lunes, 10 de noviembre de 2008

APUNTES PARA LA INOCENCIA

Estamos atravesando la segunda etapa del proyecto político que empezó con Néstor Kirchner y hoy continúa con la Presidenta Cristina Fernández.
Cuando se quiso redistribuir equitativamente la riqueza, la oligarquía apretó filas, disputó el sentido común de la sociedad, resistió en defensa de sus intereses sojeros, lanzó sus misiles mediáticos y terminó ganando por una cabeza de ganso de diferencia.
De este lado, curaron las heridas y volvieron a la carga, mejorando notablemente la puntería. Tras el anuncio de la recuperación pública del sistema jubilatorio, se dio giro de inmediato al domicilio de la democracia, el Congreso de la Nación, para que los legisladores deliberen y decidan. Se ganó en Diputados por amplio margen, aunque habrá que velar armas en el Senado y rogar que ni el diablo ni el ganso tengan oportunidad de meter la cola.
La batalla por la recuperación de un Estado democrático al servicio de los intereses del pueblo y la nación es la medida exacta de nuestros antiguos sueños, está en la génesis constitutiva del país, en la memoria de nuestros muertos y desaparecidos, en el presente y futuro de nuestros jóvenes y en el justo y digno abrigo que merecen nuestros viejos queridos. Por eso nos combaten.
Compartimos hasta aquí la inocencia del día que descolgaron los cuadros de los genocidas y nos independizamos del FMI y rechazamos el ALCA y exorcizamos con la memoria popular la ESMA y La Perla y los cuarteles se llenaron de democracia y ciudadanía y la Ministra Garré se abrazó a las tropas jurando defender para siempre la Patria y la Constitución y los derechos humanos y los pueblos hermanos de nuestra América del Sur.
Ya nos descubrieron. Saben que para nosotros, la democracia despierta causas colectivas y despliega banderas allí donde soplan los vientos del pueblo. Por eso mismo debemos seguir juntando fuerzas en el boca a boca con nuestros vecinos, advertidos que la televisión no transmite la realidad que vivimos o impone otra virtual y caótica para que naufraguemos en medio de la mar. No nos dejemos confundir. Hemos echado proa hacia nuestro destino y nada ni nadie nos detendrá.
La inocencia es lo último que se pierde. ¿O no era así? Defendámosla, pero juntando más fuerza para celebrarla y sostenerla, ahora que “el cambio recién empieza” y un ciudadano negro llamado Barack Husseim Obama es el nuevo Presidente de los EEUU. Y Martin Luther King vuelve a tener un sueño.

(Publicado en Sur del domingo 9 de noviembre y El Argentino del 10/11/2008)

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