Se ha dicho con razón, que el proyecto de nación que gobierna el país, antes con Néstor Kirchner y ahora con Cristina, recuperó la política como herramienta de transformación para la democracia.
Pues bien, hoy que recuperamos la política cual si fuera una colina estratégica para disputar la batalla contra el poder económico concentrado y sus gerentes partidarios y mediáticos, la pregunta que se impone es: ¿y qué hacemos ahora con la política?
En la respuesta colectiva que nos demos, estará la clave para seguir abriendo las puertas que esperan ser abiertas.
Si ya sabíamos que no alcanzaba con tener la verdad y las causas justas de nuestro lado para vencer, es hora que sepamos que tampoco alcanza con recuperar la política por sí misma.
Es preciso saber usarla como palanca para transformar la realidad, compartirla, socializarla, hacer de cada manifestación política una manifestación de cultura que vaya dejando huellas y mojones para no perdernos nunca más y que al mismo tiempo, señale el horizonte del país que queremos ser definitivamente, profundizando el modelo vigente.
En este enero que termina surgen con meridiana claridad, creemos, las líneas de acción por donde transitará la vida en lo que resta del año.
Partamos de un diagnóstico rápido y certero como el vuelo de un colibrí:
*El Gobierno y el movimiento nacional y popular cuentan con una causa política que los fundamenta, con una jefatura indiscutible que es Cristina, con una gestión de lo público con sobradas muestras de eficiencia en sus resultados, con cuadros integrales tanto jóvenes como experimentados, con un sentido de unidad estratégica que se antepone a cualquier disputa táctica y con el acompañamiento cada vez más creciente de amplias capas que atraviesan un vasto espacio social.
Dicho de otro modo, en estas orillas hay un proyecto de país y un modelo de desarrollo con inclusión social que no sólo se demuestra necesario sino que además, es exitoso.
No vamos a redundar aquí en datos económicos al alcance de todos porque la realidad cotidiana ya se encargó de hacerlo en este verano que batió todos los récords históricos en turismo, en producción industrial, en consumo interno, en ventas, en empleo registrado, en obras públicas.
*La oposición, en tanto, está en franca descomposición y con un grado de alienación que sinceramente alarma. No dan pie con bola, para decirlo más “académicamente”.
Repasemos ese tablero en sus costados más significativos así evitamos pecar de reduccionistas en el análisis.
Tanto la UCR como el peronismo de derecha, a falta de creatividad política, apelaron al viejo recurso del internismo electoral como una fuga hacia adelante. ¿Y qué pasó?: Acentuaron sus respectivas crisis partidarias, comprobándose una vez más, que cuando no se tiene política con y para la sociedad, no hay aparato que lo pueda disimular y mucho menos reemplazar.
Tampoco habrá monopolio mediático que lo pueda ocultar.
Los tres candidatos radicales giran en el vacío con sus propias cuitas internas, de la misma forma que el desorden eclosionó en las filas lideradas curiosamente por un fundamentalista del orden, un líder “derechoso”, como llamó Felipe Solá a su camarada Eduardo Duhalde.
No saldrán fácilmente de este atolladero en tanto no tengan una causa que les de legitimidad, una jefatura unificada y políticas que den respuestas eficientes a las demandas sociales de sus contemporáneos.
Pero el problema mayor que tienen, paradójicamente, es que gobiernan la ciudad más importante del país y tienen mayoría en el Congreso. Es decir, no pueden disimular la mediocridad que los asiste. Esos espacios institucionales que en otra realidad, no en esta obviamente, hubiesen significado la posibilidad concreta de demostrar a propios y extraños que gestionando un ejecutivo local y el poder legislativo nacional, son mejores cualitativamente que el actual gobierno, terminaron por ser el pantano donde hundieron sus presumidos proyectos de cambio.
No hay tal cambio hacia adelante; sólo les queda poner marcha atrás. Y para peor de males, la Mesa de Enlace de la patronal rural tampoco está en condiciones de actuar de auxilio mecánico de los partidos opositores en tanto sus grietas internas amenazan con convertirse en un abismo mayúsculo, sin precedentes.
Es el drama de Mauricio Macri, que se ofrece como alternativa electoral con una receta que es una copia fiel de las políticas de ajuste y achicamiento del Estado en detrimento de un pueblo que ya conoce esa amarga y letal medicina neoliberal.
En esta ligera ecuación, tan comprobable como innegable, va de suyo que el kirchnerismo seguirá avanzando a paso de vencedores.
La rebelión del pueblo en Egipto, la más antigua y populosa nación del mundo árabe, está indicando que la rebelión democrática y ciudadana que se inició en América Latina, ha cruzado los mares y se extiende por el mundo. Ya no es la explosión social en Europa y los EE.UU. causada por la más grave crisis política y financiera y la consecuente resistencia popular en los países afectados; es la demanda de más y mejor democracia para los pueblos.
La visita privilegiada que hará mañana Dilma Rousseff, la flamante Presidenta de Brasil, constituye en sí la reafirmación institucional de esta rebelión de almas que cubre toda la región. Es que brasileros y argentinos son concientes por primera vez en estos 200 años que juntos emergerán como la comarca más prospera y más justa del continente.
Que sean dos mujeres las que presidan hoy los dos gigantes sudamericanos es algo más que una coincidencia; es una metáfora en tiempo real del tiempo de amor inaugurado en este siglo.
Del mismo modo que los desamores se asocian inevitablemente a quienes porfían en creer que la obediencia debida a Magneto y Herrera de Noble los salvará de su propio infierno.
“Hay un gran desorden bajo el cielo; la situación es excelente”, dijo alguna vez el mismo poeta que inspiró a Néstor Kirchner con aquello de “que se abran mil flores”.
Mao Tse Tung era su nombre. Y fue el padre de la China moderna.
Pues bien, hoy que recuperamos la política cual si fuera una colina estratégica para disputar la batalla contra el poder económico concentrado y sus gerentes partidarios y mediáticos, la pregunta que se impone es: ¿y qué hacemos ahora con la política?
En la respuesta colectiva que nos demos, estará la clave para seguir abriendo las puertas que esperan ser abiertas.
Si ya sabíamos que no alcanzaba con tener la verdad y las causas justas de nuestro lado para vencer, es hora que sepamos que tampoco alcanza con recuperar la política por sí misma.
Es preciso saber usarla como palanca para transformar la realidad, compartirla, socializarla, hacer de cada manifestación política una manifestación de cultura que vaya dejando huellas y mojones para no perdernos nunca más y que al mismo tiempo, señale el horizonte del país que queremos ser definitivamente, profundizando el modelo vigente.
En este enero que termina surgen con meridiana claridad, creemos, las líneas de acción por donde transitará la vida en lo que resta del año.
Partamos de un diagnóstico rápido y certero como el vuelo de un colibrí:
*El Gobierno y el movimiento nacional y popular cuentan con una causa política que los fundamenta, con una jefatura indiscutible que es Cristina, con una gestión de lo público con sobradas muestras de eficiencia en sus resultados, con cuadros integrales tanto jóvenes como experimentados, con un sentido de unidad estratégica que se antepone a cualquier disputa táctica y con el acompañamiento cada vez más creciente de amplias capas que atraviesan un vasto espacio social.
Dicho de otro modo, en estas orillas hay un proyecto de país y un modelo de desarrollo con inclusión social que no sólo se demuestra necesario sino que además, es exitoso.
No vamos a redundar aquí en datos económicos al alcance de todos porque la realidad cotidiana ya se encargó de hacerlo en este verano que batió todos los récords históricos en turismo, en producción industrial, en consumo interno, en ventas, en empleo registrado, en obras públicas.
*La oposición, en tanto, está en franca descomposición y con un grado de alienación que sinceramente alarma. No dan pie con bola, para decirlo más “académicamente”.
Repasemos ese tablero en sus costados más significativos así evitamos pecar de reduccionistas en el análisis.
Tanto la UCR como el peronismo de derecha, a falta de creatividad política, apelaron al viejo recurso del internismo electoral como una fuga hacia adelante. ¿Y qué pasó?: Acentuaron sus respectivas crisis partidarias, comprobándose una vez más, que cuando no se tiene política con y para la sociedad, no hay aparato que lo pueda disimular y mucho menos reemplazar.
Tampoco habrá monopolio mediático que lo pueda ocultar.
Los tres candidatos radicales giran en el vacío con sus propias cuitas internas, de la misma forma que el desorden eclosionó en las filas lideradas curiosamente por un fundamentalista del orden, un líder “derechoso”, como llamó Felipe Solá a su camarada Eduardo Duhalde.
No saldrán fácilmente de este atolladero en tanto no tengan una causa que les de legitimidad, una jefatura unificada y políticas que den respuestas eficientes a las demandas sociales de sus contemporáneos.
Pero el problema mayor que tienen, paradójicamente, es que gobiernan la ciudad más importante del país y tienen mayoría en el Congreso. Es decir, no pueden disimular la mediocridad que los asiste. Esos espacios institucionales que en otra realidad, no en esta obviamente, hubiesen significado la posibilidad concreta de demostrar a propios y extraños que gestionando un ejecutivo local y el poder legislativo nacional, son mejores cualitativamente que el actual gobierno, terminaron por ser el pantano donde hundieron sus presumidos proyectos de cambio.
No hay tal cambio hacia adelante; sólo les queda poner marcha atrás. Y para peor de males, la Mesa de Enlace de la patronal rural tampoco está en condiciones de actuar de auxilio mecánico de los partidos opositores en tanto sus grietas internas amenazan con convertirse en un abismo mayúsculo, sin precedentes.
Es el drama de Mauricio Macri, que se ofrece como alternativa electoral con una receta que es una copia fiel de las políticas de ajuste y achicamiento del Estado en detrimento de un pueblo que ya conoce esa amarga y letal medicina neoliberal.
En esta ligera ecuación, tan comprobable como innegable, va de suyo que el kirchnerismo seguirá avanzando a paso de vencedores.
La rebelión del pueblo en Egipto, la más antigua y populosa nación del mundo árabe, está indicando que la rebelión democrática y ciudadana que se inició en América Latina, ha cruzado los mares y se extiende por el mundo. Ya no es la explosión social en Europa y los EE.UU. causada por la más grave crisis política y financiera y la consecuente resistencia popular en los países afectados; es la demanda de más y mejor democracia para los pueblos.
La visita privilegiada que hará mañana Dilma Rousseff, la flamante Presidenta de Brasil, constituye en sí la reafirmación institucional de esta rebelión de almas que cubre toda la región. Es que brasileros y argentinos son concientes por primera vez en estos 200 años que juntos emergerán como la comarca más prospera y más justa del continente.
Que sean dos mujeres las que presidan hoy los dos gigantes sudamericanos es algo más que una coincidencia; es una metáfora en tiempo real del tiempo de amor inaugurado en este siglo.
Del mismo modo que los desamores se asocian inevitablemente a quienes porfían en creer que la obediencia debida a Magneto y Herrera de Noble los salvará de su propio infierno.
“Hay un gran desorden bajo el cielo; la situación es excelente”, dijo alguna vez el mismo poeta que inspiró a Néstor Kirchner con aquello de “que se abran mil flores”.
Mao Tse Tung era su nombre. Y fue el padre de la China moderna.
Miradas al Sur, domingo 30 de enero de 2011
1 comentario:
SALIO LA NUEVA NOTA DE KIKITO - SE ACERCA EL CUMPLEAÑOS DE CRISTINA
Si querés saber adonde va a ser, quienes están invitados y como allí se van a conformar las listas para las elecciones, vas a tener q leer la nota en el blog. Aquí no te pue ...do adelantar nada por una cuestión de seguridad. Sólo te puedo decir que la SIDE detectó que varios opositores intentarán asistir disfrazados al evento para infiltrarse y recabar información. A excepción de Macri que piensa ir "a cara lavada", cansado de q lo acusen de espía, y acompañado por el Cacho (q es nacional y popular, juega a las bochas y es el esposo de la María ... a la q Mauri siempre le toca el timbre)
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