viernes, 29 de junio de 2012

Una Patria llamada UNASUR



La Patria Grande concentra fuerzas en el mismo terreno donde lo hizo, dos siglos atrás,  el General San Martín.
¿Te dice algo?
Acompañan a los Presidentes que llegaron a Mendoza, cientos de trabajadores de todo el continente.
La Cumbre Social del Mercosur fue el primer ámbito de debate.
Allí estuvieron juntos pueblo con pueblo, país con país, el compañero y la compañera con sus pares, demostrando una vez más que cuando se escribe la historia, somos todos compatriotas.    
Alicia Kirchner fue muy elocuente denunciando en esa Cumbre a los golpistas que destituyeron al Presidente de la hermana República del Paraguay, Fernando Lugo y  llamando a la unidad y la solidaridad en la región.
“Nunca más la dictadura militar, pero ojo, que el verdadero enemigo de hoy es el fundamentalismo de mercado que antes se disfrazó de dictadura militar y de manera terrible trajo en la región del Mercosur los resultados que no queremos nunca más”, dijo la ministra de Desarrollo Social en su claro y emotivo mensaje.
El canciller Héctor Timerman por su parte, agradeció el apoyo solidario por la causa Malvinas, a la que definió como “un cuchillo clavado en el corazón de América Latina”.
Hoy será el día de las decisiones que adopten los Presidentes de toda la región.
Seguramente Paraguay será el eje central de las deliberaciones, porque en la defensa irrestricta de la legitimidad de su democracia, se defenderá la legitimidad del modelo de desarrollo con inclusión social y participación ciudadana que hoy se construye, contra viento y marea, en toda la región.
Y aquí me detengo.
Néstor Kirchner decía que en el siglo XX los neoliberales venían contra nuestros pueblos, armados con tanques blindados. Y que en este siglo XXI, vienen armados con los tanques mediáticos.
En la Argentina, como en el Paraguay, la primera escalada golpista siempre fue ejecutada por los medios corporativos.
Si fuera por las tapas y editoriales de Clarín y La Nación, el golpe ya se produjo. Inventan “vacíos de poder”, “nuevos liderazgos”, “crisis de gobernabilidad”, “fractura del oficialismo”. Etc. 
Esos medios, mediocridad y/o complicidad opositora mediante, más algunos que fungen de desprevenidos, salen de inmediato a propagar las consignas operativas de Magneto, como si fueran “mentiras verdaderas”.
Un ejemplo: ¿Por qué no dicen que en la Plaza de Moyano no estuvo representada la mayoría del Movimiento Obrero organizado?
Los 19 Sindicatos más importantes del país difundieron ayer una declaración contrariando duramente esa movida política.  
¿Por qué siguen diciendo, entonces, que “el gobierno se aisló de toda representación sindical”?
Confunden deseo con realidad.
Y eso no está bien. Creo.  

El Argentino, viernes 29 de junio de 2012





jueves, 28 de junio de 2012

El telón ha caído



La palabra “soberbia” que utilizó Moyano para atacar a la Presidenta, lleva la marca de las 180 editoriales del Grupo Clarín y los 120 programas de TN que la utilizaron este año con el mismo fin.
No es una coincidencia. Es una operación.
La acusación de “dictadura” a un gobierno que por primera vez en la historia de la democracia tiene su principal política de estado en la defensa irrestricta de los Derechos Humanos, con Memoria, Verdad y Justicia, es la misma acusación que utilizan los opositores del ex “Grupo A” conducidos por Clarín y entonada por los violentos caceroleros que golpearon periodistas hace muy poco en Buenos Aires.   
No es una coincidencia. Es una operación.
La crispación altanera de Moyano estimulando el silbido de la Plaza y cargando duro contra los que eligieron el exilio, externo o interno, para salvar el pellejo ante la dictadura,  es la misma crispación de Clarín y los manifestantes de los barrios ricos contra la Presidenta.
No es una coincidencia. Es una operación.
El que secundó a Moyano en el palco se llama Momo Venegas, jefe del gremio de los peones rurales, amigo de Duhalde y Barrionuevo, de Macri y Biolcatti y es el mismo gremialista que hace un año fuera detenido, acusado por la causa de la mafia de los medicamentos en las obras sociales.   
No es una casualidad. Es parte de la operación.
Que el camionero Chazarreta, que gana mucho más de 10 mil pesos por mes, fuera presentado como el ejemplo para fundamentar la oposición al Impuesto sobre los ingresos más altos.
Y que estuviera Beatriz Sarlo en la Plaza.
Y que entraran en contradicciones los hermanos Moyano mencionando a los jóvenes que militan en La Cámpora.
Y que el impacto del paro fuera nulo y la movilización de 25 mil personas sea un éxito si es de un solo gremio, el de los camioneros, pero es un fracaso si fue de toda la CGT. Y que hubo piñas y empujones por la cercanía al palco.
Y que la Avenida 9 de Julio fue un gigantesco garaje para los cientos de colectivos alquilados, son algunos elementos necesarios a tener en cuenta para caracterizar correctamente la movida de ayer.  
Con esos elementos proponemos una primera conclusión:
1)      Moyano consolidó su rol de dirigente opositor. Uno más que se opone a la redistribución equitativa del ingreso.     
2)      El  nulo impacto del paro, la modesta concurrencia, el ataque a la Presidenta y la ausencia de otros dirigentes, lo aisló más en la CGT, debilitando sus fuerzas en su  propio gremio.    
3)      El Grupo Clarín, otros medios y los opositores que participan de la operación “Crispación” tienen un nuevo socio.      
Señoras y Señores, el telón ha caído y otra operación contra el proyecto nacional y popular ha fracasado.   

El Argentino, jueves 28 de junio de 2012




miércoles, 27 de junio de 2012

Todos los días de mi vida



Cuando se pierde el horizonte, las utopías y las certezas se asientan en el mismo Acta de defunción.
Algo de eso ocurrirá este día.   
Los que convocaron a movilizarse contra Cristina, perdieron la visión del conjunto, el árbol les tapó el bosque y el proyecto de país que alguna vez abrazaron, se redujo al  impuesto a las ganancias y a una Central obrera deshonrada en los estudios de TN.
Del lado de la vida, está la reflexión de ayer de nuestra Presidenta.
Clara, concisa y corajuda.  
En el momento que dijo que gobernaba para el pueblo “todos los días de mi vida”, cada uno de nosotros, ciudadanos de a pie, se estremeció de emoción y la abrazó a distancia.
El mundo está mudando de su antigua órbita.
Ya nada será igual después de esta crisis desatada por ese viejo mundo de angurria financiera y hambre para los pueblos.
Hay potencias que se desmoronan y otras nuevas que irrumpen.
¿Dónde se para el país en este cambio de época? 
¿Al lado de los decadentes o asociados soberanamente al nuevo mundo que emerge?
Responder estas preguntas implica valorar la naturaleza del modelo de país que lidera Cristina. Y nadie de los que hoy cuestionan tan severamente al gobierno podría negar, con dos dedos de frente y una pizca de honestidad intelectual, que la Argentina está ubicada en el justo lugar donde el futuro construye su historia.
Si hasta la plomada de albañil de esta obra colectiva lleva inscripta en su lomo: Hecho en la Argentina.    
Pero de estos escombros que vuelan por el aire ningún país saldrá enteramente indemne. Si acertamos en el modelo de acumulación y desarrollo, crecemos.
Si no cuidamos el rumbo, somos parte del escombro.
Por eso nos preguntamos:
¿Esta movilización va en defensa del trabajo y la inclusión o acumula en contra de los intereses de los argentinos?
Si la derecha te aplaude, el pueblo te desprecia.   
Lo sabe bien Moyano.   
Una mirada abarcadora no siempre está presente en las noticias que se consumen diariamente. Por ignorancia o por mala fe nomás.
Pero es innegable que la Argentina, que con Cristina más que nunca es nuestro orgullo nacional, le puso un límite al mundo en la Cumbre del G-20, para enojo de los fondos buitres y los desalmados de Clarín y La Nación.   
Para comprobarlo está el texto de la declaración leída por la Presidenta.
En fin, la Argentina está enganchada a la locomotora de este nuevo mundo. Tiene el mejor salario de la región. Achica día a día la desigualdad. Extiende sus derechos. Reivindica su memoria nacional, popular y democrática. Encarcela genocidas.
Y con la militancia que ayer honró a Kosteki y Santillán, avanza.   
Pese a los desmemoriados que muerden la banquina en cada curva de la historia.   

El Argentino, miércoles 27 de junio de 2012

martes, 26 de junio de 2012

Los sueños de Kosteki y Santillán



Podríamos contarles que el país viene cambiando, que se recuperó el empleo y hay un plan de viviendas para todos y no se reprimen los conflictos.   
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos decirles que América Latina es otra y aunque no lo crean, hay presidentes y presidentas que hablan y sueñan como lo hacían ellos.
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos prepararles un informe que de cuenta de avances y retrocesos en estos diez años de ausencia y que hubo un flaco desgarbado que se llamaba Kirchner que le dijo “No al ALCA” y se lo dijo en la cara al más pesado del mundo.  
Podríamos decirles que los pibes más humildes y las embarazadas cobran la Asignación Universal por Hijo y que Videla, Martínez de Hoz y los genocidas de la dictadura están presos y se descubrió que los que titularon “la crisis causó dos nuevas muertes” robaron Papel Prensa en una mesa de torturas.
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos contarles que ya no cortan rutas los desocupados sino los patrones del país injusto, los que entonces mandaban cuando ellos dos estaban en el Puente y lo cortaban y Maxi y Darío abrían con sus vidas las puertas de un país más justo.
Podríamos decirles que estamos orgullosos de ellos porque los pibes de ahora los tienen de ejemplo y de bandera y que discuten todo y que no callan nada y que rompieron el miedo a la palabra frente al monopolio de los poderosos y que el Gobierno de Cristina como el de Néstor Kirchner, a golpe de ternura y convicción dijo que Memoria, Verdad y Justicia es una política de Estado y no la seña de otra desesperanza.
Podríamos contarles que un gran poeta, Leónidas Lamborghini, soñó que Santillán decía: “Vi a Kosteki caer ensangrentado y acudí a cubrirlo. Caí, como él, muerto por la jauría policial. Ni muertos, ni vivos; ahora nos vemos en la memoria del puente que cortamos, haciendo memoria como hacíamos pan: contra el olvido que nos pide paso”
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos avisarles si hoy sobrevuelan el Puente, los barrios y las plazas, que ya no gobiernan los represores y los hambreadores que ellos combatieron y que se cuiden del frío este 26 de Junio, pero no de este gobierno que no asesina.   
Podríamos decirles que, como Darío ese día en la Estación cubriendo con su cuerpo el cuerpo moribundo de  Maximiliano, un día vino Kirchner y puso el suyo sobre el cuerpo herido de ese mismo pueblo que cortaba puentes para abrir futuro y que luego, en plena batalla, le brotaron alas y se largó a volar para siempre entre nosotros.
Quizá alcance y sirva para creer que estamos construyendo, ahora sí, un país donde entremos  todos.

El Argentino, martes 26 de junio de 2012

lunes, 25 de junio de 2012

La edad de la inocencia



Creer que Moyano convoca a la Plaza por una reivindicación legítima, es como creer que el presidente Lugo fue destituido democráticamente.
Ni una cosa ni la otra.
Moyano convoca fogoneado por el Grupo Clarín, por Macri y la Mesa de enlace rural y apurado por su creciente aislamiento en la interna sindical.
Y en el Paraguay hubo un golpe de estado.
La técnica del encubrimiento es el denominador común de ambas situaciones.
Moyano no declara que el paro y acto del próximo miércoles es pura y exclusivamente para golpear al gobierno democrático de Cristina Fernández de Kirchner. Y Franco no admite que es la cabeza de un golpe bancado por la oligarquía paraguaya.
Así están las cosas en el sur del mundo.
Estos movimientos de fuerzas de los opositores acumulan a favor de la destitución de los procesos sociales encabezados por la mayoría de los gobiernos nacionales en toda la región.
La edad de la inocencia fue superada hace un largo rato.
Los que vayan a la Plaza este miércoles no podrán pasmarse si se encuentran de golpe con Cecilia Pando aquí y con Vilma Ripoll allá, con Pablo Moyano aquí y con Pablo Michelli allá, con Eduardo Buzzi, Bonelli, Biolcatti, Macri y Gerardo Morales saltando a grito pelado contra el gobierno.
Luis Barrionuevo lo expresó con el sincericidio que lo caracteriza: “Así como estuvimos acompañando a los ruralistas en contra de la 125 en la concentración del 2008, así estaremos en la Plaza este miércoles”.
Y la alegre muchachada de la progresía que entonces creyó ver en Biolcatti a un “campesino maoista”, hoy seguramente ve en Moyano al “Agustín Tosco” que jamás tendrían de su lado.   
Esta movilización es claramente una extensión capilar de aquella otra encabezada por  los ruralistas de la pampa húmeda hace un mes frente a la Legislatura bonaerense contra el Impuesto Inmobiliario Rural. Eso explica que se junten en tiempo y espacio, los camioneros y los más ricos sojeros del país, representados por Magnetto y el Grupo Clarín.
Para los distraídos habrá que seguir haciendo docencia.
Sólo 1 de cada 10 trabajadores es alcanzado por el Impuesto a las Ganancias.
Este tributo es una de las fuentes que nutren la redistribución del ingreso con toda esa masa laboral que fuera excluida del sistema en los años de neoliberalismo.
Se llama solidaridad social, por si lo olvidaron.
Argentina tributa por este Impuesto apenas el 0,9% del PBI y el 6,6% de la recaudación tributaria total, mientras que en Chile representa el 39,7%, en México el 30%, en España el 45%, en Gran Bretaña el 50%, en Alemania el 47%.
El avance de la sintonía fina toca intereses muy poderosos y protege a los más humildes.
Es eso lo que irrita a las corporaciones.

El Argentino, lunes 25 de junio de 2012

domingo, 24 de junio de 2012

La soledad de los antiguos dueños



La soledad de Moyano es la soledad de las corporaciones políticas, sindicales, empresariales y mediáticas, nunca tan huérfanas de representación social como ahora.
Advertimos de entrada nomás, que no creemos que el conflicto de los camioneros que derivó en el sabotaje a la provisión de gas y combustibles, pueda ser enmarcado en una cuestión gremial reivindicativa.  
Este último 20 de Junio, para vergüenza de nuestra Bandera patria, asistimos en vivo y en directo a una intentona más de desestabilización del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
No fue un paro sindical, legítimo o no, correcto o no, legal o no, sino un golpe bajo que apuntó contra la Presidenta pero que sin embargo, no impactó sobre la Casa Rosada, sino contra la población.
El cañonazo y sus consecuencias se hicieron visibles inmediatamente.
El Sindicato de Camioneros tiene capacidad de daño y vaya sí lo demostró.  
Pero en democracia la única condición para confrontar posicionamientos políticos diferentes es hacerlo en el campo de las ideas y sin afectar jamás la paz social y el abastecimiento vital de la sociedad.
Pues bien, Moyano demostró por si hacía falta, que atacar a Cristina supone necesariamente atacar al modelo de desarrollo con inclusión social y que al hacerlo implica inevitablemente joderle la vida a la gente. Así de claro.
Conclusión: tienen la misma capacidad de daño que cualquier golpista. Hacen política a los garrotazos.
¿A quiénes dejaron sin gas ni combustibles? ¿A los funcionarios que desprecian o a todos los argentinos que en estos años se habituaron a vivir en un país medianamente normal?
Es lo paradojal de esta coyuntura. Al atacar con semejante salvajismo no hicieron más que demostrar la buena tonicidad del Estado, de la democracia, del proyecto kirchnerista, por un lado y por otro, lograron que durante 48 horas fuésemos una extensión de España o de Grecia; sin energías, con el trabajo amenazado, con escuelas y hospitales afectados seriamente, con llamados a la provocación violenta.
La diferencia es que en Europa esa situación de angustia colectiva la provocan los gobiernos títeres del FMI y la banca financiera neoliberal, mientras que aquí lo hicieron fugazmente Moyano y una buena parte de su patronal en alianza con el Grupo Clarín.
Las máscaras se siguen cayendo: quienes decían ser “oficialistas del modelo pero no del kirchnerismo” terminaron siendo la nueva carne de cañón de los poderosos intereses que buscan denodadamente destituir al modelo y a los kirchneristas.
De la Marcha Federal a TN sin escalas. 
Y esa sí que es una grave paradoja.
El gobierno demostró nuevamente que no reprime los conflictos sociales genuinos; pero como es un gobierno atado al cumplimiento de la ley hasta las últimas consecuencias, no duda cuando debe ejercer su fuerza en salvaguarda de la población si esta es amenazada.
En este cuadro de situación, va de suyo que es una mentira el motivo de la convocatoria al paro y movilización del próximo miércoles. Porque no es cierto que sea para reclamar por la suba del mínimo del Impuesto a las ganancias y la extensión de las Asignaciones familiares. Nadie, en su sano juicio, puede confundirse tras la cantinela de que “pese a nuestras diferencias con Moyano, compartimos la reivindicación con la que nos convoca a la Plaza de Mayo”.
Será una demostración de fuerza contra el gobierno democrático que, si le sale bien, le permitiría acumular poder para tres objetivos inmediatos: la interna de la CGT, recolectar masa crítica para armar su propio partido político y proyectar su figura como cabeza de la oposición.
El acto no conmoverá el escenario político de la democracia, en general, ni del gobierno, en particular. Quizá tampoco lo pretendan.
Saben de las convicciones, el coraje y la inteligencia política de la conducción estratégica que ejerce la Presidenta. Y si lo dudaban, acaban de probar una amarga pócima.  
Saben además del escuálido abanico que los podrá acompañar: La mesa de enlace rural de Eduardo Buzzi y Carbap, el MST de Vilma Ripoll, Pablo Michelli y el Pollo Sobrero, Luis Barrionuevo y Humberto Tumini de Libres del Sur, los caceroleros de Cecilia Pando. Y por supuesto, todo el staff de Magnetto apoyando la movida desde los estudios de TN.
El peronismo del siglo XXI, es decir el Kirchnerismo y las fuerzas progresistas que lo acompañan y nutren, ofrece pruebas más que suficientes de que representa dignamente a la inmensa mayoría de los trabajadores.
Una prueba es el acompañamiento explícito y entusiasta de diversos sindicatos y sectores medios a las políticas de reparación de derechos sociales. Desde docentes, trabajadores del Estado, metalúrgicos, choferes, mecánicos hasta estudiantes y científicos.
La otra prueba es el 55 % obtenido por Cristina en las elecciones de octubre.
Moyano no entiende la lógica del peronismo, él que se dice peronista. Porque en verdad Cristina conduce una gobernabilidad transformadora con amplio apoyo popular, sin depender del consenso extorsionista de ninguna corporación por poderosa que fuera.
Es el gobierno del pueblo, no de las corporaciones.
De ninguna, tampoco de las sindicales.
En el estribo una reflexión final: con esta nueva democracia que construimos como sociedad, debemos ser capaces de desmontar y denunciar la trampa mediática de la recurrente “teoría de los demonios” que algunos utilizan para explicar de manera reduccionista y falaz el cuadro de situación en cada coyuntura crítica generada por un modelo de país que transforma la realidad y las corporaciones que se resisten a esas transformaciones. Todo lo reducen a decir que “la culpa está en la terquedad del gobierno en no dialogar con Magnetto, con la Mesa de enlace y ahora con Moyano”.  
Pero el gobierno no es par en ese conjunto. Es el gobierno de la democracia y como tal hace valer el mandato que le otorgó el pueblo.
Sólo que a diferencia de gobiernos anteriores al 2003, el de Cristina se identifica con aquella máxima de Belgrano: “El miedo sólo sirve para perderlo todo”.
Por eso nunca retrocede cuando lo aprietan.  

Miradas al Sur, domingo 24 de junio de 2012


viernes, 22 de junio de 2012

Las lecciones de la democracia



Ayer terminó nuestra última angustia como sociedad.  
Terminó el desabastecimiento de gas y combustible.
Terminó otra aventura contra la democracia.
Terminó en la nada un nuevo intento de reagrupar aparatos destituyentes.
Y terminó de caer otra máscara de la corporación sindical-patronal.   
Vaya con la paradoja: los dolores sociales que en Europa son provocados por los gobiernos títeres del FMI y la banca financiera neoliberal, aquí fueron replicados durante 48 horas por un par de dirigentes sindicales y el monopolio mediático.
Mientras que el gobierno, como siempre lo hizo, defendió a todos los ciudadanos.
El movimiento obrero tiene en su larga historia de lucha dignos mojones que atestiguan su plena identidad con los intereses del pueblo y la nación.  
Supo pelear por sus reivindicaciones sectoriales y por un proyecto de país justo, libre y soberano, un país solidario y democrático.
Pero a decir verdad, una parte del sindicalismo también supo cuidar los intereses del poder económico antes que el de los trabajadores. Los ejemplos no son pocos.
Este paro salvaje atentó claramente contra un modelo de país que, con todas las imperfecciones que le quieran marcar sus detractores, recuperó 5 millones de empleos y las convenciones colectivas de trabajo, recuperó la industria, la producción y el consumo interno, recuperó la paz social, no reprimió ningún conflicto social, redujo la tasa de desempleo al 6,7 %, creó la Asignación Universal por Hijo y el mayor plan de viviendas familiares de la historia.
El último informe 2011-2012 de la CEPAL dice: “Se produjo un alza del salario medio cercana al 30 %, que ha reafirmado la tendencia alcista que mantienen los salarios reales. Los salarios del sector privado registrado experimentaron incrementos de aproximadamente un 36 %”.
En los años noventa no existía el hábito de las negociaciones colectivas. Ni el circulo virtuoso de la demanda agregada, la producción, el empleo, el consumo y un pueblo que vuelve a ser feliz en un mundo que se desploma.   
En este marco ¿contra quién fue el paro extorsivo y desabastecedor de Moyano? ¿Contra una Presidenta votada por la inmensa mayoría de los trabajadores? 
Nadie tiene derecho a trocar angustia por esperanza en una sociedad que avanza.
El proceso político entra ahora en un nuevo estadio. 
Este gobierno nunca retrocede; de cada crisis sale fortalecido y avanza en consecuencia.
Claro, Moyano mostró sus cartas cuando afirmó que “el salario de los trabajadores ha pasado a un segundo plano”.
Violó la regla de oro del movimiento obrero: no se le hace sabotaje a un gobierno popular.
O sea.
El problema de las corporaciones es este modelo de país.
De eso se trata.

El Argentino, viernes 22 de junio de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

Durmiendo con el enemigo



La Presidenta de los argentinos regresa al país después de protagonizar algunas de las más dignas batallas que libró nuestra democracia.
En Naciones Unidas defendió con altura de estadista la soberanía en Malvinas reclamando al Reino Unido que se siente a dialogar como manda la ONU desde 1965.
En Nueva York convocó a empresarios a invertir en Argentina, particularmente en YPF.
En México, lideró junto a Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, la defensa de un modelo de desarrollo inclusivo que rescate al trabajo, al consumo, a la producción antes que a los depredadores financieros que azotan a los pueblos del viejo mundo.
Allí mismo dio una clase de civilidad y buenos modales al premier ingles, Cameron, ofreciéndole los textos de las 40 Resoluciones de la ONU que instan al dialogo por Malvinas. Y el británico se negó. 
Por último, el mensaje ambiental que ayer transmitió a la delegación argentina para que rechacen en la Cumbre de Río la pretensión de los países desarrollados de imponernos su contaminación en nombre de la “economía verde”.
Y se volvió de urgencia.
Lo vamos a decir bien clarito: esta Presidenta es un orgullo para esta generación y para las que pasaron y las que vendrán.
Su regreso es un regreso con gloria para los argentinos todos, piensen como piensen.
La podrán crucificar los poderosos medios que asisten aterrados a tanta osadía de la política, de la soberanía, de la dignidad, de la verdadera democracia. Pero no podrán contra el avance de la historia.
Aprendimos con Manuel Belgrano, al que ayer recordamos, que el miedo sólo sirve para perderlo todo.
Que lo sepa Clarín y que lo sepa Moyano, que lo sepan las corporaciones y los poderosos: aprendimos la lección.
En estos días el Reino Unido de Gran Bretaña, la reina de los mares y el saqueo colonial durante siglos, el que conserva 10 colonias en el mundo, acusó a la Argentina de ser “colonialista”.
Durán Barba, el asesor de Mauricio Macri, autor intelectual del “juguemos limpios”, fue procesado por hacer campaña sucia.
Los proteccionistas del poder financiero, con el FMI a la cabeza, acusan de “proteccionistas” a los países de la América Latina.
Moyano atacó al gobierno que recuperó las paritarias, 5 millones de empleo, la dignidad del salario. 
Eso se llama cinismo. Porque cinismo es agredir al gobierno en nombre de los trabajadores cuando es el gobierno que más derechos sociales reparó.      
El paro salvaje de Moyano impacta de lleno contra la gente. Dejó sin gas y combustible a pueblos, a hospitales, al transporte.
Mientras la Presidenta defiende aquí y afuera los intereses de la patria, algunos   extorsionan a los argentinos.
Eso se llama “durmiendo con el enemigo”.

El Argentino, jueves 21 de junio de 2012

martes, 19 de junio de 2012

Dos mujeres y un continente



Las dos mujeres son Presidentas de sus respectivos países: Argentina y Brasil.  
Dos estados partes de una gran Nación llamada América Latina.   
La Patria Grande.
El continente liberado por Simón Bolívar y José de San Martín.
El “Nuevo Mundo” como lo bautizaron los conquistadores hace cinco siglos. 
Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, que de ellas hablamos, se reunieron ayer en el marco de la Cumbre del G-20 en San José de los Cabos, en el estado mexicano de Baja California.
Dice la prensa internacional que ambas acordaron pautas para enfrentar las políticas de ajuste que hunden al planeta.
Dice que ambas defenderán el empleo, el consumo y el mercado interno como palancas para el desarrollo, a diferencia de los mandatarios que tienen de bisectriz a esa nueva  “dama de hierro” llamada Ángela Merkel.
O para ampliar, que tienen de ángulo principal el salvataje de bancos que se devoran todo lo que sepa a pueblo; los que devoran hospitales, escuelas, universidades y fábricas, con la gente adentro.
Dilma y Cristina están juntas en la Cumbre.
Saben que de un lado estarán alineados los que sólo se preocupan por representar a ese capitalismo devorador y depredador de la condición humana.   
Y que del otro estarán ellas dos y los que quieren rescatar el valor de la vida, el desarrollo inclusivo, la democracia, el trabajo, la educación, los pueblos.  
Del primero de los lados, está el poder económico neoliberal.
Del segundo, la política.
En ese cuadrilátero se juega el destino de la humanidad en las próximas décadas.
Las últimas Cumbres demuestran que los dirigentes de los trabajadores eligieron a nuestra mandataria como portavoz de sus intereses.
Por eso no es extraño que ayer le dijeran a nuestra Presidenta que los trabajadores del mundo rechazan las políticas de ajuste que se aplican en Europa y  que reconocen en la Argentina un país que es ejemplo en la defensa del trabajo y la creación de nuevas fuentes de empleo.
No anduvieron con vueltas cuando definieron que Argentina y Brasil son dos países líderes tanto en la defensa irrestricta del empleo, como en el combate frontal contra el  ajuste económico que hoy se aplica salvajemente a pueblos del viejo mundo, más viejo que nunca, allí donde otra mujer, Joan Smith, escritora, activista británica por los derechos humanos, criticó ayer a su gobierno, el del premier Cameron, por negarse a debatir con el gobierno argentino sobre la soberanía de Malvinas.
Dilma y Cristina se propusieron ponerle un límite a tanto dolor humano causado por ese neoliberalismo que aquí defienden Clarín y La Nación.
Para parir un nuevo mundo, más justo y desarrollado, se precisaba de dos mujeres así. 

El Argentino, martes 19 de junio de 2012 






lunes, 18 de junio de 2012

Argentina, un país feliz



Esto dijo Guillermo Moreno y lo aplaudieron de pie: 
“Si a la gente el salario le alcanza sólo para comprar comida, está tranquila y triste. Eso fue Menem. Si a la gente no le alcanza, hace lo que tiene que hacer. Eso fue la Alianza. Si a la gente le sobra un mango para ir al cine, cambiar los zapatos e irse de vacaciones, está feliz. Ese es nuestro gobierno”.
Pedagogía pura.
Y ayer fue un día más que feliz en la Argentina.
El Día del Padre desató la alegría familiar, el consumo interno y la compra de regalos a granel. 
Si el PBI creció 5,2% en el primer trimestre del año y según la encuesta anual “Planeta Feliz” de los EE.UU. nos ubicamos en el país número 17 mientras España y otros países europeos se ubican alrededor del puesto 70, eso verifica nuestro título de hoy. ¿O no?
Si el registro de la ANSES bate todos los récords en la inscripción federal para obtener los Créditos PROCREAR con 300 mil personas ya anotadas y el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, dio a conocer una estadística regional que ubica a Buenos Aires como la ciudad con más bajo índice de criminalidad junto a Santiago de Chile, es para ponernos, prudentemente felices.  ¿O no?
Falta mucho. Pero por algo se empieza.
Además, con la cantinela de “la inseguridad” y “la inflación” que tanto desvela a la derecha, los datos nos evitan recurrir sólo a las sensaciones.
La semana que dejamos atrás fue la del anuncio de las 400 mil viviendas, la de la Presidenta en Naciones Unidas defendiendo Malvinas y las acciones de YPF trepando hasta las nubes después de la inyección de optimismo y capital del nuevo socio mexicano, Carlos Slim.
El kirchnerismo es previsible: siempre sale hacia delante.
Ahora llega el turno de batallar la línea del porvenir en el poderoso G-20. Y allí también estará Cristina representándonos. Estará con Putin, con Dilma, con el presidente francés, con el primer ministro chino, con los principales líderes mundiales.
Maldito aislamiento ¿dónde estás?
El mundo se debate entre la tristeza de un ajuste inhumano y la alegría esperanzada del desarrollo inclusivo. Casi como entre la vida y la muerte.
Entre la democracia de los pueblos y la dictadura de los mercados.
Salud al pueblo griego que alumbra como puede una democracia justa.   
Habrá que ponerse cinturón de seguridad ante los cambios veloces que se vienen.  
Pero tranqui. Argentina y la mayoría de los países hermanos de América Latina encontraron su rumbo cuando el siglo amanecía.
Más trabajo, más consumo, más soberanía, más patria en definitiva.
Es una pena que no todos lo entiendan así.
Terminan sirviendo de jeringa al veneno que dispara Clarín.
Allá ellos con sus odios.
No podrán contra un país feliz.

El Argentino, lunes 18 de junio de 2012

domingo, 17 de junio de 2012

El kirchnerismo es la primera vez de algo nuevo



Pasó en apenas un puñado de días.  
La Presidenta brilló en las Naciones Unidas reivindicando nuestra soberanía en Malvinas. Participará en el G-20 defendiendo la idea de un mundo más justo. Irá a la Cumbre mundial del Ambiente en Río con una mirada que defienda los recursos naturales de los pueblos del sur. Recuperamos YPF y a Felipe Varela. Está en marcha el Plan de Viviendas más importante en un siglo.
Del otro lado, todo es gris.
Los paros sorpresivos de Moyano hacen de infantería  en el ataque despiadado del Grupo Clarín ante el fracaso de las cacerolas. Pero no pueden mover el amperímetro en el humor de una sociedad que, con sus matices, vive mucho mejor que hace 10 años e intuye que con este modelo estará mejor en el futuro.    
Por primera vez en estos 9 años y pico de gobierno, hay elementos suficientes para verificar que estamos en una nueva etapa de la historia.
Ya superamos nuestro punto de bifurcación. El proyecto que expresa el kirchnerismo es la primera vez de algo nuevo; pasó de ser una perspectiva en el horizonte, a ser una realidad efectiva que renueva su utopía a medida que avanza en su derrotero. No tiene topes. Ni se propone tenerlos.
Lo nuevo ha nacido y lo viejo está muriendo.  
La seguidilla de hechos enunciados al principio, la velocidad de los acontecimientos, la cualidad de los cambios, son razones suficientes para observar que estamos transitando un nuevo ciclo histórico.
Nada de ello hubiese acontecido si a nivel local no estuvieran los cimientos del proyecto de país que se construye.  
Pero acontece lo nacional y acontece lo internacional en simultáneo: Argentina camina en medio del vendaval mundial, sin que nadie quede afuera.
Precisamente, lo nuevo se manifiesta cuando un proyecto de país se consolida andando siempre hacia adelante. Es decir, cuando sus acciones políticas, sociales, económicas y culturales, alumbran futuro.
Mientras que lo viejo acciona siempre hacia atrás, en busca de recrear un escenario del pasado que le permita recuperar el capital perdido.
Así por derecha como por izquierda.
Es notable apreciar la nitidez de lo viejo en los discursos opositores conducidos por el monopolio del Grupo Clarín. Todas y cada una de sus críticas al modelo de desarrollo inclusivo que lidera Cristina, conllevan necesariamente la contrapropuesta de las políticas neoliberales.
“Dolarizar y liberar la política cambiaria” como proponen alegremente,  implicaría una fuerte devaluación de la moneda que sólo favorecería a los grandes exportadores y a los que lucran con la especulación financiera; los grandes derrotados serían los trabajadores y las clases medias, que verían licuar sus ingresos y ahorros como en el 2001.
Sub-ejecutar presupuesto social, como hace el gobierno de Mauricio Macri, es otra rémora de los años noventa. Están los fondos, se redistribuye mal, se retienen partidas sociales y el resultado es el abandono de hospitales, escuelas, personas en situación de calle y el aumento de la mortalidad infantil en la ciudad más rica del país.
Ese es “el país” que quieren que se les devuelva.
La derecha atrasa si pretende hacer política con categorías perimidas en este continente. Desconocen que lo viejo sólo sirve cuando alimenta la memoria colectiva y brinda pistas para el porvenir.  
Es interesante observar cómo aquellos sectores políticos y sindicales opositores  al gobierno nacional inevitablemente juegan adentro del área de Magnetto y compañía.  
Llaman “hegemonista” al kirchnerismo porque esconden la impotencia y la imposibilidad de reconocer que el kirchnerismo viene expresando el movimiento transformador de un grueso de la sociedad. Y que por eso sigue creciendo.
Con sus vaivenes, sus contradicciones, sus impurezas, el kirchnerismo es la primera vez de algo que nació definitivamente entre nosotros. Que responde a fuerzas dinámicas que vienen desde lo más lejos de la historia. Que optó por identificarse con esas fuerzas y estimular su ensanchamiento, su profundidad y su horizonte sin límites.
La Argentina dobló la curva de su incertidumbre. ¿Cómo podrían lograr, los que así se lo propongan, que vuelva al punto cero alguna vez? Imposible. Al menos, en una democracia cada vez más participativa.
El mundo que viene será una caja de sorpresas. Hoy estamos en pleno salto o mejor dicho, en plena caída de aquel viejo mundo que insiste en escalar tirándose al vacío. Cuando termine este desastre político y financiero que está rompiendo a Europa ¿qué mundo tendremos ante nosotros?
Será otro mundo, seguramente. Pues bien ¿cuáles son las fuerzas locales en aptitud y condiciones de darle la bienvenida a esa nueva realidad global, si se excluyera al kirchnerismo?    
Digan lo que digan, no hay otra fuerza en el horizonte.
Es inapelable la distancia que media entre Cristina y el resto de la dirigencia.
Las nuevas expresiones que responden a la cultura que emergió después de nuestro propio derrumbe en el 2001 se nuclean en el amplio espacio kirchnerista. Afuera de ese espacio, está la nada como palanca de una caja de cambio que sólo tiene marcha atrás.
Diagnosticar y comentar sobre la crisis europea ya es casi un lugar común. Lo difícil y desafiante es hacerlo con el mundo que vendrá después de esta crisis. Igual ejercicio habrá que hacer con nuestro propio país.
¿Cómo será la Argentina después de Cristina? Y no vale sólo como entretenimiento analítico, sino como ensayo que nos permita apreciar en su justa dimensión todo lo que se logró en estos años y las asignaturas pendientes que aún quedan por resolver. Advertidos que lo viejo también vive en las grietas de lo nuevo. A nivel personal y colectivo, a nivel institucional y social.
Hay que remover las capas geológicas que se corresponden con otro período de nuestra historia. Cada funcionario estatal, esté donde esté, debería tener en el contacto personal con el público usuario, los hombres y mujeres que llamamos pueblo, el humanismo y la  predisposición transformadora que demuestra Cristina al frente del timón mayor del Estado.
Eso también es sintonía fina.

Miradas al Sur, domingo 17 de junio de 2012


viernes, 15 de junio de 2012

Un triunfo de la paz


 

Fue una jornada histórica la de ayer.
El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas aprobó una Resolución convocando al dialogo al Reino Unido y a la Argentina por la cuestión de la soberanía en las Islas Malvinas.
Digamos que por unanimidad, ganó la paz.
No tronaron victoriosos los tambores altaneros de la guerra.
Triunfaron nuevamente las campanas que doblan por la paz.
La palabra de la Presidenta de los argentinos fue vital para esta aprobación que, de tan natural y categórica, ni siquiera dio lugar a votación.
Pero también fue vital escuchar a Alejandro Betts, el argentino nacido en Malvinas y a Marcelo Vernet, descendiente del primer gobernador de las Islas, don Luis Vernet.   
Era la Argentina de las mayorías hablándole al mundo, representada por casi toda la  oposición política con representación parlamentaria.
El PRO que votó contra YPF, ese que gobierna una Buenos Aires que nos duele tanto por su alta mortalidad infantil, fue el único espacio que desertó de la partida.
Allá ellos y su consecuencia ante la historia.
Será bueno para nosotros y nuestra descendencia, repasar una y cien veces el mensaje de Cristina Fernández de Kirchner.
Fue la reafirmación de la democracia y su mandato, de la historia y sus verdades, del dolor por los caídos y la reafirmación de los derechos humanos.
Fue un mensaje de humanismo universal con mirada argentina.
Es la primera vez que una mandataria participa de estas reuniones del máximo Comité de la ONU en asuntos de descolonización.
Estas Naciones Unidas, largamente vapuleadas por las potencias hegemónicas e imperiales, tienen en este Comité su organismo más exitoso.
Logró la descolonización efectiva de 80 casos desde su creación. Por allí pasaron los representantes de los pueblos africanos en su larga lucha de liberación. De los 16 casos que faltan resolver, el Reino Unido está involucrado en 10.
Malvinas es uno de ellos.
¿Quiénes son los agresores, entonces? ¿Y quiénes los agredidos?
En un desesperado intento por excusar su posición colonialista, Gran Bretaña mandó al frente a los isleños colonizados. Y a los ingleses que actúan falsamente el papel de isleños.
La farsa del referéndum se adelantó en la ONU. Pero quedó claro por enésima vez, que no hay tercero en discordia.
La Argentina es un Estado en disputa de soberanía con otro Estado: el Reino Unido de Gran Bretaña. 
No hay que olvidar en esta hora a esa derecha de cabotaje, soberbia y paqueta, que firmó una carta apoyando la estrategia británica.
No hay lugar para la neutralidad cuando se juegan los destinos de la patria y de la paz.
Y ayer se demostró, por si alguien tiene dudas, de qué lado están las mayorías en este lugar del mundo. 

El Argentino, viernes 15 de junio de 2012


jueves, 14 de junio de 2012

Tu pueblo no se rinde, Malvinas



El kirchnerismo es la primera vez de muchas cosas.
Quizá sea la cualidad de los que reparan derechos.
O la marca en el orillo de todo cambio de época.
Quizá sea el perfume de una historia que sigue enamorando.
Veamos.
El 13 de julio de 2003, a 49 días de asumir, el presidente Néstor Kirchner viajó a Londres para participar de una reunión de partidos progresistas. Mucho no lo convencía la ocasión. Era la misma progresía que implementaba con buenos modales las políticas neoliberales del Consenso de Washington. Un socialismo descafeinado que sólo se endurecía enviando tropas a invadir Irak y Afganistán junto a los EE.UU.
Pero Kirchner fue igual. Y tomó por sorpresa a medio mundo cuando, amablemente, con el saco cruzado abierto y esos mocasines tan apropiados para un salón tan noble, le dijo a Tony Blair, premier inglés y anfitrión del encuentro: “Vengo a hablar de la soberanía sobre las Islas Malvinas”.
La respiración del inglés se detuvo.
La diplomacia se detuvo.
El tiempo del olvido se detuvo.
La escena fue una mezcla del segundo gol de Maradona a los ingleses en el mundial del 86 y el vozarrón del Gaucho Antonio Rivero el 26 de Agosto de 1833 gritando: “Las Malvinas son argentinas”.
Era la primera vez que ocurría. Un presidente argentino hablando de soberanía en casa del colonialista. Tenía que ser pingüino, atrevido y corajudo para hacerlo.
Y hoy es Cristina en Nueva York, hablando en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas sobre la misma causa: nuestra soberanía en Malvinas.
Por primera vez desde que se creara este Comité, una Presidenta nuestra va en persona a decir que la Argentina quiere dialogar, no guerrear, sobre la cuestión soberana de Malvinas.
Por primera vez una Presidenta estará rodeada ante un ámbito de la ONU por familiares de nuestros héroes muertos en combate en 1982, por ex combatientes, por gobernadores y legisladores de todos los colores de la política.
Menos el PRO de Macri. Obvio.
Y por primera vez esta defensa constante de nuestra soberanía es una parte del todo nacional, popular y democrático en el gobierno.
Porque Cristina hablará desde las 400 mil viviendas del plan PROCREAR, la recuperación de YPF y la soberanía energética, la ley de medios, el matrimonio igualitario, la Asignación Universal por Hijo, los 5 millones de puestos de trabajo, la UNASUR, MERCOSUR y CELAC, las reservas del Banco Central, la Ciencia y la Tecnología, el ahorro nacional y el mayor desarrollo económico con inclusión social en 200 años de historia.
Desde ese país de sueños y realizaciones hablará Cristina.
Y como el premier inglés es olvidadizo hasta con sus hijos, les recordará que América Latina es continente de paz.

El Argentino, jueves 14 de junio de 2012

miércoles, 13 de junio de 2012

El techo propio de la patria



La historia contará que en estos años, desde el 2003, los argentinos recuperamos la patria.
Y dirá que esa patria tenía un sueño y que ese sueño se hizo realidad cuando una presidenta llamada Cristina Fernández de Kirchner concibió una casa para todos.
Desde entonces, se dirá, la patria tuvo techo propio.  
Allí está el anuncio de ayer y la convocatoria para seguir procreando.
Véalo de nuevo. Léalo cien veces. Coméntelo en el barrio y en la familia. Comparta esta felicidad con todos los que pueda. Alargue este festejo que bien nos merecemos. 
Cuente que en el Museo del Bicentenario estaban los que vienen trabajando en el  proyecto desde tiempo atrás.
Que junto a la Presidenta estaban Kicillof y Bossio, López, Reibel y Vulcano, los trabajadores de la construcción.
Y estaba la vida celebrándose.  
Serán 400 mil las viviendas. 100 mil en el primer tramo. Plazos de 20 a 30 años para saldar el crédito de hasta 350 mil pesos. 200 mil puestos de trabajo para carpinteros, albañiles, electricistas, plomeros, ingenieros, maestros mayor de obra, pintores, techistas y poetas que las habiten.
Con un país como el nuestro, todos somos algo poetas. 
Entremos a esa casa, como cantó alguna vez José Pedroni.
“Esta es nuestra casa. Entremos. Para ti la hice como un libro nuevo, mirando, mirando, como la hace el hornero. Tuya es esta puerta; tuyo este antepecho y tuyo este patio con su limonero. Tuya esta solana donde en el invierno pensará en tus párpados tu adormecimiento. Tuyo este emparrado que al ligero viento moverá sus sombras sobre tu silencio. Tuyo este hogar hondo que reclama el leño para alzarte en humo, para amarte en fuego. Tuya esta escalera por la cual, sin término, subirás mi nombre, bajaré mis versos. Y tuya esta alcoba de callado techo, donde, siempre novios, nos encontraremos.
Esta es nuestra casa. ¡Hazme el primer fuego!”
Como se verá, la decisión de Cristina nos invita a volar.
Justo ahora que tendremos tierra y casa para todos.
En este país que crece en medio de la tormenta global, es imposible entender el odio de “las cacerolas”.  
¿Será porque en el mismo día que nació este plan, el diario de los Mitre, La Nación, no salió a las calles por primera vez en su historia?
¿Será porque la ONU informó que Argentina es uno de los países con menor pobreza infantil y  menor tasa de desocupación, según la OCDE?
¿Será porque Argentina no disputa el interés de los isleños sino que los respeta, más allá que manifiesten su deseo de ser ingleses o extraterrestres?
Argentina reclama su plena soberanía sobre Malvinas, que es algo muy distinto.
Y ya que estamos, podríamos incluso construir algunas casas en Malvina y Soledad.
¿O no es el mismo sueño?  

El Argentino, miércoles 13 de junio de 2012