Elisa Carrió enfureció llena de odio contra su aliado en el Acuerdo Cívico, Ricardo Alfonsín.
“Ricardito” lo llamó para menoscabarlo. El resentimiento que tiene Carrió es tan pero tan grande, que no puede entender cómo Néstor Kirchner sigue diciendo que pone la otra mejilla cada vez que lo atacan los opositores como ella; que los legisladores porteños le hayan dicho que no al perverso juego de la oca al que pretende sumarlos Mauricio Macri y su autopromocionado “juicio político” con final cantado; que la Intendenta radical de Chascomús y Ricardo, el hijo del viejo líder del pueblo y de la República, don Raúl Alfonsín, hayan aceptado compartir el homenaje al primer Presidente de la democracia recuperada después de los genocidas, junto a las autoridades de la representación democrática y popular. Es demasiado para tanto odio acumulado. Por eso soltó con tono hiriente “lo único que falta es que yo me ponga de novia con el Gordo Valor” ¿Si tamaña dirigente aceptó ser funcionaria jerárquica de la dictadura en el Chaco, su provincia natal, por qué no podría ser novia del peor de los delincuentes?
Y no estamos hablando de Valor ni de nadie en particular que esté pagando su condena por haber delinquido socialmente. Mal que les pese a su mala fama, seguramente los ladrones de bancos nunca podrían ponerse ni en los tobillos de los delincuentes que formaron parte del terrorismo de estado.
Esos sí que mataron, torturaron, secuestraron, desaparecieron, tiraron gente viva al mar y al río. Robaron un país, no un banco ni un blindado ni dos ni tres.
El Gordo Valor se dice un tipo de códigos y lealtad. Que de lo único que se arrepiente es de no haber estado más tiempo cerca de su familia, dijo en un reportaje.
La calle está dura y no había trabajo para un tipo como él.
En consecuencia, no es una buena metáfora la que utiliza Carrió. Incluso, tendría que aprender del Gordo Valor, después de ser parte como ella lo fue del staff de la justicia chaqueña en tiempos que la parca vestía de uniforme y entraba como Pancho por su casa a comer los tallarines en la mesa familiar. Pero sirve la ocasión para recordar al lector que la chispa que encendió el escándalo fue la presencia de la Presidenta en Chascomús. Fue en un acto en una fábrica de bloques de hormigón, con un discurso de la Intendenta, Liliana Denot, agradeciendo la visita presidencial y diciendo cosas tan simples y profundas como “es importante tener la voz femenina en los espacios de poder, porque la mujer humaniza la política y porque tiene un plus adicional de sensibilidad. En una Argentina que crece vamos a acompañar a la Presidenta, más allá de las diferencias”.
Acompañaron a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, los ministros del Interior, Florencio Randazzo, Planificación, Julio De Vido, Salud, Juan Manzur y Agricultura, Julián Domínguez, el Secretario de Obras, José López y funcionarios provinciales.
No fueron pocos los hombres y las mujeres de la democracia que se alegraron de esta muestra de civismo puro, de dialogo explícito, de convivencia institucional y política, de unidad en la diversidad y así lo hicieron saber. Una Presidenta que no mira el carné partidario del lugar para hacerse presente y dirigentes locales que enseñan a mirar sin egoísmos.
¡Vaya si no es para alegrarse! Hay que ser muy mediocre, sectario y resentido para no valorar el gesto que dieron todos los que allí se hicieron presentes.
Fue una bocanada de oxígeno en medio del aire contaminado por las escuchas ilegales a las victimas de los espías presuntamente dirigidos por Mauricio Macri. Fue una fotografía de lujo para la democracia. ¿Es eso lo que crispa a la señora Carrió?
Los buenos modales no deberían incomodar más que a los que se escandalizan porque a Marcela Herrera Noble le solicitaron respetuosamente que entregue la bombacha para obtener un ADN que no estaba, pero que no se rebelaron cuando formaron parte de una dictadura que desnudaba a la gente para picanearla sobre una parrilla.
Jorge Giles. El Argentino, 25 de julio de 2010
1 comentario:
¿que hizo Valor para merecer que la Pitonisa se le declare en publico?
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