todo lo que nos decían los diarios, la radio y la televisión.
Pero muy especialmente, creíamos en Clarín y La Nación.
Creímos que era cierto que el campo y la industria no se llevarían nunca bien.
Por eso creíamos que había que optar, inevitablemente, o por el arado o por el alto horno de fundición.
Creímos que la inflación era el mal de todos los males y que valía la pena bajarla a cualquier costo, incluso del consumo, del empleo y la producción.
Creímos que no era posible llamar a Paritarias entre obreros y patrones, porque nos decían que estallaría el país en caso de confrontación.
Creímos que uno se salva solo en tiempo de crisis.
Creímos en el primer mundo desarrollado, mirábamos desconfiados a nuestros hermanos de la región y nos hacían creer que todo lo que venía de afuera, era mejor que lo nuestro.
Hoy sabemos la verdad: nos han mentido siempre.
Y sin embargo, creemos. Hoy mas que nunca acompañando a nuestra Presidenta.
“Creer, he ahí toda la magia de la vida”, dijo alguna vez Raúl Scalabrini Ortiz.
El pensador nacional también supo escribir: “Todo lo que nos rodea es falso e irreal. Es falsa la historia que nos enseñaron. Falsas las creencias económicas que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentan y las disyuntivas políticas que nos ofrecen. Irreales las libertades que los textos aseguran. Todo lo material, todo lo venal, transmisible o reproductivo, es extranjero o está sometido a la hegemonía financiera extranjera.”
Igual que Scalabrini sólo creemos en la verdad, cuando es construida por el pueblo y un gobierno que lo representa.
Que esa inocencia nos valga.
En este Día de los Inocentes y en estos últimos días de un año que se va, es bueno reflexionar amuchados, como aquí solemos estar, venciendo esta distancia entre el papel y el alma.
Hoy construimos solidariamente una verdad que nos nace de aprender a leer, a mirar y escuchar, con pensamiento propio. Creemos.
Hoy vemos crecer al campo y a la industria, el consumo, el empleo y la producción, como pilares de este modelo de desarrollo con inclusión social. Creemos.
Hoy vemos un país integrado como nunca antes a la América Latina, defendiendo sus derechos en Malvinas, liderando el Mercosur y la Unasur. Creemos.
Hoy vemos dignificar el trabajo a nivel nacional. Creemos.
Por eso nos ofende tanto el injusto veto de Mauricio Macri contra las empresas recuperadas.
¿Creerá que gobierna un país de la vieja Europa y por eso atrasa, ajusta, expulsa, humilla a los trabajadores de esas fábricas que son un verdadero ejemplo a seguir en esta nueva Argentina?
Creemos y creeremos en los justos.
Pero ante los injustos, que la inocencia no nos valga nunca más.
¡Fuerza Cristina!
El Argentino, miércoles 28 de diciembre de 2011
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