viernes, 12 de septiembre de 2008

QUE SE ACOSTUMBREN A QUE SOMOS PARTE DE UN CONTINENTE SOBERANO

Un tipo grueso, de acento caribeño, doble ciudadanía, venezolano y americano, arriba una noche a Buenos Aires con una valija llena de dólares no declarados. Abren su valija en el control aeroportuario argentino, se encuentran con este presunto ilícito y ordenan de inmediato retener la valija y el dinero pasa entonces a ser incautado por la Aduana. Usted se preguntará ¿cuál Aduana? ¿la de Miami? No, la Aduana argentina. La misma que por estas horas sigue guardando la valija del escándalo con todo su contenido. Ese señor del que hablamos declaró en aquel instante que se llamaba Guido Antonini Wilson y que los dólares que portaba en su valija eran de su entera propiedad.Horas después, ya interviniendo la Justicia argentina en el caso, se ordena la captura del personaje pero hete aquí que el personaje se esfumó de nuestras fronteras. ¿Qué hizo nuestro Gobierno entonces? Libra el pedido de extradición a las autoridades de los EEUU en cumplimiento de la orden emanada de sede judicial, solicitando que el reo Antonini Wilson sea traído a la Argentina para declarar por el delito cometido y descubierto por las propias autoridades aeroportuarias de la Argentina. Ese pedido se realizó en el mes de agosto de 2007 y reiterado en diciembre del pasado año. Las autoridades del país del norte hasta el día de hoy respondieron con algo parecido a un “silencio, stampa”.Mientras tanto, en Miami se desarrolla un juicio de ribetes casi cinematográficos donde curiosamente desde la Fiscalía, según lo publicado por distintos medios, se dan a conocer al mundo los contenidos de las declaraciones efectuadas por los abogados, los testigos y los implicados, que extrañamente, coinciden en presentar al señor grueso de acento caribeño como una pobre víctima que niega lo afirmado en Argentina así como presentan a otros tratando de comprometer este episodio con la campaña electoral de la por entonces candidata presidencial, Cristina Fernández de Kirchner.Repasemos: las autoridades argentinas incautaron la valija, ordenaron la captura del delincuente, solicitaron la extradición por las vías judiciales y diplomáticas pertinentes y ahora ¿es el delincuente fugado y sus defensores los que tienen la versión que es avalada como veraz por las autoridades del país del norte? La Cancillería de nuestro país lo dice muy claro cuando en el comunicado califica y denuncia “las aseveraciones irresponsables efectuadas por la fiscalía en base a material armado y producido por el FBI, es decir con conocimiento de autoridades políticas de Estados Unidos…”Huele a operación de despedida de la administración de George W Bush, huele a vendeta por el rechazo en Mar del Plata al ALCA donde los protagonistas principales fueron precisamente el ex presidente argentino Néstor Kirchner y el presidente de Venezuela Hugo Chavez, huele a campaña sucia contra el gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se planta ante los poderosos de manera soberana y decide construir la relación más sólida en la historia sudamericana entre Brasil y Argentina. Huele a castigo ejemplar por el apoyo solidario que permanentemente la Argentina y su gobierno nacional han venido expresando a la hermana y sufrida Bolivia del presidente Evo Morales. Huele a muchas cosas desagradables pero menos a transparencia y justicia. Es que no se entiende cómo un país que es presentado por buena parte de la academia y las ciencias políticas como símbolo de los valores democráticos y republicanos, no acceda a responder desde la democracia y los principios de todo Estado de derecho, la mera solicitud de extradición para juzgar un delito cometido y denunciado en la Argentina. Y lo que es peor incluso, que desde un sector importante de las autoridades políticas de ese país se colabore activamente en enlodar al gobierno argentino, que es justamente la víctima y el denunciante de este señor protegido ahora en Miami.Ahora bien, lo que también resulta indigno y verdaderamente asqueante es la manera en que algunos medios de comunicación locales con la colaboración decidida y humillante de algunos dirigentes políticos de la oposición al Gobierno, pretendidamente impolutos, como Patricia Bullrich por ejemplo, usan y sobre actúan el episodio cual auténticos falderos de las autoridades de la fiscalía de Miami o agentes no encubiertos del FBI. No dudan en darles más, muchísimo más valor a las declaraciones de un delincuente antes que valorar republicana y honestamente lo actuado por las autoridades de su propio país, que hasta donde sabemos sigue siendo Argentina. Vale cualquier basura maloliente si de pegarle al gobierno se trata, pareciera ser la trama que elige esta oposición a falta de iniciativa política. Hace mucho tiempo dejamos de creer en las casualidades; por eso nos llama mucho la atención que este episodio “valijero” se suscite cuando recrudece el proceso de desestabilización en Venezuela y sobre todo en Bolivia. ¿O tendremos que agradecer que en lugar de misiles y sabotajes a gasoductos nos tiren apenas con valijas llenas de dólares?Queremos construir un mundo y un continente de paz y para hacerlo es imprescindible que los ladrones de guante blanco y del guante que sean, estén en la cárcel y no protegidos por autoridad de país alguno por poderoso que éste sea. Queremos que se haga justicia donde corresponde, que es en nuestro país y para hacerlo, es imprescindible que se acostumbren de una buena vez que somos parte de un continente que definitivamente decidió ser soberano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te dejo un abrazo, Juan Pablo Peralta
www.portaldelperiodista.blogspot.com