domingo, 30 de junio de 2013

Galileo Galilei en tiempos del Kirchnerismo



Ya están presentadas las listas de candidatos para las próximas elecciones. 
Falta casi nada. Un pestañeo y a las urnas nuevamente.
Esta vez hay algo distinto en el ambiente. Algo muy importante está por suceder y aún no sabemos qué. Pero la única certeza es que entramos de lleno a una nueva etapa. 
Se consolidarán las conquistas logradas en los últimos diez años. O no.
Se profundizará el proyecto de país con desarrollo inclusivo que lidera Cristina. O no.
Se corregirán los errores cometidos durante la marcha sin afectar el rumbo. O no.
De acá a octubre no habría que interpelar sólo a la oposición político mediática. Tendríamos que interpelarnos nosotros como sociedad y como la democracia que somos y queremos ser. Preguntarnos de veras si estamos decididos a defender lo logrado. Saber que no todo da igual en la vida de una nación, de una familia o de una persona.
Lo que se valora se defiende.
Si no fuera así, a llorar a la iglesia, como dicen en el barrio.
La oposición no sólo se maneja a control remoto con la tapa de Clarín sino que además se inventa una realidad para poder usar los cartuchos que le quedan de la época anterior.
Cuando describen al peronismo, por ejemplo, están “viendo” un peronismo que ya no está; no pueden ni saben ni quieren advertir que el movimiento popular, que incluye al peronismo pero es mucho más, mudó de piel hace rato.
“El peronismo será kirchnerista o no será”, reza una pared. De allí que se le escapa como una gelatina entre los dedos el cuadro real de situación de la Argentina de hoy y vociferan que la que viene es una interna entre fracciones peronistas, una de centro izquierda y otra de centro derecha. Mienten. Se mienten. Lo que viene es una elección entre dos proyectos de país.
De un lado está el Frente para la Victoria. Del otro, la corporación.
Allí despunta Sergio Massa como el elegido por descarte por los grupos económicos y su variada    prensa dominante.
Es el candidato de moda, la sonrisa dental en el aire, lo que no pudo ser Macri ni De la Sota.
El kirchnerismo tendrá que tener mucho cuidado para no caer en el juego mediocre que proponen sus adversarios de ocasión.
No ensuciar la campaña. No llenarla de adjetivos sino de sustantivos y verbos. No quedarse callado ante la infamia. No violentar el discurso. Recordar que la política, como la poesía, es un arma cargada de futuro.
Y que en asuntos de estrategia, lo que vale para la guerra vale para la política.
Habrá que desplumar puntualmente cada operación facciosa que ejecute la corporación mediática y judicial en tándem con la vieja política.
Las tapas de los diarios y los noticieros de radio y TV propagarán la caída estrepitosa de la economía, levantamientos sindicales, etc. Lo estamos viendo en estos días con la inexistente apretada de la AFIP a la Corte y la presunta suspensión de la SuperCard. Son apenas el bosquejo de lo que vendrá. El deseo del senador radical Ernesto Sanz de que a la economía le vaya mal para así posibilitar el desacople de la ecuación: a mayor consumo y desarrollo económico, mayor cantidad de votos kirchneristas, es el deseo del poder corporativo.
Siempre fueron nihilistas con el bolsillo ajeno.
Pero hete aquí que el horizonte es auspicioso para el pueblo en su conjunto.
Que salgan sino a refutar estos datos.  
El superávit fiscal se expandió 36,2% en abril. El gasto primario aumentó 37,2%.
Las Prestaciones de la Seguridad Social se expandieron 36,4%, asociadas a los aumentos automáticos previstos por la Ley de Movilidad de haberes y en línea con la mayor actividad económica.
Las transferencias corrientes al sector privado crecieron 28,7%, por los incrementos en partidas como la AUH y las demás asignaciones familiares. 
El gasto de capital creció 46% reflejando las obras de infraestructura habitacional en marcha y las transferencias de capital destinadas a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires para la realización de infraestructura social y económica, que presentaron un alza del 76 por ciento.
Las ventas en supermercados crecieron en mayo el 19% y en shoppings el 27%.
Las ventas de electrodomésticos y artículos para el hogar crecieron 23,4%. 
La industria creció 5% en mayo y la construcción 7,7 %.
Los rubros que registraron las mayores tasas de crecimiento interanual fueron Automotores (30,9%), Neumáticos (18,1%) y Aluminio primario (16,7%).
La capacidad instalada del sector industrial se ubicó en el 73,3 %.   
El PBI creció un 3% en el primer trimestre.
9 de cada 10 hogares humildes tienen televisión.
¿Para qué sirven estos datos?
Para demostrar que, pese a todo lo que aún falta, el pueblo vive mejor.  
Y para recordar que, así como el consensualismo del amontonamiento opositor provocó la crisis del 2001, con el proyecto nacional, popular y democrático que lidera Cristina se construyó el país que hoy tenemos.
Bertolt Brecht pinta en su maravillosa obra Galileo Galilei la escena en que Galileo presentó su Telescopio y las burlas de las que fue objeto por los cortesanos. 
Su amigo, Sagredo, preocupado por su suerte, le pregunta a solas “¿Cómo puedes confundir la razón con la miserable astucia de los hombres?”.
Y Galileo responde: “No me refiero a su astucia. Ya sé que llaman caballo al burro cuando quieren venderlo, y burro al caballo cuando lo van a comprar. Pero la vieja que la noche antes del viaje le da un manojo más de heno a su mula, el navegante que al comprar las provisiones tiene en cuenta tanto la tormenta como la calma chicha, el niño que se pone la gorra cuando se le demuestra que es posible que llueva, ésos son mi esperanza. ¿Y sabes por qué Sagredo? Porque hacen valer razones.   Sí, Sagredo, yo creo en el manso poder de la razón sobre los hombres. Nadie puede resistirse a ella por mucho tiempo. Ningún hombre es capaz de contemplar indefinidamente cómo dejo caer una piedra y al mismo tiempo afirmo que esa piedra no cae. La seducción que ejerce la prueba es demasiado grande. Pensar es uno de los más grandes placeres del género humano, Sagredo”.
Y por hoy cae el telón.

Miradas al Sur, domingo 30 de junio de 2013

viernes, 28 de junio de 2013

Final de partida


El gran teatro de la vida no se priva de nada últimamente.
En este cambio de época todos nos mostramos sobre el escenario tal cual somos y queremos ser.
El asunto es saber lo que queremos ser sin que nada ni nadie nos desvíe del camino.
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó ayer un acto oficial en el nuevo y moderno Hospital Churruca ubicado en Parque Patricios, Ciudad de Buenos Aires.
Desde allí se conectó con la ciudad de La Plata, con Río Negro y Jujuy inaugurando diversas obras públicas.
Pero la Argentina se demostró ayer en el registro más alto de su proyecto inclusivo cuando en las alturas de la Comunidad de Loma Blanca, allá en la Puna jujeña, sus niños, hombres y mujeres, el gobernador, el maestro de la escuela y los representantes de ese pueblo originario, se conectaron por primera vez en la historia con todo el territorio nacional que los estaba viendo y escuchando en vivo y en directo.
Entre Loma Blanca y la Patagonia ya no hay distancia que valga. Estamos interconectados. Estamos integrados y amparados por un Estado que se muestra presente, allí donde hay un derecho para reparar.
Podríamos decir lo mismo de los otros eventos. Pero valga esa Loma Blanca que vimos ayer, como la escena luminosa que alumbra un nuevo día.
Lejos de allí el país injusto se atreve a convencernos que la Asamblea de 1813 fue una obra de ficción y que la tarjeta Supercard quedó suspendida con destino incierto.
La Asamblea existió y suprimió los honores de la vieja nobleza. Desde entonces no hay más coronitas entre los argentinos.
¿Por qué se enojan entonces si al Presidente de la Corte Suprema y a sus funcionarios les llega una nota del AFIP?
¿Es que tienen coronitas acaso los cortesanos?
¿Si a fin de mes les llega a cada uno de ellos la boleta de luz domiciliaria, la boleta de gas y el ABL también dirán que es una persecución por ser opositores?
Otra más.
La tarjeta SuperCard que permitirá estimular y facilitar el consumo popular y el mercado interno, sin intermediarios parasitarios financieros, fue lanzada ayer como estaba previsto.
¿Seguirán mintiendo así?
Pero hay otra afrenta que nos duele:
Se estrenaba el miércoles pasado la maravillosa obra de Samuel Beckett, Final de partida, en el Teatro General San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, dirigida e interpretada por el gran Alfredo Alcón, junto al actor Joaquín Furriel y elenco. 
De pronto, un Furriel avergonzado, enojado e indignado gritó desde un costado del Teatro que se levantaba la función por falta de calefacción, entre otras cosas.
Alcón, que ya venía con su salud desmejorada, no se merecía un trato así del gobierno de Macri.
El público tampoco.
Y el país inclusivo mucho menos.

El Argentino, viernes 28 de junio de 2013

miércoles, 26 de junio de 2013

Con la batuta del pueblo



“No hay que gobernar siguiendo la música y la partitura que ponen los medios hegemónicos, sino con la batuta del pueblo que nunca se equivoca” afirmó Cristina en una Paraná que ayer, orgullosa, celebraba sus primeros 200 años.  
Por esa disyuntiva de fondo pasa la vida en la Argentina.  
Hay que repasar ese mensaje presidencial. Por su significado histórico y su hondo contenido político.
Los que somos artiguistas, agradecidos.
Muy pero muy lejos de allí, la corporación mediática siguió buscando instalar a Sergio Massa como la nueva opción entre el proyecto nacional y popular y la oposición más rabiosa.
Caídos Macri y De Narváez, intentan ese atajo.
Pero no hay “tercera vía” entre el modelo de inclusión, la ley de medios y la democratización de la justicia que lidera Cristina y el modelo de democracia tutelada que ofrecen los opositores.
Hay que echar mucha luz sobre las tristes sombras con que nos disparan desde la tele, la radio o el diario Clarín.
Sombras que a veces son alimentadas por algunos confundidos.
El Frente para la Victoria es uno solo, con una misma lista y un mismo liderazgo: el de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Si usted quiere que este proyecto siga gobernando; si prefiere avanzar en este rumbo; si busca remediar los errores cometidos y enmendar lo que de mal cree que se hizo; si opta por profundizar el modelo de inclusión, igualdad y soberanía, entonces, no tiene dos opciones ni tres ni cuatro; tiene solamente al Frente para la Victoria y sus candidatos.
Pero si usted prefiere truncar el salto gigantesco de estos años, si quiere desmontar una por una las conquistas sociales y culturales logradas con el gobierno de Néstor Kirchner primero y el de Cristina después, pues bien, allí tiene las ofertas diversas y dispersas que ofrece toda la oposición.     
Con el kirchnerismo recuperamos el valor de la política y el valor de la palabra.
Si la corporación encontró candidato, la democracia inclusiva la tiene desde hace 10 años.
Pero el eco vago del viejo país continúa presente cuando algunos se suman a las voces que maliciosamente dicen: “Massa es una variante más del oficialismo” y “puede ser una sorpresa interesante”.
Nos conocemos todos. No hay sorpresa en el horizonte.
Si un aire de épica distingue al kirchnerismo, un aire noventista de mercado electoral, farandulero y mediático iguala a las huestes opositoras.
Que nadie se confunda.    
La oposición corporativa ya inventó su frente de batalla: “la reelección de Cristina”.
Allá ellos y sus fantasmas disputándose derecho de autor. 
La cuestión principal, para el movimiento nacional y popular, es seguir avanzando.   
El peronismo será kirchnerista o no será.

El Argentino, miércoles 26 de junio de 2013

martes, 25 de junio de 2013

Entre la jaula y el ala






“Preguntad a la jaula lo que piensa del ala. Os contestará: el ala es la rebelión”.
Estas bellas palabras las dijo alguna vez Víctor Hugo, no el rioplatense, sino el escritor y pensador francés.
Cuando el ministro Julio de Vido y el Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli dijeron ayer que en estas próximas elecciones se pondrá en juego la fortaleza del modelo y el proyecto de país que lidera Cristina, todos los pájaros del pensamiento se echaron a volar.
De allí que recostemos la cabeza sobre el hombro del primer renglón para decir, una vez más, que en la Argentina no hay posibilidades de alternancias democráticas en un mismo proyecto de país soberano e inclusivo, sino entre distintos modelos de concebir al pueblo y a la nación.
O elegimos ser ala. O elegimos ser jaula.
Poética mediante, es pura descripción lo que hacemos.
Las ideas, o si se prefiere, las no ideas de la oposición, nos remiten inexorablemente a la jaula, es decir, al viejo orden establecido, a la quietud del vacío, al estancamiento de las aguas, al atraso del reloj y el calendario.
Cuando Sergio Massa dice: “tomamos la decisión de no ir contra nadie”, está diciendo no vamos a molestar al monstruo, al dragón que nunca duerme, a Clarín, a La Nación y sobre todo, no vamos a molestar al señor Magnetto. Nos vamos a manejar respetando los límites que demarca la jaula.
Entre Chávez y Capriles, eligen ser Capriles. Como Binner.
Por el contrario, el kirchnerismo es el ala desafiante que agita el aire y levanta el vuelo, el ala que al liberar derechos, se libera a sí mismo. 
En la aldea porteña el ala en rebeldía tiene nombre propio: Juan Cabandié.  
El día que a todos los políticos, a sus partidos y sus frentes electorales, en lugar de hojas de Clarín le crezcan plumas para volar hacia un país cada vez más justo, podremos hablar seriamente de la alternancia democrática.
Pero mientras tanto, no es serio optar por alternar entre un proyecto de país basado en Memoria, Verdad y Justicia, de un lado y un mal chiste de Miguel del Sel, la represión de Macri en el Hospital Borda o el cipayismo ante el extranjero del intendente Massa, del otro.
Cuando Martín Insaurralde dijo a horas de ser proclamado cabeza de lista del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, que pondrá el alma, el amor y la pasión por seguir cumpliendo todos los sueños que dejó Néstor Kirchner y continúa Cristina, estaba mostrando ser un dirigente, que a su vez, es militante de un proyecto colectivo. Con alas.
Por eso agregó:
“Si algún intendente les dice que esas obras las hizo el solo, les miente. A mí de chiquito me enseñaron a decir la verdad”.
Y se sabe: la única verdad es la realidad.  

El Argentino, martes 25 de junio de 2013



lunes, 24 de junio de 2013

Los que ganan y los que pierden



Arranquemos con una afirmación a pruebas de conducta democrática:
Las elecciones se ganan en las urnas.
Poco, nada o mucho valdrán las predicciones que hagamos de ahora en más.
Hay que reventar las urnas en agosto y en octubre con votos nacionales y populares, para que todos sepan que los argentinos, o al menos una mayoría de ellos, se muestran decididos a defender con uñas y dientes cada una de las conquistas logradas desde el 2003 hasta el presente. Desde Néstor a Cristina.   
Esa será la única verdad.
Dicho esto, hay que agregar no obstante, que en este cierre de listas hay ganadores y perdedores.
Veámoslo juntos en este breve cuestionario.
¿El peronismo kirchnerista logró unificar listas en todas las provincias que responden al liderazgo y conducción de Cristina?  
Si y solamente sí.
¿El kirchnerismo se fragmentó por su lado esencial, ese que posibilitó los cambios y las transformaciones de esta década ganada?   
No y solamente no.
¿El kirchnerismo sufrió el alzamiento interno de sus huestes y presentó aquí y allá dos, tres, veinte listas enfrentadas entre sí?   
No, definitivamente no.
Ahora veamos qué pasó con la oposición.
¿Pudieron unificar a todos los opositores al kirchnerismo en una sola lista como pretendía el Grupo Clarín desde un primer momento?
No, definitivamente no.
¿Pero la derecha, al menos, logró unificarse atrás del favorito candidato presidencial para el 2015, el hasta hoy líder del PRO, Mauricio Macri?
No, nada que ver.
¿Pero De Narváez, Scioli, Massa, Macri y Lavagna fueron juntos en las listas como anunciaban antes en Clarín?
No, no y no.
Cada uno fue por su lado y para peor de males, Lavagna no se presentó y Scioli reafirmó su pertenencia al Frente para la Victoria.
Todo mal hasta aquí.
Como estas respuestas expresan la más cruda realidad de lo ocurrido, habrá que concluir que así como el kirchnerismo se desprendió del lastre que arrastraba por derecha, esa derecha no pudo cohesionar sus fuerzas y concurrirá, por lo tanto, dividida a las elecciones primarias de agosto.
De la Sota por un lado, De Narváez por otro, Macri quién sabe dónde.
Con el progresismo placebo pasa otro tanto.
Todos contra todos.
Con esta radiografía no hay otra conclusión que afirmar que las complicaciones que provoca la inscripción de Sergio Massa corren a cuenta de la derecha que él expresa. Divide el espacio conservador y no impacta sobre el oficialismo. Por el contrario: Massa junta lo más viejo y corrupto de la política de los años noventa y abandona lastimosamente el espacio transformador del kirchnerismo.
Cambió a Cristina por el condenado Menem y el disperso duhaldismo.
Masita. Tan “joven” para TN. Tan viejo para la política. 

El Argentino, lunes 24 de junio de 2013

domingo, 23 de junio de 2013

Requiem



Ahora que se que murió Laura Bonaparte, empiezo a estrenar mi última tristeza. Amé en silencio y a distancia a esa gran mujer. La admiré y la admiraré por siempre. Tan bella, tan madre de la Plaza, todas las madres. Laura se fue de a poco. Quizá no quiso que la extrañemos de golpe. Pero lo cierto es que se murió nomás. Y es imposible no largarse a llorar en su despedida. Hay que llorarla sin tapujos, como cuando se canta a viva voz bajo la lluvia que cae. Nunca sabremos cómo tanto dolor cabía en un solo cuerpo. Las hijas, el esposo, los compañeros, las compañeras. Tan igual que Elsa, nuestra querida Elsa de Oesterheld. Un abrazo si llega a Luis, a su familia, al nieto de Laura que conozco y quiero. Y nada más. Chau Laura. Nos estamos viendo.

La revolución dentro de la revolución



Entramos en una nueva fase del proceso de cambio político cultural que se viene operando en la sociedad argentina en los últimos años.

La respuesta conceptual y gestual de Cristina al fallo corporativo de la Corte Suprema, desde Córdoba primero y desde Rosario después, es la continuidad por otros medios de la conducta que tuvo Néstor Kirchner cuando a horas de la derrota electoral en el 2009 acuño la frase: “el mensaje de las urnas es que el pueblo nos pide que profundicemos el proyecto nacional y popular”.

Así, en la adversidad, nació el Kirchnerismo como nueva identidad de mayorías.

Ahora ocurre algo semejante y esa identidad se refuerza.  

Ante las trabas que pone el viejo sistema de dominación, el kirchnerismo demuestra que  redobla la apuesta.

Y todo se conmueve sobre el escenario.

Salimos de una semana donde mientras algunos se tiraban de  los pelos por un lugar en las listas, o por saber si juega o no juega un fulano de tal, Cristina se batió con cuerpo y alma contra los intereses del antiguo país de los privilegios.

La historia anotó en su libretita las grietas abiertas en ese viejo país.

Anótelas y saque sus propias conclusiones.

Por primera vez los capos de la Mesa de enlace de la patronal rural, los mimados de Clarín y La Nación, los que más ganaron con la soja, el trigo, las vacas y la leche de la vaca, los continuadores de la vieja oligarquía, fueron echados del Mercado de Hacienda de Liniers por los trabajadores que allí ejercen su faena diaria. Los echaron, lisa y llanamente, a patrones como Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, Luis Echeverri de la Sociedad Rural y Pedro Apaolaza de las Confederaciones Rurales.

Anote: una grieta ahí.

Por primera vez desertaron jóvenes militantes de una fuerza que supo ser de centro izquierda liderada por el cineasta Pino Solanas. Lo acusan de pasarse con butaca y filmadora a las filas del centro derecha.

Anote: otra grieta allí.

Por primera vez los trabajadores del Grupo Clarín emprendieron una lucha tan  prolongada, reivindicativa y frontal, contra la patronal de Magnetto.

Anote: no es una grieta más.   

Por primera vez la jerarquía de la corporación judicial, Corte Suprema incluida, es cuestionada hasta el caracú por un sin fin de jueces, fiscales, defensores y otros magistrados que conforman el colectivo bautizado Justicia Legítima.

Anote: esa sí que es una grieta grande.  

Por primera vez la derecha dura del país, la que encarna Macri, De Narváez y el peronismo conservador, no pudo amalgamar una lista común de candidatos para competir en las próximas elecciones.   

Anote: es la grieta de los egos.   

Podríamos seguir enunciando las grietas abiertas en el sistema dominante en este último tiempo.

Pero hay una grieta mayor, la que las contiene a todas y esa es la grieta abierta entre el sentido común de la sociedad y el sentido común impuesto desde las clases dominantes. Dicho de una manera más categórica, es la grieta abierta entre la cultura política y los dueños del poder económico mediático. O sea. Nos independizamos de los dueños del poder corporativo. Somos libres. Pensamos por nosotros mismos. 

En este marco habrá que ubicar el reciente fallo de la Corte Suprema negando al pueblo argentino el derecho a votar al órgano político de la justicia, el Consejo de la Magistratura.

Ante las grietas abiertas en los factores del poder dominante y ante el avance inexorable del proyecto de país democratizador, la justicia reafirma su campo de acción y actúa como principal trinchera conservadora resistiendo el cambio que lidera Cristina. 

Todos actúan a cara descubierta. No hay más lugar para las escondidas. Son dos proyectos antagónicos en un país en plena combustión democrática y participativa. 

En la antigüedad, mucho antes de Kirchner, el eufemismo utilizado para dar golpes de estado cívicos militares era el tan mentado “vacío de poder”. Dicho cartelito era colgado en la solapa de cada uno de los gobiernos constitucionales que iban a deponer por las armas. Eventualmente argüían el también mentado “conflicto de poderes”. Lo hacían cuando el Ejecutivo decía una cosa y el Legislativo otra y el Judicial otra distinta. Entonces pegaban un puñetazo sobre la mesa del poder y decían “se acabó”. Y a otra cosa mariposa.

Nótese el cambio sustancial con esta democracia plena donde cualquiera dice lo que les venga en ganas y actúa facciosa y corporativamente como lo hacen los bolsones de injusticia que dominan la escena en los letrados judiciales.

Por eso aquel meneado “conflicto de poderes” que era presentado cual drama republicano, hoy se demuestra farsa.

Hoy el conflicto se manifiesta por donde debe hacerlo: entre el poder político basado en la genuina voluntad popular y el poder fáctico de las corporaciones mediáticas, judiciales y económicas.

No es de menor cuantía y calidad el arsenal con que cuenta la democracia para esta batalla.

Hay un pueblo movilizado con centro de gravedad en la nueva generación de jóvenes que han retomado las banderas del cambio transformador. Esa base cuenta con un liderazgo claro y decidido a dar pelea en nombre de las causas justas: la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Y hay un movimiento kirchnerista organizado, políticamente unificado y culturalmente diverso, que encarna en cada movilización una mística tan fuerte que desafía incluso la posibilidad de cualquier traspié posible en el largo derrotero que viene recorriendo.

O sea. No es un amontonamiento motivado por el éxito fácil. Es un agrupamiento de voluntades que se reconoce en las mejores tradiciones de lucha de este pueblo que somos.

A este proyecto le corresponde una lista electoral que lo exprese en las urnas. Así de simple.

Como se verá, la dialéctica es implacable.

A la fragmentación opositora y a la ausencia vergonzosa de un proyecto opositor en serio, le corresponde la unidad de las fuerzas que gobiernan y la consolidación del proyecto de país que lidera Cristina.

Mirar para cuidar, es la consigna.

Ahora ya sabemos que no es para cuidar sólo el bolsillo.

 

 

Miradas al Sur, domingo 23 de junio de 2013

miércoles, 19 de junio de 2013

Un fallo a medida del viejo país




La Corte Suprema le hizo un corte de mangas al proceso de democratización de la justicia.
“¿Qué es eso de que el pueblo vote a los miembros de la Magistratura?”
“¿Dónde se ha visto semejante atropello contra la tutela que ejerció siempre la corporación judicial sobre la república?”
¿Habrán pensado así los cortesanos cuando emitían su fallo?  
Es un fallo a medida del viejo país.
Los jueces del poder establecido, los camaristas de las cautelares, la corporación mediática encabezada por Clarín y La Nación, la oposición vacía de pueblo y llena de Magnetto, tienen sus razones para festejar.
Al menos por un tiempo.
Las compuertas de la iniquidad están llenas de grietas y el proceso abierto por una sociedad cada vez más inclusiva, más justa y democrática, ya no se detendrá.
Hace 400 años, exactamente, nacía la Universidad de Córdoba.
Por allí pasó la historia de nuestro país y la historia grande de América Latina.
Hoy nos acordaremos del Cordobazo y repasaremos el lapso que fue del 15 al 21 de junio de 1918 cuando estalló la Reforma Universitaria.
Desempolvaremos el Manifiesto de los Estudiantes para embellecer la vida con frases como estas:
Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”.   
“La única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud”.
 “La juventud ya no pide; exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa”.
¿Sentirán alguna vergüenza los opositores al releer el Manifiesto?
En cada hecho fundante de nuestra identidad los argentinos nos reconocemos.
Hoy celebramos uno de esos hechos.
Más allá del fallo de la Corte. Y más allá de Solanas ofendiendo a la juventud; de Macri, De Narváez, Lavagna y De la Sota enfrentándose como perros y gatos; del radicalismo partido; del progresismo placebo y de la justicia fallando a favor de la Rural y De Narváez “perdonándoles” una deuda por 106 millones de pesos.
Más allá de esta mediocridad, la vida continúa su marcha inexorable.  

El Argentino, miércoles 19 de junio de 2013

martes, 18 de junio de 2013

¡Fuera bicho!



Llegaron a media mañana al Mercado de Hacienda de Liniers.
Acostumbrados a prepotear, dijeron que iban para garantizar que se cumpla el lockout ruralista.
Los trabajadores abrieron las tranqueras que los separaban de Eduardo Buzzi de la Federación Agraria y de los otros patrones de la Sociedad Rural y de CRA y les señalaron la puerta de salida para que se vayan inmediatamente.
Algunos les gritaban respetuosamente:
“¡Fuera bicho!”. “Somos laburantes  y no oligarcas como ustedes”.     
“Nos están privando de trabajar y ellos se están llenando de plata”, dijo el Secretario General del gremio, Fabián Ochoa y agregó: “no dejan venir la hacienda, pero aunque en TN decían que va a escasear, los frigoríficos están abarrotados de carne”.  
Increpando a Buzzi expresó: “No sé por qué lo dejaron pasar, el no es funcionario del Mercado para entrar cuando quiere”. Y para que no queden dudas del sector que representa, dijo Ochoa: “Nosotros no podemos facturar por un paro que es patronal, por propios intereses de ellos; esta semana no vamos a recibir hacienda por el paro que están haciendo ellos que se llenan de plata y no la están pasando mal”.
Un día antes las autoridades del Ministerio de Trabajo de Entre Ríos encontraron  trabajando en un establecimiento rural de la provincia a una familia de peones en condiciones infrahumanas.
Un matrimonio y sus cuatro pequeños hijos fueron encontrados viviendo entre lonas y sin los servicios básicos de sanidad y agua potable. 
La justicia investiga los delitos que se cometieron por parte de los dueños y encargados del predio. Desde trata de personas y esclavitud a trabajo infantil.  
En Misiones sucedió algo semejante al detectarse trabajo esclavo en establecimientos agropecuarios. Personal del RENATEA detectó personas trabajando en condiciones infrahumanas durante cuatro inspecciones realizadas la semana pasada.
“Seguimos encontrando invariablemente trabajo no registrado, trabajo a destajo, trata de personas y trabajo infantil”, aseguró su titular, Guillermo Martini. 
En la Argentina se abrieron hace rato las tranqueras de la iniquidad.
Ahora hay que atravesarlas para enfrentar, con la ley en la mano, estas injusticias de las que nada dicen los miembros de la Mesa de Enlace ni el Momo Venegas.
Cuando hoy los ex Combatientes de Malvinas reclamen a la Justicia que acelere las causas por torturas durante el conflicto con Gran Bretaña, estarán dando un gran ejemplo: se puede abrazar una causa justa sin encubrir a los genocidas que participaron en la guerra.
Todo es así en estos días.
La sociedad debe seguir empoderándose, como dijo Cristina.
La Argentina, el país que más crece en la región, merece vivir en paz consigo misma.

El Argentino, martes 18 de junio de 2013



lunes, 17 de junio de 2013

Saqueadores de precios



La Argentina pasó de los saqueos de supermercados en el 2001, a los saqueos de los remarcadores de precios en esos mismos supermercados.  
En diez años pasamos de la desesperación y la hambruna de los más pobres, al lucro y la especulación obscena de empresarios y comerciantes angurrientos de ganancia fácil.
La primera fue la Argentina en su estallido final, resistiendo como se podía, levantando baldosas para inventar el futuro, enjuagando el llanto y el hambre de una niña tucumana.
La segunda es la que no queremos sufrir nunca más: la de los tipos que  antes bajaban las cortinas de sus comercios por temor al saqueo y hoy suben los precios remarcando a destajo cuando llega la noche.
Esos empresarios son la contracara de los pibes con pechera azul y blanca que solidariamente pasan entre las góndolas luciendo una sola frase: “Miramos los precios para cuidar tu bolsillo”.
Estamos hartos de los especuladores de los malos comerciantes, de los malos jueces,  de los malos periodistas, de los malos gobernantes como Mauricio Macri apaleando a los pacientes del Hospital Borda y borrando la Historia de la escuela pública.
Se conoció una encuesta de la Consultora D`Alessio Irol que afirma y demuestra que el 58 % de los empresarios remarcan sus precios en la misma proporción o más que la suba salarial otorgada a los trabajadores.
El 38 % de los empresarios ajustó sus precios en la misma proporción que los aumentos salariales de su sector, otro 14 % subió sus valores entre 5 y 9 puntos porcentuales por encima de la suba salarial.
Otro 6 % del empresariado sostuvo que hizo ajustes que superaron en más de 10 puntos el porcentaje acordado en paritarias.
La Presidenta advirtió en muchas ocasiones esta conducta antisocial y egoísta de algunos empresarios. Lo hizo extensamente cuando presentó el programa “Mirar para cuidar”. Se refería justamente a mirar los precios para cuidar el bolsillo de todos.
Pero la maquinita remarcadora parece que, al menos para algunos, es un fusil de caza mayor contra la esperanza de la gente. 
Es hora de organizarse desde abajo y participar socialmente para que esto no suceda, se piense como se piense. 
Ya sabemos quiénes son los que remarcan: los que formando precios provocan la inflación y de paso buscan la devaluación y el endeudamiento como lo hicieron en el 2001.
Denunciemos en cada hipermercado y en cada gran comercio a los saqueadores de precios que siguen dando vueltas por los barrios, por la city bancaria y por los silos de soja de los patrones rurales.
Si lo hacemos como pueblo habremos de empoderarnos colectivamente como propuso Cristina el 25 de Mayo en la histórica Plaza.
Si así no fuera, que Dios nos libre y nos guarde.

El Argentino, lunes 17 de junio de 2013

domingo, 16 de junio de 2013

La mesa está servida



En estos días te invitan a comprar la destemplanza delivery que transportan los medios, casa por casa, cerebro por cerebro. A esos vendedores del caos y la desesperanza se los ve en la pantalla de la tele, en las radios y los diarios de la corporación mediática, micrófono en mano, diciendo con cara de angustiados: “Vendo una tragedia con relatos morbosos, todo por dos pesos”. “Vendo un crimen pasional que no es pasional sino crimen nomás, pero se los vendo adornado”. 
Vendo, vendo, vendo.
El vecino que compra porciones y retazos de tal perturbación televisada  termina siendo el último eslabón de la cadena del miedo. Y eso sí que es una pena. 
Nada pinta mejor este cambio de época que los monstruos que andan por aquí y por allá agitando y asustando a los incautos (y a los no tanto) que se dejan asustar. En esa grieta que se abre entre lo nuevo que nació y lo viejo que no termina de morir, se agitan los peores fantasmas del pasado. Es uno de los síntomas más repugnantes de todo cambio de época.
El horrendo crimen de la joven Ángeles Rawson impactó de lleno sobre nuestros miedos como sociedad. Bastó que se supiera el hecho para que ciento y un periodistas trocaran de oficio sin pestañear y se convirtieran en sabuesos, detectives privados, fiscales y jueces que acusaban al que se le viniera en gana y rápidamente bajaran el martillo de la cosa juzgada.
El asunto es meter miedo a la población; porque el miedo vende, el miedo espanta, el miedo divide, el miedo descorazona a los empecinados y esperanzados en sostener contra viento y marea que la patria es el otro.
Igual conducta antisocial continuó unas horas después con el triste, lamentable y doloroso choque de trenes en Castelar. De un cañonazo de pantalla y zócalo televisivo borraron las huellas que el día anterior reafirmó la Presidenta inaugurando nuevos pozos petroleros de YPF y pidiendo, casi clamando, que cuidemos lo público, es decir, que nos cuidemos mejor entre todos.
Ese uso y abuso morboso de la imagen seudo periodística tiene su matriz en la conducta delictual que viene empleando el monopolio de medios contra la democracia.
Todo les sirve para golpear a Cristina, para intentar dañar su imagen, para borrarla del mapa si les fuera posible.
Les sirve el crimen de Ángeles, la tragedia ferroviaria, la cuestión litigiosa con un grupo minoritario de los Qom en Formosa, la asunción del nuevo Papa, la inflación generada por los empresarios y comerciantes, les sirve si hay una ola de frío o una ola de calor.
Es la forma miserable que lo viejo tiene de presentar batalla en plena retirada.
Por eso es necesario espantar la destemplanza que nos venden y llamara sosiego y esperanza, con repiques de campanas que suenen más nítidas que la campaña mediática opositora.
Va ganando el pueblo y la democracia esta batalla cultural. Y eso explica muchas de las cosas que vienen pasando.
¿Alguien sabe, por ejemplo, cómo terminaron cerrando las alianzas políticas electorales que se presentaron para las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias? ¿Alguien sabe qué pasó con la “centro izquierda” y la centro derecha del país virtual?
Todo quedó atrapado y tapado por el humo tenebroso de los hechos señalados antes.
¿Fue a propósito o fue mera casualidad?
Repasemos entonces el escándalo sucedido en esas ligas opositoras.
La progresía estalló en mil pedazos. Para darnos cuenta la dimensión del daño que causó la implosión de ese carril en la oposición, sólo basta con decir: el FAP no existe más y Solanas se cruzó a la vereda derecha.
La ruptura en Capital Federal y en la Provincia de Buenos Aires de una fuerza que se presentaba como el recambio posible para el 2015 está confirmando dos añejas presunciones de corte kirchnerista; dicho así para abreviar:
1.- La oposición no tiene líder ni proyecto común que los aglutine sino apenas un puñado de egos que se juntan o desjuntan según sea el lugar que les toque en la cartelera de las candidaturas.
2.- A la izquierda del proyecto nacional, popular y democrático que lidera Cristina, sólo está la fría noche del olvido y el exilio final de hacer política en serio.
Nada puede crecer por ese lado izquierdo de la vida; está todo ocupado por el movimiento popular que protagoniza los cambios desde el 2003.
Hagamos el ejercicio de poner sobre la mesa los nombres de las principales figuras que antiguamente se llamaron FAP y comprobaremos lo antes afirmado.
Por el carril derecho el desastre es igual o peor.
Macri por un lado, De Narváez por otro, De la Sota fue al rincón, Lavagna sólo se quedó con el Momo Venegas, Moyano va y viene entre alguno de ellos. Este panorama caótico confirma lo que venimos pensando  desde hace un buen rato a esta parte: el partido de Magnetto es capaz de quebrar algunas almas,  pero no de construir una alternativa real para las masas. Perdón la antigüedad.  Por eso no es ninguna chicana suponer que se deberían presentar de candidatos el propio Lanata y su patrón Magnetto. ¿Por qué no? Si esa es la derecha concreta.
Ojalá se animen.
“Difícil que el chancho silbe” dicen en el barrio.
No es que “la oposición no estuvo a la altura de las circunstancias”, como ellos mismos admiten.
La oposición no está a la altura de esta democracia inclusiva, que es una cosa distinta.
Y ojala se anime la Suprema Corte a impartir justicia digna para todos. Estamos esperando que se pronuncie con toda contundencia en temas tan cruciales como Papel Prensa y la Ley de Medios.
¿Qué hará con el persaltum que presentó el gobierno para que se pueda cumplir lo establecido por las leyes que atañen a la elección por voto popular del consejo de la Magistratura?
¿Se quedará en el amague de pronunciarse a favor pero fallando en contra?
¿Se imaginan explicando por qué se niega el derecho a votar que tiene el pueblo a sus representantes en el órgano político del poder judicial?
La democracia está próxima a cumplir sus primeros 30 años de vida continuada.
Se merece celebrarlo con una fiesta en las calles y en las plazas del pueblo.
Ojala no se lo nieguen con otra cautelar.  

Miradas al Sur, domingo 16 de junio de 2013