miércoles, 3 de septiembre de 2008

El Gobierno mantiene la iniciativa

Publicado en BAE el 3 de setiembre de 2008 (por Jorge Giles)


El anuncio de la cancelación de la deuda con el Club de París, significa con toda claridad, la medida política más importante de los últimos años. Y decimos que es una medida política porque lo anunciado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en realidad es la construcción y la certeza de un nuevo horizonte para el conjunto del país, de su política económica, de su crecimiento sustentable, de la suerte de sus empresarios nacionales, en particular los pequeños y los medianos, de la creación de más empleo, de más producción, de más crédito, de mayor apertura en algunos nichos internacionales que nos eran esquivos y hasta amenazantes por la persistencia de esta deuda.
Apuntemos tres datos significativos que le dan un singular marco y relieve a la decisión: se anuncia en el Día de la Industria Argentina; se acompaña con el decreto que protege precisamente a nuestras industrias contra el dumping y se presenta en sociedad junto con la creación de un nuevo área en el Banco Nación que preside Mercedes Marcó del Pont, dedicada en exclusividad para instrumentar las políticas de crédito con las Pymes.
¿Qué dirán ahora los agoreros que preanunciaban negros nubarrones sobre el país de los argentinos? ¿Qué pronosticarán acerca del supuesto “aislamiento internacional” al que rápidamente se deslizaba la Argentina?. Es sabido que el percance sufrido, retenciones mediante, por las huestes oficiales en el Senado de la Nación, estimuló en más de una mente afiebrada la posibilidad de un zarpazo fatal al cuerpo entero de este modelo de desarrollo y crecimiento con inclusión social. Se equivocaron de punta a rabo. Pero se sabe, aún sin esperar las repercusiones de los que siempre están enojados con la vida y se oponen a todo cuanto haga el Gobierno, las voces serán diversas. Algunos dirigentes opositores mantendrán la hidalguía y el pudor de valorar favorablemente para el país las medidas anunciadas. Y hay que destacar estas honrosas excepciones si creemos en serio que las miradas que privilegian el rumbo del estado son más importantes y trascendentes que los posicionamientos no siempre generosos del universo partidario. Allí, en esas miradas, radica una de las columnas que sostienen el fortalecimiento de una democracia madura.
Pero seguramente otros opositores saldrán a menoscabarla. Por este último andarivel transitarán los que condenan al Gobierno por no desconocer la deuda. Un día de estos, lo criticarán por no decidir ya un desembarco argentino en las playas de Normandía. Vale la humorada para lamentar sinceramente la ausencia, en general, de una oposición que piense en argentino, en clave nacional, que se anime a respaldar aquellas políticas de Estado, como ésta, como el rescate de Aerolíneas Argentinas, que significan ni más ni menos que un nuevo desanclaje con el pasado, con un pasado del que somos víctimas todos. Pero que inevitablemente debemos remediarlo. Aquél argumento del no pago cae por su propio absurdo peso. Si fuese válido, digámoslo ya, el Estado, por ejemplo, no debería remediar con el juzgamiento a los culpables de delito de lesa humanidad, los crímenes cometidos durante el imperio del terrorismo de estado. ¿Lo pasado pisado, tendríamos que decir entonces?. En esta lógica y como esta deuda con el Club de París no la contrajo este gobierno, podríamos argumentar, para seguir con el absurdo, que este gobierno no le debe nada a nadie y sanseacabó. Pobres de los argentinos si quienes razonan así llegaran alguna vez a gestionar los destinos de la República.
Con la medida anunciada por la Presidenta, se cierra un círculo iniciado por el Gobierno del ex Presidente Néstor Kirchner desde el comienzo de su mandato y en especial desde la salida del default que arrastrábamos desde la gran crisis y mucho más desde la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Rompimos varias cadenas que nos ataban a la vergüenza y el descrédito internacional.
La Argentina volvió al mundo desde entonces y hoy lo reafirma. Todas las especulaciones que en estos últimos meses se pergeñaron desde algunos centros de poder con municiones mediáticas, y las maniobras que en consecuencia se ejecutaron, hoy ruedan por el desierto al que los condenará el despropósito de apostar contra el país, haciendo creer que lo hacían contra un gobierno débil. Este es un gobierno siempre más fuerte y creíble que el día de ayer, más solvente, más previsible, más justo. Los que también se preguntaban del porqué de las reservas acumuladas en el Banco Central se informarán ahora de uno de sus destinos. Es la reserva financiera que nos permite como Nación solventar deudas y enfrentar la resistencia de quienes no quieren ver un pais con mayor autonomía y creciente justicia social. Es nuestra guarnición mayor como país soberano. Aunque tiemble el mundo, Argentina seguirá su marcha.
La iniciativa política, lo dijimos otras veces, sigue siendo del Gobierno nacional. Y sin embargo no abusa de ella ni se regodea con ella ante una oposición que hace tiempo perdió la brújula de su propio destino. Cuando se mira lejos, reconstruyendo un territorio de sueños y pan para todos, la iniciativa política sirve como sostén de una decisión estratégica para seguir avanzando en el desarrollo industrial del país y para asegurar una movilidad social en ascenso permanente. Hoy la Presidenta de la Nación dio cuenta de estos nobles asuntos que, en verdad, nos deberían enorgullecer a todos los argentinos, pensemos como pensemos políticamente.

No hay comentarios: