Estamos atravesando una nueva fase de
la operación destituyente contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Ni más ni menos.
Esta vez la cabecera de playa para el
desembarco golpista lo constituye la grotesca denuncia del fiscal Nisman por un
presunto encubrimiento kirchnerista a favor de Irán.
Para la oposición conducida por el
monopolio mediático, con tal de pegarle al gobierno nacional, vale todo, hasta el ridículo.
Pero no por eso hay que tomarse en
broma lo que está ocurriendo. Hay que saber quién es quién en esta historia
para saber en qué fase estamos.
De Clarín y Magnetto sabemos mucho. Aunque
aún no sabemos todo el poder local e internacional que representa.
Pero de Nisman, para conocerlo, hay
que repasar el libro de Santiago O’Donell (“PolitiLeaks”) con los cables
descifrados de la embajada de los EE.UU. en la Argentina.
Allí se demuestra el papel de la
embajada en la investigación sobre la
llamada “pista iraní” y a Nisman como el instrumento ejecutor de la línea que le
bajaba la embajada; Nisman les consultaba hasta los puntos y las comas de lo
que escribía en cada decisión judicial.
Pero hay un dato recién revelado
públicamente y que sorprende por su contundencia: Nisman se hizo acompañar por
el famoso espía Jaime Stiusso, (sí, el mismo que hace pocos días fuera apartado
de la SI (ex Side) por el nuevo titular del organismo de inteligencia, Dr.
Oscar Parrilli), para convencer a legisladores kirchneristas de la no
conveniencia de firmar el memorándum con Irán que permita a la justicia
argentina tomar declaración a los sospechosos de los atentados en la Argentina
y mucho más, señalar la inconveniencia
de viajar a Irán con tal propósito.
¿Acaso el espía sigue operando desde afuera
de las oficinas gubernamentales?
¿Acaso esta operación de Nisman fue
orquestada por el verdadero jefe de la campaña opositora, Magnetto?
¿Acaso fue ordenada también por la
embajada?
¿Acaso es un lanzamiento electoral
del propio Nisman?
¿Acaso es parte, consciente o inconsciente,
de una operación de inteligencia global que así como asesina a humoristas en
Francia no duda en atacar la máxima figura institucional de la República
Argentina?
Si
“todos somos Charlie” como reza el cartel que portaban los manifestantes
en Paris solidarios con las víctimas del
atentado terrorista contra la revista “Charlie Hebdo”, ¿quién es verdaderamente
Nisman? ¿Y quién es Stiusso? ¿Y quién es en verdad el grupo Clarín?
Sólo sabemos quién es nuestra
presidenta y el gobierno democrático que encabeza.
Atenti muchachos: el mundo está en
llamas y está buscando una salida. Evitemos que sea “la puerta 12” que ofrece la derecha.
1 comentario:
se la hago corta.Nisman es un operativo del tandem Mosad Cia
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