Cayó Wall Street y como un inmenso agujero negro se lleva puesto a todos los paradigmas neoliberales de las últimas décadas. Los agentes financieros, consultores y políticos afines, se resisten a ser arrastrados al vacío que les ocasiona el colapso. En la Argentina son quienes interpretan que el Gobierno debe cambiar el modelo de acumulación, crecimiento y redistribución de la riqueza por otro que nos permita el reingreso incondicional al mercado de capitales y a los organismos de crédito multilaterales; “volver al mundo”, dicen, de la mano de la inversión extranjera y no del ahorro interno. ¿O sea que mientras Bush se vuelve “intervencionista”, nosotros deberíamos retornar a las recetas de mercado de Cavallo y Lopez Murphy?“¡De acá!”, responderíamos a coro con el Negro Olmedo.La Mesa de Enlace integra estas fuerzas a favor del mundo desigual que se está cayendo; De Angeli y Buzzi hacen de “figureti” ante las cámaras de televisión con la consigna “soja o muerte, venceremos”. No soportaban más el síndrome de abstinencia mediático después del voto de Cleto y volvieron tirando el carro para atrás, intentando doblegar al Gobierno, disfrazados de “ambientalistas” frente a las pasteras de las costas uruguayas cuando de este lado del río aniquilan bosques nativos y nos contaminan con glifosato. Es el verdadero rostro de quienes buscan tener a los argentinos de rehenes, como señaló la Presidenta de la Nación. A los desmemoriados les recordamos que están reclamando lo que estaba escrito en la Resolución 125 del proyecto oficial derrotado en el Congreso con la ayuda de legisladores opositores.Aun así, el Gobierno seguirá gestionando políticas de desarrollo para todos los sectores sociales, incluidos los que viven en el campo, reafirmando que se crece desde adentro para afuera, que se pudo derrotar el proyecto del ALCA convencidos que el camino propio es el Mercosur y la Unasur y que el Estado volvió para quedarse regulando a favor de las mayorías populares.Ahora que lo viejo se desploma, debemos escribir los nuevos paradigmas del tiempo que está naciendo. Los poderosos globalizaron el egoísmo, las guerras y el endiosamiento del mercado. Es hora de globalizar los afectos, la paz y el rol activo del Estado en defensa de la inclusión social y la soberanía de nuestros pueblos. Y eso, es parte de una construcción necesariamente colectiva y democrática.
(Por Jorge Giles, publicado en Miradas al Sur del 5 de octubre de 2008)
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