Cuando desde la oposición le hablen de “la falta de inserción de Argentina en el mundo” muestre usted los datos vertidos en estas modestas columnas, como si fueran un documento de identidad nacional.
No tenemos la verdad revelada, pero no mentimos.
Con eso debería alcanzar sino fuera por la acción despiadada y falaz de los opositores que a falta de proyectos superadores, mienten todo el tiempo.
Por eso hay que demostrar la verdad en cada jornada.
Y por eso es bueno saber que del otro lado del mundo la Presidenta nos representa exitosamente y vuelve con las manos llenas del mejor de los horizontes, para nosotros y nuestra descendencia.
Pruebas al canto:
A punto de emprender el vuelo de Qatar a Turquía, último destino de la gira presidencial, Cristina Fernández de Kirchner instruyó al canciller Timerman para que una parte de la comitiva permaneciera en el país árabe a fin de establecer un plan de trabajo para la transferencia de tecnología desde la Argentina, en el área de energía nuclear para fines pacíficos.
Es que las expectativas fueron literalmente desbordadas por la demanda de aquel lejano país sobre la producción científica y técnica del nuestro.
Y eso ameritó aquella decisión, más la de crear cinco nuevos cargos en la Cancillería de negociadores comerciales que sean exclusivos para los llamados mercados no tradicionales: Asia Central, Europa del Este, África, Golfo Pérsico y Centroamérica y el Caribe.
De acá en más, los argentinos todos, somos un destino estratégico para los países emergentes en el nuevo mundo multilateral que empieza a alumbrar luego del derrumbe del neoliberalismo dominante durante décadas. Esa calificación sirve para honrarla con más trabajo y más producción, que haga de la Argentina el país justo, inclusivo y desarrollado que soñamos desde siempre.
“Si sólo se tiene dinero y no se tienen ni ciencia ni tecnología, el desarrollo no es sustentable en el tiempo” dijo Cristina y agregó "las tres columnas del siglo XXI son alimentos, energía y conocimiento", al brindar una conferencia de prensa en Qatar.
"Tenemos la oportunidad de dar un salto histórico en nuestras condiciones de vida; el abanico de oportunidades es muy amplio, somos economías muy complementarias y tenemos una misma visión sobre lo que está pasando en el mundo, donde se requieren de nuevos protagonistas, de nuevas formas de vinculación. Es necesario aprovechar toda esta enseñanza que la historia nos ha dejado a los países emergentes para entender esta nueva etapa de cambio que atraviesa la humanidad” concluyó.
Pese al lockout patronal de los ruralistas, el Tricentenario ha empezado a rodar su mágica rueda.
No tenemos la verdad revelada, pero no mentimos.
Con eso debería alcanzar sino fuera por la acción despiadada y falaz de los opositores que a falta de proyectos superadores, mienten todo el tiempo.
Por eso hay que demostrar la verdad en cada jornada.
Y por eso es bueno saber que del otro lado del mundo la Presidenta nos representa exitosamente y vuelve con las manos llenas del mejor de los horizontes, para nosotros y nuestra descendencia.
Pruebas al canto:
A punto de emprender el vuelo de Qatar a Turquía, último destino de la gira presidencial, Cristina Fernández de Kirchner instruyó al canciller Timerman para que una parte de la comitiva permaneciera en el país árabe a fin de establecer un plan de trabajo para la transferencia de tecnología desde la Argentina, en el área de energía nuclear para fines pacíficos.
Es que las expectativas fueron literalmente desbordadas por la demanda de aquel lejano país sobre la producción científica y técnica del nuestro.
Y eso ameritó aquella decisión, más la de crear cinco nuevos cargos en la Cancillería de negociadores comerciales que sean exclusivos para los llamados mercados no tradicionales: Asia Central, Europa del Este, África, Golfo Pérsico y Centroamérica y el Caribe.
De acá en más, los argentinos todos, somos un destino estratégico para los países emergentes en el nuevo mundo multilateral que empieza a alumbrar luego del derrumbe del neoliberalismo dominante durante décadas. Esa calificación sirve para honrarla con más trabajo y más producción, que haga de la Argentina el país justo, inclusivo y desarrollado que soñamos desde siempre.
“Si sólo se tiene dinero y no se tienen ni ciencia ni tecnología, el desarrollo no es sustentable en el tiempo” dijo Cristina y agregó "las tres columnas del siglo XXI son alimentos, energía y conocimiento", al brindar una conferencia de prensa en Qatar.
"Tenemos la oportunidad de dar un salto histórico en nuestras condiciones de vida; el abanico de oportunidades es muy amplio, somos economías muy complementarias y tenemos una misma visión sobre lo que está pasando en el mundo, donde se requieren de nuevos protagonistas, de nuevas formas de vinculación. Es necesario aprovechar toda esta enseñanza que la historia nos ha dejado a los países emergentes para entender esta nueva etapa de cambio que atraviesa la humanidad” concluyó.
Pese al lockout patronal de los ruralistas, el Tricentenario ha empezado a rodar su mágica rueda.
El Argentino, jueves 20 de enero de 2011
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