Alguna vez Bertolt Brecht nos regaló
esta frase inmensamente humana:
“Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa”.
“Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa”.
Quizás llegó la hora de llevar colgada
al cuello la foto de una heladera Siam para mostrar al mundo como es el país
que estamos construyendo.
Cristina, la Presidenta de los
argentinos, viene de inaugurar la reapertura de la histórica fábrica de estas
heladeras que fueron una marca en el orillo de la nación que fuimos y la que
seremos definitivamente, si así nos proponemos.
No es un dato menor. Así como decimos que nosotros
somos aquellos que pudimos transformar nuestros viejos dolores y ausencias en
un proyecto de vida esperanzador, diremos también que la Argentina convierte el
frío que nos tiran desde afuera y desde adentro, en abrigos, en viviendas,
calefacción y hornos para calentar el pan de cada día y dar cobijo a cada vez
más compatriotas. Y con el frio que resta, hacemos heladeras tan fuertes y
eternas como la blanca Siam que
heredamos de la abuela.
Que los necios y cobardes sigan
batiendo los tambores de la guerra; este pueblo que somos seguirá cantando y
cuidando sus victorias.
Hablando de estas mismas cosas, el 18
de mayo de 1990 Germán Abdala brindó una charla en la sede de ATE en la ciudad
de Posadas, provincia de Misiones, que hoy es útil y necesario volver a repasarla.
Corrían años de traición y
neoliberalismo. El menemismo promocionaba la modernidad como sustrato y fundamento
del olvido. Aquí pasaba lo que hoy está pasando en Europa. Empezábamos a ser
reconocidos como “el mejor alumno del FMI”. La desmemoria era funcional al
papel que el capitalismo salvaje le tenía reservado a la Argentina. Hablar de Estado
de bienestar, entonces, era como evocar la época de los dinosaurios. Lo moderno
era hablar de “tecnología de punta” para ocultar los niveles de desnutrición
infantil y los ferrocarriles y los puertos y las fábricas que cerraban.
Y la voz de Germán era un faro para
muchos de nosotros. En un momento de aquel discurso, dijo Germán, con esa picardía y
talento de muchacho peronista que lo distinguía:
“¿Qué es la tecnología adecuada? Es
lo que significó el peronismo en los años 45…A este hecho de que “los males de
este país los tiene el peronismo” yo digo que sí, los tiene el peronismo,
¿saben por qué? Porque inventó la heladera, la SIAM, porque cuando se empezó a
hacer y vender más la SIAM, que era un cajón, un armatoste, a querosén al principio, cuadrada, fea, pero los trabajadores
que tuvimos acceso a esa heladera empezamos a comprender que la manteca duraba
más tiempo, que la leche se conservaba más, que había que llenarla, que
podríamos comer otro tipo de cosas, entonces ahí vienen los problemas, entonces
ahí nosotros decimos no queremos la tecnología computarizada que nos dice en
qué momento tiene el frío justo o para qué queremos el horno microondas, lo que
queremos es tener una cocina que funcione con gas y que pueda hacer todas las
cosas, que funcione, no lo de punta, lo lujoso, lo suntuoso, sino lo adecuado.
Entonces lo que discutíamos con ellos
era esto, lamentablemente ni ellos entendieron, ni nosotros pudimos implementar
lo nuestro”
El fragmento que siguió es ilustrativo
del país de dónde venimos.
Búsquenlo y después me cuentan.
Una semana atrás, 20 mil militantes
del movimiento nacional, popular y democrático se reunieron para debatir la
marcha de las cosas cotidianas y el estado de salud del proyecto de país que lidera
y conduce Cristina Fernández de Kirchner.
Si a la recuperación de YPF, de los
ferrocarriles y de la heladera SIAM le sumamos este hecho político, permítannos
afirmar que de este país ya no se vuelve fácilmente.
Es como para escribir un poema renacentista
de nuevo cuño que podríamos titular: “20 mil almas y ningún choripán”.
Se discutió y debatió sobre Trabajo y
producción; Educación, ciencia y tecnología; Gestión, desarrollo local y
federalismo; Urbanización y vivienda; Comunicación y batalla cultural;
Pensamiento nacional; Recursos estratégicos y recuperación del Estado; Política
económica; Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; Patria Grande y política
internacional y Políticas de inclusión social.
20 mil militantes y no hablaron de
candidaturas. Hablaron de proyecto de país. Hablaron de futuro.
“¡No te puedo creer!” Diría el
escéptico que no fue.
Habrá que difundir y replicar este
hecho en cada rincón donde haya patria. Y donde no la haya, mucho más, para
contagiar.
Pongamos en valor histórico este
plenario de la militancia. Y hagámoslo desde la acidez de un supuesto
contrafáctico: ¿qué hubiese pasado si en lugar de 20 mil hubiesen llegado hasta
La Matanza ese día sólo 2 mil militantes?
¿Y qué hubiésemos dicho si el debate
se hubiese teñido por la discordia, la crispación, la crítica interna feroz,
las internas de grupos, la lucha sin cuartel entre candidatos?
¿O qué hubiésemos pensado si para
evitar esto último se optaba por no hablar, no debatir, no brindar un mensaje
como el que brindó Carlos Zannini sino apenas leer un documento presuntamente
“consensuado”, como lo hace la oposición cuando se rejunta en un teatro o en
una calle cualquiera?
Esa militancia kirchnerista es lo
único nuevo que existe, dijo Zannini.
¿Y saben por qué? Porque es la única que expresa con la idea y con la
acción la unidad latente y viviente en las bases de la sociedad.
La militancia nacional y popular
estuvo fragmentada cuando la sociedad lo estuvo.
Este acople con la realidad
estructural de la Argentina es lo que hace crecer a esa militancia. Y al revés: el desacople opositor
con la realidad real lo torna gris, pesimista, fragmentado, desesperanzado y
presa fácil de la agenda de los poderosos financieros y mediáticos.
En el 2015 el proyecto nacional revalidará
sus mejores títulos. No es una expresión de deseos. Solamente. Es lo que
demuestra la piel de la sociedad.
El pueblo y su militancia están. El
Estado está. La historia está. El amor está. El proyecto político está. El
liderazgo está.
Eso sí: hagámonos cargo de tanta
alegría.
Miradas al Sur, domingo 4 de mayo de 2014
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