Amanecemos todos los días con nuevos anuncios y decisiones oficiales en favor del consumo y el mercado interno. En simultáneo, la Presidenta Cristina Fernández recorre el mundo enhebrando acuerdos con otros gobernantes, inaugurando un nuevo mundo, multipolar y complejo, ya sin el acoso hegemónico de los EE.UU y el FMI.La derecha nativa con pedigrí de enfiteusis, no para de ladrar y tirar dentelladas de odio ante cada paso que da el gobierno, intentando desgastar este proceso que avanza con paso firme hacia la configuración de un país más justo e inclusivo. El fin de las AFJP y la “Tablita de Machinea”, son antes que nada un acto de justicia. Con una se recupera capacidad de poder real para el Estado y los trabajadores y con la otra se nos libera de los últimos restos del naufragio neoliberal del 2001. Hace apenas siete años. Es un gran avance en tan poco tiempo y aunque falta mucho por andar, podemos cerrar el año con otro “chau Menem, chau De la Rua”. Es para festejar ¿o no? Hay otro país. Abramos las ventanas y las cabezas para verlo. Volvieron los diputados y los senadores a dictar leyes que favorecen los intereses nacionales y populares y volvieron los mamelucos y los cascos de los trabajadores a protagonizar las tensiones propias de un país que está vivo y creciendo. Y no se escuchan como en otros tiempos, las alarmas de la gobernabilidad exigiendo que nos ajustemos el cinturón y el corralito y el impuestazo y el 13 % de descuentos a los jubilados y la baja de salarios y la falta de empleo y producción.Pero atención. La derecha no se equivoca en expresar su odio de clase. Está resistiendo. Los que se equivocan, son aquellos que en lugar de apoyar al Gobierno para profundizar el cambio, se pavonean en sus propios egos, formando el club de narcisos irredentos que terminan por ser funcionales a los dueños del poder. Es una lástima que se equivoquen tanto.Somos más autónomos como Nación y más equitativos como pueblo. Quizás por eso aquel odio de clase se expresa con el atentado cobarde de las huestes sojeras de Buzzi y De Angelis, contra la imagen de Eva Perón. Ningún comunicado los disculpará. Sólo lo hará, el respeto a la democracia y a la memoria popular.Por eso, en este diciembre donde recordamos a los jóvenes asesinados en la Masacre de Margarita Belén, bajo la dictadura militar que tuvo funcionarios cívicos como Elisa Carrió, les decimos con la mansedumbre y la paciencia de los justos: cuidado, con Evita, no.
(Miradas al Sur 14/12/08)
(Miradas al Sur 14/12/08)
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