martes, 31 de julio de 2012

El Mercosur no aró en el mar



Al final de su vida, Bolívar decía lleno de tristeza: “hemos arado en el mar”.
Sin embargo, dos siglos después, hoy brilla una nueva estrella en el cielo suramericano: la República Bolivariana de Venezuela.
Y el faro del Mercosur ilumina con sus mejores luces todo el continente.
Del Caribe a Las Malvinas, ida y vuelta.
Que ocurra en medio de la tormenta política económica global más terrible que haya  padecido el planeta, significa otra gran victoria para la Patria Grande.   
San Martín, Bolívar y Artigas andarán sonriendo por algún lugar del cosmos.
Hoy es un día histórico y  hay que celebrarlo.
Tentados estamos de quedarnos respondiendo las emboscadas que tienden contra el pueblo día a día.  
El bombardeo infame de Clarín y La Nación, amplificado por su cadena del odio y el desánimo, obliga a presentar batalla en nombre de la esperanza.
Allí anda el honorable periodista, Víctor Hugo Morales, respondiendo las infamias.  
Allí anda Juan Abal Medina desmintiendo las mentiras del diario que deforma la verdad.  
Allí anda el ministro Alak poniendo las cosas en su lugar con la justicia, la cárcel y los presos que cumplen su condena, pero sin perder su condición de personas.   
Allí anda el industrial Mendiguren respondiendo con un mensaje productivo a ese odio  tan parasitario que derrama Biolcati.
Allí anda Mercedes Marcó del Pont reafirmando el valor y la seguridad  del nuevo billete con el rostro de Evita.
Son partes del fogoneo diario.
Pero no debemos confundir lo principal de lo accesorio.
Y lo principal de la semana es este nuevo Mercosur y el fin del Corralito, el viernes 3 de agosto.   
Dicen que Venezuela tuvo que esperar 6 años para ingresar.
Si el calendario incluye el Bicentenario, tendríamos que decir que atravesamos 200 años de soledad para organizarnos definitivamente.
La última Cumbre en Mendoza convocaba a “todos los países de América del Sur para que en el complejo escenario internacional actual se unan, para lograr que el proceso de crecimiento e inclusión social protagonizado en la última década en nuestra región, se profundice y actúe como factor de estabilidad económica y social en un ambiente de plena vigencia de la democracia en el continente”.
Y allí va la Patria Grande con todas sus banderas.  
Con sus reservas de gas y de petróleo, con sus ríos, sus mares, sus montañas, sus acuíferos, su biodiversidad, sus 13 millones de Km. cuadrados, sus 250 millones de habitantes,  su PBI de más de tres millones de millones de dólares al año, sus alimentos, su historia y por sobre todo, su pueblo, su gente, sus jóvenes, sus trabajadores, sus científicos, su democracia inclusiva.
Como se verá, el Mercosur no aró en el mar.  

El Argentino, martes 31 de julio de 2012


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lunes, 30 de julio de 2012

El país de Tecnópolis



Vivimos Tecnópolis este fin de semana.
Lo quisimos recorrer de punta a punta, pero no nos alcanzó el tiempo. “Paciencia”, nos dijimos. La próxima entramos por la otra punta.
Allí está el país de los argentinos. Con sus maquinarias. Con sus juegos. Con su ciencia. Con sus viviendas y escuelas. Con sus dinosaurios. Con su historia patria y un Belgrano y un San Martín agigantados como se merecen. Con banderas argentinas, aquí y allá. Con sus aviones y trenes, los que fueron y los que serán. Allí están las provincias. Pero por sobre todo, allí estamos nosotros, los ciudadanos. Nosotros, los pibes que juegan y corren por todos lados. Allí está el pueblo de pie. Y que camina. Y ríe. Y se asombra. Y se emociona cuando ve a Néstor volviendo en ese lugar donde se lo recuerda tan lleno de vida.
Si alguien creyó que Tecnópolis era una muestra del futuro, les decimos que no.
Es un retazo de nuestras vidas hoy, aquí y ahora; es la Argentina mostrando todo lo que supo construir y reconstruir en estos años.
Tecnópolis es la memoria colectiva disparando una jabalina hacia el futuro.
Pasan los músicos y los tamborileros, pasan los zancudos y los trapecistas.
De pronto vemos a un hombre leyendo un diario destornillado de risa. Nos acercamos respetuosamente para compartir. Aquí todo se comparte.
El hombre compara lo que lee en Clarín con lo que vive y vivimos. Y no puede creer tanta mentira, tanta hipocresía, tanta alienación. Nos ve y nos dice: “Pero miren lo que dicen estos cosos” con claro tono litoraleño. “Se volvieron locos”; “es como cuando dijeron que los millones de argentinos que lloramos a Néstor  éramos de Fuerza Bruta o algo así ¿se acuerdan? Bueno, ahora dicen que todos los que aquí estamos somos presos a los que sacan de la cárcel para hacer número” y remata con una sonora carcajada: “¡Presos estábamos antes de Kirchner!”.
Menos mal que a los sabios del pueblo les da por la risa.
Esa es la Argentina, la de Tecnópolis, la del país real, la de las multitudes.
Nos vamos: esta semana que hoy se inicia debería ser declarada la Semana de la Liberación.
Mañana, martes 31 de julio, se integra plenamente la hermana Venezuela al Mercosur y el viernes el país se libera definitivamente del corralito que dejó Cavallo y el neoliberalismo.
Saber dimensionar estos dos hechos nos dará la medida de la historia grande que venimos construyendo con Cristina y un poquitín más allá con Dilma, Chávez, Evo, Mujica, Correa, Castro, y el pueblo paraguayo. 
Un mensaje final: esta semana acordémonos todo lo que sufrimos cuando gobernaban los opositores de hoy. Y disfrutemos del país que reconstruimos con Néstor y Cristina.
Y como dijo Benedetti: “Llorá, pero no olvides”.

El Argentino, lunes 30 de julio de 2012









domingo, 29 de julio de 2012

Evita y el regreso del Movimiento



Regresó Evita en millones de puestos de trabajo y otras conquistas sociales.
Regresó la política y el Estado. Regresó la juventud.
Tenía que suceder entonces: regresó el Movimiento.
Una categoría distinta y superadora de los clásicos partidos políticos que nacieron, crecieron y se agotaron en el siglo XX.
Esta es una señal de cambio paradigmático no siempre consignada en los análisis de coyuntura. Será, probablemente, porque la raíz y la dinámica de los movimientos populares, si bien impactan sobre lo inmediato, interpelan y convocan a cambiar la historia.   
Por eso el acto de José C. Paz en memoria de Evita, este 26 de Julio, tuvo la pasión, la militancia, las contradicciones, el orden y el desorden de las multitudes, los empujones, los olores y sabores que sólo genera el Movimiento. Nadie más.
Esta vez, es un pueblo en movimiento tras un proyecto de país conducido por Cristina Fernández de Kirchner.
Vale escudriñar las razones profundas de este nuevo liderazgo político en la sociedad. Al no existir un paralelo en otro costado de la política, no podemos cotejar  representatividades, al menos en el tiempo que llevamos de democracia. 
Queremos bucear en esas razones hasta encontrar el lugar desde donde se construye esta legitimidad del siglo XXI, tan novedosa como histórica.
Se hace evidente que Néstor y Cristina construyeron una nueva síntesis con raíz peronista que supo unir lo mejor de su frustrada Renovación, lo mejor de la democracia argentina y latinoamericana y lo mejor que tenemos, que es el pueblo.
La resultante es la reconstrucción del Movimiento, en su única misión histórica posible que es la transgresión, la rebeldía, la reparación y la construcción de derechos sociales. Barajar y dar de nuevo, bajar “próceres” anquilosados y odiosos y subir a los hacedores de nuestra historia, enfrentarse con los poderes económicos locales e internacionales, es su sello distintivo.  
Es Movimiento en tanto se nutre de las mejores tradiciones políticas y culturales; aunque se parezca poco a los elementos que lo integran.   
Incorpora la renovación política y generacional, pero no es la esterilizada Renovación peronista de inicios de la democracia.
Incorpora la cultura movimientista, en tanto es expresión de multitudes que protagonizan la política, que la hacen suya, que la resignifican;  pero no es el viejo movimiento en su fase achacosa, caótica y anarquizada.
Incorpora a la Revolución de Mayo en tanto Revolución liberal democrática.
A las banderas de Artigas, en tanto fuente del Federalismo.
A Juan Manuel de Rosas y a los Caudillos del interior, en tanto combatientes de la soberanía y el desarrollo nacional autónomo.
A Yrigoyen y Perón en el camino ascendente a la inclusión y la justicia social.
Y al mismo tiempo incorpora, las luchas de los obreros anarquistas y la Resistencia peronista.
Es Movimiento, no porque sea el lado B de un viejo disco rayado, sino porque se corresponde con este nuevo siglo.   
Tiene proyecto. Tiene conducción política. Tiene mística. Tiene pueblo. Tiene juventud. Tiene raíces culturales hundidas en lo mejor de la historia de la patria.
Y tiene el gobierno y sabe cómo se gestiona.
No entender este nuevo emergente de la realidad, transforma a los opositores en fantasmas errantes incapaces de comprender y asir las cosas y los sucesos.
Pero las cosas están y los hechos suceden. Dicho a la vieja usanza: la única verdad es la realidad.
El “posibilismo” fue la ideología predominante en la pos dictadura. Fue la conducta de la derrota.
Los opositores atrasan pues optaron por ser “posibilistas” de Clarín, un remanente de la dictadura, antes que integrarse a esta nueva democracia.    
El Movimiento, en cambio, nunca es posibilista. Será revolucionario o no será.   
Desde el 2003 ha recompuesto lo que parecía etéreo: el campo nacional y popular.
De allí que la unidad, la solidaridad y la organización a que convoca Cristina, se corresponde con esta fase movimientista.
Por eso mismo es una consigna de poder y una respuesta adecuada a la crisis política provocada por la banda neoliberal que azota al viejo mundo.
A mayor desestructuración económica y social lanzada por el poder económico mediático mundial, el Movimiento plantea mayor estructuración en lo económico, en lo social y en lo político.
Venimos hablando del Kirchnerismo, claro está.     
Y aquí nos acercamos al hueso del asunto: la cuestión del poder.
Hay tensión en las alturas, en algunos políticos y en los grandes medios, como apuntó Cristina, porque el hecho maldito del Kirchnerismo es disputar el poder para construir una nueva democracia, en un nuevo país, más justo e inclusivo, integrado a la región y no al FMI ni a los centros de poder financiero.
Desde una mirada panorámica, el desarrollo y el crecimiento sirven para eso.
O la hegemonía la seguían teniendo los grupos concentrados o la tiene el pueblo y sus representantes.
Esa disputa por el poder en democracia, es la que explica la revalorización de nuestra propia historia y en consecuencia, explica el bombardeo feroz contra la esperanza colectiva ejecutada por el Grupo Clarín y La Nación de Mitre en sus últimas batallas defensivas.
La participación de la juventud, acompañando las medidas transformadoras del Gobierno y el claro liderazgo de Cristina, así como su contracara reaccionaria, la demonización de La Cámpora, demuestra que ya todos saben el juego que se juega.
La corporación juega al desgaste y a la destitución, pero ya no juega a su antojo en la cabina de mando. De allí fueron desplazados cuando la política recuperó su domicilio real: la Casa Rosada.
La democracia puso proa definitiva hacia y con el Mercosur.
Así, la incorporación plena de Venezuela es un salto a la luna en el espacio de la integración regional, porque la Patria Grande pasó de firmar “memorándum de entendimientos” a la unidad continental autoabastecida.   
La energía compartida, en términos petroleros y gasíferos, es el nuevo abrazo entre San Martín y Bolívar.
Como se verá, Evita está presente y el Movimiento también.  

Miradas al Sur, domingo 29 de julio de 2012

viernes, 27 de julio de 2012

El día que volvió Evita




Este 26 de Julio será un antes y un después en la memoria colectiva.  
No fue el recordatorio ornamentado de la Evita Capitana.
Ni fue el llanto apretujado y los puños cerrados por dolores viejos.
No fue un lastimero adiós, sino la bienvenida a esa Eva del pueblo que vuelve convertida en millones, como nos prometió.
Habrá que releer el mensaje de Cristina hablando ayer en el acto central de José C. Paz.
Allí hay memoria, emoción, claridad política; en definitiva, hay destino de patria.
“Evita ha vuelto en la dignidad de una patria que dejó de ser colonia”, dijo la Presidenta y la ovación de los humildes no se anduvo con chiquita. 
Que entren a repensar sus planes los que tienen el billete marcado para el 7 de diciembre.
De nada le valdrán los bombardeos diarios con sus mentiras e injurias.
Porque lo que se vio y se vivió con esa multitud de cien mil personas que allí participaban, fue una razón de estado, unida a eso que llaman mística, pasión o simplemente, el alma militante que tienen los pueblos cuando deciden cambiar la historia.
“Volveré y seré millones” dijo el cacique aymara Tupac Katari en 1781, luego de la rebelión contra el colonizador y poco antes de ser descuartizado junto a su compañera Bartolina Sisa.
Y miren lo que es la historia: el Presidente en Bolivia, más de dos siglos después, es otro aymara llamado Evo Morales, junto a millones de aymaras, quechuas, guaraníes, criollos y otros pueblos originarios.
“Volveré y seré millones”, dijo también Evita.
Quizá sus enemigos, los que tanto la odiaron y vilipendiaron, lo sabían y lo presentían. Y fue por eso que la desaparecieron durante 20 años casi.
Pero la historia es un río que impone su torrente cuando es caudaloso. 
Por eso Evita vuelve, como dijo Cristina, en millones de pibes que estudian y militan por un proyecto de nación y vida.
Vuelve en los millones de sus cabecitas negras que recuperaron la dignidad del trabajo y la vivienda.
Vuelve en los barrios humildes, ya no como estampa en el recuerdo de aquel país que fue, sino en la bandera que flamea en el país que, según dicen los jóvenes, será mucho mejor en los próximos años.
Y vuelve porque volvió el Estado junto al pueblo.  
El acto de ayer contó con representantes del gobierno nacional, provincial y comunal; con legisladores locales y nacionales y todos encabezados por la institución mayor del voto popular que es la Presidenta de los argentinos.
Se hizo, además, en el Mercado público.   
“A los grandes se los recuerda combatiendo”, dijo Cristina. Y pensaba en Néstor.
Misión cumplida para una generación diezmada.
Aquella juventud trajo a Perón a la Patria.
Y esta del Bicentenario, nos ilumina de Evita, para siempre.   

El Argentino, viernes 27 de julio de 2012

jueves, 26 de julio de 2012

Como bandera a la victoria



La mujer que habla en la Casa Rosada es Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de los argentinos en este siglo XXI.
Acaba de anunciar que esa otra mujer que la precedió en la lucha por la inclusión y la justicia social, llamada Eva Perón y a la que el pueblo nombra Evita, hoy tiene el justo lugar que le corresponde en la memoria, en las manos y en el corazón de los humildes.
Faltaba este anuncio: Eva de todos, en moneda nacional.
Siempre falta algo cuando se camina.
Se denuncian injusticias y se reparan derechos.
Se acaricia el alma de los que sufren.
Se inaugura una escuela y un hospital.
Se reconstruyen trenes.
Y el camino sigue y al andarlos, brotan nuevos derechos que traen alivio a los antiguos dolores de la gente.  
Y Evita siempre está.
La melancolía no conjuga con su historia de vida.
Le asienta mejor esa rebeldía en la mirada y en la voz. Esas manos que dibujan en el aire el país que sueña mientras dice desde el balcón: “Yo se que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”.
Y es inevitable preguntarse ¿dónde queda hoy el domicilio de esa victoria sino en esta Argentina que renació de sus cenizas con Néstor y Cristina?
¿O acaso Evita no firmaría la Asignación Universal por Hijo y el Matrimonio Igualitario y la Vivienda para todos?
Se nos ocurre imaginar que también andaría furiosa e indignada recorriendo hospitales de la gran ciudad y alzando entre sus brazos a los pibes que duermen en los pasillos a falta de salas y terapias.
“Con los pibes no se jode, Macri”, dice Juan Cabandié. Y  nos estalla la garganta de emoción, de dolor y bronca.
Es Evita la que alimenta esta eterna rebeldía contra los injustos.
A 60 años de su partida y para recordarla como se merece, el pueblo rompió todos los moldes que lo aprisionaban y le regaló un país más igualitario.
Porque no se trata de llorarla como el pasado que fue, sino como el presente que nos merecemos.
Hay que convocarla nuevamente a discutir la patria.
Traerla hasta nosotros y repasar la historia, no para repetirla, sino para aprender de ella.
Preguntará Evita por la oligarquía y tendríamos que contarle que, aunque diversificada, los dueños del país injusto siguen conspirando contra la esperanza colectiva.
Preguntará Evita por sus descamisados y con orgullo habría que decirle lo mucho que la extrañan y la llevan presente en sus consignas y sus banderas y sonreirá sabiendo que ahora tienen trabajo en su mayoría.
Y como sucede con Cristina, con ese odio destructivo con que las atacaron, es preciso recordar a Evita diciendo: “Yo sé que cuando ellos me critican, lo que en el fondo les duele es la Revolución”.
El cambio costó, pero llegó. Es un billete de cien.

El Argentino, jueves 26 de julio de 2012



miércoles, 25 de julio de 2012

La esperanza no será televisada



La revolución de las ideas y de las cosas simples viene avanzando a paso de vencedores. Sucede ahora, en este preciso momento.
Una primera postal para demostrarlo: el ministro Julio de Vido y el Presidente venezolano Hugo Chávez acordaron ayer en Venezuela un nuevo paso hacia la cooperación energética entre YPF y PDVSA, con la presencia del CEO de YPF, Miguel Galluccio y autoridades de la petrolera venezolana.
Una segunda postal: la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri y su par brasileña Tatiana Prazeres, firmaron acuerdos comerciales para avanzar rápidamente en el comercio bilateral entre Argentina y Brasil de distintos productos, como calzados, langostinos, cítricos, frutas, verduras, vinos, quesos, medicamentos, neumáticos, y otros.  
Una tercera postal: el ministerio de Educación encargó y difundió una encuesta nacional que demuestra que el 60 % de los jóvenes argentinos piensa que el país estará mejor dentro de 5 años y el 20 % que estará igual que ahora.
Una cuarta postal: Santiago del Estero viviendo su Fiesta popular junto a la Presidenta.
Quizá la historia escriba con mayor propiedad que el cambio de época que hoy vive la América Latina sucede después de 30 mil dolores aquí, de 10 mil allá, de 50 mil al centro del continente, millones de dolores, cinco siglos de colonización y doscientos años de soledad.
Algún día se escribirá que cuando crujía el mundo en su costilla más vieja, esta Patria Grande estallaba de amor por sus cuatro costados.
Pero antes tuvimos que sufrir demasiado.
Y el dolor también habrá que inventariarlo como verdad histórica.
Las cosas no suceden porque sí. Si somos libres es porque nos merecemos.
Una vez le preguntaron a Perón cuál fue su debilidad mayor ante la contrarrevolución de 1955. Y el Viejo General, con voz aguardentosa, dijo que la falta de una mayor organización popular y de una mejor decisión estratégica para resistir, más la ausencia de unidad continental, explicaban el triunfo del odio de las minorías.
Ese odio sigue estando sobre la piel de América entera.
Es el que decide lo que se ve y lo que no se ve, lo que se lee y escucha y lo que no.
Cuando leemos Clarín y La Nación o miramos la TV que les pertenece, advertimos que están envueltos de odio y desesperanza y que debajo de la envoltura hay más odio y rencor y así todos los días.   
La unidad que reclamaba Perón hoy es una realidad tangible, energética, petrolera, económica, intercambiable, que se pesa y se cuenta. Y es la primera vez que sucede.  
Como en Venezuela, aquí tampoco la esperanza será televisada. Al menos hasta el 7 de diciembre.
Paciencia.
Los vientos del sur, cuando se desatan, no tienen marcha atrás.

El Argentino, miércoles 25 de julio de 2012







martes, 24 de julio de 2012

Oíd el ruido de rotas cadenas



Si la crispación opositora de Clarín y sus voceros políticos legislativos siguen negando la realidad, terminarán por querer suprimir no sólo la Cadena nacional.
Querrán suprimir la cadena de mando. La cadena de oración. La cadena de valor. La cadena reproductiva. La cadena informativa. Las cadenas de la Vuelta de Obligado.
Y ojo. Cuando usted se acerque a pispiar la tapa de los diarios en el puesto del canillita del barrio, tenga mucho cuidado con la tapa de Clarín y La Nación, porque a esa oposición se le soltó la cadena, muerden y están rabiosos.
La Presidenta lo dijo con todas las letras, ayer, en Haedo: son la cadena del miedo y del desánimo.
Es criminal lo que esos medios vienen haciendo.
Los dirigentes honestos que vayan a sus programas, se lo deberían decir ante cámaras, así, de frente. Mirándolos a los ojos. Concediéndoles la rebaja de condena a los que son lenguaraces y escribas por una cuestión de billetes. Pero sin concederles ese modito bonachón y jovial con que a veces los tratan los políticos que, por un minuto de fama, concurren a TN o programas similares en otros canales.
El mundo está en peligro. Y cuando la puerta al mundo se angosta por una tragedia exterior como la que ocurre, si no hay un ordenamiento civilizado para traspasarla entre todos, si no hay una voz de aliento de que todo saldrá bien finalmente y por el contrario, se disparan gritos y aullidos de que “todo está mal y saldrá peor”, que “no hay salida”, que “nos caemos”,  permítannos decir simple y categóricamente, que es una actitud criminal que sólo nos lleva a la “Puerta 12”.
El macrismo y otros opositores, proyectan suprimir la Cadena nacional para la Presidenta.
¿Justo ahora que el pueblo más precisa de su Jefa de Estado anunciando la inauguración de obras públicas, abriendo fábricas, informando de inversiones nacionales e internacionales y llevando así una voz de aliento por todo lo que falta?
Dan vergüenza ajena los opositores.
Néstor Kirchner y Cristina utilizaron la Cadena nacional, siempre, para anunciar buenas nuevas para la Argentina.
Jamás la usaron para informar sobre “rebajas de sueldo y jubilaciones”, el “corralito y el corralón”, “el estado de sitio”, el “endeudamiento externo con el FMI”.  
Ayer Cristina anunció la apertura de nuevas plantas industriales en el mismo instante que Europa se caía al precipicio del ajuste, la miseria y la desolación.
Esa es la realidad, aunque no haya Cadena.
En verdad, no les molesta la Cadena, sino que sea la política y la representación del pueblo, en la voz de Cristina, quienes hoy escriban la Agenda de la democracia.
Calma.
Después del 7 de diciembre las últimas cadenas se terminarán de romper.

El Argentino, martes 24 de julio de 2012



lunes, 23 de julio de 2012

Argentina y su viento de cola



“Argentina produce su propio viento de cola”, sería el título completo de esta columna.   
Navegando sobre un mar abierto a punto de congelarse por la crisis mundial, es preciso tener un colchón de aire y viento para deslizarse suavemente por los hielos, seguir creciendo o al menos evitar que el frío de la tragedia europea se cuele por las rendijas que pretende abrir diariamente la desesperanza publicada por Clarín y La Nación.
Y por Mauricio Macri y la Sociedad Rural.
Y por los opositores políticos y sindicales que se les asociaron.
Nada habrá que esperar de esta oposición. Prefieren sucumbir al monopolio de Magneto y compañía antes que ayudarnos a soplar y construir nuestros propios vientos. No se les cae una idea de un tiempo a esta parte.
No importa; la esperanza es indomable en manos de los pueblos.
Fíjense lo que está pasando ahora, en este preciso momento, con las vacaciones de invierno.
Más del 80 % de la hotelería cubierta con el turismo protagonizado por trabajadores, sectores medios y jubilados.
Fíjese lo que ocurre en Tecnópolis: en la primera semana ya superó los 600 mil visitantes. Con charlas sobre rayos cósmicos de científicos del CONICET, deslizamientos en la nieve, talleres participativos y patios de juegos, con música de fondo de la banda del Regimiento de Granaderos. Una feria que, como dijo el ministro Barañao, “No tiene otra igual a nivel mundial”.
Tecnópolis es un producto del viento de cola “made in Argentina”.
De estos vientos, estas verdades:   
Por primera vez se transmitió en vivo y en directo el primer sorteo para la construcción de viviendas del Programa Pro-Crear. 100 beneficiados en la primera etapa y 400 mil en total.
La Presidenta anunció la inversión por 29.500 millones de pesos de una empresa brasilera para la producción de potasio y que posibilitará crear 12.000 puestos de empleo.
El próximo 3 de agosto, los ahorristas estafados en el 2001 y 2002, recuperarán sus ahorros gracias al gobierno nacional de Cristina.
Y vaya en el final esta reflexión:
Si los opositores mediáticos y políticos tanto critican, repudian y menoscaban al pueblo que votó y que acompaña cada vez más este proyecto liderado por Cristina, si desprecian la unidad latinoamericana construida por Lula y Kirchner desde el 2003, como fuente de nuestra política interna y externa, las preguntas que se imponen son dos: 1.- ¿Cuál es el modelo alternativo que ofrecen y que sea superador al que gobierna hoy entre nosotros? ¿El modelo de Cavallo quizás? 
2.- ¿Con quiénes discuten y elaboran políticas, adentro y afuera del país, estos opositores? ¿Con Rajoy, Merkel y el FMI quizás?
Felices Vacaciones para todos. Incluso para los contras.

El Argentino, lunes 23 de julio de 2012




    

domingo, 22 de julio de 2012

El kirchnerismo y la otra historia posible



La oposición mediática muestra claros signos de agotamiento intelectual.  Empantanados en su propia lógica, lanzan mandobles al viento, rabiosos, impotentes, impúdicos y agraviantes. Vacíos de política, no tienen mejor idea que intentar callar la voz de la Presidenta.   
Y mienten una y otra vez, compulsivamente, disparando contra la esperanza colectiva de un pueblo que advierte que “afuera es noche y llueve tanto”.  
Ahora que el Estado está del lado de los justos, habría que devolverles gentilezas con una pantalla partida en la TV.  
De un lado, la rebelión española contra los ajustes desalmados de Rajoy.  
Del otro, la transmisión por la TV pública del primer sorteo del Programa PRO-CREAR para la construcción de 400 mil viviendas.  
Europa salva a los bancos. América del Sur, a los pueblos.
De un lado, el Grupo Clarín repitiendo hasta el hartazgo, por sus radios, diarios y canales, que “con el modelo K no vendrán mas inversiones”. 
Del otro, Cristina anunciando la inversión de 29.500 millones de pesos de una empresa brasilera para la producción de potasio y que demandará 12.000 empleos.  
De un lado, el acto de la Rural con Biolcati, Macri y el Momo Venegas, criticando al gobierno por estar “contra el campo”.
Del otro, la Presidenta anunciando la exportación de 15 millones de toneladas de maíz  más el nuevo récord del precio de la soja.
De un lado, Moyano declamando “el aislamiento sindical del gobierno”.
Del otro, un centenar de dirigentes sindicales reunidos en la Casa Rosada con la Presidenta y todos ellos, incluido un sector de Moyano, diciendo que volverían a votar a  Cristina.  
De un lado, Clarín metiendo miedo por la caída de la economía y la negativa nacional de auxiliar a Scioli.
Del otro, la Presidenta entregando al gobernador un préstamo para sacarlo de la encrucijada en la que se ha metido por falta de mejor gestión. 
De un lado, Cavallo reapareciendo con fondo de imágenes de ahorristas golpeando cacerolas contra las puertas de los bancos en el 2001 y 2002.
Del otro, la confirmación oficial de que el próximo 3 de agosto será este proyecto, este gobierno y esta Presidenta los que terminen por devolver la última parte de los ahorros confiscados por gobiernos anteriores a Néstor Kirchner.
De un lado, Macri abandonando a su suerte a millones de usuarios de los Subtes de la Ciudad.  
Del otro, el ministro Randazzo anunciando obras en el ex “Sarmiento”, mientras la Tunelera trabaja día y noche.
Podríamos seguir, pero con esta galería es suficiente para decir las cosas por su nombre:
Una mitad de la pantalla atenta contra la vida.  
La otra mitad, evita que estemos a la intemperie.  
En tiempo de grandes transformaciones la realidad se torna binaria.
Y como entre la pulsión de vida y la pulsión de muerte no hay neutralidad que nos salve, esta vez participamos todos.
Habrá que construir una masa crítica tan poderosa y duradera que nos prevenga de los temblores de la crisis global y al mismo tiempo, nos ayude a profundizar el rumbo.
La historia enseña que los gobiernos populares fueron destituidos por sus aciertos, no por sus defectos.
Hacia mediados del siglo XIX, Europa enfrentaba una crisis de identidad política casi terminal. La Revolución de 1848 consagró la nueva República francesa en medio de grandes revueltas y la Confederación argentina fue el primer Estado en reconocer al nuevo gobierno.
Pero la contrarrevolución no se demoró y los partidarios de construir lazos de amistad con América, perdieron la contienda ante quienes buscaban exportar sus crisis de excedentes a los cañonazos.
Los imperios dominantes, además, se querían cobrar la derrota acontecida después de la victoria pírrica de 1845 en la Vuelta de Obligado.
¿De qué manera? Aliándose con el Imperio del Brasil y con los unitarios del Río de la Plata para derrocar a Juan Manuel de Rosas, aprovechando la división de los federales.
El historiador José María Rosa, describe el estado económico de la Confederación en aquellos mismos años.
“La ley de aduana de 1835 y el impedimento de los bloqueos a las importaciones, habían desarrollado la industria, especialmente en los ramos del vestido, artesanía fina, incipiente fabricación de azúcar en Tucumán, destilación de alcoholes en Cuyo y provincias del noroeste”.
Citando archivos de época, Rosa detalla los progresos industriales de nuestros productos nacionales en Córdoba, Catamarca, San Luís, Mendoza, Salta, Jujuy, Santa Fe y Corrientes. Las fábricas de “aceite de pata”, de los huesos vacunos, llegaron a exportar más de 2.000 toneladas por año. Esas industrias y los saladeros sobre el Riachuelo formaron el núcleo de Barracas al sur (hoy Avellaneda).
La industria vitivinícola estaba en pleno apogeo en las provincias cuyanas. Se fabricaban  buques de cabotaje en astilleros de Buenos Aires, Corrientes y puertos entrerrianos. La primera fábrica de vapor, el molino San Francisco, quedó establecida en Buenos Aires en 1846. Había 106 fábricas montadas (2 fundiciones, 1 de molino de viento, una de tafiletes, 8 de velas, 7 de jabones, 4 de licores, 3 de cerveza, 1 de billares, 3 de pianos, 2 de carruajes, 743 talleres artesanales entre carpinterías, zapaterías, herrerías, platerías, talabarterías, mueblerías).
El presupuesto  oficial generaba superávit fiscal y las 2.008 casas de comercio existentes giraban por decenas de millones.
Alberdi, en 1847, escribe: “Si digo que la República Argentina está prospera en medio de sus conmociones, asiento un hecho que todos palpan”.
Además, los salarios de la Confederación estaban entre los más altos del mundo; de allí la oleada de inmigrantes europeos.
Aconteció la batalla de Caseros y ese país contradictorio, soberano, floreciente,  industrial y agricultor, mordió la derrota ante el modelo de país impuesto por Mitre y la oligarquía porteña.   
Para eso sirve la memoria, para dimensionar el proceso histórico que estamos viviendo. Y para entender, como dijimos, que a Rosas, a Yrigoyen y a Perón los destituyeron por sus aciertos, no por sus defectos.   
Ya fue.
Hay otra historia posible.   

Miradas al Sur, domingo 22 de julio de 2012

domingo, 15 de julio de 2012

Por eso ladran, Sancho



Cada vez que la Presidenta habla al país, habla la política y cuando ello sucede, la democracia fija su agenda.   
Antes de Kirchner sucedía lo contrario: por la mañana titulaba Clarín y por la tarde la escuálida democracia acomodaba sus cargas según el humor de los grandes medios.
Esta semana Cristina habló al pueblo desde Tucumán celebrando la Independencia; en la cena de las Fuerzas Armadas; en General Rodríguez inaugurando obras para una fábrica de maquinaria agrícola y en la nueva apertura de esa maravilla que es Tecnópolis.
Desgranando sus discursos es posible vislumbrar que la representación que teníamos del mundo y de nosotros mismos tiene puesto el cartel: “En demolición”.
Como si aquella vieja representación de las cosas, entró en estado terminal y ahora llegó el momento de ponerle nombre a las nuevas representaciones que la sociedad construye. Y la Presidenta lo hace.
Por eso ladran, Sancho.
Los que antes imponían el miedo a la sociedad son los que ahora sacan chapa de “miedosos”.
Y los que antes tenían miedo de quedar sin trabajo, de ir presos por su  lucha social, por hablar o escribir inoportunamente, son ahora los que disfrutan de un país que ha crecido en igualdad y en libertad.
Giro copernicano si los hay.
Y así sucede en todos los planos de la vida.
Cuando Cristina escrachó al empresario inmobiliario que evadía impuestos pero daba notas sobre la situación del país en la misma sintonía de Clarín, el poder económico mediático, con sostén leguleyo incluido, repudió la actitud presidencial en nombre de “las libertades individuales avasalladas”.
Rápidamente, sus escribas y lenguaraces, elaboraron una nueva versión de la teoría del miedo con que de tanto en tanto azuzan contra la sociedad.
“Esto antes no sucedía”, exclamaron a coro.
Y tienen razón.
Porque antes el Estado y la máxima representación del mandato popular, que es el o la Presidenta, hacían la vista gorda con los evasores. Particularmente con los grandes evasores. No pagar impuestos era una picardía, no un delito calificado como realmente es.
Va de suyo que Cristina cumple con su deber de Jefa de Estado denunciándolo y esos  medios, en cambio, cumplen con el rol de cómplices de la evasión.
Cuando la Presidenta de la Nación y la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, disponen las medidas institucionales pertinentes para garantizar el desenganche de la dependencia del valor dólar para ahorros y operaciones comerciales y de ese modo  devolver a nuestra propia moneda nacional el valor que le corresponde en una economía como la que hoy tenemos, desendeudada y en continuo crecimiento, están reconstruyendo y reparando un instrumento que, en términos culturales y de intercambio económico, expresa la memoria colectiva de los argentinos.
El “Tenemos patria” como consigna de época, es de una hondura inconmensurable, pero  no podría sostenerse seriamente si no tuviéramos moneda. 
Desde esta perspectiva, “Tenemos patria” es igual a “tenemos moneda”.
En un mundo donde el neoliberalismo demostró, primero aquí y ahora en Europa, que es incompatible con cualquier atisbo de identidad nacional, la Presidenta conduce la nave del Estado hacia la plena recuperación de nuestra soberanía.
Nos valemos de nosotros mismos, de nuestro propio mercado y del que construyamos con los países hermanos de la región.
En ese marco de resignificación de la vida cotidiana, la moneda es nuestro valor de identidad.  
¿Adonde queremos llegar? A reafirmar la necesidad de comprender que estamos construyendo colectivamente los nuevos paradigmas con que miraremos y apreciaremos el mundo de acá a un siglo vista. Es eso lo que se disputa.
Por eso ladran, Sancho. De Clarín a Moyano, ida y vuelta.  
La crisis mundial es políticamente estructural, lo que significa que tendremos crisis del capitalismo para rato. No sirve medir la temperatura de la crisis europea viendo si hoy caen las bolsas o si mañana se recuperan. Hay que apreciar el contexto general en que se desenvuelve, que es profundamente político y donde hoy los ganadores son quienes  conducen al mundo hacia el precipicio.
El límite de la tragedia europea lo pondrán los pueblos con sus luchas o no lo pondrá nadie, en primer lugar y en segundo lugar, la salida del oscuro túnel no está ni estará en el salvataje del sistema financiero sino en la consagración de nuevos liderazgos políticos que hagan sinergia con la voluntad de resistir de la sociedad.
El 19 y 20 de diciembre de 2001, la heroica lucha de los jóvenes en la Plaza de Mayo fue el límite social al neoliberalismo deshumanizante que inició la dictadura.    
El 25 de Mayo de 2003 el presidente Néstor Kirchner se hizo cargo de esa lucha y empezamos a salir de nuestra propia tragedia.
Harían falta varias Plazas así y varios Kirchner para construir otro mundo.
Mientras no estén, todo irá de mal en peor para los pueblos de Europa.  
España nos duele tanto…apura el paso, Sancho.
El vuelo bajo no siempre permite ver el horizonte en su inmensidad. Hay que levantar la mirada para apreciar y defender con uñas y dientes las conquistas logradas en estos años. Y saber que el modelo no se mide por un punto más o menos de inflación ni por la suba o no del mínimo no imponible.
El modelo se mide por la cantidad de pibes que hoy comen, se educan y se curan con la AUH, por las 1300 escuelas y los 5 millones de puestos de trabajo, por la movilidad jubilatoria, por Malvinas, por el Plan de Viviendas, por las fábricas nuevas,  por las Paritarias, por el “Chau FMI” y el “No al ALCA”, por las reservas, por la ley de medios, por los juicios a los genocidas, por la recuperación del ahorro, por la reforma del Banco Central para que los bancos den créditos para la producción, por la unidad latinoamericana.
Y por la vuelta de la política y de la juventud que protagoniza el cambio.
Por eso ladran, Sancho.  
Y por eso bombardean la confianza social en este modelo. Seguirán así de acá al 7 de diciembre y hasta las próximas elecciones.  
Desenvaina la memoria, Sancho. La vamos a precisar para dar pelea. 

Miradas al Sur, domingo 15 de julio de 2012


viernes, 13 de julio de 2012

Corcoveos de un final de ciclo



En un mismo día revivimos lo peor de nuestro pasado y vimos el mejor de nuestro presente y futuro. 
Pase y vea.
Moyano repitió disciplinadamente el discurso del poder económico mediático.
Con liturgia “sindical” y “peronista”, recitó enterita la agenda del Grupo Clarín: Inflación. Inseguridad. Impuesto a las Ganancias. Apoyo al gobernador Scioli.
Y para finalizar a todo orquesta, adelantó que votará contra el gobierno el año próximo.
Lo dijo ante los trabajadores que ayer concurrieron al acto en Ferro, quienes seguramente engrosaron en octubre pasado el 54 % obtenido por  Cristina Fernández de Kirchner. Sin precisar tutores ni intermediarios.   
El reloj está corriendo. Y eso pone nervioso a más de uno.   
El 7 de diciembre el Grupo Clarín deberá adecuarse a la ley de medios de la democracia y para esa fecha, Moyano debería tener listo su partido político electoral.  
Lo cierto es que el camionero rompió el movimiento obrero organizado para organizar  su propio sector partidario.
En la radiografía de este triste y solitario final, que con Moyano esté el Momo Venegas, acusado ante la justicia por la mafia de los medicamentos, no es un dato menor.
Pero más allá de prontuarios y agachadas, se hace evidente se mire por donde se mire,  que el país precisa un nuevo modelo sindical que lo represente genuinamente.
Moyano ya eligió: está explícitamente en contra del modelo de país que, con desarrollo e inclusión social, hizo por los trabajadores más que ningún otro gobierno en los últimos 50 años.  
No adscribimos a los que afirman que la verdadera CGT está del lado del metalúrgico Caló sólo porque son muchos más y porque son los gremios más poderosos en padrón de afiliados.
La verdad es que Caló y los sindicatos industriales que lo acompañan son la expresión de un país que recuperó la industria, el trabajo, el consumo y el mercado nacional.
Son la representación de las fuerzas productivas que protagonizan este cambio que vive la Argentina. Y es por eso que, más allá de la calidad de algunos de sus dirigentes y de la cantidad de afiliados, constituyen la verdadera CGT.  
Paradojas de la vida: como contra cara de ciertos personajes, justo hoy recordamos la partida del mejor de todos los militantes, Germán Abdala.
Nuestro eterno homenaje.
Ayer ocurrieron otros dos hechos paradojales:
*Héctor Magnetto se negó a mirar a los ojos a Lidia Papaleo. Esta vez no tenía  dictadores de su lado.
*En otras orillas, la Presidenta entregó la netbooks 2 millones y reinauguró Tecnópolis, la feria de ciencia y arte que mejor representa lo que somos y queremos ser los argentinos.
Aunque lo peor del pasado no termina de irse, la esperanza sigue encendiendo luces.

El Argentino, viernes 13 de julio de 2012






jueves, 12 de julio de 2012

Una luz al final del túnel



Un día como hoy, 12 de julio, en distintos tiempos y geografías, nacieron Juana Azurduy, Pablo Neruda, Hipólito Yrigoyen y René Favaloro.
Por esos ilustres nombres alumbró lo mejor de la historia latinoamericana.   
La lucha por la Independencia de la Patria Grande.
La poesía en boca de los pueblos.
El mandato democrático del primer voto popular.
El compromiso con la medicina social.
Nuestro continente, con sus pueblos y sus legítimos gobiernos, hoy sigue siendo un faro que nos ilumina en medio de la oscuridad que envuelve al viejo mundo.
En aquellos confines, ayer, los mineros españoles hicieron temblar Madrid; pero no de miedo sino de esperanza.
“Se puede otra España”, dijeron antes que la poli cargara contra ellos con sus bastonazos. Una España más justa.
La de García Lorca y Miguel Hernández y no la de Franco y sus herederos.
Cada minero fue un Quijote batiéndose contra los molinos del ajuste de Rajoy, anunciando luego que los trabajadores, todos, marcharán el 19 de julio “contra la sinrazón, la insensibilidad y la falta de inteligencia política” del gobierno. 
En tanto aquí, la Presidenta puso las cosas en su justo lugar.
Entre la justicia y la injusticia no se puede ser neutral.
Tenés que optar. Porque para dar a unos tenés que sacar a otros. Y en el país de la inclusión se puede cometer cualquier error;  pero hay uno que es imperdonable: gobernar con políticas de ajuste contra el pueblo.
Algo de eso dijo ayer Cristina en General Rodríguez.
Pasó lista a los 400 mil millones de pesos que el Estado nacional transfirió a la provincia de Buenos Aires desde que asumió Néstor Kirchner en el 2003 hasta nuestros días.
Tamaña suma se compone con la cuota parte de la coparticipación federal, transferencias directas e indirectas, aplicación presupuestaria, redes de agua potable Asignación Universal por Hijo, infraestructura, luz, rutas, gas, planes de viviendas, promoción industrial, promoción fiscal a través del crédito del Bicentenario, nuevos hospitales.
Y nótese un pequeño detalle: la Presidenta no habló desde un púlpito abstracto, sino en la inauguración de obras donde se fabricará maquinaria agrícola.
O sea.
La producción y el trabajo de la mano de un Estado activo y comprometido con seguir creciendo e incluyendo a todos.
La contra cara de España. 
Sin embargo, el monopolio mediático insiste con querer ligar los desajustes en Buenos Aires más el ajuste europeo, con las políticas aplicadas por el gobierno nacional.
Y cierta oposición, a la que no se le cae una idea, opta por hacer lo que mejor sabe: una conferencia de prensa para recitar de memoria las editoriales de Clarín y La Nación.  
No sólo Europa precisa una luz al final del túnel.

El Argentino, jueves 12 de julio de 2012





miércoles, 11 de julio de 2012

El día que invadieron España



Era un final cantado. O llorado.
España fue invadida financieramente por Alemania, el Banco Central Europeo y el FMI.
De aquí en más el gobierno de Mariano Rajoy, el socio de Mauricio Macri, deberá ejecutar la agenda que le dicte la “troika” de prestamistas internacionales: Alemania, Bruselas y el buró del FMI.
En recompensa por el rescate de los grandes bancos, el gobierno español deberá subir el IVA, eliminar la deducción por la compra de vivienda, despedir trabajadores, cerrar más hospitales y escuelas y ejecutar una nueva rebaja salarial para los empleados públicos.
Una vieja lección neoliberal que lleva por título: “Que la crisis la paguen los pueblos”.
¿No nos hace acordar el 2001 y 2002 de Argentina con el corralito y el corralón?
La tragedia de España impactará sobre el mundo entero. Es la caída brutal de una economía que fuera presentada hace algunos años como el “modelo a seguir” por Occidente.
Háganse cargo los profetas del odio de Clarín y La Nación.
Háganse cargo los políticos de la progresía que cantaban loas al preludio de esta crisis que se incubó durante el gobierno socialista, mientras Rajoy disparaba contra Rodríguez Zapatero: “La suba del IVA es un sablazo de mal gobernante a los ciudadanos que ya están pagando muy duramente la crisis”.
¿Y ahora Rajoy?
Cuando pierde la política gana el mercado y cuando gana el mercado en este siglo XXI, ganan los banqueros, no ganan los productores. Ni los empresarios ni los trabajadores.
¿Y por casa cómo andamos?
Seguimos creciendo, aunque parece que la oposición política, sindical y mediática, ataca a Cristina creyendo que somos parte de Europa.
¿Por alienación? ¿Colonización mental? ¿O por mentirosos nomás?    
Veamos algunos datos para conocer la verdad:
*Argentina creció en el primer semestre del 2012 dos veces más que EE.UU. y cinco veces más que Alemania.
*El consumo de servicios públicos creció un 7,5 %. 
*La ministra de Industria, Débora Giorgi y Mercedes Marcó del Pont, directora del Banco Central prevén un crecimiento de todos los indicadores económicos para el segundo semestre del año. ¿Por qué?: Por el repunte de Brasil, por los aumentos salariales, por los créditos a las PYMES y por la puesta en marcha del Plan de Viviendas.
Compare usted y saque sus propias conclusiones.
Venimos diciendo que la opinión pública es víctima de una miserable operación política mediática cuyo único fin es empujar al país nuevamente al vacío.
¿Para qué?: Para imponer el mismo saqueo financiero que aplicaron aquí en el 2001 y aplican hoy en España y otros países de Europa.
Las mayorías populares acompañan este proyecto de país.
Las minorías que privilegian sus egoísmos, no.
Así es la vida.

El Argentino, miércoles 11 de julio de 2012





martes, 10 de julio de 2012

Si somos libres, todo nos sobra



Un día como ayer, hace 196 años, el Congreso de Tucumán aprobó el Acta de las Provincias Unidas en Sudamérica declarando la Independencia.
El día después fue un día de festejos populares.
El 10 de julio de 1816 hubo baile en el pueblo; en sus calles y en su plaza, criollos, indios, morenos y españoles acriollados, danzaban y cantaban celebrando la Independencia de la Patria.
Fue la mayor victoria política de José de San Martín.
Aunque Bartolomé Mitre lo haya negado cuando escribió la historia oficial de los argentinos y aunque el colonialismo cultural del mitrismo conservador lo siga haciendo.
Ayer, dos siglos después, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner reiteró desde Tucumán su llamado a la unidad y a la organización para construir la solidaridad, la igualdad y la inclusión plena de todos los argentinos.
Unidad, Solidaridad y Organización, creemos, contiene y completa la frase sanmartiniana de nuestro título de hoy.  
Repasar los datos de la realidad que vivimos desde el 2003 en la Argentina, cotejarlos  con el pasado y contrastarlos con las voces de alarma que llegan desde el viejo mundo, nos lleva a una conclusión inexorable: La Patria está librando su Segunda y definitiva Independencia.
Ni aquella del siglo XIX ni esta del siglo XXI se explican por fuera de la voluntad de los pueblos y de sus líderes. 
San Martín le escribía así a su amigo, portavoz y diputado por Mendoza, Tomás Godoy Cruz el 12 de abril de 1816:
“¿Hasta cuándo esperaremos declarar nuestra Independencia? No le parece a Usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quién en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos...
Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claro, mi amigo; si no se hace, el congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito”
Nada nos vino del cielo.
Este pueblo libró, solito su alma, todas las batallas por su libertad.
A veces fue victorioso, a veces derrotado.
Sólo en este contexto histórico es posible entender las emboscadas que tienden los enemigos de la patria. Los de ayer y los de hoy.
Así como aprender del coraje de nuestros padres fundadores.
San Martín tenía entonces 38 años, Macacha 29 y su hermano Martín de Guemes 31, Dorrego 29, Monteagudo 27 y Godoy Cruz 25.
Como dijo Cristina, los jóvenes siempre están cuando la patria los llama.  

El Argentino, lunes 10 de julio de 2012