domingo, 18 de enero de 2009

BIENVENIDO 2009, EL AÑO DE RAÚL SCALABRINI ORTIZ

Bienvenido 2009, el Año de Raúl Scalabrini Ortiz

Publicado en Miradas al Sur, pág. 10 del 4 de enero de 2009

Se va el 2008 y llega el Año de Raúl Scalabrini Ortiz, forjador mayor del pensamiento nacional y autor, entre otras obras, de aquella que nos descubrió el alma: “El hombre que está solo y espera”.
La Presidenta Cristina Fernández decretó este merecido homenaje a quién labró como pocos los senderos de un pensamiento crítico desgarrado de ternura y humanismo.
Volver a él es atrapar el futuro y adentrarnos en lo más profundo del espíritu de la tierra, de sus huellas más remotas y de la génesis de un pueblo que construye su propio destino de nación soberana. Es volver a creer, como esencia y magia de la vida.
Hoy lo convocamos para que nos ayude a mirar en su integridad, y no por parcelas como algunos quieren, el campo de batalla donde se disputan cada vez más nítidamente dos modelos de país: uno, autónomo e inclusivo; otro, dependiente e injusto.
El que se va es, por lejos, el año donde el proceso político entró francamente en su etapa de transformaciones estructurales. Lo saben los sectores que adhieren decididamente al rumbo elegido por el Gobierno pero también los aliados críticos y los oportunistas que desertan por desencanto o por miedo, lo saben los adversarios y los medios de desinformación que expresan al núcleo de poder que se resiste a cambiar las condiciones sociales y económicas impuestas por la dictadura en 1976 y profundizadas por el menemismo en los años 90.
Por eso despiden el año con editoriales cargadas de fantasmas, acechanzas y derrotismos. No informan, operan. Profesionales de la mentira, venden gato por liebre sin perder el estilo. Sus plumas mercenarias martillan en falso inventando una realidad virtual de presunto aislamiento oficial que sólo existe en sus afiebrados propósitos. No parecen periodistas, sino voceros de negocios de un mundo cruel que se muere de espanto
El escenario real dice que la correlación de fuerzas favorece al Gobierno. La iniciativa política e institucional está de su lado. Es el Gobierno quien impone la agenda de los días que corren, quien prepara los muros de defensa ante el vendaval de crisis que sopla desde el hemisferio norte, quien maneja de tal forma los tiempos de este proceso político al punto de reponerse rápidamente de la traición cobista y anotarse varias victorias en su haber, siendo la más importante sin dudas, la eliminación de las AFJP y la consiguiente recuperación de la administración del ahorro de los trabajadores y jubilados por parte del Estado.
Todos estos logros fueron el resultado de la combinación, en armonía o tensión, de la voluntad de la Presidenta y el debate democrático en el Congreso de la Nación.
Es una muestra elocuente de calidad institucional que sólo la hipocresía puede negar.
El que termina fue un año donde, después de varias décadas, un gobierno democrático y popular encara una política de redistribución de ingresos de la única manera que se conoce aquí o en la China: sacándole a los que más tienen para repartirlos entre los que “están solos y esperan”. Eso, ni más ni menos, fue la Resolución 125 que el Ejecutivo envió al Congreso, aprobada en Diputados y empatada en el Senado. El voto cínico de Cobos hizo posible el saltito de festejo fugaz de ese frente espasmódico de la derecha criolla, configurado en esos días de conflicto.
En el asalto a la colina estuvieron juntos Eduardo Buzzi, Alfredo De Angeli, Macri, Carrió, Biolcatti, Morales, Llambías, los Duhalde y como una murga que equivocó el festín, se suma ahora la muchachada veleta de ese progresismo placebo al que le crecen los pelos y el ombligo cuando el que gobierna lo hace en representación de los intereses nacionales y populares.
Así, en la segunda mitad del año, se hizo evidente que, a la disgregación del arco opositor le sucedía el afianzamiento del bloque gobernante. Los opositores de diverso cuño son capaces de construir un rejuntado para atacar al Gobierno y para injuriar con violencia inusitada al ex Presidente Néstor Kirchner, pero agotan sus fuerzas con la última piedra que arrojan. Su efímero minuto de gloria se desploma si de construir propuestas y consensos se trata. Replican la conducta que tienen cuando gobiernan.
Será bueno recordarlo a la hora de volver a las urnas. .
La Argentina no registra antecedentes de un mandatario con el nivel de inserción internacional que labró Cristina Fernández en apenas un año de mandato. Desde la cumbre presidencial del Grupo Río en Santo Domingo, evitando una tragedia bélica entre Colombia y Ecuador; hasta la cumbre reciente en Brasil, pertrechando municiones para enfrentar unidos la crisis que el neoliberalismo desparramó al mundo desde Wall Street. Y qué decir de la incidencia determinante de la Presidenta argentina en la reunión de la UNASUR convocada de urgencia para salvar la democracia boliviana que preside Evo Morales y su presencia en el continente africano y en Rusia y en EE.UU.
Si todo esto pasó, si creció el consumo navideño, si tenemos un Gobierno que despliega como nunca antes una batería de medidas económicas para favorecer el consumo y el mercado interno y decide el más grande y estratégico plan de obras públicas de la historia moderna, si recuperamos para el Estado nuestras Aerolíneas Argentinas ¿por qué entonces los grandes medios tiran a matar todos los días?
Por lo mismo que ya dijimos, porque saben que el año que nace es el de la consolidación institucional, económica y política de un modelo de país soberano e inclusivo socialmente.
Y aunque la derecha se enoje y las veletas se desconcierten, la Presidenta visitará oficialmente la Cuba del Che, Fidel y Raúl Castro, en pocos días más.
Quizás pensaba en algo de esto Cristina Fernández, el día que firmó el Decreto 2185 declarando el 2009 como el Año de Homenaje a Raúl Scalabrini Ortiz.

No hay comentarios: