El mismo día que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció la desclasificación de los archivos de las Fuerzas Armadas durante la larga noche dictatorial de 1976 a 1983 y el ministro de economía, Amado Boudou, resolvió medidas antimonopólicas y elevadas multas a compañías extranjeras, se producía nuevamente un mini golpe mediático de derecha.
¿Una casualidad?
La cadena de medios que responden al monopolio Clarín y sus aliados, hicieron foco en la negativa de Martín Redrado a cumplir con el mandato presidencial de conformar el Fondo del Bicentenario.
Se aferró a su sillón del Banco y desde allí resistió al Gobierno que lo nombró, en compañía de los dirigentes de la oposición que lo visitaron en su despacho.
Fue un nuevo cachetazo a la democracia.
A falta de cuarteles, la derecha golpea las puertas de la Corte Suprema y del Banco Central. Operan en líneas interiores desde el día que usurparon la vicepresidencia del Ejecutivo.
Vamos por parte para entender lo que viene pasando.
1.- Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia en el 2003, preguntó por el monto de las reservas que disponía el Banco Central y le respondieron “8 mil millones de dólares” “¿Nada más?” inquirió Kirchner y recibió un lacónico, pero tajante “Nada más, señor presidente”.
2.- Seis años después, las reservas ascienden a 48 mil millones de dólares. “Esto lo hizo este gobierno con el esfuerzo de gran parte de la sociedad argentina” sintetizó acertadamente el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
3.- Las reservas de las que dispone el país son el producto de su política económica, su política comercial, su capacidad de pago y ahorro interno, su política social y de empleo, es decir, del rumbo estratégico que comanda la Presidenta de la Nación.
4.- Este proyecto político que gobierna desde el 2003 ha saneado las cuentas del país que estaban destrozadas cuando asumió Kirchner y lo hizo sin echar a nadie de su empleo, sin ajustar tarifas ni salarios y sin empobrecer a los jubilados como lo hizo el menemismo y la Alianza.
5.- Este Gobierno trata de liquidar la deuda externa con los acreedores internacionales y no tan sólo de patear para adelante, con el pago eterno de intereses de la deuda.
Se sabe que al FMI y al poder económico financiero más concentrado no les conviene esta actitud autónoma de la Argentina. El endeudamiento es una política central de la dependencia.
6.- El Fondo del Bicentenario es el instrumento que creó el gobierno para garantizar el frente externo, cumpliendo con todos los compromisos del país. Para eso instruyó a distintas áreas del Estado para que, con los excedentes de los intereses generados por la extraordinaria reserva monetaria nacional, se cubra la suma necesaria para afrontar esos compromisos. A cambio, depositaba un bono que se saldaría convenientemente con el Banco Central.
O sea, ni toma de las reservas alegremente ni lo hace gratuitamente.
7.- El presidente del Banco Central es nombrado a propuesta de la presidencia de la nación. No llegó allí porque ganó un concurso público ni porque lo votaron en elecciones democráticas. Por lo tanto, si quien lo confirmó en ese cargo dice que le acepta la renuncia presentada anteriormente, va de suyo, que se tiene que ir.
8.- Alentado por los opositores de derecha que fueron funcionarios de los gobiernos anteriores, Redrado se atrincheró en el Banco cual moderno “carapintada” que sigue la “doctrina Cobos”
9.- Redrado tiene todo el derecho de manifestarse confeso opositor del modelo gobernante. Pero si es así ¿por qué no lo dijo antes y por qué no se fue a su casa?
10.- La oposición es tan irresponsable como cuando gobernaba. No aprendieron nada. En su politiquería, como dijo Boudou, son capaces de generar una crisis institucional, de pretender asestar un golpe al desarrollo económico creciente y mantener en vilo a la sociedad argentina.
Fracasarán nuevamente, pero pobre Argentina si estos personajes vuelven a gobernar.
Jorge Giles. 7 de enero de 2010.
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