miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Dónde está Mauricio Macri?



Las secuelas del temporal caído sobre Buenos Aires y gran parte del país, siguen haciendo tronar sus reclamos y lamentos.
El comerciante que ofrece su mercadería a precio de costo para salvar algo de lo  perdido.
El automovilista afectado que sufre los trámites para cobrar el seguro.
La vecina que seca como puede la humedad que quedó en su casa.
El electricista que no da abasto para cumplir con las urgencias de sus clientes.
Pero mucha gente se pregunta ¿dónde estuvo Mauricio Macri en estos días de zozobra por el aguacero?
En el conurbano bonaerense los intendentes trabajan a destajo para aliviar dolores y prevenir más daños en caso de llover de nuevo.
Por ejemplo, el jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, dijo ayer que “si no fuera por las obras que hizo el Gobierno nacional hoy se estaría hablando de una catástrofe” y agregó que durante y después del temporal recorrió los barrios más afectados recogiendo personalmente el listado de necesidades más apremiantes.
No lo hizo solo, sino acompañado por legisladores nacionales,  provinciales y comunales, como Andrés Larroque y Andrés Lablunda,  siguiendo instrucciones de la propia Presidenta de la Nación.
Pero mientras tanto… ¿alguien vio a Macri haciendo algo por los afectados por la lluvia? 
Ayer reapareció su jefe de gabinete, Rodríguez Larreta, pero no para llevar una voz de tranquilidad a los vecinos sino para llenarlos de miedo.
“Si vuelve a llover, Belgrano se volverá a inundar”, dijo. 
Esta clase de funcionarios desprestigian a la democracia.
Porque los gobiernos sirven justamente para prevenir estas desgracias. O para buscar soluciones ante las emergencias.
O al menos para llevar una voz de aliento, una esperanza, algo.
Y quién mejor si no el jefe de gobierno de una ciudad para hacerlo.
La denuncia del legislador Juan Cabandié y del auditor de la ciudad, Eduardo Epszteyn, demostrando que el fondo de 40 millones de pesos para las obras en el arroyo Vega está subejecutado desde el 2010, aumenta la indignación colectiva. 
Así pasa con todo.
Es una filosofía de gobierno para el macrismo.
¿O no es así con los subtes y con las obras necesarias para hacer de la ciudad un lugar  más confortable para vivir?
Llueve y la culpa es del gobierno nacional.
El mismo argumento aburrido de Hermes Binner hablando de la mafia narco-policial. Ellos nombran a jefes policiales denunciados por vecinos de su provincia y resulta que “no sabían nada” porque “el gobierno nacional no les avisó”.
Eso sí: son rápidos para los negocios, como el que denunciaron los trabajadores en el Hospital Borda.
Sólo les cabe lo que alguna vez pidió la Presidenta:
“A ver si trabajan, que para eso nos eligieron”.

El Argentino, miércoles 31 de octubre de 2012

martes, 30 de octubre de 2012

Entre San Pablo y la Villa 21-24



Entre la victoria del PT en San Pablo, Brasil y la de los socialistas chilenos encabezados por Maya Allende, nieta de Salvador Allende, en la Comuna de Ñuñoa, en las afueras de Santiago, está el triunfo  de la lista Unidos y Organizados de la Villa 21-24 en Barracas.
Los vientos de América del Sur siguen soplando del centro hacia la izquierda, después de la victoria de Cristina Fernández de Kirchner en octubre del 2011 y la de Hugo Chávez hace pocas semanas.
Los comicios comunales brasileros son considerados un fuerte espaldarazo al liderazgo de Lula y la gestión de la presidenta Dilma Rousseff.
Fueron ellos los protagonistas centrales del último tramo de la campaña de quien comienza a ser considerado el delfín del PT: Fernando Haddad, el alcalde electo de San Pablo.
El PT conquistó 624 alcaldías en total, frente a las 558 que había conquistado en los comicios anteriores.  
Tras la cordillera, en Santiago de Chile, perdió la derecha del presidente Piñera y triunfaron los partidos de la izquierda democrática.  
Quizá el triunfo más emblemático fue el de la nieta del digno presidente Allende; pero también conmueve el de otros dos candidatos, Carolina Toha y Carlos Prats, hija y nieto respectivamente del ex ministro de Allende, José Toha y del General Carlos Prats, asesinado en Buenos Aires por agentes de la dictadura de Pinochet.
La centroizquierda aumentó de 147 a 168 la cantidad de municipios que gobierna, mientras que la derecha, en claro retroceso, descendió de 144 a 121.
Un dato: en los padrones electorales figuraba como ciudadano en condiciones de votar, Salvador Allende.
Dijeron que fue un error de impresión.
Preferimos pensar que Allende demostró que el también sigue insoportablemente vivo en su pueblo.
Como Néstor Kirchner.  
El mismo día, en Barracas, Ciudad de Buenos Aires, la lista kirchnerista encabezada por Cristian Heredia y Zunilda Martínez se impuso a la lista oficialista del PRO de Mauricio Macri, en las elecciones realizadas para elegir a la Comisión Directiva de la Villa 21-24.  
“Volvimos a hacer sonreír al barrio, que estaba apagado y triste”, sostuvo Heredia.
Zunilda Martínez, a la vez, señaló todos los obstáculos que debieron enfrentar por parte de un macrismo que, desesperado por retener la Comisión Directiva en sus manos, no dudó en hacer promesas falsas y prometer dinero a los vecinos.
Según la dirigente, la clave del triunfo fue hacer campaña identificándose con la figura de Cristina.
“La gente sintió que los cambios se realizarán”, dijo.  
Como lo expresaron con su voto los vecinos de esta populosa barriada: va a estar linda Buenos Aires cuando se integre plenamente al proyecto nacional, popular y democrático.

El Argentino, martes 30 de octubre de 2012




lunes, 29 de octubre de 2012

El héroe colectivo entre nosotros





Este 27 de octubre debería ser valorado por los académicos, los periodistas, los analistas, los comunicadores, como un mirador panorámico de la historia argentina y sus asuntos.  
¿Por qué?
Primero, porque nos permitió observar cómo miles de voces, de manos y de cuerpos se movilizaron a lo largo y ancho del país para pintar escuelas, plazas, paseos, parques, reparar los juegos de los pibes en la placita de los barrios humildes, expresando así su homenaje a Néstor Kirchner.  
Luego fueron los actos unificados. En Buenos Aires, en Parque Lezama; y así en cada provincia y ciudad.
Segundo, por que vimos una Plaza de Mayo que se llenó de pueblo al anochecer, de hombres y mujeres que acudieron solos o en familias o en racimos barriales a decir “presente” a la memoria de Néstor.
Tercero, porque esa multitud que se derramó en cientos de lugares recordaba el nombre de Néstor vivando a Cristina; la Presidenta, la compañera, la militante, la conductora del proyecto nacional, popular y democrático.
Paremos aquí.
Constituye todo un dato político comprobar que la fuerza organizada del kirchnerismo probó su tonicidad muscular, tanto en lo organizativo como en su capacidad de movilización y quedó a la vista que cumplió con creces sus objetivos.
Realizar más de 1500 actividades solidarias, en distintos pueblos y ciudades de la Argentina, no es para cualquiera.
Por eso mismo es necesario subrayar la masiva concurrencia espontánea a la Plaza de Mayo. Esa es la reafirmación de lo que alguna vez dijimos en esta columna: el kirchnerismo es una revolución cultural con alta definición política y social; pero no está enlatada en una  estructura fija.
Ninguno de los acontecimientos del día hubiese ocurrido sin la existencia de organización militante ni unidad popular bancando este proyecto de país que lidera Cristina.
Y ya que estamos.
Tanto Oscar Parrilli  hablando en el acto realizado en la ex ESMA, como Juan Abal Medina, en distintas oportunidades a lo largo de la jornada, coincidieron en afirmar que el gran legado que dejó Néstor tiene nombre de mujer: Cristina.
Ese es un dato político mayor en esta coyuntura.
Porque recordar a Néstor, pese a Clarín y sus voceros, no tuvo el atractivo de la nostalgia estéril e impotente de los homenajes con que se recuerda lo que ya es pasado, sino la potencialidad del futuro alumbrando el día a día.
Cuando los entrevistados, conocidos o no, señalaban que Kirchner les devolvió la política como herramienta y la autoestima como nación y pueblo, enseguida agregaban el nombre de la Presidenta.
Esa es la fuerza popular que se prepara para la gran batalla política y cultural del 7D.
Y demostró que tiene con qué darla.

El Argentino, lunes 29 de octubre de 2012


domingo, 28 de octubre de 2012

Cuando a la historia se le vuelan los pájaros





Estamos cabalgando en mitad del río.
A un año de las elecciones que Cristina ganó con el 54 % y a otro de los próximos comicios, es un “buen momento” diría el relator, para observar cómo se paran los jugadores en la cancha.
De un lado, la derecha conservadora hace ingentes esfuerzos por empezar a juntarse, a saber quiénes son, qué quieren, qué buscan, qué proponen.  
Y en esos dilemas se les va la vida. Y se les va el partido. Porque mientras los opositores sigan  divagando en los camarines, sin atinar siquiera a conformar un equipo, el reloj de la historia seguirá corriendo.
Y las jugadas del kirchnerismo, también.
“Todo es culpa de los Kirchner”, dirán algunos furiosos el día que esa sombra de gente que anda buscando un cuerpo que los represente, exprese en las calles su orfandad cacerolera.   
Recordemos que venimos de un transito pesado y violento con aquella dictadura que dejó su cría civil corporativa en muchas partes.
Esa cría procuró que el país del genocidio nos fuese muy ajeno hasta el 2003.
El poder corporativo se daba el lujo de pontificar y diagnosticar sobre las desgracias que ellos mismos habían provocado en la sociedad. Y fue así que pergeñaron la teoría de los dos demonios.
Si esa teoría ponía graciosamente sus huevos en la sociedad, la vida hoy no sería la misma.
Pero perdieron. No contaban con Néstor ni con Cristina.
La historia de los pueblos es así; se abre paso como puede.
Fue Kirchner, insoportablemente vivo como dicen los pibes, el que puso las cosas en su lugar afirmando que había un solo demonio contra la sociedad democrática: el poder hegemónico de las corporaciones.
Así, el Grupo Clarín era quien mandaba cómo jugar el partido, qué decir y no decir, con qué meterse y con qué no.
“El gran censor de la democracia es Magnetto”, alumbró Néstor.
Luego vino Cristina y no hubo más diques ni candados que impidieran que la palabra corra libre. Se multiplicaron las voces y se tonificó la verdad.
En ese estadio estamos, rumbo al 7D.
¿Pero qué pasa en los camarines que no sale a jugar la oposición más que en su versión mediática?
Moyano, quién te ha visto y quién te ve, cerró acuerdos con la progresía de Michelli y compañía y después intercambió rosas blancas con Macri.
Con el Momo Venegas en el medio. ¿Estará Duhalde, como dicen, por atrás?
Mejor que se apuren porque no hay mucho tiempo, si de calendario democrático se trata.
Es que tanto se habla de cacerolas blindadas, que tendrían que separar prudentemente la paja del trigo.
Es importante ubicarnos en el contexto histórico.    
Como si la historia se moviera en tiempos diferentes, la cronología de los hechos más trascendentes ocurridos en nuestro país desde sus orígenes, nos enseña que recurrentemente hay un delay, un retraso, un hiato de tiempo entre esos grandes sucesos y el devenir histórico.
El 25 de Mayo de 1810 se produce la Revolución, pero sin embargo, no se declara la Independencia. Esta llegaría, recién seis años después, en 1816.
Fuimos independientes, pero el Congreso de Tucumán no aprobó la Constitución Nacional.
Recién en 1853, con la derrota de las fuerzas federales que respondían al Brigadier Juan Manuel de Rosas, el país tendría su Constitución.
La ambición de Urquiza fue el ariete para que la oligarquía portuaria encabezada por Mitre y los intereses del Imperio del Brasil, aplastaran el proyecto de nación soberana. 
Pero tampoco tendríamos plena unidad nacional, con Buenos Aires escindida.
Además, los ciudadanos no ejercían el derecho al sufragio universal, secreto y obligatorio.
La ley Sáenz Peña fue aprobada recién en 1912 y aplicada nacionalmente en 1916.  
El primer gobierno popular y representativo de las mayorías fue, precisamente, el gobierno de Hipólito Yrigoyen.
Pero los derechos sociales y laborales significativos y trascendentes, más la plena inclusión de la mujer en la vida política institucional, se daría recién con el primer y segundo gobierno peronista, de 1946 a 1955, año en que Perón fue derrocado por una dictadura cívico militar, como lo fuera Yrigoyen en 1930. 
Este verdadero delay de la transformación argentina nos ayuda a comprender muchas de las cosas que vienen ocurriendo en el tiempo que nos toca vivir.
Sigamos, ahora que la historia nos demuestra que ninguna lucha fue en vano.
El irigoyenismo, por ejemplo, fue derrotado varias veces en sus dignos intentos revolucionarios antes de asumir la plenitud del gobierno.
Perón fue apresado en Martín García y el peronismo vio la luz el 17 de Octubre. Después sufrió el golpe cívico militar, la militancia dejó la vida en la resistencia y 18 años después, Perón volvió triunfante al país. 
Y ahora viene sucediendo algo parecido con el reloj de la historia, aunque es diferente el sustrato que elabora el pueblo en nuestros días.
El 7D, desde esta mirada, es la culminación de un proceso de libertades que se abrió en el 2003 y más tumultuosamente en el 2008 con el debate abierto en la sociedad durante el largo conflicto con la patronal rural.
Con el conflicto se demarcaron fronteras en el campo de batalla cultural y la  ley de medios de la democracia indicó que en esta etapa, todo está por suceder.
Como si el kirchnerismo tuviera incorporado su propio delay, sin precisar otra instancia para hacer los cambios.
Con Néstor y Cristina nos acostumbramos a vivir en actitud de vísperas.    
Y hete aquí que cuando a la historia se le vuelan los pájaros, se forman dos partidos que confrontan: el partido de la transformación y el partido conservador.
Los que avanzan y los que retroceden.  
Llegar a esta instancia, es mérito del kirchnerismo.
En buena hora que la confrontación se de cómo se debe dar entre Democracia versus Corporaciones.
En buena hora que los conservadores se muestren sin maquillajes a la luz de TN y al lado de Clarín.
En buena hora que se les caigan las máscaras.
Sólo falta que encuentren una cabeza visible, un programa, un equipo que los represente.
El equipo del pueblo, mientras tanto, seguirá jugando con su propio estilo, unidos y organizados, defendiendo su destino colectivo.

Miradas al Sur, domingo 28 de octubre de 2012

viernes, 26 de octubre de 2012

Insoportablemente vivo



Gatilló la memoria en el primer paso que dio con el bastón de mando.
Si digo “Proceda”, usted baja los cuadros.
Y dijo “Proceda”. Y terminó la impunidad.    
Néstor Kirchner, que de él hablamos, no será nunca un mero ex Presidente.
Un muerto notable. Un prócer de bronce o mármol. Un recuerdo lejano.
Un adiós en el andén del olvido.
Insoportablemente vivo, dice la militancia con su imagen en las calles del barrio, en la plaza del pueblo, en las paredes que hablan.
Insoportablemente vivo cuando cantan sus consignas, envueltas entre abrazos y buenos deseos.
Néstor no se murió. Néstor no se murió. Néstor vive en el pueblo…
Los enemigos de ese pueblo son enemigos de la democracia.
Y viceversa.
A ellos les hubiese gustado mucho verlo muerto eternamente.  
Y rendirle honores y homenajes, si así cuadra y ordena el protocolo del cinismo.
Pero no.
Néstor Kirchner anda por allí.
Se ríe. Se enoja. La cuida. La mira. La escucha. La ama como siempre.
Y ella que responde gustosa con un beso y un abrazo y una flor y una bandera malvinera, sabiendo que no es posible volver hacia atrás las agujas del reloj.
Los ambiciosos, los egoístas, los mediocres, también hubiesen querido que Néstor sea irremplazable en el recuerdo. Tan pero tan gigante que sea inalcanzable para todos. Menos para ellos, los que inventaron un odioso artefacto que mide la pureza química, por ejemplo, de los que son peronistas y de los que no lo son.
Hace dos años, un 26 de octubre, nos íbamos a dormir dejando todo en orden para cuando llegue el censista. O la censista.
¿Hay café suficiente para convidarles? ¿Hay yerba para unos buenos mates? ¿Compramos galletitas dulces? ¿Están los DNI a mano?
Nos preparábamos para saber, al final de la jornada del Censo 2010, cuántos, cuáles y cómo éramos los argentinos y los que vivíamos en tan vasto territorio nacional. 
Y lo supimos en un solo acto de amor y de dolor cuando escuchamos al día siguiente  que la maldita tele empezaba a decir como un puñal en el pecho: Murió.
No está más. Se fue. No volverá jamás. Se le cayó el alma del cuerpo.
Pero aquí estamos nuevamente. Con todas las banderas. Viendo como Néstor sigue vivo entre su pueblo.
Insoportablemente vivo para los injustos.
Pero viviendo siempre entre los que luchan. Entre los que ríen. Entre los que esperan. Entre los que creen.
Ahora sí, es hora de partir.
Néstor nos devolvió la política, la dignidad y la autoestima como pueblo.
Néstor nos devolvió la alegría y el orgullo de sentir la patria nuevamente.
Néstor nos ubicó en la América Latina para siempre.
Así cantan los pibes de La Cámpora, de toda la militancia. 
Cristina los escucha y sabe que es así. Que Kirchner anda vivo, allá y aquí.  

El Argentino, viernes 26 de octubre de 2012



jueves, 25 de octubre de 2012

La ciudad donde habita el espanto






El veto de Mauricio Macri a la ley de aborto no punible provoca espanto e indignación.
La odiosa medida del jefe de gobierno porteño es un cachetazo múltiple contra varios cuerpos a la vez: el de la ley, el de la Corte Suprema de Justicia, el de los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, el de la democracia; pero por sobre todo, golpea el cuerpo de la mujer.
Seguramente Macri se identifica con el candidato republicano que dijo que “el embarazo producto de una violación es un mandato de dios”.
Con una mano le regaló una rosa a Hugo Moyano y con la otra, firmó el veto contra un derecho de las mujeres. 
Hay que decirlo: las leyes de reparación social son exactamente eso, de reparación. No es que el gobernante o la justicia o los legisladores les otorgan graciosamente un derecho a las mujeres.
Es un pleno derecho de ellas y nada más que de ellas.
Para conservadores como Macri, no hay dudas que la mujer sigue siendo un campo de disputa.
Como lo son los pibes pobres y los viejos pobres y los humildes sin techo.  
Que ningún votante de Macri se olvide a la hora de elegirlo nuevamente: Son 107 vetos en total y promete seguir la zaga.
Todos esos vetos causan espanto y desolación en la gran ciudad.
Ayer, además, se reunieron todos ellos, los conservadores, a rendir pleitesía a los miembros del Consejo de la Magistratura acusados de favorecer al Grupo Clarín.
Es mejor así.
Ahora están delineados claramente los proyectos de país en pugna: el proyecto de la democracia y el de las corporaciones.
Que cada uno se ubique donde quiera, sabiendo que el 7D es la función final del monopolio.
Sugerimos la lectura de los discursos de algunos miembros notables de la oposición.
No tienen desperdicios. Federico Pinedo criticó a la Presidenta por presionar a una jueza, dijo, por “acusar a su padre de algunas cosas, como delitos de lesa humanidad”.
Pavada de delito.
Vaya que es generosa esta democracia.
Más allá del espantoso respaldo político de la oposición a Recondo, Aguad y otros, ocho jueces subrogantes tendrán que dar alguna explicación cuando se encuentren frente a la Comisión de Acusación y Disciplina del Consejo de la Magistratura que los citó para hoy. 
Otro acto opositor fue el que realizaron ayer frente al Congreso las huestes de la CGT de Moyano y la CTA disidente de Michelli.
Faltaba Macri y largaban la campaña electoral. 
Más allá, en la Av. 9 de Julio, un reducido grupo de manifestantes se daba el lujo de cortarles el paso a miles de personas que transitan día a día por la vía central de la ciudad.
¿Por qué no fueron desalojados de allí? Porque la fiscal contravencional les permitía el corte.
Tan bella ciudad no se merece tanto espanto.

El Argentino, jueves 25 de octubre de 2012

miércoles, 24 de octubre de 2012

Cuando el pueblo manda




La democracia se ejerce todos los días del año.
Pero hay un día donde el pueblo manda: ese es el día de las elecciones, del voto en las urnas, del cuarto oscuro y del padrón en las escuelas.  
Por esas orillas anduvo ayer el discurso de la Presidenta.
El titular de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera, se expresó en igual sentido.
La presencia de dirigentes radicales, como Leopoldo Moreau y otros, más la del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, dieron un marco  republicano y democrático al acto.
El centenario del sufragio se merecía celebrarlo así, dando cuentas del camino de mayor ampliación de derechos sociales inclusivos desde entonces.
La llamada “ley Sáenz Peña”, la que estableció el voto universal, secreto y obligatorio en la Argentina en 1912, es la ley que abrió las puertas de la inclusión política institucional en el amanecer del siglo XX.
Antes, era la ley de la selva.
Ganaba el que tenía más dinero y poder.
Ganó Rivadavia haciendo votar exclusivamente a los grandes propietarios de la tierra. Ganó Bartolomé Mitre que, según reconocía Sarmiento, hacía votar hasta a los muertos.
Ganó el que pagaba mejor el voto.
Ganó el que infundía el terror entre los electores.  
Ganó el que obligaba a decir a voz en cuello el nombre del candidato.
Ganó el que montaba la mejor ingeniería del fraude electoral.
A esa República oligarca, de fraudes y de terror, Hipólito Yrigoyen llamaba “el Régimen”.
Y contra ese estado de cosas se alzó en revoluciones.
Fueron varios alzamientos comandados por Alem y don Hipólito.
Hasta que la oligarquía, decide abrir las compuertas e impulsar una reforma que implique el voto universal masculino.
El que la dicta es el presidente Roque Sáenz Peña.
Pero el que la logra en verdad, es Yrigoyen con su intransigencia patriota.
Con el viejo caudillo radical, aquella oligarquía pretendió lo mismo que la dictadura de Lanusse quiso hacer con Perón: entramparlo en las redes del sistema.
Ambos líderes populares, Yrigoyen y Perón, aceptaron el desafío y terminaron ganando,  ampliamente, junto al pueblo que los acompañaba.
Sólo los gobiernos auténticamente democráticos garantizan la ampliación del sufragio electoral.
Por eso Eva Perón y el peronismo establecieron que el voto sea un derecho también para las mujeres.
Y por eso Cristina impulsó las primarias abiertas y el voto desde los 16 años.
Los golpes cívico militares en 1930, en 1955, en 1966 y en 1976, por el contrario, impidieron violentamente el libre ejercicio de este derecho ciudadano.
Que el pueblo cante y se exprese libremente todos los días.
Para decidir nuestro destino colectivo, nos vemos en las urnas.
Allí donde el pueblo manda.

El Argentino, miércoles 24 de octubre de 2012

martes, 23 de octubre de 2012

Fondos buitre y buitres en el fondo




El Museo del Bicentenario es en los últimos tiempos, el escenario donde la Presidenta reafirma el rumbo histórico que la Argentina vive.
Así ocurrió también ayer.
“Con la dignidad del país no se va quedar ningún fondo buitre”, afirmó Cristina ante la multitud  que cubría el lugar.  
“Algunos defienden a los fondos buitre que han violado todas las reglas internacionales creyendo que van a extorsionar y presionar al país; pero mientras yo sea Presidenta, podrán quedarse con la Fragata pero no con la libertad, la dignidad y la soberanía de los argentinos”, expresó Cristina Fernández de Kirchner.
De este modo, poniendo las cosas blanco sobre negro, la Presidenta se encontró con los 40 millones de argentinos a través de la Cadena Nacional.
Anunció un fuerte impulso al sistema de Seguros a través del Plan Estratégico 2020-2020 y un Proyecto de ley sobre Mercado de capitales.
Mientras hablaba, pensábamos que afuera del país nos acosan los fondos buitre y adentro, revolotean otros buitres en el fondo de nuestra propia casa común, que es la Argentina.
Vergüenza ajena.
Las Abuelas de Plaza de Mayo cumplieron 35 años de lucha en la búsqueda y la identidad de los pibes secuestrados durante la dictadura cívico-militar y se reunieron con la Presidenta para celebrarlo.
En Ginebra, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, se reunió con representantes de todo el mundo en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que brindaron un masivo apoyo a las políticas que aquí se desarrollan en orden a los juicios de lesa humanidad, democratización de los medios de comunicación, educación, salud, matrimonio igualitario, migraciones y otras.
Mientras la Presidenta recibía en su despacho a las Abuelas y luego al popular cantante mexicano Luis Miguel, lejos de allí se encontraban, para algarabía de la derecha conservadora, Moyano, Momo Venegas y Macri.  
Como decíamos ayer, una de las grandes corporaciones mundiales de la comunicación, la compañía Bell, anunció la compra de Astral, empresa de medios de Canadá.
Otros jugadores canadienses, más las ONGs que representan a usuarios y consumidores, pusieron el grito en el cielo denunciando la concentración monopólica que produciría tal operación.
Es exactamente eso lo que el Grupo Clarín representa desde hace décadas.
¿Y que hizo la CRTC, o sea, el AFSCA canadiense? Lo que se esperaba, es decir, rechazó la operación.
Los fundamentos para impedir la compra fueron varios, pero sobresalen dos: que la transacción traería una reducción de las ofertas en programación y que disminuiría la cantidad de voces mediáticas.
¿Le suena conocido?
El 7D pondrá también aquí las cosas en su justo lugar. 



El Argentino, martes 23 de octubre de 2012

lunes, 22 de octubre de 2012

El siglo del multilateralismo



La crisis terminal del mundo bipolar entre los dos gigantes del siglo XX, la ex URSS y los EE.UU., derivó en el mundo unipolar y hegemónico ejercido por la potencia del norte, los EE.UU., durante el fin del pasado siglo.
Fue así hasta que los tres mosqueteros, Kirchner, Lula y Chávez, hundieron el ALCA en la bella Mar del Plata en 2005.
La crisis terminal de ese mundo unipolar, que vino a proclamar el fin de las ideologías y el fin de la historia, derivó en esta crisis política que conmueve a Europa y achica la influencia decisiva y determinante de los EE.UU. y transforma las relaciones internacionales en el marco de un mundo multipolar, donde las contradicciones y las diferencias están a la luz del día.
El mundo se mueve en bloques, en regiones, en parentescos territoriales y políticos que alumbran la nueva época.
En ese mundo multipolar la América Latina es la única región que crece económicamente y donde la decisión soberana de sus pueblos se hace en paz y en democracia.
Y allí estamos nosotros, los argentinos.
Pero estamos todos los sectores, más allá de nuestras pertenencias políticas, ideológicas y culturales. Y más allá del poderío económico de cada sector local, sea estatal, sea privado.
¿Adónde vamos con esta reflexión? A demostrar que vivimos un tiempo donde el mundo y la sociedad latinoamericana en particular, marchan hacia un estadio cada vez más democrático y antimonopólico.
En consecuencia, ya podemos ir al grano y afirmar que la Ley de Medios de la democracia y en particular el artículo 161, marchan en la misma dirección que marcha el mundo.
El mundo se desmonopoliza.
No hay más que conocer y saber leer e interpretar lo que pasó la semana pasada con la poderosa empresa de comunicaciones Bell, en Canadá.
Resulta que pretendió asociarse con Astral, otra gran empresa y desde el organismo estatal que regula las comunicaciones, el AFSCA canadiense pongamos, se lo impidieron.
Allí no admiten concentraciones monopólicas.
No es que pasó en Cuba o en Venezuela.
Pasó en Canadá, principal socio comercial y político de los EE.UU.
Mañana ampliaremos.
Cuando venga la SIP a Buenos Aires, a defender a sus socios empresarios del monopolio Clarín, sólo habrá que llevar un cartel que les diga: “No busquen hacer aquí lo que no  pueden hacer en Canadá ni en los EE.UU.”; países donde se refugian los poderosos dueños de la SIP.
Los planetas se van alineando esta vez.
Los justos peleamos para que se cumpla la ley.
Y los injustos pelean para que no se cumpla ley.
Habrá novedades esta semana.
Recondo fue descubierto. La trampa fue descubierta.
Ojalá la justicia se despegue definitivamente de las operaciones corporativas.  
Ya estamos grandes.

El Argentino, lunes 22 de octubre de 2012

domingo, 21 de octubre de 2012

Con todas las banderas



La bandera argentina que flameó el 28 de setiembre de 1966 en las Islas Malvinas, izada por Dardo Cabo y sus compañeros del Operativo Cóndor, ahora luce quieta, eterna, insurrecta, junto al altar de la Virgen de Itatí, allá en Corrientes.
Conmueve ver esa bandera allí. Tan llena de historia, de patria y utopías.
Al mismo tiempo es como si ella nos mirara y nos preguntara cosas y nos contara sus memorias. Y uno siente al verla que, de pronto, nos pregunta por Dardo.
Cómo decirle que a Dardo lo mataron una noche de frío en plena dictadura después de arrancarlo de la cárcel.
Y entonces siente que la bandera pregunta ¿fueron los ingleses los que lo fusilaron?
Y es allí cuando el dolor se transforma en vergüenza.
Porque la respuesta es que fueron los genocidas de la dictadura los que lo asesinaron.  
¿Es decir que los asesinos nacieron aquí, en la Argentina, en la misma tierra donde nació, creció y luchó Dardo Cabo y sus compañeros?
La que interroga es la bandera de Manuel Belgrano, la del Gaucho Rivero, la de los héroes muertos en Malvinas.
Y una lágrima asoma y no se sabe si es la hermana de Dardo la que llora, presente en la ceremonia, o es la propia bandera. O es uno. O somos todos.
Tristán Bauer observa la escena y se me da por creer que estará pensando que si no tiene sol, la bandera no es de guerra sino de amor y si es de amor, el pibe de Infancia clandestina la izaría sin pudor alguno.
Lo cierto es que la Presidenta cumplió con su palabra y se vino hasta Itatí como peregrina, dijo, a traer la bandera de una generación, para dejarla allí donde anda el pueblo con sus plegarias, sea en tiempo de amores, sea en tiempo de dolores.
Ahora está donde tiene que estar, para que nadie olvide de dónde venimos y hacia dónde vamos.  
Este acto profundo que encabezó Cristina junto al pueblo, es un acto que mira hacia adelante.
Que nadie se haga el distraído. Se está discutiendo poder en la Argentina. Se está definiendo qué tipo de democracia estamos construyendo, por un lado y qué tipo de democracia tutelada, colonizada, monopolizada, pretende resguardar el Grupo Clarín y sus testaferros políticos y mediáticos.
Por eso el 7D es una fecha bisagra que abre una puerta al futuro y cierra otras puertas al pasado.
Por esa puerta abierta habrá que pasar ordenadamente con todos los que quieran.
Y con los que no quieran también.
Por eso la caída del monopolio de la comunicación en el siglo XXI hace el mismo ruido que hizo el fin de la esclavitud en la Asamblea de 1813.   
En esta época donde lo intangible, como el conocimiento y la esperanza o su reverso, la ignorancia y la desesperanza, precisa de los medios para imponerse, disponer de ellos para expresarse es la llave maestra de las puertas que abrimos y cerramos.
De eso se trata la disputa por la palabra y de eso se trata la balacera de Clarín contra la democracia.
Cuando la Presidenta afirma que esta fue una década ganada para los argentinos está diciendo, creemos, que recuperamos el Estado y la política.
Porque cuando perdimos una década fue cuando perdimos el Estado como pueblo y como nación y la agenda política la decidían en el directorio de Clarín.
Hoy se resignifica la vida en democracia.
La propia categoría de “usuario-consumidor” puesto en términos culturales, no sólo funcionales, aparece a la luz de esta nueva época como una categoría de la prehistoria. Es decir, antes del 25 de Mayo de 2003.
La sociedad democrática tiene ciudadanos. El mercado, consumidores.   
Pero cuando el mercado es el que manda, impone sus categorías a la democracia, impone sus odiosas diferencias, sus exclusiones, sus monopolios. Y así reproduce su propia lógica sin estorbo alguno.
Hasta que alguien se atreve y le pone el cascabel al gato.
Por eso, ahora que volvió el Estado y la política, esa maquinaria montada en la década perdida deberá desmontarse hasta el último tornillo.
¿Y después qué? Preguntará usted. Por que de nada valdría dedicarse a deconstruir el monopolio si al mismo tiempo los sectores populares y democráticos no se abocan a construir nuevas herramientas de comunicación, nuevas vías, nuevos medios para instrumentar el tránsito de millones de voces que se quieran expresar, diciendo lo que quieran decir.
Allí donde el constructor encuentra escombros, limpia el terreno antes de construir un nuevo edificio.
En eso anda la Argentina real. Sabiendo que tener medios que sean un servicio público y no un coto de caza, implica necesariamente la pluralidad de voces.
Multiplicar es la tarea, canta Baglietto.
Esto debe ser así; porque la visión que tengamos de la comunicación dependerá de la visión que tengamos de la democracia, de la sociedad, de la historia larga y corta, de la ampliación de derechos.
Podríamos afirmar que aquel círculo vicioso y pernicioso entre la política y los grandes medios, se rompió en la Argentina.
Pero nada es para siempre porque sí. No hay determinismo que valga.
Que sea para siempre requerirá dar un nuevo salto en esta encrucijada; es decir, institucionalizar los nuevos derechos conquistados, como dice Cristina. Sacarle todo lustre partidario a las conquistas alcanzadas desde el 2003 para que sea el conjunto de la sociedad quien se apropie culturalmente de ellas.
Alguna vez Néstor Kirchner leyó un poema de Joaquín Areta, “Quisiera que me recuerden”.
Y vaya si lo recordamos.
Aquel poeta y militante peronista, desaparecido por la misma dictadura cívico militar que robó y entregó el monopolio de Papel Prensa a Clarín y La Nación, escribió este otro poema:
“Quién de nosotros será el que llegue con la bandera, quién pese a los despechos mantendrá la frente clara, quién sin resentimientos sabrá conservar su fuerza para combatir mejor. Quién será aquel hombre para quien sus amarguras sean sólo desgarraduras y no la fuente de su fuerza; quién me pregunto yo será siempre el equilibrio entre lo que se debe y se puede. Más allá de mi horizonte, de mi vida, de mis años, me inclino ante aquel hombre y le exijo conducir”.
Ya viene clareando el día. Y esta vez, viene con todas las banderas.

Miradas al Sur, domingo 21 de octubre de 2012
 

viernes, 19 de octubre de 2012

Una bandera de Malvinas a Itatí



Escribo esta columna mientras volamos rumbo a la provincia de Corrientes.
Con escala final en Itatí.
El avión luce un extraño paisaje humano de curas párrocos barriales, de periodistas y cronistas, de ex soldados combatientes de Malvinas, de artistas populares, de algunos funcionarios de gobierno.
Los une un sentimiento de emoción y épica, de deber cumplido y de pasión por la patria.
La delegación multicolor acompañará a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, hasta su llegada a la Basílica de la Virgen de Itatí, donde hará entrega de una de las siete banderas argentinas que flameó en nuestras Islas Malvinas el 28 de setiembre de 1966 durante el Operativo Cóndor, protagonizado por jóvenes militantes peronistas conducidos por Dardo Cabo.
Las voces y los testimonios se suceden en el vuelo.
Debo hacer esta nota en las alturas y enviarla cuanto antes. Pero también quiero escuchar las historias que se cuentan.
Que la compañera de Cabo, María Cristina Verrier, la única mujer del Grupo “Cóndor” le manifestó a la Presidenta que a ella, quizá también a Dardo, le hubiese gustado que una de las banderas esté en Corrientes, en honor a los soldados correntinos que cayeron en Malvinas.
Y allá vamos entonces.
Que otra de las banderas ya se encuentra en el Mausoleo que recuerda a Néstor Kirchner en Río Gallegos, Santa Cruz.
Que otra estará en el Patio Malvinas Argentinas, en la Casa de Gobierno, la casa del pueblo.
Que otra estará en el Museo del Bicentenario.
Que otra seguramente irá hasta Luján.
Que otra estará en el Congreso de la Nación.
Que otra lucirá su orgullo en el Museo y Memorial Islas Malvinas a inaugurarse en el 2013.
Imposible no emocionarse cuando algunos cuentan cómo se le ocurrió a Dardo Cabo bautizar Puerto Gaucho Rivero al tan inglés “Puerto Stanley”.
Imposible no indignarse cuando se recuerda que el dictador Onganía los condenó a la cárcel  luego del gesto heroico de aquellos muchachos peronistas.
Imposible evitar este dolor, aquí en el pecho, cuando se cuentan detalles del asesinato de Dardo por los genocidas de la dictadura cívico militar, luego de arrancarlo de la Cárcel de La Plata en 1977.
Esta bandera, bien custodiada, es la que llevó Dardo, Cristina y otros militantes hasta Malvinas y que hoy quedará acunada para siempre en el regazo de su pueblo.
Cómo no decir que en este mismo instante las Madres de Plaza de Mayo cumplen sus 1800 Marchas rodeadas del amor de tanta gente.
La patria duele a veces.
Pero la patria vive y crece en la memoria, la verdad y la justicia que esta vez protagonizamos todos.  
Anuncian que vamos a aterrizar. Y el corazón late más fuerte.
Como si fuésemos a bajar en Malvinas.

El Argentino, viernes 19 de octubre de 2012


jueves, 18 de octubre de 2012

Dueños de nuestro tiempo



Eran jóvenes los que hicieron el 17 de Octubre.
Y serán jóvenes los que ahora votarán desde los 16 años.   
El Senado debatió esa ley, agendó un proyecto para legislar con el per saltum a la Corte en causas federales obstruidas en tribunales insensibles y solicitó que también la  Corte resuelva el impedimento opositor para designar jueces constitucionales.
El Consejo de la Magistratura citó a los consejeros cuestionados por esa causa.
La Presidenta viaja hoy a Itatí, Corrientes, a depositar solemnemente en la Basílica local, una de las siete banderas que Dardo Cabo, Cristina Verrier y otros jóvenes peronistas hicieran flamear en 1966 en nuestras Islas Malvinas en el marco del Operativo Cóndor.
Esta historia negada por quienes se creían los “dueños de la palabra” en las últimas décadas, es reivindicada hoy como un gesto de amor con la patria.
Aquel contexto represivo y colonizado, estaba en las antípodas de esta democracia.    
Fue cuando el dictador Onganía usurpaba el sillón del Presidente Arturo Illia.
Quienes con su silencio cómplice o con sus tapas de Papel Prensa fueron la costilla civil de la última dictadura, tendrán que rendir cuentas del asesinato de quien enarboló la bandera que hoy viaja a Corrientes: Dardo Cabo.    
Pero ayer pasó de todo.
La militancia y la Presidenta junto a los Intendentes bonaerenses recordaron, en distintos actos, el 17 de Octubre.
El discurso presidencial fue de antología.
El Consejo de Seguridad de la ONU oficializó la queja argentina por los ejercicios militares ingleses en Malvinas.  
Lula se reunió con la Presidenta y los dirigentes de Unidos y Organizados.
Por la noche se sumó el derrocado Presidente paraguayo, Fernando Lugo.
El gobierno procura aquí y en Ghana, liberar la Fragata Libertad.
Abal Medina dijo que el gobierno no se dejará apretar por los fondos buitres; por el contrario, seguirá con su modelo de inclusión social.
Siguen los ecos del bochorno protagonizado por Moyano en el Congreso ofendiendo al diputado Héctor Recalde.
En Oslo comenzó el dialogo entre el gobierno colombiano y las FARC.
Uruguay despenalizó el aborto y se ubica junto a la Argentina entre los países con más libertades de la región.
Martín Sabbatella, titular del AFSCA, reafirmó la decisión del organismo de intervenir de oficio al día siguiente del 7D con todo Grupo mediático que se niegue a cumplir la ley.
Y si todo pasa ahora es porque somos dueños de este tiempo histórico.
Pese a que Macri dijo ayer que con una bici “somos dueños de nuestro tiempo”.
No es por la bici que lo somos. Sino por tener gobiernos que apuestan al desarrollo con inclusión social, a la pluralidad de voces, a la UNASUR.
Como el de Cristina, por ejemplo.

El Argentino, jueves 18 de octubre de 2012



miércoles, 17 de octubre de 2012

Con las patas en las fuentes



Ahora que el 17 de Octubre del 45 se presenta tan cerca de los tiempos que corren, quizás llegó el momento de decirlo: el peronismo es un movimiento literario de masas, a tal punto que creó la primera persona del plural.
Cuando mojó las patas en las fuentes de la Plaza, mojaba las plumas con que escribiría la verdadera historia.
Quien quiera oír que oiga.
Se dijo ya que los trabajadores, con Perón y Evita, crearon el peronismo como la expresión del movimiento nacional y popular del siglo XX.  
Y es así.  
Pero también hay que decir que el peronismo vino a quebrar la narrativa popular en dos.
Antes y después del 17 de Octubre.
Antes eran los conservadores de la oligarquía y sus testaferros vendiendo un solo relato de la historia.
Lapidario para las clases populares.
Triunfal para los vencedores de las clases pudientes.
Después, el pueblo descamisado resolvió en Plaza de Mayo el conflicto con el sistema político y literario que lo dejaba afuera.
Y empezó otra historia.
Decía Arturo Jauretche: “El país ya era otro país y no quisieron entenderlo. La nueva realidad no cabía ni en el sindicalismo, ni en los partidos políticos preexistentes. El 17 de Octubre, más que representar la victoria de una clase, es la presencia del nuevo país con su vanguardia más combativa…lo viejo no comprendía al país nuevo, tampoco se dio cuenta que ya no podía representar la dirección del país y  mientras discutía sus rivalidades, el nuevo actor tomó posesión del escenario”.
Esta cita formidable de don Arturo, rescatada por Norberto Galasso en su obra “Perón”, complementa esta otra de Leopoldo Marechal: “Me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban…cantando…el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular y en seguida su letra: Yo te daré, te daré patria hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con P: ¡Perón! Y aquel “Perón” resonaba como un cañonazo. Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo hacia la Plaza de Mayo. Vi, reconocí y amé a los miles de rostros que la integraban; no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina invisible que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar a sus millones de caras concretas y que no bien la conocieron, les dieron la espalda. Desde aquellas horas, me hice  peronista”.
“Era el subsuelo de la patria, sublevado”, agregó brillantemente Scalabrini Ortiz.
El pueblo, desde entonces, fecundó la democracia; por eso hoy vuelve a escribir la historia.
Pensándolo así, el 7D también nos habla de esto.
De una democracia en estado de gracia.

El Argentino, miércoles 17 de octubre de 2012