La Presidenta argentina viaja a Nueva York para asistir a la Asamblea de Naciones Unidas. Sin pretender exportar el modelo argentino instaurado con el gobierno de Néstor Kirchner, sugerimos respetuosamente que los gurues del pensamiento neoliberal la escuchen provistos de una libreta de apuntes para registrar las humildes enseñanzas de este camino que estamos construyendo en este lejano sur. Deberían saber que Cristina Fernández encabeza un gobierno que optó por modelar su gestión y su proyecto de país transmitiendo pulsiones de vida antes que las pulsiones de muerte que viene emitiendo el viejo mundo con su capitalismo de pura especulación financiera. Entre Eros, dios del amor y Thánatos, dios de la muerte, los argentinos somos decididamente eróticos.
Distintas miradas del mundo económico aprecian en estos días las razones y los efectos del crac financiero mundial. Nos interesa abrir ahora las puertas que nos permitan ver las consecuencias políticas de esta crisis. Empecemos. La consecuencia mayor es el derrumbe escandaloso de los llamados principios intocables de la libertad de mercado, el discurso de su mano invisible, del libre juego de la oferta y la demanda, de achicar el estado para agrandar la nación, la absoluta autonomía de los bancos centrales y sus entidades equivalentes y la absoluta desregulación de la economía. Los fundamentalistas de EEUU y los discípulos de estas pampas, levantaron la bandera blanca de rendición ante el tsunami bancario y financiero que provocaron ellos mismos y salieron a pedir que los rescate el Estado. Hay que señalarlos con el dedo para que construyamos memoria y cultura sobre este derrumbre.
Los economistas liberales, sobre todo los que fungen de “jóvenes y brillantes”, deberían por pudor siquiera, llamarse a silencio después de ver el triste cortejo de las ideas que aprendieran con Martínez de Hoz, Alsogaray, Cavallo o López Murphi. ¿O no se dieron cuenta todavía que la consecuencia política más estrepitosa es la caída de la cultura especulativa que sembró el neoliberalismo desde Thatcher y Reagan hasta nuestros días?.
En este marco volvemos a reafirmar la trascendencia histórica y estratégica de las políticas implementadas en estos cinco últimos años. Lo que hizo Kirchner fue optar entre las viejas recetas liberales que aquí ya habían tenido su propio incendio en el 2001 y la visión de un nuevo estado socialmente inclusivo y con reservas financieras suficientes para aguantar cualquier ataque contra nuestra economía; para eso abordó con decisión política la tarea de reconstruir el estado soberano y justo que alguna vez supo construir un modelo de Nación libre en nuestro territorio.
La Presidenta, con ese inventario a favor, se topará de frente con el ojo del huracán que reside en el norte. Ya entendimos para qué sirve la soberanía. O ¿dónde estaríamos como país con estas mismas circunstancias globales pero sin reservas en el Banco Central, endeudados con el FMI, con el Club de París, aislados de América Latina, con una desocupación rondando el 50 %, dependientes del crédito externo para funcionar? Es fácil la respuesta: estaríamos compartiendo los daños inmediatos del ojo del huracán financiero. Estamos como estamos, por la vigencia de este modelo de país que nos permite afirmar nuestra autoridad política y moral para convocar de inmediato a la Unasur en solidaridad con Bolivia y rodear al Presidente Evo Morales defendiendo la paz y la democracia en el país hermano. ¿ O alguien nos escucharía si no contáramos con este respeto que Argentina recuperó entre sus pares de la región?
“Hay que avivarse”, dice la Presidenta con tono jauretchiano, pensando quizá en que esta crisis mundial nos tendría que servir para que aprendamos a valorarnos nosotros mismos, valorando el país y el Gobierno que tenemos, con todas las limitaciones, dificultades y contradicciones que gusten señalar, pero con la camiseta argentina puesta.
Es tiempo de levantarnos de la derrota cultural que sufriera el pensamiento propio en manos de las ideas impuestas por el neoliberalismo. El paradigma liberal es el que se derrumbó. El posibilismo como estrategia y el clientelismo oportunista como táctica. La zoncera de creer que lo importante está afuera del país y no adentro. Hoy están dadas las condiciones para una nueva época y una nueva épica. Es hora de rescatar el humanismo por sobre cualquier otra especulación partidaria o financiera. Las máscaras se caen y las mentiras quedan desnudas en el gran escenario de la vida. Si hasta empiezan a reconocer que la valija de Antonini fue parte de una operación de inteligencia del FBI para perjudicar a los gobiernos de Venezuela y Argentina, los mismos medios que acusaban en cadena a funcionarios oficiales.
La Presidenta asistirá a la Asamblea de la ONU que este año celebrará el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Podrá mostrar cómo desde las heridas causadas por la dictadura genocida pudimos derrotar la impunidad condenando a los represores. Y que por eso mismo, nos duele tan profundamente el secuestro de Julio Jorge López.
(Por Jorge Giles, BAE 19/09/08)
1 comentario:
Muy buena nota.
Lukacs decía que el capitalismo siempre tiene respuestas para los problemas económicos. Para lo que ha demostrado no tenerlas es para los problemas sociales que genera. La respuesta es política, y no estará eternamente en sus manos.
Un placer tener la posibilidad de acceder a la visión de pensadores y militantes del Campo Nacional. Seguramente el día que consigamos una ley de medios de comunicación que contemple los cambios consensuados en "los 21 puntos" estas voces se multiplicarán y llegarán a todos los argentinos sin los recortes de los monopolios.
Adelante. Nos hace falta difundir las verdades que nos ocultan.
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