La campaña electoral opositora se esfumó.
Se evaporó como si fuera humo, sin consistencia ni propuestas.
Como si perdieran su destino, justo cuando el país ha encontrado el suyo.
Se pelean todos contra todos.
Se dice que Francisco de Narváez conversó con Rodríguez Saá para unir sus campañas. Abandonó a Alfonsín, pero para disimularlo dice que está enojado con los radicales porque el partido abandonó a Ricardo Alfonsín.
Se dice que además de los radicales de Mendoza que mandan a cortar boleta para desprenderse de la carga pesada que les significa la fórmula Alfonsín-González Fraga, seguirán la diáspora los de La Pampa y otras provincias más.
Se dice que el lema que ahora sugerirían a “Ricardito” es que pruebe con aquel nostálgico “no me dejen solo”.
En una de esas.
Se dice que Duhalde no sale de su asombro por la baja performance y estaría diseñando algún “golpe de efecto”.
¡En guardia, mis valientes!
Se dice que Elisa Carrió ya no vuelve y que su escuálida tropilla se disputa la heladera y la alacena a falta de capital político para repartir.
¿Se imaginan gobernando a alguno de ellos en medio de esta crisis del neoliberalismo?
Pobre de nosotros con esa pesadilla.
La titular del FMI, Christine Lagarde, advirtió ayer que “la coyuntura mundial corre riesgo de enfriarse y caer en una nueva recesión” y pidió por eso adoptar medidas "que frenen una espiral descendente" de la economía.
Las declaraciones coinciden con las del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que adelantó el riesgo de que la economía global se deslice "a una nueva zona de peligro".
¿Y sabe qué hacen para evitarlo?
¡Depositan miles de millones de euros y dólares en los bancos! Es cosa de locos. En lugar de alimentar la demanda, el consumo, invertir en la producción y estimular el empleo en los países, siguen quemando billetes en esos verdaderos agujeros negros que son sus bancos.
Menos mal que vivimos en la Argentina.
Pese a la mala onda de Clarín y La Nación. Pobres, ya no saben qué escribir para seguir vanamente con su propia campaña. Ayer, por ejemplo, escribieron que temen que el proyecto nacional y popular “se radicalice”.
No entienden nada. Este proyecto a lo sumo “se peronizará”, pero no se radicalizará.
Vale la humorada para decir con alegría que nuevamente Tecnópolis será hoy el centro de atención cuando la Presidenta anuncie allí el Plan Estratégico Agroalimentario.
La política económica avanzará en concretar la idea de Cristina de una nueva ruralidad industrializada.
Los 40 millones de habitantes (40.117.096) que hoy somos, empezamos a tener un mismo sueño: un país justo, libre y soberano, inclusivo, democrático y en paz.
Un país como nos merecemos.
El Argentino, lunes 5 de septiembre de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario