miércoles, 6 de febrero de 2019

Con los ojos bien abiertos


Así como estamos, Argentina camina sobre la cornisa de su disolución como república. Nunca antes, en democracia, fuimos testigos de un manoseo semejante a la justicia. Se digitan jueces, causas y condenas, como si nada.
Ahí está la horrible decisión de secuestrar la causa de los aportes truchos a la campaña de Cambiemos. ¿No te indigna? Ahí están las prisiones políticas de Milagro Sala y otros ex funcionarios del gobierno anterior. Ahí está la muerte apresurada de Héctor Timerman clamando justicia. Ahí están las miles de pequeñas empresas que cierran porque se muere el mercado interno. Ahí están los cientos de miles de trabajadores despedidos a lo largo y ancho del país. Ahí está la escandalosa posición de colonialismo explícito de la política exterior. Ahí están los compatriotas durmiendo en las calles y buscando comida entre los residuos. ¿En serio no crees que estamos en la fase previa a la disolución como nación soberana?
Hay que parar con esta locura.
La fase final la implementarán en caso de volver a ganar las elecciones. Chau país, si ganan de nuevo. Chau jubilaciones, chau educación y salud pública, chau ciencia, chau deporte nacional, chau Argentina.
Antes no nos creíste. Te morfaste el cuento de la “campaña sucia”. ¿Y ahora qué me decís?
El conformismo de una buena parte de la sociedad es una mancha venenosa que amenaza ahogarnos como comunidad organizada. Están los compatriotas que dicen “esto no da para más”; pero todo sigue igual. Están los que sentencian que “la gente no come vidrio”. ¿Será así? Y están los imprescindibles, los que se movilizan, se organizan y no se rinden ante un enemigo que se hace fuerte en toda la región, justo en la etapa que el capitalismo, como sistema de producción, está siendo devorado por una dinámica financiera que niega la producción y el trabajo que son pilares del sistema.
El mundo se está yendo al demonio. Y en su retirada, el imperialismo, que sigue existiendo aunque te suene feo nombrarlo, busca hacerse fuerte en “su patio trasero”. O sea, nosotros, Latinoamérica toda. Es que el mundo se concentró a tal punto que los poderosos buscan asegurarse el dominio de los recursos naturales, agua y petróleo principalmente. ¿Somos conscientes del mundo caótico en el que estamos? Todo transcurre a la vista de todos y a la velocidad de la luz. Mientras aquí nos entretienen discutiendo la agenda que nos imponen los medios hegemónicos y ese seudo-periodismo berreta, mediocre, de analfabetos políticos de variado pelaje, los centros de poder preparan ya la fase de consolidación cultural de su dominio.
La Argentina es una metáfora de su propia suerte. Quizá siempre fuimos así. Atamos los caballos en la pirámide de la Plaza de Mayo para enfrentar al centralismo del puerto. Cruzamos cadenas y canoas para enfrentar a la flota anglo-francesa, la más poderosa del planeta, aquel 20 de Noviembre de 1845. Nos mojamos las patas en la fuente para liberar a Perón y parir el peronismo un 17 de Octubre. Las Madres se pusieron un pañal en la cabeza para buscar a sus hijos desaparecidos. Eran metáforas liberadoras. En cambio ahora prevalecen las metáforas de la decadencia. Por ejemplo: se taparon las cloacas de los tribunales de Comodoro Py y el olor fecal inunda todo el edificio, sus cortinados, sus sillones, los despachos de los señores jueces, sus expedientes, sus corbatas, sus pantalones.
Habrá que ponerse el bastón de mariscal en la mochila y salir a campo abierto a sembrar conciencia, a informar con la verdad, a sacar las máscaras de los saqueadores de nuestro patrimonio cultural, político, económico y social. Hay que articular las luchas de las filas más coherentes del movimiento obrero y los movimientos sociales, con la batalla de ideas a través de las redes y el periodismo que hace honor a Rodolfo Walsh. Porque aunque nos cueste admitir, mucha gente sí gusta de comer vidrio. Son unos fenómenos para recibir gustosos la papilla que les sirven desde los medios dominantes.
La única partera de la sociedad es la movilización popular. No es la violencia, ni las mentiras que trafican los medios hegemónicos, ni los aprietes de la potencia del norte, ni las patrullas perdidas del infantilismo ideológico.
La vida nos enseñó que nada ni nadie, por iluminado que se crea, puede reemplazar al pueblo como categoría política. En un año electoral donde se juega la suerte de esa añeja e inconclusa disputa entre el destino de ser patria o ser colonia, es esencial reafirmar algunos conceptos que ayuden a comprender mejor el tiempo histórico que vivimos. Será mucha la épica y la mística que se necesitará para remontar esta cuesta. No alcanza con la caída vertical de Macri en las encuestas. Ni con el avance sostenido de Cristina.
O nos despertamos todos o nos duermen a todos para siempre.
Creemos que es mejor estar con los ojos bien abiertos. Sobre todo si te declaran la guerra. Como Larreta y Vidal declararon a los maestros, por ejemplo.
Que así sea.

jueves, 31 de enero de 2019

Caso Nisman: La victoria de la verdad




Con  el pronunciamiento público de la AMIA se derrumba definitivamente la mayor operación de inteligencia política y mediática contra la ex  presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El duro comunicado de la Mutual de la Comunidad judía dirigido a las autoridades de la DAIA, exigiendo el retiro de la querella contra la ex presidenta en la manoseada causa del  Memorándum de Entendimiento con Irán y el presunto encubrimiento del  mayor atentado terrorista contra el edificio mutual, viene a sumarse al retiro ya producido en la misma causa por la viuda del fiscal Nisman, Sandra Arroyo Salgado.
La noticia no es para festejar, sino para reflexionar acerca de la naturaleza del proceso abierto en la Argentina a partir del trágico suicidio de Nisman: un proceso asentado en la mentira.
Los oscuros intereses mancomunados por la derecha local y ciertos poderes internacionales usaron esa muerte para enlodar la figura de Cristina y la del canciller Timerman. ¿Con qué interés? Con el interés de derrotar en las urnas al gobierno nacional y a sus candidatos pocos meses después. Y así sucedió.
Siempre supieron que el de Nisman fue el suicidio de un hombre desesperado que había quedado solo y devastado al momento de ir al Congreso a defender lo indefendible: la falsa acusación contra Cristina. Nisman sabría, seguramente, que toda su acusación contra el gobierno de Cristina era un disparate total en términos jurídicos y diplomáticos. 
Siempre supieron que, acertados o equivocados, Cristina y Timerman sólo buscaban pistas, datos, pruebas, declaraciones, que en el país o en el exterior ayudaran honestamente a encontrar la verdad sobre el atentado y juzgar definitivamente a los culpables directos e indirectos de aquella verdadera masacre que conmovió para siempre al conjunto de la sociedad argentina.
Siempre supieron que eran ellos los que mentían. Hablamos de ellos todos: los que alentaban la querella, los que transformaron un suicidio en un “asesinato”, los que se atrevieron a rebatir sin pudor alguno al director general de la INTERPOL y al mismísimo Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, los que operaron impúdicamente arrojando misiles mediáticos sobre la cabeza de la gente. Que esos periodistas cómplices se hagan cargo de sus mentiras ahora.
Esos tipos y esas tipas no tienen escrúpulos, no tienen vergüenza, no tienen honor. Fueron capaces de usar un cadáver para guionar una operación política. No usan las herramientas que da la democracia para dirimir proyectos políticos diferentes. Mienten siempre. Mintieron en campaña y mienten ahora cuando afirman desvergonzadamente que “este es el único camino”.
Por este camino ya perdimos en el 2018 más de 170.000 fuentes de trabajo. Por este camino aumentó la indigencia y la pobreza a límites escandalosos para la condición humana. Por este camino todos los días cierran comercios, talleres, fábricas, restaurantes, teatros, cines. Por este camino cerrará el país entero si los argentinos no somos capaces de cambiar drásticamente el rumbo en las calles y principalmente en los próximos comicios.
Hay que decirlo bien claro: esta operación que hoy se derrumba fue la que provocó la muerte de Héctor Timerman. No olvidar, es un deber.  Esta operación causó la prisión y el juicio a varios ex funcionarios y simpatizantes del gobierno anterior. Esta operación asestó mediáticamente el golpe de efecto que posibilitó el gobierno que hoy tenemos los argentinos.
Ninguna mentira debe quedar impune. Por eso es de esperar que la justicia, más temprano que tarde, juzgue y  condene a los responsables de tamaña perversidad.
La memoria de Timerman y la memoria de las víctimas de los atentados terroristas se lo merecen,  en primer lugar.  
Y también se lo merece la vapuleada honorabilidad de Cristina Fernández de Kirchner.

lunes, 21 de enero de 2019

Todo está por suceder





El panorama político deberá encender indefectiblemente, entre febrero y marzo, las primeras luces del escenario mayor donde se definirá la suerte de la Argentina para la próxima década. Ni apresurados ni retardatarios, creemos que se acerca la hora de nominar la candidatura (¿o no?) de Cristina Fernández de Kirchner.
Es interesante observar y analizar la dirección principal de las acciones políticas divergentes que suceden al interior de los bloques en pugna: del oficialismo por un lado y del heterogéneo campo opositor por el otro.
Mientras el oficialismo se desvela en fórmulas que puedan expresar la necesidad de dividir candidaturas para evitar quedar todos atrapados en la caída vertical de su principal figura en octubre, el peronismo en su más amplia acepción, por el contrario, hace ingentes esfuerzos por concentrar fuerzas como requisito esencial para lograr la victoria electoral y recuperar el gobierno nacional el 10 de diciembre próximo.
Veamos de qué tratan estos movimientos, inconclusos aún.
Todas las miradas del oficialismo están puestas en lo que va a decidir finalmente la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. ¿Desdoblará las elecciones provinciales de las nacionales? Se preguntan comiéndose las uñas rabiosa y angustiadamente, unos y otros. Los que la impulsan para que se diferencie de Macri, le dicen que adelante el cronograma de cabotaje, sin tener en cuenta las consecuencias irreversibles  que supondrá semejante definición. Para hacerla corta: si va por ese lado su  decisión, significará anunciar anticipadamente la derrota del proyecto neoliberal en octubre. Vidal se convertirá en la sepulturera de Macri y ella misma no tendrá chances ni oxígeno político suficiente para remontar la cuesta arriba que le espera a su propio gobierno provincial. No hay PRO sin Macri y no hay Vidal sin el PRO.
Agreguemos de yapa a esta consideración, la ola de denuncias y demandas políticas que recibiría Vidal por el enorme costo económico que significará para los contribuyentes bonaerenses la división injustificada de las elecciones. ¿El oficialismo meterá la mano en la lata del presupuesto sólo para satisfacer los anhelos personalistas de la gobernadora? Empezarán preguntando. No hay ni habrá excusa creíble para este interrogante. Allá ellos.
Por el lado opositor todas las expresiones, a borbotones como sucedió siempre en el movimiento popular, apuntan a suponer que la única decisión política acertada es la convocatoria a la más amplia unidad.
El que divide las pagará muy caro en términos de representatividad a futuro. El que divide juega para Macri. El que divida saca los pies del plato. Todo eso se dice y se dirá en adelante.
Es que la unidad ya no es una opción, es una obligación patriótica. No es, la unidad, una táctica electoral, sino una estrategia para salvar a la Nación y al pueblo, sin exagerar un ápice en esta definición.
Nótese que los que intentan dividir por el centro o por la derecha del espacio opositor, hacen malabarismos para ocultar sus designios pro-macristas. Es que la de ellos es una política ilegítima, mentirosa, tramposa, porque busca en definitiva dividir el voto opositor para favorecer al gobierno. Y ese estigma los perseguirá para siempre.
En octubre se batalla por el proyecto de país que queremos y no por egos partidocráticos.
Y a sabiendas que el desafío de reinventar la Argentina requerirá de un liderazgo muy fuerte y con la inteligencia, la experiencia y el coraje suficiente para semejante épica, seguimos convencidos que hay un solo nombre para conducir, más temprano que tarde, los destinos del país de los argentinos: Cristina Fernández de Kirchner.
Que así sea.

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miércoles, 25 de julio de 2018

Un decreto de lesa humanidad


  


Nuestros cuerpos saben qué cosa fueron los crímenes de lesa humanidad.
Ahora Macri nos recuerda, tenebrosamente, qué cosa son los “decretos de lesa humanidad”. La anunciada participación de las FF.AA. en la seguridad interna abre nuevamente las puertas del infierno para la democracia argentina.
Tanta negación, bastardeo y humillación de la palabra Vida en este ciclo macrista, tenía que terminar irremediablemente en convocar a la palabra Muerte.
Porque hoy están en juego, más que nunca, la democracia, la paz, los derechos humanos, la justicia, los grandes y eternos dilemas de la humanidad.
La represión militar del conflicto social y de toda forma de expresión de la libertad, estará en el centro de nuestras preocupaciones a partir de ahora. Todo lo que observaste y lo que sufriste desde el primer día de gobierno neoliberal fue poco o nada en relación a los peligros que acechan. Yo sé lo que te digo. Cuidémonos compatriotas. Si lo permitimos, el monstruo respirará entre nosotros. Convivirá con nosotros. Nos vigilará noche y día. Que esto no se dice, que esto no se hace, que esto no se toca. Hay que evitar esa pesadilla y hay que evitarlo ahora. En paz y en unidad, pero luchando siempre. Los legisladores deben ocupar sus bancas y quedarse allí hasta declarar inconstitucional este avasallamiento a la Constitución y a la Ley. 
Algunos cuerpos, decía, pueden mostrar las cicatrices de lo que fue el terrorismo de Estado. No para llamar al miedo sino para expulsarlo y llamar con campanazos al aire si fuera posible a la plena unidad del pueblo movilizado contra el intento de hacer realidad lo anunciado en su momento por María Eugenia Vidal: “Cambiamos futuro por pasado”.
No lo permitamos, compatriotas. Y al mismo tiempo, agudicemos el pensamiento  para entender que ni ayer ni hoy el enemigo principal es “lo militar” sino “lo civil” que ordena la Muerte desde un cómodo sillón del palacio de gobierno. Es la horrible y parasitaria oligarquía la culpable de todos nuestros males. Hacia ese círculo de poder económico que hambrea a nuestro pueblo  y entrega nuestra soberanía habrá que dirigir toda la lucha. Con todo lo sufrido y aprendido, esta vez no podemos equivocarnos.   
Si los gobiernos de Néstor y Cristina, con aciertos y errores, ayudaron a depurar de  genocidas las filas militares, este gobierno vuelve a degradarlos en su función convirtiéndolos, de potenciales herederos de San Martín, a herederos de Videla, Massera y Agosti. Estamos a tiempo de impedirlo. “Nunca más” es nunca más una Argentina militarizada. Ojalá todos hayamos aprendido. Incluso, los militares. Ojalá.   

martes, 24 de abril de 2018

Siempre fueron libres

PRESENTACIÓN DEL LIBRO “SIEMPRE FUERON LIBRES. CARTAS DE PRESOS POLÍTICOS A LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO”
La Asociación Madres de Plaza de Mayo invita a la presentación del libro "Siempre fueron libres. Cartas de presos políticos a las Madres de Plaza de Mayo (1979-1994)" que tendrá lugar el próximo jueves 26 de abril a las 18 horas en el Auditorio Juana Azurduy de la sede de la organización (Hipólito Yrigoyen 1584).
El acto contará con la presencia de Jorge Giles, uno de los autores de las cartas compiladas en el libro; Ana Sabio, militante exiliada en Suecia, impulsora del Grupo de Apoyo a Madres en ese país y una de las artífices de este material; Florencia Saintout, diputada de la provincia de Buenos Aires y ex decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (FPyCS-UNLP); y Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación. Además, participarán compañeras y compañeros ex presos políticos, que podrán dar testimonio de su vínculo con las Madres en aquellos años de encierro.
“Siempre fueron libres” es editado por Ediciones de la Universidad Nacional de La Plata (Edulp) e integra la Colección Madres de Plaza de Mayo de ese sello editorial, que reúne una serie de títulos sobre la historia y la lucha del pañuelo blanco.
En plena dictadura, y aún con gobiernos constitucionales, las Madres de Plaza de Mayo tuvieron una estrecha relación con lxs presos políticos. Las cartas que se publican son una muestra de ese vínculo de amor, lucha y resistencia, cuyo epicentro eran las visitas que las Madres hacían a distintas unidades carcelarias del país.
“Siempre fueron libres. Cartas de presos políticos a las Madres de Plaza de Mayo (1979-1994)” permite apreciar, en toda su dimensión, esa relación de mutua solidaridad, respeto y coraje.
En el epílogo, Jorge Giles señala: “Que nadie se equivoque. No son estos textos carcelarios de tiempos de la dictadura los restos de un naufragio, sino por el contrario, componen, todos juntos o por separado, una invitación amorosa a seguir navegando por los ríos y los mares del pueblo, en aguas alborotadas y profundas”.
La Colección Madres de Plaza de Mayo de Edulp cuenta entre sus títulos "Rebelión de las Madres. Historia de las Madres de Plaza de Mayo. Tomo I (1976-1983)", "La otra lucha. Historia de las Madres de Plaza de Mayo. Tomo II (1983-1986)", ambos de Ulises Gorini; "La venganza y otros relatos" (Gorini); y "Una historia de las Madres de Plaza de Mayo" (Demetrio Iramain). “Siempre fueron libres" se suma a esta colección, cuyo próxima novedad será un material sobre los viajes de las Madres alrededor del mundo.

lunes, 23 de octubre de 2017

22 de Octubre: hoy aquí empieza todo


Se descorrió el telón electoral finalmente y la decisión popular reordenó el nuevo escenario donde se desarrollarán los próximos dos años de vida democrática.
Mirá que interesante el panorama que se abrió:
1.-El macrismo se consolidó como el partido de la derecha a nivel nacional.
2.-Cristina, aun perdiendo, se consolidó como la dirigente con más densidad de votos en la provincia de Buenos Aires y por ende, del país. Ningún gobernante y/o dirigente del peronismo logró la contundencia de votos que ella logró arrancando su campaña con un solo capital político expresado en: voluntad, decisión, proyecto, convicciones y memoria colectiva. No es poco para empezar de nuevo.
3.-Unidad Ciudadana emerge como la base de una nueva construcción social y política a construir que incluye la herramienta electoral pero no se agota allí. Cuando alguien pregunte cómo se llama la oposición a Macri, de ahora en más habrá una sola respuesta mayoritaria: Cristina Fernández de Kirchner.
4.-Perdieron todas las falsas oposiciones que priorizaron sus buenas amistades con el gobierno de Macri y, por el contrario, triunfaron aquellas alternativas que se plantaron con firmeza frente a las políticas de ajuste neoliberal y de desprecio al estado de derecho.
5.-Implotó definitivamente la tesis de la “tercera via” expresada por Massa y otros espacios afines, como el de Randazzo. Aunque hay que subrayar que todos ellos colaboraron directa o indirectamente en apuntalar el triunfo electoral del macrismo. Sigue siendo una verdadera pena que mucha militancia honesta se haya dejado llevar por operadores que nada tienen que ver con la lucha de los sectores populares que esa militancia expresa. Ojalá recapaciten y vuelvan al lugar de donde nunca tendrían que haberse alejado. Para no volver a errar el rumbo tendrán que admitir que vienen de posibilitar que no haya ingresado al Senado un militante de la entereza y la dignidad de Jorge Taiana.
Así, los que quisieron negar y competir con el liderazgo de Cristina cayeron al vacío. ¿Hace falta ponerles nombre y apellido?
6.-En el escenario quedaron en pie, de manera desigual y combinada, sólo dos contendientes y es muy probable que de la resolución final de esta contienda dependa el destino de los argentinos para lo que reste del siglo XXI.
Esos dos contendientes son: Cambiemos de un lado y Unidad Ciudadana, del otro. O si se prefiere: el neoliberalismo salvaje y el movimiento nacional y popular. El poder económico y el pueblo. Macri y Cristina.
7.-El campo popular, con sus dificultades, tendrá de aquí en más todo a su favor para ensanchar su caudal. Dependerá de la inteligencia y la grandeza de sus dirigentes posibilitar la construcción de un amplio frente que reúna en su seno todas las energías necesarias que se muestren dispuestas a enfrentar el salvajismo de la derecha y reconstruir en consecuencia una alternativa capaz de volver a gobernar el país para las mayorías populares.
8.-Sabemos que el gobierno que ganó estas elecciones legislativas sólo traerá dolor y despojo a los sectores sociales. Ganó la derecha. Es decir, ganó la expresión renovada de los sectores más ricos, más concentrados y poderosos de la economía local y trasnacional. Nada bueno para el pueblo habrá que esperar de ese lado de la vida.
9.-Ahora bien, como la política no escribe manuales de autoayuda sino hojas de ruta y cartas de navegación donde se miden y planifican los objetivos en función de las distancias y los vientos, de las relaciones de fuerza y el sentido común dominante en cada coyuntura, habrá que empezar por saber que el domingo 22 de octubre terminó de expirar el viejo sistema de partidos políticos que rigió en la Argentina desde mitad del siglo XX hasta principios de este siglo XXI.
¿Dónde está el peronismo ahora?
¿Dónde está el radicalismo ahora?
¿Dónde está representada la vieja oligarquía terrateniente y la nueva oligarquía agro-financiera ahora?
¿Dónde están representados los trabajadores y las clases medias oprimidas ahora?
El escenario se reconfiguró, pero sin fragmentarse al infinito. Y eso es un buen dato.
10.-Se recreó un nuevo bipartidismo que deja al desnudo como nunca antes las contradicciones antagónicas de esta sociedad.
La derecha ya no precisa intermediarios para gobernar. Y el movimiento popular, en reconstrucción, tampoco; porque tiene en Cristina un liderazgo que lejos de opacar sus objetivos y su representación social, se muestra dispuesto a consolidar y ensanchar las bases del movimiento popular sin dobleces ni medias tintas.
Estos dos polos son los que se enfrentan y enfrentarán de aquí en más, en paz y en democracia, hasta encontrar un punto de apoyo histórico que resulte más estable y consolidado para los próximos años.
Si el movimiento popular no se dispersa más y consigue desde este presente disparar coordenadas de entendimiento y construcción frentistas hacia adelante, estaremos ante la posibilidad histórica de afrontar los próximos desafíos con mayores recursos y con más claridad en el discernimiento de las clases sociales que componen este entramado llamado pueblo.
11.-Como requisitos imprescindibles para este desafío se imponen la memoria, las convicciones, la propia identidad y la identificación con un proyecto de país que está en las antípodas del proyecto de minorías que hoy gobiernan.
Contamos con una base territorial importante, aunque no suficiente, una militancia mayoritariamente joven, un liderazgo como el de Cristina, y además, contamos con el factor tiempo para seguir avanzando. Necesitamos tiempo, no sólo el que marca el calendario y el reloj; sino ese tiempo político que se construye día a día en cada lugar de militancia.
12.-La derrota duele. Tenemos mucha historia como para no saberlo. Pero hay que sobreponerse rápidamente porque en diciembre hay que llenar las plazas para acompañar a Cristina y los nuevos legisladores que asumirán las bancas como si fueran banderas que flamean en lo alto y resisten y marchan hacia la victoria, siempre.
Y antes hay que estar de pie en los innumerables conflictos sociales que sobrevendrán de aquí en más. Y hay que estar decididos a lograr verdad y justicia para Santiago Maldonado. Y hay que aguantar los trapos como lo venimos haciendo desde hace doscientos años.
O sea.
Si Cristina no se rinde, aquí no se rinde nadie!

martes, 15 de agosto de 2017

El día después


1. El macrismo se consolida como partido político nacional.
2. Ganó Cristina.
3. Ganó Agustín Rossi.
4. Implotó la tercera vía de Massa.
5. Implotó Lousteau.
6. Perdieron los gobernadores que serruchaban a CFK.
7 Macri engendró su propio monstruo: Carrió.
8. Randazzo fracasó y arrastró a Intendentes y militantes valiosos.
9. Larga vida a Unidad Ciudadana.
Estos primeros apuntes obligan a:
1. No subestimar a la derecha que por primera vez en la democracia moderna suma una representación política electoral propia a los otros factores de poder que tuvo desde siempre: poder económico, poder financiero, poder en la justicia, poder de los medios masivos de comunicación. Décadas estuvieron apelando a las fuerzas armadas como intermediarias de sus intereses por carecer de representación política propia. Hoy la tienen. Y eso es auspicioso para el sistema democrático. Vale repasar la lección que enseña que el neoliberalismo no es un proyecto sólo económico sino profundamente ideológico-cultural que disputa e impone la batalla por el sentido común de los ciudadanos.No los subestimemos. Ellos no vinieron a despedirnos del trabajo un día para que salgamos al otro día a buscar otro empleo. Ellos vinieron a destruir la categoría trabajo, que es muy distinto. Por eso la cerveza artesanal y los pilotos de drones. Una forma banal de decirnos que vinieron a demoler el país peronista para imponer el país vaciado, endeudado y saqueado que se corresponde con esta etapa neoliberal del planeta tierra. Claro, como en otros órdenes de la vida, uno elige donde pararse para mirar el mundo. O nos paramos en la superficie que cimentaron los poderosos y que sigue siendo mucha. O nos ubicamos en la certeza de saber que 2 de 3 argentinos rechazan las políticas neoliberales. En la primera opción, terminamos depresivos y con un cuadro de anomia severa. En la segunda, construimos poder popular, en las calles, en Unidad Ciudadana, en los sindicatos, en las Unidades Básicas, en los locales, en el barrio, en el patio de tu casa.
2. La victoria épica de Cristina en la provincia de Buenos Aires demuestra que el proyecto nacional popular está vivo y tiene una base política territorial inalterable desde donde podrá reconstruir una nueva mayoría política que reconstruya el campo popular para octubre y para las presidenciales del 2019. ¿Alcanza?: No alcanza. Hay que seguir ampliando Unidad Ciudadana federalmente. Ya existen a favor dos elementos esenciales para cualquier construcción que disputa poder: un liderazgo consolidado, para adentro y para afuera del espacio y un proyecto de país para seguir construyendo. Habrá que tejer, desde allí, todas las alianzas posibles y todas las incorporaciones necesarias para triunfar en las próximas batallas. No hacerlo, será condenarnos a mayor dispersión y en consecuencia, a nuevas derrotas.
3. Inscribiría el triunfo de Rossi en Santa Fe en el marco conceptual anterior. Y agrego: el crecimiento exponencial de Rossi tiene alcances nacionales por el perfil del dirigente santafesino: Es un peronista-kirchnerista leal y consecuente al proyecto recreado por Néstor Kirchner y CFK en lo que va del siglo XXI.
4. Hace dos años dijimos y escribimos: No hay espacio para la ancha avenida del medio que propone Massa porque la Argentina se debate desde hace doscientos años entre dos polos antagónicos: El campo de la oligarquía (en cualquiera de sus expresiones contemporáneas) versus el campo del pueblo. Y ambos campos siempre tienden a unificar personería y representación. Esta vez Macri versus CFK expresan el punto gordiano a desatar para seguir consolidando o degradando la democracia, según cuál sea la resolución de la contradicción.
5. La implosión de Lousteau va por igual andarivel que el de Massa. La lucha de clases, que es la lucha entre pueblo-oligarquía, ha llegado a un escenario de confrontación tan nítida, que los enmascaramientos de uno y otro lado de los polos corren el riesgo de diluirse irremediablemente.
6. Los gobernadores que se planteaban como un factor político de poder para recrear una suerte de renovación que niegue y reemplace el liderazgo de Cristina perdieron abrumadoramente. Por eso es ella la que se impone en el horizonte como la única figura política desde donde reconstruir el campo popular todo, con un claro y conciso programa de oposición al neoliberalismo. Y esto sucede con alguien que, como Cristina, viene de sufrir el mayor asedio, persecución política, mediática y judicial, ofensas, traiciones y difamaciones como nunca o pocas veces se vio en la historia de los argentinos. Quizá este rasgo la haga más fuerte aun en su liderazgo. Barajar y dar de nuevo significará volver a dialogar con todos o casi todos aquellos gobernantes que tengan la voluntad de unir al pueblo con el liderazgo de CFK.
7. Está claro que el triunfo aplastante de Carrio en la CABA le plantea un dilema irresoluble a Macri: lidiar con una figura aliada que no es ni será predecible, encuadrable y disciplinable para ningún partido político. Su terminal es otra. Y atención: Una locura sin poder de fuego es un anecdota más. Pero una locura con volumen y densidad electoral, es como co-habitar con un mono con navaja en el dormitorio de tu casa.
8 El caso Randazzo debería computarse en la lista gris de las des-lealtades del campo popular a lo largo de la historia. ¿Porqué lo hizo? ¿No sabia que un liderazgo como el de Cristina es una construcción colectiva popular que lleva décadas consolidar? ¿Porqué arrastró en su capricho internista y egoista a compañeros y compañeras valiosas de la militancia y representaciones comunales que deberían estar ocupados y preocupados por vencer a Macri y no a Cristina? Con muchos de ellos (no con todos seguramente) habrá que dialogar e intentar construir puentes de cara a octubre y de allí en adelante. Vale el intento.
9. La construcción de esta nueva herramienta política que es UNIDAD CIUDADANA debería dimensionarse a nivel social, cultural y político, evitando su encorsetamiento al mero ejercicio electoral. Nace tan fuerte que fue capaz de desprenderse de la vieja piel del viejo pejotismo y sin embargo llenarse de peronismo en convivencia y articulación con otras tradiciones políticas y variadas expresiones de la sociedad. Cuidar a Unidad Ciudadana es ser capaz de juntar más y más masa crítica, más representación, más federalismo, más oposición, más democracia. Sólo así se construirán nuevas mayorías. Sólo así impediremos más ajuste al pueblo por parte del gobierno neoliberal. Sólo así rescataremos con vida a Santiago Maldonado y liberaremos a Milagro Sala. Sólo así seguiremos soñando con un país y un continente que esté a la altura de quienes dejaron jirones de sus vidas por llevar estas banderas a la victoria. Sólo así vamos a volver.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Homenaje a Ofelia


Terminaba diciembre del año 2014. Habíamos decidido realizar un homenaje a las Madres en el Museo Malvinas. No sabíamos que ella vendría. Nadie lo sabía, sólo ella. Hasta que un compañero corrió hacia mí y con cara de asombro me dijo: "No estoy loco, pero creo que la madre de la presidenta está sentada sola en el patio del Museo". Corrí al lugar indicado y la vi con mis propios ojos: era Ofelia, la mamá de Cristina, entonces Presidenta de la República Argentina. Me acerqué tímida y respetuosamente y la saludé con el mayor afecto que pude expresar en ese momento. "Qué linda sorpresa, Ofelia. Gracias por venir" recuerdo que le dije. "Y cómo pensas que no iba a venir un día como hoy" me respondió con un tono firme y sereno.Mientras le pasaba el brazo para acompañarla al Auditorio, la invité a ver la Sala Sentir Malvinas o Sala Prólogo y antes de entrar al Acto pasamos por la Sala de los Niños o Sala Paka paka como se la conocía. Me alarmé cuando ví que le rodaban lágrimas por las mejillas. "No te preocupes" me dijo. "Mirá todo lo que tenés acá: la Causa Malvinas, las Madres, los Desaparecidos, los niños jugando, la historia viva del pueblo...cómo querés que no llore".
Días después escribí para un semanario la nota que sigue abajo.
Quise compartirlo ahora que la verguenza y la indignación me brotan por todos los poros y estas ganas de correr hasta Ofelia y abrazarla para intentar remediar tanto odio y revanchismo contra ella, contra Cristina y su familia. No hay derecho, no hay derecho, no hay derecho.
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Hebe, Ofelia, los pibes y Malvinas
Hay veces que la historia de los pueblos se resume en un instante preciso y en un mismo lugar.
Fue hace pocos días en el Museo Malvinas, el que fue construido por decisión de la presidenta sobre la tierra herida y doliente de la Ex ESMA.
Ofelia, con sus ochenta largos, avanza a pasos calculados para no tropezar en su camino hacia donde estaban las Madres de Plaza de Mayo esperando el momento del homenaje que allí recibirían.
Hebe, también con sus ochenta largos, la ve venir, la abraza y se abrazan todas como si fueran niñas reencontradas en el patio del recreo en una escuela de La Plata.
Menos Ofelia, todas llevan el pañuelo blanco sobre sus cabezas.
De pronto hace su entrada Andrés “Cuervo” Larroque y todas se vuelven a abrazar y a reír como viejos compinches que se escapan a la siesta para ir a jugar a la vereda. Después de todo, es el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos.
Hay música en el ambiente, variada y linda música.
Un Granadero hace ritmo con sus altas botas negras, mientras la banda musical agita el viento y hace balancear el avioncito de Fitzgerald colgado del techo del Museo.
Miro la escena y pienso emocionado: “De aquí ya no se vuelve”.
Todas esas mujeres compañeras de Hebe, perdieron a sus hijos en las manos sangrientas de los genocidas, civiles y militares, de la última dictadura.
Ofelia, en cambio, es madre de la presidenta que al igual que su marido, el presidente Néstor Kirchner, reparó con justicia tanto dolor causado a esos compatriotas muertos, torturados, exiliados, encarcelados y desaparecidos, muchos de los cuales fueron sus compañeros de militancia en los años setenta.
Todo ocurre en el domicilio de la Causa Malvinas. Y como si fuera poco se suma Vicky Cabo, la hermana de Dardo, el jefe de aquel operativo “Cóndor” que aterrizó en Malvinas con las 7 banderas de las cuales una exhibe su proeza en el Museo.
“La historia reparada”, pienso, mientras musito por lo bajo por esas cosas del pudor: “Tenemos patria, tenemos patria”.
Ninguna ofensa a nadie. Ningún insulto se escucha en esa tarde de homenajes y despedida del año. Ningún desmadre. Hay tanto dolor acumulado allí por cada metro cuadrado que alcanzaría para hacer un mar de lágrimas y espanto y sin embargo no deviene ni un centímetro en rencor, sino en muestras de amor y más amor.
“Te recuerdo Amanda” canta en el Museo el maravilloso coro del ECUNHI y Roberto Caballero se refriega los ojos y lloramos todos, mientras los pibes de los barrios entregan sus regalos a las Madres.
Y tanto amor tenía que producir otro milagro: Hebe, con sus ochenta largos y sus pasos cortos andando con un andador, se pone de pie y empieza a bailar al compás de los bombos y los clarinetes que acompañan las consignas que entonan los pibes de La Cámpora. Hebe ya no baila sola. Hebe baila con todos y todos la aplauden y siguen llorando de emoción mientras la ven pasar entre el Gaucho Rivero y Luis Vernet y el acordeón nostalgioso de un ex combatiente de Malvinas.
Javier, hijo de Paco, el que supo ser Urondo para todos los tiempos, acerca una copa y brindamos juntos. “Por la vida” dicen las Madres y repetimos todos: “Por la vida”. Y está todo dicho.
Tristán Bauer y María Rosenfeldt se acercan y me dicen temblorosos de emoción: “Guardemos este momento en algún lugar del museo”.
Claro que sí. Hay que guardarlo como un mojón del alma colectiva, porque cada vez que reímos y bailamos es una batalla cultural ganada a tanta tristeza compartida, la que nos viene de antaño y la honda tristeza más reciente, cuando Néstor partió no sé hacia dónde, aunque sigamos cantando por los siglos de los siglos que no se morirá jamás.
Chachi Velázquez entrega una carta de Alicia Kirchner y el aire vuelve a llenarse de consignas.
Teresa Parodi habla y nos volvemos a emocionar. La ternura aletea por aquí y por allá.
El ex combatiente, Ernesto Alonso, habla y ríe a carcajadas con un militante kirchnerista que ahora tiene su edad cuando él combatió en Malvinas.
A este país de amor se lo puede tocar, acariciar, invitarlo a bailar como baila Hebe.
Cabe una pregunta inocente en el Día de los Inocentes: ¿Al país de Magnetto se lo podrá encontrar fuera de los albañales del odio y de la cría que dejó la dictadura?
Nos estamos yendo hasta el año que viene y el balance se resume en aquella tarde junto a Hebe, Ofelia, los pibes y la Causa Malvinas.
Dos proyectos de país se vienen enfrentando desde hace ya dos siglos. Pero se ven la cara recién en estos últimos años.
El que expresa y representa la injusticia y la exclusión, la dependencia y la entrega del patrimonio de los argentinos, la subordinación política a los poderes corporativos, ese poder que archiva en su madriguera tanto olor a muerte, ese poder financiero que con sólo dar una orden por control remoto hace estallar países por el aire, ese poder es el que quiso la violencia para este final de año.
Y no pudo.
El proyecto del que formamos parte tiene la guardia en alto porque los conoce bien y en el cuero propio. Pero eso no impide que bailemos festejando una nueva victoria, y no esta última victoria, sino la que se aproxima a pasos agigantados.
A diferencia de otros tiempos y de otros países hermanos, la Argentina no tiene una grieta social como quisieron vendernos. Hay remeras con la cara de Néstor y Cristina, de Hugo Chávez y Fidel, del Che Guevara y las Malvinas, ¿alguien vio una remera con la cara de Magnetto, el verdadero jefe opositor?
Suben las ventas en los comercios grandes, medianos y pequeños, las rutas se llenan con 2 millones de turistas presurosos por un cacho de playa o de montaña, la radio informa que subieron las reservas del Banco Central a 31 mil millones de dólares y que las naftas bajarán el 5 % a partir de enero, el cielo de la noche navideña se llena de colores, los vecinos levantan sus copas de vereda a vereda, los violentos estarán mordiendo el freno en sus aguantaderas.
Ha ganado el sentido común de los argentinos y la paz social es su mejor custodia.
El año que llega será mucho mejor todavía.
Hay proyecto de patria para rato.
Miradas al Sur, domingo 28 de diciembre de 2014