lunes, 19 de enero de 2015

¿Le soltaron la mano y la mano gatilló?


Es una hipótesis válida, aunque parezca el título de un policial negro.
Lo importante en estas horas es mantener la calma, evitar provocaciones, no irse de boca por la calentura que provocan la muerte y sus caranchos interpretadores y enfrentar como siempre la mentira con la verdad.
Quien tiene la verdad no se suicida, la defiende a capa y espada.
Quien tiene la verdad, no se violenta.
Con esta muerte, la verdad, como categoría ética superior en la escala humana, pierde la gran posibilidad de mostrarse en todo su esplendor. Por eso se insistió desde el bloque de legisladores del oficialismo que la reunión en Diputados sea hoy a puerta abierta, con todo el periodismo y con los familiares de los muertos en la AMIA.
El kirchnerismo sabe que sólo se triunfa con la verdad.
Sus opositores, sólo empuñando la mentira.
El grupo monopólico mediático ya está interviniendo sobre la sangre caliente derramada. Necesitan direccionar el sentido común de la sociedad. Los mismos que lo usaron en vida, son quienes lo usarán ya muerto.
Necesitan apropiarse del muerto y de la muerte. Y entonces se lavan las manos y niegan el suicidio porque precisan afirmar que "lo mataron". Y miran al gobierno.
Por eso la escena del crimen, de aca en mas, no será el departamento del fallecido fiscal, sino los estudios en vivo y en directo de un canal de televisión.
La muerte nos conmueve, siempre. Y esta muerte pareciera hecha a medida para que conmueva a toda una sociedad. Algunos tipos son capaces de todo con tal de defender el inmenso poder del que disponen.
Si las pericias comprueban científicamente que fue un suicidio, como se sospecha, habrá que decirles a esos tipos que sembraron desde las pantallas televisivas el odio y la mentira en estos años y lo siguen haciendo en esta hora: "ustedes lo hicieron".
La verdad siempre alumbra vida.
La mentira sólo nos deja a oscuras.
Es hora de cerrar filas defendiendo la democracia, la paz social, la verdad y defender sobre todo a las únicas víctimas de esta oscura historia: los 85 muertos de la AMIA y los 40 millones de argentinos.

2 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

Lo cierto que nos tiraron un cadáver, que las operaciones en marcha son muy fuertes y que tenemos que tener las cosas muy claras y las convicciones muy firmes ante esta embestida.No hay que descartar nada,ni las `hìpotesis mas extremas

Diego dijo...

Jorge: es tan sincero y certero tu análisis como cándido. Estas fieras no van a dejar enfriar al finado tan fácilmente. No hay ninguna posibilidad científica de que ello ocurra, porque lo científico ha sido desde hace mucho tiempo identificado con "los poderosos".
Saludos y ojalá que todo salga bien.