Si Argentina renovara el domicilio en su nuevo DNI, declararía: “Tecnópolis”.
Allí habita el orgullo nacional.
Hay industria, ciencia y tecnología, salud.
Hay trabajo, desarrollo social, educación.
Hay plazas para los pibes y espectáculos de música y teatro.
Hay trenes en el andén y un trencito que recorre su interior.
Hay un glaciar que te salpica con el agua fría, naves espaciales y maquinaria agrícola. Hay aviones y Granaderos que desfilan con la Marcha de San Lorenzo.
Hay un pueblo participando.
Los sueños y los pájaros libres de un país en pleno crecimiento, eso es Tecnópolis.
Anoche volvió a iluminarse con la presencia y los anuncios de la Presidenta y al hacerlo, iluminó el presente y el futuro de los argentinos.
El acto reunió a gobernadores, ministros, más de 500 representantes de cámaras empresarias, técnicos, decanos de 53 facultades de Ciencias Agrarias, Veterinarias y Económicas públicas y privadas, entre otros.
El Plan se creó con la intención de establecer, con el aporte de todos los actores de la cadena productiva, los principales lineamientos del sector agroalimentario argentino para los próximos 10 años, con el objetivo de profundizar la generación de valor en origen
Participaron 45 universidades nacionales, las 23 provincias, municipios, organizaciones rurales y sociales, organismos internacionales y más de 400 escuelas agrotécnicas de todo el país.
La producción agrícola alcanzará los 150 millones de toneladas en el año 2020, lo que representa un aumento del 50% partiendo de la reciente campaña récord, que superó los 100 millones de toneladas.
El plan estima que la superficie sembrada con granos pasará de 34 millones de hectáreas en la campaña 2010-2011 a 42 millones de hectáreas hacia el año 2020.
¿Se acuerdan cuando algunos regañaban por la ausencia de horizonte en el país?
Pues bien, la Presidenta señaló anoche el ansiado horizonte.
Se elaboraron Planes Estratégicos para Turismo, para Educación y la Cultura, para nuestra relación con la UNASUR y el mundo y desde ayer, tenemos un Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial.
Son políticas de estado. Son políticas públicas.
Tecnópolis va camino a ser la fábrica de nuestros vientos: los de frente, contra frente, de cola, de pecho, los vientos que quieras.
Producimos el viento y las velas para navegar.
Todo “Hecho en la Argentina”.
Eso constituye el modelo nacional y popular, aunque el Grupo Clarín y La Nación no lo acepten.
Y aunque Duhalde siga con su disco rayado y los que prohibieron Tecnópolis en la Ciudad son los que declaran “personalidad de la cultura” a Sofovich.
¡Ah bueno!
Calma.
Cuando un gobierno sabe a dónde va, cualquier viento es favorable.
El Argentino, martes 6 de septiembre de 2011
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