jueves, 16 de octubre de 2008

MIRAR AL FUTURO Y RECORDAR EL 17


UN 17 CON OLOR A PRIMAVERA


Se celebra un nuevo 17 de Octubre, Día de la Lealtad. Un día decisivo en la historia del peronismo pero también de todos los argentinos. En medio de este colapso neoliberal sería conveniente mirar hacia el futuro para recordarlo, porque el país inclusivo y soberano que reclamaban entonces los trabajadores, se parece mucho al que debemos construir ahora que se cayeron los muros y los dogmas de los mercaderes que negaron durante décadas el Estado solidario y democrático. Tarea nada fácil si tenemos en cuenta que el sistema político, tal como lo conocimos en el siglo XX, está agotado y por lo tanto es incapaz de dar respuestas colectivas a la nueva situación nacional e internacional. Un ejemplo es el debate por el Presupuesto en el Congreso donde el gobierno sigue enfrentando la resistencia de una oposición aferrada sólo a su mirada narcisista. Oponerse es su única consigna y aunque haya sol en Buenos Aires, reclaman paraguas porque llueve en Nueva York. ¿Pero cuál es la propuesta alternativa al Gobierno de Cristina Fernández? ¿Dónde está la oposición partidaria como una nueva opción seria, responsable y superadora del actual estado de cosas? ¿Julio Cobos lo es? ¿Elisa Carrió y sus profecías nunca cumplidas? ¿La UCR siempre “cerrada al público por reparación”? ¿El duhalde-menemismo de Francisco De Narváez y Rodríguez Saa? ¿Mauricio Macri que no acierta una en su gestión de gobierno?Está claro que la oposición no puede consolidar un polo dirigencial unificado y atractivo en lo programático. Por eso insistimos en la necesidad de juntar masa crítica desde la sociedad creando así mejores condiciones para el desarrollo inclusivo del país. “Crear una nueva conciencia ciudadana” diría la Presidenta, para que no vuelva a ocurrir una noche como la del voto no positivo de Cobos, en que una buena parte de la gente aplaudió ese suicidio colectivo del sector rural creyendo que festejaba el desembarco en Normandía.En la oposición no hay disputas cualitativas de proyectos sino guerra de vanidades entre los actores principales del elenco opositor. El elitismo de derecha de Carrió y sus huestes atenta contra su propio crecimiento porque la hace retornar cíclicamente al palenque más ortodoxo y conservador de su viejo partido radical. Este partido a su vez reproduce su discurso con lógica de papel carbónico, sin advertir los cambios que operaron en la sociedad desde el 2001. Es muy probable que terminen por confluir en un esquema tan parecido a la Alianza que gobernó con De la Rúa y aunque el socialismo de Giustiniani pueda prestarse a la foto, no podrán evitar despegarse del lastre aliancista con que será percibido por un grueso de la sociedad.Cobos es sólo un artículo de moda, sin capacidad de daño contra el gobierno pero sí contra el sistema democrático. Está degradando la institución republicana, la está bastardeando con su uso y abuso, haciendo de ella un comité cobista antes que honrarla con su conducta. Macri demuestra que no tiene la más mínima noción del arte de gobernar. Cree que bombardeando el asfalto y las veredas puede tender un manto de olvido sobre el desastre en que sumió a los sistemas de salud y educación, que son una preocupación angustiante de la población aquí o en Nepal. Sólo en las más duras horas del menemismo vimos marchar masivamente con sus reclamos y dolores a los médicos y los maestros porteños como lo hacen en estos días. La derecha justicialista no puede ser alternativa de nada en este país que conoció y sufrió en carne propia a Carlos Menem. Mucho menos en este cuadro de colapso financiero internacional que traza una línea directa en el inconsciente colectivo con tres personajes de la política criolla: Menem, De la Rúa y Cavallo. “Nunca más” es un imperativo democrático para todos los que apostamos al desarrollo con inclusión social, derechos humanos plenos y autonomía nacional, se piense como se piense partidariamenteEn medio de este panorama la Presidenta gobierna y recorre el país desplegando una gestión de federalismo explícito, mientras el ex presidente Néstor Kirchner conduce el partido y el movimiento gobernante que hoy, ante semejante descalabro neoliberal, está revalidando sus orígenes y su modelo de Estado inclusivo y regulador. Tiene por delante un desafío histórico: ayudar a consolidar este proyecto de país, sabiendo que aún hay miles de compatriotas que siguen sufriendo las consecuencias del vendaval neoliberal. Habrá que sostener el rumbo y ampliar el arco de identidades. Los movimientos sociales serán un diapasón valioso e imprescindible en esta hora que viene.Pese a los lenguaraces que nos inundan a diario de pesimismo, hay gobierno y hay conducción política. No es un dato menor cuando el mundo cruje. La oposición y sus voceros mediáticos son los que precisan urgente un plan de salvataje. Algunos de ellos deberían empezar por hacerse cargo de sus responsabilidades en el pasado y recordar que hace apenas cinco años, dejaron una Argentina que se parecía mucho al “Guernica” de Pablo Picasso. La reparación de esos dolores sociales, desde el Estado pero también desde el compromiso ciudadano, es la prioridad en este 17 de Octubre que en América del Sur huele más que nunca a primavera.
BAE el 16 de octubre de 2008
El Argentino el 16 de octubre de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Digo, para que recordar episodios que como el de octubre de 1945 terminaron siendo totalmente inconducentes. Digo, si en las elecciones de febrero del 46 hubiera ganado la coalición oficialista del coronel Perón tal vez esa fecha significara algo. Pero como todos bien sabemos en esos comicios se impuso la Unión Democrática con una leve ventaja sobre el laborismo, pero ventaja al fin. Es más, como todos sabemos el lider del laborismo, el coronel Perón, falleció de peritonitis el 1 de marzo de 1948, el mismo día que el presidente Tamborini anunciaba la nacionalización de los ferrocarriles británicos. A partir de la inesperada muerte de Perón, su partido laborista (que tras la derrota del 46 ya mostraba tensiones internas graves) terminó de descomponerse. Una parte, liderada por Bramuglia y Borlenghi retornó al Partido Socialista como linea interna minoritaria. Otra liderada por el coronel Mercante y Cipriano Reyes mantuvo los restos del laborismo como partido y se presentó en las elecciones de 1952 con esa fórmula. Como todos sabemos esas elecciones las ganó de manera contundente la Union Democrática con la fórmula Arturo Frondizzi-Alicia Moreau de Justo. Como todos sabemos y los analistas repiten, el haber puesto a una mujer socialista en la fórmula acompañando a un joven dirigente radical como Frondizzi (que se había destacado por su gestión como ministro de Trabajo de la administración Tamborini) fue lapidario para los restos del laborismo. Millones de argentinos votaron en esa formula el reconocimiento al gobierno de la Union Democratica que había otorgado el voto femenino y acrecentado las conquistas obreras. En 1958 el laborismo había desaparecido. Nadie ya recordaba al coronel Perón a solo diez años de su muerte y la hegemonía estaba en manos de los dos partidos principales de la Union Democrática: el radicalismo y el socialismo que ante la ausencia de oposición se presentaron por separado: La UCR volvió a imponerse con la fórmula Crisólogo Larralde - Agustín Rodriguez Araya al binomio socialista integrado por el veterano Alfredo Palacios acompañado en la fórmula por un jovencísimo candidato a vice: Guillermo Estevez Boedo. En 1964 volvió a imponerse el radicalismo con una fórmula de centro derecha integrada por el general Juan Carlos Onganía (excelente ministro de guerra de la administracion Larralde) y el ex gobernador de Córdoba, Arturo Illia de vice. En 1970 el radicalismo penduló a la centro izquierda con la triunfante fórmula Florentina Gómez Miranda-Raul Alfonsín, y en las subsiguientes elecciones siguió ganando el radicalismo, lo que llevó a que el escritor Jorge Luis Borges afirmara: "los radicales no son ni buenos ni malos, son incorregibles". En 1995 falleció en un geriátrico de Berisso, el anciano Cipriano Reyes. En sus últimos días, perdida su razón por demencia senil, repetía a los gritos: "yo hice el 17 de octubre". Nadie entendía que carajo quería decir. Algunos historiadores juegan a veces con la idea de que hubiera pasado en este país si en 1946 ganaba las elecciones el coronel Perón. Es un juego sin sentido. Más realista, el historiador Halperín Donghi (antiguo admirador del coronel Perón) sostiene que la jugada maestra de la Union Democrática fue el haber logrado que el presidente norteamericano Truman impidiera que su ex embajador Braden publicara antes de las elecciones un libro donde este sostenía algo que todos sabían: el caracter totalitario de los líderes militares que gobernaban el pais dictatorialmente desde el 4 de junio de 1943. El libro no llegó a ser publicado impidiendo que se hiciera peligrosamente tangible en las urnas el apotegma del escritor radical Raul Scalabrini: "los argentinos odian a los yankis mas que a los dictadores autóctonos".