martes, 31 de mayo de 2011

La confesión del monseñor

Gravísimo.
Monseñor Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, debe presentarse a declarar por el plan sistemático de robo de bebés nacidos en cautiverio durante la última dictadura cívico-militar.
Son imputados, entre otros, los dictadores Videla y Bignone.
Estela de la Cuadra, con varios familiares desaparecidos, entre ellos su esposo, su hermano y su hermana Elena, mamá de Ana, la niña nacida en cautiverio, afirma reunir pruebas suficientes para interrogar a Bergoglio por este crimen de lesa humanidad.
Ayer se supo que el cardenal Bergoglio declarará por escrito, no personalmente.
En abril la justicia francesa pidió la comparecencia de Bergoglio por otra causa instruida en París por el asesinato del sacerdote Gabriel Longueville, que asistía la misión pastoral del obispo Enrique Angelelli.
Antes, en el juicio por el genocidio en la ESMA, Bergoglio tampoco declaró en sede judicial sino en la Curia, por la desaparición de los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics.
Usted preguntará:
¿Es el mismo Bergoglio que en sus homilías y declaraciones públicas insta a honrar la verdad, la moral cristiana, la transparencia, la igualdad de derechos y criticar toda vanidad y veleidad humana?
¿Es el mismo Arzobispo que no pierde oportunidad de bajar línea contra el gobierno nacional?
Sí, es el mismo.
¿No hubiese sido todo un gesto de humildad cristiana presentarse a declarar como un hijo más de esta tierra, convocado a rendir su testimonio ante los crímenes más aberrantes cometidos contra la condición humana en los años de la dictadura?
O para abreviar: ¿Por qué no da la cara el Monseñor?
Los sobrevivientes de la dictadura, presos, exiliados, torturados, perseguidos, se presentan en los juicios contra los genocidas aun estando en muletas, enfermos, casi ciegos y angustiados. Sienten el deber ético de hacerlo, ante sí mismo y ante las miles de víctimas de aquella barbarie dictatorial.
Después de declarar dicen sentir una profunda serenidad de espíritu, la sensación de haber cumplido no sólo con una formalidad judicial, sino con su misma condición de personas.
¿Y por qué no se presenta el Monseñor?
No da igual confesarse y declarar mirando a los ojos, que hacerlo a través de un escrito. Hay preguntas y repreguntas de los fiscales, de los querellantes, de los jueces, de los defensores.
Recordad: es una justicia humana, no una justicia divina.
Si ya nos indignaba conocer por la prensa mundial la serie de abusos de menores en la Iglesia, la sola sospecha de vinculación, activa o pasiva, de uno de sus jefes con el robo de bebés durante la dictadura, es un crimen repudiable para todas las conciencias, sean del credo que sean.
Gravísimo.

El Argentino, martes 31 de mayo de 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

Aquel gigante miope e invertebrado

“El movimiento nacional está encolumnado detrás de Cristina", afirmó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y agregó: "el justicialismo está encolumnado detrás de la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner” y "la mejor campaña que puede hacer la jefa del Estado es su gestión".
Fue al término del Congreso Nacional del Partido Justicialista.
Las elecciones de ayer en Chubut y en La Rioja deberían entenderse en este marco.
Los acuerdos previos a las deliberaciones de los congresales partidarios, el consenso en torno a la conducción de Cristina, la vigencia vigorosa del proyecto nacional y popular, el notable éxito de la gestión de gobierno, los triunfos y los buenos desempeños de los candidatos kirchneristas en todo el país, nos llevan a una primera conclusión: el peronismo ya no es aquel gigante miope e invertebrado, como lo calificara de manera aguda y brillante John William Cooke.
Es un movimiento que se siente en vigilia permanente en torno a la construcción de poder en defensa de los intereses del pueblo y la nación; su desarrollo, siempre inconcluso, nos lleva a presumir que deberá mejorar lo ya organizado, convocar lo disperso, consolidar el rumbo, procesar los desafíos por venir.
No hay una estación final. Todo movimiento es sinónimo de vida.
Habrá que convenir que el peronismo es hoy el espacio político más previsible para la suerte republicana.
No es un dato menor.
En este marco hay que valorizar las declaraciones de Aníbal Fernández, no como un comentario de ocasión sino como una definición categórica de este momento político.
Los congresales justicialistas están diciendo con su gesto de unidad que:
1.- Hay liderazgo nacional; 2.- hay programa de gobierno; 3.- hay proyecto estratégico; 4.- hay integración latinoamericana; 5.- hay resultado de gestión ampliamente favorable para la sociedad en su conjunto; 6) hay representación popular genuina; 7.- hay unidad de acción y concepción en el elenco gobernante; 8.- hay una identidad política que crece con mística y con historia; 9.- hay un pueblo que recuperó la autoestima y 10.- hay muchas asignaturas pendientes por resolver en el marco de la profundización del modelo de desarrollo económico con inclusión social.
El “triunfalismo” es un enemigo berreta para cualquier análisis político que se pretenda serio. Por eso el punto 10 debería ser un zurcido abierto, una lumbre, un desafío para seguir andando.
Sólo queremos apuntar que cuando las encuestas hablan del crecimiento continuo de la imagen presidencial, se trata de todo esto que aquí dijimos.
El marketing es válido para los náufragos del neoliberalismo, pero no para el proyecto de un país y de un pueblo.



El Argentino, lunes 30 de mayo de 2011

domingo, 29 de mayo de 2011

En la Argentina, gobiernan los indignados

El “Cordobazo” como manifestación de la rebeldía juvenil y las luchas sociales de los trabajadores, no es un dato congelado en nuestra historia, sino un candil que ha transmutado aquella energía luminosa alumbrando cada uno de los procesos transformadores que hoy vive la América Latina.
Parafraseando a Néstor Kirchner, podríamos decir que la generación que gobierna la Argentina es hija y nieta de aquellas puebladas que tienen su punto culminante el 19 y 20 de diciembre de 2001.
Queríamos mencionar este rasgo tan hondo y peculiar porque explica en gran medida nuestro título de hoy. Y explica las antípodas que hay entre una Plaza de Mayo celebrando la Revolución patria, con miles de jóvenes cantando libremente sus consignas y del otro lado del mar, tan cerca y tan lejos, la Plaza del Sol en Madrid o la Plaza de Barcelona, con los indignados temblando de pasión y bastonazos como en nuestras plazas antes que llegara Kirchner.
La rebeldía sigue estando en la Casa Rosada y difícilmente la puedan desalojar aquellos políticos otrora oficialistas, hoy opositores, que fueron eficientes para instrumentar el saqueo y ordenar la represión al pueblo movilizado, pero absolutamente ineptos a la hora de gobernar.
Es interesante observar el proceso histórico en movimiento para entender la causalidad del kirchnerismo y su proyección en el tiempo.
La clave está en seguir el movimiento que protagoniza el pueblo, mirarlo hasta que duelan los ojos de la memoria.
En el 2001 estalló la más formidable crisis de representación de la política. Se dijo esto innumerables veces, pero ¿quiénes están en condiciones de autonominarse hoy como los nuevos actores que recuperaron la confianza social después de la catástrofe? ¿El radicalismo? ¿La derecha partidaria? ¿La izquierda abstracta y la progresía ubicadas en la vereda contraria al colectivo nacional y popular?
En verdad, esta caída libre que sufren los opositores, con sus idas y vueltas, con su atomización, con sus papelones escandalosos en horarios de protección al menor, son apenas un reflejo del país que quedo atrás. Ellos son la expresión patética de aquel país superestructural divorciado de la sociedad.
Lo nuevo ya nació. Es lo viejo lo que no termina de morir.
Estamos apenas a 21 semanas de las elecciones nacionales del 23 de Octubre. Pero a sólo 2 semanas del cierre de alianzas electorales y a 4 semanas de la presentación de candidatos que dirimirán obligatoriamente en las primarias del 14 de agosto.
Una fuerza política que no sabe quién es, ni cómo se llama, ni qué representa, a días de las elecciones, no está en condiciones políticas ni éticas de decirle a la ciudadanía nada de nada. Pongamos atención y responsabilidad antes que subestimar socarronamente esta situación caótica. Porque el naufragio opositor en el llano es inevitablemente el preludio de cualquier naufragio institucional y republicano si nos equivocamos con nuestro voto.
No habrá que ser condescendiente con ese espacio que, empachado de poder mediático, asaltó el Congreso de la Nación después de su estéril triunfo electoral bonaerense en el 2009. No son distintos de los que se amotinaron en el Banco Central, de los que votaron contra la Ley de Medios de la democracia, de los que no apoyaron el matrimonio igualitario, de los que se pusieron del lado de las AFJP cuando había que recuperarlas para el ahorro de los trabajadores, de los que apoyaron a la patronal rural durante el largo conflicto por la 125.
No son distintos de los que expresaron su solidaridad con el Grupo Clarín, cenaron con Magnetto y declararan obscenamente que los hijos apropiados por Herrera de Noble también eran sus hijos.
Son los mismos que atacaron y atacan al gobierno nacional con el mote de “bárbaros”, como un lamento grotesco de los insultos unitarios del siglo 19.
A ellos habrá que responderles, hoy como entonces, con Juan Bautista Alberdi:
“Distinguir la democracia en democracia bárbara y en democracia “inteligente” es dividir la democracia; dividirla en clases es destruirla, es matar su esencia que consiste en lo contrario a toda distinción de clases. Democracia bárbara, quiere decir, soberanía bárbara, autoridad bárbara, pueblo bárbaro. Que den ese título a la mayoría de un pueblo los que se dicen “amigos del pueblo”, “republicanos” o “demócratas” es propio de gente sin cabeza, de monarquistas sin saberlo, de verdaderos enemigos de la democracia”.
Elegida la fórmula Filmus-Tomada en la Ciudad de Buenos Aires, Agustín Rossi en Santa Fe, ganando el derecho al repechaje en Chubut, organizando el Justicialismo en su máxima escala de representación orgánica, movilizando a la juventud, dando los debates ideológicos en toda tribuna posible, es hora de empezar a sentar las bases de un nuevo país.
Cada área de gobierno marcha decididamente en esa dirección.
Ahí están los logros y los desafíos a encarar de ahora en más en Trabajo, Educación y Derechos Humanos.
Ahí está lo que hace Industria con una ministra que no descansa, Débora Giorgi, anunciando créditos por 8 mil millones de pesos para las Pyme.
Quizá el alma de este proyecto lo resume otra ministra incansable, Alicia Kirchner, cuando afirma que debemos ayudarnos solidariamente para construir no sólo obras sino también las vidas de los más humildes.
O la ministra Nilda Garré definiendo al pueblo como sujeto fundamental de la seguridad pública en un nuevo modelo de seguridad democrática, creando el Programa de Escuelas de Participación Comunitaria en Seguridad.
El plano superior y abarcador es la Patria Grande.
Lo dijo la Presidenta ante los miembros de la UNASUR que asistieron a la Conferencia inaugural del Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa.
Su director, Alfredo Forti, definió que uno de los primeros objetivos será llenar el vacío de información oficial propia sobre los activos estratégicos de Sudamérica, en esta verdadera hora estratégica signada por la consolidación de la unidad sudamericana.
Si la realidad es la única verdad, habrá que saber disfrutarla.

Miradas al Sur, domingo 29 de mayo de 2011

viernes, 27 de mayo de 2011

Apuntes para el fin de semana

La Semana de Mayo que hoy culmina estuvo cargada de significados.
La presencia de Néstor Kirchner en la memoria enarbolada masivamente en calles y plazas, fue uno de ellos.
Una Plaza de Mayo repleta de pueblo celebrando el 25; la multitud concentrada en el Acto realizado en Resistencia; la homilía del obispo chaqueño; los distintos actos patrios a lo largo y ancho del país; la apertura oficial del Museo del Bicentenario, más la inauguración de una planta industrial automotriz en Campana, constituyen datos duros que resignifican nuestra democracia.
El país es un colmenar en plena tarea. Por eso festejó el cumpleaños de la patria con un fervor que conmueve.
Un párrafo destacado merece el Congreso inaugural del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa, en el marco de la UNASUR, presidido ayer por el ministro Arturo Puricelli. Abre un horizonte de solvencia democrática y plena soberanía para toda la región. Sugerimos la lectura de la Conferencia inaugural de Alfredo Forti y la de Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia.
El Acto en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos encabezado por la Presidenta, es una clara referencia que apuntala y profundiza nuestra mirada latinoamericanista. En ese mensaje presidencial está nuestro destino americano.
En cambio, en la orilla opositora, todo es sinuoso y confuso.
La oposición, en general, sigue chamuscada con su propio fuego. Hacen y deshacen alianzas con una facilidad escandalosa.
¿Cuándo entenderán que la verdadera calidad institucional que tanto declaman empieza por casa?
La transformación estructural por la que atraviesa el país es tan profunda que si antes se decía que “el peronismo es imposible de entender”, hoy resulta ser el movimiento político más previsible para la ciudadanía, mientras que la que resulta inentendible es la oposición, sea conservadora o de la progresía.
Cuando asumió la presidencia, Néstor Kirchner se propuso sacar a la Argentina del infierno en que la habían sumido las políticas neoliberales y los políticos que gerenciaban la democracia en representación del poder económico-mediático.
¿Cómo estamos hoy después de 8 años de gobierno nacional, popular y democrático?
Es de pura honestidad reconocer que estamos mejor objetivamente en todos los indicadores de la macro y la micro economía. Crece el empleo y la producción como no creció jamás.
Estamos mejor en términos sociales y culturales y así lo demuestran los miles de jóvenes que se incorporaron generacionalmente a la participación política.
Sería felizmente interminable la lista de logros conquistados por el conjunto de la sociedad.
El país salió del infierno. La oposición, no.



El Argentino, viernes 27 de mayo de 2011

jueves, 26 de mayo de 2011

Tenemos patria: ¡Nosotros!



Cuando la Presidenta dijo, ayer, desde el Chaco: “Tenemos patria”, los ciudadanos sentimos que el corazón galopaba sobre el horizonte.
Cuánta historia expresada en una sola frase y en un mismo día.
Cuanta emoción compartida.
El 25 de Mayo de 1810 nacíamos patria desde el Cabildo y la Plaza de la Victoria, como se llamaba entonces la Plaza de Mayo.
Mucho más acá, el 25 de Mayo de 1973, una generación de jóvenes celebraba un sueño: la patria liberada.
“Cámpora al gobierno, Perón al poder”, era una certeza más que una consigna.
El 25 de Mayo de 2003, 30 años después, lo que quedaba en pie de aquella generación herida, con el alma en bandolera, con sus 30 mil desaparecidos, con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, volvía a la Casa Rosada triunfante y esperanzada de la mano de un hombre comprometido hasta la médula con sus convicciones: el Presidente Néstor Kirchner.
Parece que fue ayer nomás, el 25 de Mayo de 2010, la Argentina celebraba sus primeros 200 años de historia con una multitud de soñadores cubriendo las calles, las avenidas y las plazas en un acto de amor con la patria.
Cristina Fernández de Kirchner es la presidenta de ese país recuperado.
Y en este 25, finalmente, el país ingresó definitivamente a su Tricentenario desde el interior profundo de nuestro territorio nacional: el Chaco. Toda una metáfora de la Argentina que viene. De la periferia al centro.
Si unimos la celebración de nuestro magno día con la inauguración del Museo del Bicentenario, tendremos las coordenadas precisas que nos llevan desde aquella historia compartida, hacia el futuro que estamos construyendo en medio de un mundo que se derrumba.
Tenemos patria. Ahora sí podemos dar cuenta de la primera Proclama de la Primera Junta, del 26 de mayo de 1810, cuando los próceres decían: “Tenéis ya establecida la Autoridad que remueve la incertidumbre de las opiniones, y calma todos los recelos. Las aclamaciones generales manifiestan vuestra decidida voluntad; y sola ella ha podido resolver nuestra timidez á encargarnos del grave empeño á que nos sujeta el honor de la elección. Fijad pues vuestra confianza, y aseguraos de nuestras intenciones.”
Escrito estaba en “la Real Fortaleza de Buenos-Ayres á 26 de Mayo de 1810”.
Y firmaban: “Cornelio de Saavedra, Dr. Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuenaga, Dr. Manuel Alverti, Domingo Mateú, Juan Larrea, Dr. Juan José Passo, Secretario, Dr. Mariano Moreno, Secretario”.
Aquella primera Revolución se abrió paso como pudo.
Esta de ahora, democrática, nacional y popular, tiene en la nueva generación de jóvenes que irrumpe, los sucesores de nuestros primeros padres.
Tenemos patria y es una buena noticia.




El Argentino, jueves 26 de mayo de 2011

martes, 24 de mayo de 2011

El sol del 25 viene asomando

La Patria ya palpita los festejos de su primer Revolución democrática.
Es probable que la consigna que se cantara aquel 25 de Mayo de 1810 frente al Cabildo fuese: “Y llueve y llueve y el pueblo no se mueve”.
Pero bien vale hablar de “el sol del 25”, aunque llueva a cántaros.
Total, la noticia más trascendente no estaba en el cielo sino en la plaza del pueblo:
“Tenemos patria”, sería un buen titular.
Como en aquel lejano 1810, hoy sigue siendo la noticia a celebrar en las calles y en las plazas.
Hace 201 años los absolutistas cometían el desatino de intentar perpetuar al virrey Cisneros al frente de la Junta.
Que ningún político conservador de estos tiempos se haga los rulos pensando que inventó la pólvora al engañar al pueblo. Esas artimañas son más viejas que el Cabildo.
El 24 de mayo de 1810 la maniobra consistió en querer perpetuar al virrey en el trono, concediendo algunos pocos lugares a los patriotas, pero conservando la sartén por el mango y el mango también.
Avisados del intento, Belgrano, Moreno, Castelli, French, Saavedra, todos los revolucionarios de Mayo, pusieron las cosas en su lugar, exigiendo la renuncia de Cisneros y llamando al Cabildo Patrio para el 25 de Mayo.
Y se hizo la Revolución.
Note usted algunas similitudes entre aquel pasado glorioso y este presente que hoy vivimos, pese a que transcurrieron ya dos siglos.
Hoy como ayer, los absolutistas de nuevo cuño, los neoliberales del FMI, los heraldos del mercado, los enemigos del Estado y de las libertades públicas, intentan consolidar sus dominios después del derrumbe que ellos mismos ocasionaron con la gran crisis mundial desde el 2008 en adelante.
Observemos lo que pasa con la vieja Europa para comprobar lo que afirmamos.
Los poderosos venden gato por liebre cada vez que se sienten acorralados.
Obligan a Grecia a entregar “las joyas de la abuela” y hasta las sandalias de Zorba el griego, pero como si fuese una graciosa concesión, aclaran que no pretenden ni la Acrópolis ni el Partenón.
Someten al pueblo español y en especial a sus jóvenes, al escarnio público del desempleo y la falta de mejor democracia y futuro.
Eso sí: “en nombre de la nueva política”, diría Zapatero.
Todas las “salidas” de la crisis global en el viejo mundo, incluido los EE.UU., todas fueron y son por derecha. Lo que equivale a decir: más nafta para apagar el incendio que ellos mismos provocaron.
¡Por suerte somos argentinos y estamos en la Argentina!
En ese camino de recuperación del orgullo nacional hay que inscribir el triunfo del diputado Agustín Rossi y el Frente para la Victoria, en Santa Fe.
Tenemos patria. Y es un buen motivo para salir a festejar mañana.

El Argentino 24 de mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

“Filmus, Tomada, Cristina en la Rosada”

¡Te llegó la hora, mi Buenos Aires querido!
Por primera vez la Ciudad estará en condiciones de acoplar todas sus cargas, sus bellezas, sus dolores, sus esperanzas al proyecto de nación que conduce Cristina Fernández de Kirchner.
De eso se trata la consigna que el sábado entonaban jóvenes y no tan jóvenes, adentro y afuera del teatro ND Ateneo.
Es imposible escaparle a la angustia de imaginar que podrían venir cuatro años más de este divorcio entre la ciudad y el país de los argentinos.
Mauricio Macri lo hizo. Y así estamos.
Como una hermana perdida, está Buenos Aires. Y claro que duele este divorcio entre la capital de los argentinos y el resto de las provincias. Esa situación es la que habrá que remediar en estas próximas elecciones.
“¡Basta de soledad!” Parecían decir los militantes porteños que vivaban el nombre de Cristina junto al de Juan Cabandié, el primer candidato a legislador del Frente para la Victoria.
Note usted que no existe ninguna otra fórmula local en condiciones de sumarse a un proyecto nacional que no sea la que expresan Daniel Filmus y Carlos Tomada.
No existen directamente.
Pudo haber sido la del PRO. Pero su jefe, Macri, desertó de la elección presidencial de octubre.
Pudo haber sido la de Pino Solanas, pero el mismo Solanas también desertó de esa elección.
Pues bien, de eso se trata la elección porteña.
Nadie debe confundirse esta vez. Sea de izquierda, centro o de derecha democrática, incluso.
Nadie se salva solo, lo sabemos. Si así resulta en la vida personal como en la de una comunidad, eso quiere decir que nadie recompone una ciudad con un partido vecinal, como terminaron siendo los partidos de Macri y de Solanas.
Los partidos vecinales, en cualquier lugar, son partidos respetables. Pero siempre y cuando tengan alguna que otra proyección nacional.
Esto no sucede aquí.
Buenos Aires precisa vivir y gozar de lo mismo que hoy vive y goza el conjunto de las provincias argentinas que componen armoniosamente el proyecto nacional, popular y democrático.
No es una teoría. Ni es una abstracción. ¿Sabe porqué?: Porque tuvimos oportunidad de conocernos todos en esta historia que construimos después de la gran crisis del 2001. Ponga de un lado el resultado de gestión en la ciudad gobernada por Macri y ponga del otro, la Argentina gobernada por el kirchnerismo desde el 2003.
Si Macri cerró la ciudad, el Frente para la Victoria abrió el país a la inclusión, al consumo, a la educación, a la salud, al trabajo, a la integración nacional y latinoamericana.
Se trata simple y maravillosamente de no dejar pasar la oportunidad de vivir mejor en una ciudad que se lo merece.
Ahora sí, vamos a ser felices.

El Argentino, lunes 23 de mayo de 2011

domingo, 22 de mayo de 2011

Vida y muerte en Margarita Belén

“Prisión perpetua”, sentenció el Tribunal que juzgó a los genocidas de la “Masacre de Margarita Belén” en el último día del juicio, el pasado lunes.
Y entonces, la plaza de Resistencia, llena de jóvenes con sus bombos y banderas, estalló en llantos y canciones, demostrando que en los hondos asuntos de la historia es posible reír y llorar al mismo tiempo.
Se empezaba a cerrar un ciclo abierto el 13 de diciembre de 1976 cuando la dictadura asesinó a 22 militantes de la Juventud Peronista, detenidos en la provincia del Chaco.
En el Juicio a los Comandantes, en 1985, este crimen de lesa humanidad fue la sustancia de la llamada “causa 13” que posibilitó la condena y la cárcel de Videla.
Luego, mandó la impunidad de “la obediencia debida” y el “punto final” del gobierno de Alfonsín y los indultos de Carlos Menem.
Hasta que vino Kirchner. Y la memoria se alborotó de nuevo, sembrando justicia.
Cuando la presidenta del Tribunal nombró al ex militar Luis Patetta, acusado de ser el que remató a Néstor Sala y pronunció otra vez: “prisión perpetua”, la escena en el lugar fue un cuadro de Carpani.
Como si la historia se hubiese condensado en ese único y conmovedor momento, acomodando el gesto de cada uno de los familiares y los compañeros de los masacrados.
Juancito Sala, el hijo de Néstor, gritó indignado: “Vos fuiste el que asesinó a mi papá”.
La hermana de Barquitos, otro de los muertos, lloraba sin lágrimas apoyada en el bastón blanco de su ceguera.
Mario saludaba desde la plaza. El hermano del Pato sollozaba.
Mirta Clara, sonreía.
En la mirada del hijo del Pato Tierno cabían todas las tristezas y todas las preguntas sobre el origen del dolor. Su mamá miraba la hora de ese instante de justicia.
Mariana Sala, desbordada en llanto, sólo susurraba “mi viejo, mi viejo…”.
Dafne, la hija de Carlos Zamudio, abrazaba llorando al Ratón Aranda en un imposible abrazo a su padre ausente.
El hijo de Lucho Díaz reemplazaba la elegancia de su padre masacrado, cuando aún vivía.
El fiscal y el querellante, Jorge Auat y Mario Bosch, custodiaban los detalles de una causa que ellos dignificaron, mientras Silvana y Carolina honraban la condición humana.
La hermana de uno de los masacrados gritó “justicia” y aplaudió el fallo de pie.
La hermana de otro militante muerto, Graciela Fransen, desde su silla levantó su brazo.
Miguel Bampini, ex preso y testigo de la causa, también se puso de pie, condenando a los asesinos con una mirada tan dura e implacable como la misma sentencia judicial.
A su lado, de pie, busqué la silueta oscura, huidiza, cínica del genocida y levanté mi brazo con la Ve de la Victoria.
Éramos los compañeros en el segundo final de aquel martirio, el último aliento al pie de la masacre.
Falta encontrar el cuerpo de Fernando Pierola y de otros masacrados, para abrazar sin pudor a sus hermanos y sobrinos.
Y a su madre, Amanda, que murió sin saber dónde quedó su hijo.
El día que se lo llevaron, el Flaco Sala nos habló desde aquella reja que lo separaba de nosotros y lo ingresaba al primer misterio de su calvario:
“Compañeros, sé que nos sacan para matarnos.
Es mentira que es un traslado. Y si lo es, es un traslado a la muerte.
Pero quiero que sepan que moriré de pie, peleando como pueda, a los mordiscones si estoy atado. Todos los que hoy nos sacan de la cárcel, los que están aquí adentro y los que esperan afuera, son culpables ante la Historia, culpables de la miseria del pueblo y culpables de nuestras muertes.
Sólo quiero pedirles que cuenten de esta matanza a mis hijos, cuando ellos tengan edad de entender qué pasó en la Argentina de estos años y a mi compañera cuando puedan verla.
También les digo, compañeros, que de nada vale este sacrificio nuestro si ustedes no siguen peleando por mantener viva la memoria popular; por eso, cuéntenle a nuestro pueblo por qué nos asesinan y por qué decidimos morir de pie.
Chau compañeros, cuídense… ¡Libres o muertos, jamás esclavos!”
Hoy sentimos que una parte sustancial de su mandato está cumplido.
Vendrán días más luminosos.
Si el olvido es funcional a la injusticia, la memoria lo es a la justicia, dice Auat.
Los civiles que coparticiparon de la dictadura tendrán que rendir cuentas ante los tribunales. Muchos de ellos, son los mismos que incubaron en estos años el ejercicio injusto de la democracia. Promovieron la desmemoria para fugar de sus responsabilidades.
Pero la memoria no da la espalda al futuro cuando mira el pasado.
Sabe mirar y repasar sus heridas con ojos esperanzados.
En esa mirada larga estarán siempre ellos, los que murieron por un país más justo.
Porque nadie podrá negar que ellos lucharon por una vida digna para este pueblo que tanto amaron.
Quizás llegó la hora de rescatar la historia de los justos, que es nuestra verdadera historia.
La multitud de jóvenes en aquella plaza, vivando los nombres de los masacrados y repudiando a los genocidas, echaba luz sobre el camino a seguir.
En la sala, el himno nacional cantado desde el alma pareció más argentino que nunca.



Miradas al Sur, domingo 22 de mayo de 2011

Si el olvido es unitario, la memoria es federal

Con el cierre y presentación de las listas de candidatos, las elecciones porteñas se vienen al galope.
Un poco más allá, asoma Octubre como un mes esencial para elegir nuestro destino.
Estamos en la Semana de Mayo y el alma vuelve a entrar en revoltijo preguntando quiénes somos de verdad y quiénes queremos ser los argentinos.
Mucho más cuando será esa la cuestión central a desentrañar a la hora de entrar al cuarto oscuro.
Hoy, 22 de Mayo, es el día del Cabildo Abierto y es una buena fecha para empezar a definir nuestro próximo voto.
Aunque, paradójicamente, a 201 años de la Revolución de Mayo, el cabildeo popular más nutrido se está dando en la antigua metrópoli española y no en tierra americana.
Cosas de la historia.
No es caprichoso afirmar que si el olvido es unitario, la memoria es federal.
Quizás alcance, para comprobarlo, con repasar detalle por detalle los Juicios por crímenes de lesa humanidad que se desarrollaron durante la semana.
¿Tendrá algo que ver lo que vino después del triunfo de Mitre en la batalla de Pavón con la masacre ejecutada por la dictadura de Videla y compañía?
Quizá sea preciso repasar el nudo argumental de la oposición proponiendo olvidar los crímenes de la dictadura y lo que es peor, borrar una por una las conquistas sociales de estos últimos años.
¿Es posible relacionar el olvido oficial de la historia mitrista sobre los crímenes cometidos contra los Caudillos federales que defendían sus economías provinciales, con la amnesia impune que sufrió esta democracia indultando a los genocidas del terrorismo de estado y dejando libre a Martínez de Hoz?
O quizás haya que observar los planteos económicos de la derecha, con sus nostalgias y melancolías por el ALCA que no está, por el FMI que ya no nos pisotea, por el libre cambio tan deseado, por el dominio del mercado y el achicamiento del Estado.
O quizás haya que comparar la política seguida por Mauricio Macri desde la jefatura porteña para concluir que no es más que una nueva versión de la vieja política mitrista y rivadaviana queriendo disociar a Buenos Aires del resto de la nación.
O quizás alcance con mirar las imágenes de la vieja Europa con su reloj atrasado, pugnando por la revolución del sentido común que sus jóvenes reclaman, para lograr dimensionar el cambio que aquí experimentamos desde Néstor Kirchner en adelante.
Quizás resulte útil y necesario abordar todos estos temas para poder entender lo que nos viene pasando.
Repasemos algunos pasajes del discurso presidencial del viernes, en los 420 años de La Rioja, para echar más luz sobre estas cuestiones.
Cristina afirmó, entre otros conceptos y emociones:
“La historia de La Rioja es la historia también de todos los argentinos.
Las imágenes de Facundo, del Chacho Peñaloza, de Rosarito, de monseñor Angelelli, de Castro Barros, de Joaquín V. González…cuando se ha logrado que un joven vuelva a levantar la bandera argentina y cante el himno con orgullo, uno siente que ha cumplido los grandes ideales de esos patriotas riojanos y también de otros como San Martín, Belgrano, Moreno, Castelli, Perón, Eva”
Queda claro que la Presidenta identifica su mandato de gobierno y el proyecto de país del que deviene, en aquellas fuentes de la historia mencionada.
Cuán diferente es la actitud huidiza del pensamiento conservador que, con la excusa de mirar hacia adelante, pretende que olvidemos los males que ellos ocasionaron llamándose librecambistas, unitarios o procesistas.
Es preciso hacer docencia en medio del fogoneo electoral. No vale todo lo mismo.
Hay que conocer las raíces del proyecto de nación que uno abraza para advertir que, con matices, los proyectos en pugna siguen siendo los mismos que cuando se inauguraba la patria de los argentinos.
El ejercicio de la memoria sirve para sembrar el futuro o se transforma irremediablemente en una melancolía estéril.
Por eso es interesante rescatar otro pasaje del discurso de Cristina:
“Creo realmente que estos años han venido a remontar décadas de olvido, décadas de un país que sólo miraba hacia afuera o hacia el puerto, que había olvidado a las provincias, a las economías regionales, no solamente a las del NEA y a las del Norte, también a la Patagonia;…estamos en el camino correcto porque hemos empezado la tarea de construir un país inclusivo, federal como lo hemos hecho. No porque hayamos descubierto la pólvora o encontrado el agujero al mate, como solía decir un compañero de bancada cuando era senadora nacional, no, es apenas porque hemos sabido leer nuestras propia historia.
En estos 200 años las cosas que hemos conseguido los argentinos, las hemos conseguido cuando hemos confiado en un proyecto nacional, cuando hemos creído en nuestro pueblo, cuando hemos creído en nuestras raíces, en nuestra historia, cuando hemos reconstruido esa conciencia que yo denomino nacional, popular y democrática y que tiene que ver con saber que tenemos que producir algo más que materias primas, que esa fue la gran lucha también de unitarios y federales y que nosotros nos embanderamos en las luchas federales que querían un país igualitario con economías regionales donde agregaran valor y generaran trabajo para los miles y miles de comprovincianos, que no tuvieran que irse de sus provincias”
Quedó muy claro el concepto.
Estamos consolidando la historia del país federal. Por eso la democracia se vistió de épica en los últimos años.
Y si hubiese dudas al respecto, la herrumbrada resistencia de los poderosos enemigos del cambio, Grupo Clarín mediante, lo pone de manifiesto.
Este es un cambio estructural de doble entrada: la horizontal, que nos permite apreciar y comparar lo que nos sucede a los argentinos en el instante que Europa se desploma socialmente. La vertical, que ilumina este presente con las raíces de nuestra historia nacional.
Como dijo la Presidenta en el mismo discurso:
“Porque tenemos historia es que podemos construir futuro, los pueblos sin historia o los que pretenden ignorarla o enterrarla, o los presuntos desmemoriados, son los que nunca pueden llegar a ningún lado”

Miradas al Sur, domingo 22 de mayo de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Atendida por sus propios dueños



Cuando hace algunos años Mauricio Macri empezó a incursionar activamente en la política, se dijo que el poder económico dejaba de lado a sus gestores y gerentes para ser atendido por sus propios dueños.
¡Mi Buenos Aires querido, mirá lo que quedó!
Hoy contamos con una gran ventaja: podremos elegir a nuestros futuros gobernantes conociendo el resultado concreto de su gestión de gobierno.
Y respecto a los otros, los candidatos sin experiencia de gestión, podemos mensurar sobradamente sus respectivas conductas en la vida pública.
No valen más las promesas vacías de contenido y de historias de vida.
Nos conocemos todos.
Por eso pensamos que en Buenos Aires hay sólo dos opciones.
¿O es acaso una alternativa la legisladora candidata que representa al Grupo Clarín?
¿O son una opción viable quienes se presentaban como el “progresismo real” y luego desertaron de la batalla nacional?
Habrá que optar entre quienes buscan unir los destinos de Buenos Aires al resto del país y los que se empeñan para desnacionalizarla, como lo hizo Mitre en el siglo 19.
Esa vieja disyuntiva histórica, vuelve a estar en disputa.
Como apostamos siempre a la esperanza, nos adelantamos a decir:
¡Bienvenida a la Argentina, Ciudad de Buenos Aires! ¡Bienvenidos porteños y porteñas!
¡Bienvenidos a un proyecto de país que merezca ser vivido!
Todo está listo para el próximo reencuentro entre una ciudad que está en el origen de los argentinos y una nueva y gloriosa nación a la que pertenecemos todos.
Cuando mañana se entreguen a la justicia electoral los nombres de los candidatos a Jefes de la Ciudad, tendremos la dimensión exacta de los rumbos posibles a elegir el próximo 10 de julio.
A manera de guía muy elemental pero certera, apuntamos:
Que de un lado estará el macrismo y del otro, el Frente para la Victoria.
Que de un lado estará el pasado y del otro, estará el futuro.
Que de un lado se alinearan quienes apuestan a desmontar el modelo de desarrollo inclusivo que preside Cristina.
Y que del otro, se alinearan los que defienden y expresan el modelo de inclusión, nacional, popular y democrático que gobierna desde el 2003.
No hay manera de equivocar el voto ni confundir la mirada. No hay caminos intermedios esta vez.
El respaldo incondicional de la CGT y el PJ, ayer, a la Presidenta de la Nación; la profundización de los juicios por crímenes de lesa humanidad; el crecimiento de la economía; la integración latinoamericana, son algunos de los muelles que esperan ansiosos el amarre nacional de una ciudad tan nuestra, como es Buenos Aires.
Para poder lograrlo, deberá ser gobernada por sus propios dueños, es decir por los vecinos y vecinas de la ciudad.


El Argentino, viernes 20 de mayo de 2011

jueves, 19 de mayo de 2011

Un “argentinazo” en Madrid

Estamos en la Semana de Mayo.
Un día como hoy, pero de 1810, los patriotas reunidos en la casona de Rodríguez Peña decidían encomendar a Juan José Castelli y Martín Rodríguez para que transmitan al virrey Cisneros la exigencia popular de convocar a un Cabildo abierto.
El grito de libertad maduraba rápidamente en las calles y en las casas de la ciudad.
Aquel 19 de Mayo la Revolución estaba en marcha.
A doscientos y un años de aquel suceso definitorio en nuestra historia, los que se reúnen para exigir más libertades no son criollos sino miles de jóvenes españoles que se concentraron en el centro de Madrid, en la Puerta del Sol, para reclamar más trabajo y mejor democracia.
Tranquilos, que el eje del planeta sigue en el mismo lugar, centímetros más, centímetros menos, después del terremoto en Japón.
Lo que se ha corrido y derrumbado es el paradigma neoliberal de acumulación financiera del capitalismo.
Ese paradigma que se definió con el Consenso de Washington y cuyos comisarios políticos internacionales fueron los funcionarios del FMI.
Ese paradigma que provocó el quiebre de las economías de muchas naciones con su secuela de desempleo, pobreza y miseria.
Ese paradigma que aun reivindican en nuestro país, obscenamente, los opositores políticos al Gobierno nacional y el monopolio mediático del Grupo Clarín.
En estas orillas, el azote del modelo neoliberal lo sufrimos duramente desde la dictadura en adelante.
Y en plena democracia, Menem y De la Rúa, compitieron por el ranking de los injustos.
El argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 fue un “punto final” pero escrito por el pueblo.
Algo parecido es lo que está sucediendo por estas horas en España, en Grecia, en Alemania, en Inglaterra, en Irlanda.
Diez años después, claro.
Para poder apreciar los cambios sustanciales que están ocurriendo en el mundo, le proponemos el siguiente ejercicio:
Compare usted una fotografía, cualquiera, del poderoso presidente del Fondo Monetario tomada un mes atrás, sonriente, ganador, “poderoso caballero es don dinero”, con una foto de estas horas, mostrándolo esposado, desaliñado, ojeroso, preso por una presunta violación a la mucama del hotel donde se alojaba.
Ese contraste brutal en la imagen es la que expresa el antes y el después del neoliberalismo global.
Antes acosaban y violaban presidentes, “relaciones carnales” mediante.
Pero como era algo consentido, no había denuncias.
Pues bien, en este lugar del mundo llamado Argentina, esa “fiesta” se terminó.
Es hora de alzar la vista y otear el horizonte más allá de la frontera para comprobar que el mundo es un incendio.
Cuidemos, entonces, nuestra propia aldea.



El Argentino, jueves 19 de mayo de 2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

Sólo la verdad nos hace libres




Lo dijo ayer Juan Cabandié en la Sala del Tribunal que juzgó y condenó a su apropiador a 18 años de prisión.
“La verdad hace libre a las personas, porque no se puede vivir sin saber quiénes somos”, agregó emocionado al conocerse el fallo.
Por la tarde frente a los Tribunales, Cabandié, Horacio Pietragalla, Victoria Montenegro, todos los nietos recuperados que se agrupan en H.I.J.O.S. acompañaron a Estela Carlotto y las Abuelas de Plaza de Mayo en el acto donde se reclamó por la recuperación de la identidad de los 400 que aún faltan identificar y particularmente por la pronta y definitiva resolución de la justicia respecto a Marcela y Felipe Herrera-Noble, presuntamente apropiados por la dueña del Grupo Clarín.
Estas dos noticias, la condena al ex policía Luis Falco y la manifestación pacífica en Tribunales, son la expresión de un nuevo país, de una nueva democracia, de un nuevo cuadro de situación en la vida cotidiana de los argentinos todos.
El futuro ya llegó.
Los hechos hablan del salto de calidad que hemos dado colectivamente desde que este proyecto político asumiera el gobierno en el 2003.
Hay que decirlo así para hacer docencia con la lectura correcta de las cosas que nos vienen pasando.
Mientras una buena parte de la región, como nuestro hermano y amado Uruguay, aún discute el pasado con el reloj de los años noventa, reavivando la teoría de los dos demonios en una versión más sofisticada, Argentina consolida el piso de un modelo de desarrollo que, por ejemplo, amplía la red cloacal y los ferrocarriles, construye más de mil escuelas y condena a los genocidas de la dictadura al mismo tiempo.
En la integración de todos los componentes que hacen a una vida más justa, está el valor de esta etapa que hoy atravesamos.
Anoche la Presidenta expresó el orgullo de ser parte de esta generación del Bicentenario.
Nos sobran los motivos para estar orgullosos.
Pero hoy queremos resaltar uno de ellos, quizás el más sublime: los nietos recuperados que ayer se manifestaron frente a Tribunales están libres de odios y cargados de amor.
Esa es la mejor garantía de calidad de esta democracia inclusiva.
Que ese mismo niño hombre que nos conmoviera hace unos años hablando junto a Néstor Kirchner el día de la recuperación de la ESMA para la memoria, sea hoy el comprometido legislador Juan Cabandié, es la expresión más nítida de que todo lo que ocurra de aquí en más en nuestras vidas como comunidad será más bello de vivirlo.
Damián y Alicia, los papás de Juan, tenían 19 y 17 años respectivamente, cuando los secuestraron.
Jóvenes para siempre, descansarán ahora sabiendo que su hijo y su descendencia ya viven en un país más justo.


El Argentino, miércoles 18 de mayo de 2011

martes, 17 de mayo de 2011

La memoria en Margarita Belén




La Masacre de Margarita Belén, en el Chaco, ejecutada por la dictadura el 13 de diciembre de 1976, se inició con el arreo de los militantes de la Juventud Peronista, hombres y mujeres que permanecían prisioneros en distintos lugares de detención.
Eran todos jóvenes. Seguirán jóvenes para siempre.
El día anterior a la masacre, domingo 12 de diciembre, en horas de la siesta, los genocidas fueron hasta la cárcel de Resistencia a sacar a muchos de los que serían masacrados.
Uno de ellos fue Néstor Sala. Antes de despedirse de sus compañeros quiso dejarles un último mensaje, reconstruido ayer en el recuerdo de los sobrevivientes:
“Compañeros, sé que nos sacan para matarnos.
Es mentira que es un traslado. Y si lo es, es un traslado a la muerte.
Pero quiero que sepan que moriré de pie, peleando como pueda, a los mordiscones si estoy atado. Todos los que hoy nos sacan de la cárcel, los que están aquí adentro y los que esperan afuera, son culpables ante la Historia, culpables de la miseria del pueblo
y culpables de nuestras muertes.
Sólo quiero pedirles que cuenten de esta matanza a mis hijos, cuando ellos tengan edad de entender qué pasó en la Argentina de estos años, y a mi compañera cuando puedan verla.
También les digo, compañeros, que de nada vale este sacrificio nuestro si ustedes no siguen peleando por mantener viva la memoria popular; por eso, cuéntenle a nuestro pueblo por qué nos asesinan y por qué decidimos morir de pie.
Chau compañeros, cuídense… ¡Libres o muertos, jamás esclavos!”
Ayer, el Tribunal que juzgó a los acusados, dio a conocer finalmente su fallo.
Se hizo justicia.
El Tribunal condenó a prisión perpetua a los ocho ex militares que fueron juzgados por este crimen de lesa humanidad.
Los condenados fueron Gustavo Athos, Horacio Losito, Aldo Martínez Segón, Jorge Carnero Sabol, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni y Luis Alberto Patetta.
Más allá del juicio de valor que a cada uno merecerá este fallo, aquel mandato de Néstor Sala, de mantener viva la memoria popular, de contar al pueblo porqué los mataron y porqué murieron, se ha cumplido en una buena parte.
Adentro y afuera de la sala judicial, la memoria se manifestó más viva que nunca.
Falta juzgar a los civiles que fueron partícipes de esa dictadura. Falta encontrar el destino de los cuerpos de muchos de los masacrados. Falta el reencuentro con los nietos que aun permanecen a oscuras de su propia identidad.
Pero hay una cosa segura: los días de justicia han llegado a la Argentina, para no retroceder nunca más.
Esa certeza es la que nos provoca esta dolorosa alegría.






El Argentino, martes 17 de mayo de 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

Las margaritas vuelven a florecer

A muy pocos kilómetros de la ciudad de Resistencia, capital del Chaco, hay un pueblo de gente laboriosa y corajuda llamado “Margarita Belén”.
En las afueras de ese pueblo, sobre la ruta nacional 11, se puede apreciar una enorme e impactante escultura compuesta por varias figuras humanas encadenadas, con los ojos vendados, acribillados, contorsionando sus cuerpos malheridos, como si estuvieran atravesando el minuto final de una muerte cruel.
Es imposible no conmoverse ante esa escultura, aunque no se conozca la historia que está representando.
Cuando se la conoce, ay mi alma, esas figuras cobran vida nuevamente.
Como si dijeran cosas desde la altura en la que están: “¡Libres o muertos, jamás esclavos!”. O como si sentenciaran: “¡Asesinos, las van a pagar algún día!”.
O como si exigieran: “¡Justicia!”.
Una de las figuras, con los dedos en Ve, pareciera gritar: “¡Viva Perón, carajo!”
Se cumplen hoy 34 años, 5 meses y 3 días de la tortura y fusilamiento de una veintena de militantes de la Juventud Peronista que permanecían hasta ese 13 de diciembre de 1976, como presos políticos de la dictadura cívico-militar.
Hoy, el Tribunal que juzga este crimen de lesa humanidad, dará el fallo que condena a los genocidas de la “Masacre de Margarita Belén”.
La historia, que suele mover a su antojo los piolines del destino, quiso que entre los muertos hubiese dos conocidos militantes de la ciudad de La Plata: Néstor Sala, “el Flaco” para sus compañeros y Patricio Tierno, “el Pato”.
En homenaje a ellos y a todos los jóvenes que allí fueron masacrados, el entonces Presidente de la Nación Néstor Kirchner, acompañado por Cristina y una nutrida comitiva de organismos de Derechos Humanos, visitó el lugar el 14 de mayo de 2007.
Hoy que seguramente será un maravilloso día de justicia.
Hoy que las margaritas vuelven a florecer en las miles de personas que acompañarán a los familiares y los sobrevivientes que fueron testigos en esta larga causa en busca de la verdad.
Hoy que muchos sentirán esa “dolorosa alegría” de celebrar la memoria, como la denominó Juana Muñiz Barreto.
Hoy es necesario y conveniente dar cuenta que las cosas no ocurren porque sí. Que si se llegó a esta instancia en este y en todos los juicios que se vienen llevando a lo largo y ancho del país, es porque hubo mucha gente solidaria y comprometida con la verdad, la memoria y la justicia.
Y porque Kirchner antes y Cristina ahora, empujaron desde la más alta responsabilidad que otorga el pueblo con su voto, las puertas de una república que, sin estar perdida, permaneció callada durante mucho tiempo.
Es cierto que falta mucho por andar. Pero también que no es poco lo que ya se anduvo.

El Argentino, lunes 16 de mayo de 2011

domingo, 15 de mayo de 2011

La Presidenta en su rebeldía



La sociedad argentina está ingresando en un nuevo estadio cultural.
Más de 7 años de permanentes transformaciones políticas y económicas impactan sobre el cuerpo social, en sus formas de vida y en el contenido profundo de su devenir histórico.
Es una sociedad con asignaturas pendientes, pero centrada nuevamente en torno al Estado, al trabajo, a las políticas de inclusión, a la integración regional.
Vivir a la intemperie como en el pasado, ya no es la regla general, sino la injusta ausencia de un derecho puntual.
En el barrio lo saben.
Empezamos a ser una comunidad medianamente organizada, camino a la reparación definitiva de los males causados por el neoliberalismo dominante durante décadas.
Para ese camino sirve y servirá la profundización del modelo de país vigente.
Quien ve esta realidad, al contado y a futuro, es quien conduce el conjunto: la presidenta de la nación y jefa del proyecto político, Cristina Fernández de Kirchner.
Es ella quien señala los tiempos y los espacios, la que sugiere y ejecuta las coordenadas de la estrategia a seguir y le canta las cuarenta a quien deba hacerlo en función de la misión que cumple y que, guste o no guste, es indelegable.
Es garante de que el proceso político no pierda tonicidad ni rebeldía para lograr sus metas transformadoras. Pero sabe que la garantía, para que sea válida, debe estar refrendada por los distintos actores sociales, sindicales y empresariales.
Y de eso da cuenta Cristina cuando gobierna.
En este marco entendemos su discurso en José C. Paz.
Hay mensajes que causan igual efecto que un chasquido de dedos en medio de una tormenta. Pero los hay de aquellos que, como el mencionado, provocan una tormenta en una noche calma.
De todos modos, creemos que a Cristina no hay que “reinterpretarla”. Ese error de la hermenéutica que cometen algunos, suele llevar a menudo a falsas encrucijadas.
Lo decimos pensando en el abanico de bien intencionados y de los otros, que salieron presurosos a capturar flechas en el aire para dirigirlas a los blancos que ellos interpretaban como válidos; “reinterpretando” si Cristina pensaba en fulano o en mengano cuando amonestó a explotadores y extorsionadores, los corporativos de mala entraña.
Ni Néstor ni Cristina hicieron uso de exégetas. Son ellos y sus circunstancias.
Cuando el estadista habla, la prudencia indica que lo razonable, entonces, es escuchar y leer cien veces el texto fiel del discurso, sin agregar ni sacar capciosamente lo que uno “cree que dijo” aunque no lo haya dicho. En esta falsa huella se podrían confundir los roles, transformando en cuasi “estadista”, “maduro y reflexivo”, al interpretador del verdadero estadista, convertido finalmente en alguien que dijo algunas cosas fuertes sólo por su pésimo talante.
Lejos de obturar el debate, esta actitud nos predispone a una reflexión más profunda.
No habría que temer a largarse, incluso, a bucear en hipótesis políticas en las que se despliegue el arsenal de ideas y pensamiento que uno crea útil y necesario.
Pero lo que resulta empobrecedor en términos de análisis, es pretender responder con lógica corporativa una demanda profundamente anticorporativa, como la que expresó Cristina.
Aquel discurso atendió a diestra y siniestra, a propios y extraños, inconvenientemente unidos al no entender que estamos en un nuevo país y en un nuevo siglo donde el neoliberalismo encontró su ocaso en este lugar del mundo.
Este proceso político se sostiene y desarrolla sobre la dinámica histórica que se establece en la relación, armónica o controversial, entre la Presidenta y el conjunto de la sociedad, de la nación y el pueblo. No hay tablero de ajedrez que haya sido valido en la anterior etapa, antes de Kirchner, que pueda valer ahora. Son otros códigos los que reglamentan y desreglamentan la política cotidiana y la mirada larga de la estrategia.
Es conveniente leer y releer todos los discursos de Cristina.
Hacer este ejercicio evitaría caer en ese reduccionismo de pretender “reinterpretar”, a gusto del consumidor, el sentido de las flechas que aún silban en el aire.
La presidenta literalmente se identificó con los logros sociales y sindicales del movimiento obrero. Que son los de su propio gobierno. Por eso es medular su definición: “este gobierno no es neutral”.
Lo que vino después en el mensaje se entiende en este marco conceptual, en la toma de partido que el proyecto político hace por los trabajadores y el conjunto del pueblo.
Es posible que esté hablando diez pasos más adelante de cualquier mortal. El que conduce al conjunto, cuando conduce correctamente y lidera en términos históricos, siempre está diez pasos más allá. Lo que hace es ejercer los atributos y deberes de una conducción que se precia de tal.
Los métodos de quienes se le opongan deberán necesariamente no estar diez pasos atrás de la realidad objetiva de este nuevo tiempo que hoy vivimos. Es una condición de legitimidad.
Es esta una coyuntura de ordenamiento e institucionalización del proceso de cambio donde la jefa de la nación, la Presidenta, la líder del movimiento popular, marca el tiempo y el espacio del conjunto. Nadie debe enojarse por eso. Está en la naturaleza de la política. Pero mucho más en la naturaleza de este proceso político.
¡Cuán diferente sería si el esquema de poder estuviera asentado sobre el juego de piezas corporativas y no sobre una democracia inclusiva y participativa como la que se viene construyendo desde el 2003!
La representatividad social, la capacidad de maniobra de la política y el cambio cultural que expresa el gobierno democrático, están en pleno salto cualitativo.
La distancia entre la oposición y el kirchnerismo es tan grande que mientras los primeros se desvelan y desesperan por encontrar socios y candidatos en medio de un caos total, el oficialismo se dedica a poner orden y conducción a sus nutridas filas.
Unos buscan, desesperadamente, llenar espacios vacíos.
Los otros buscan ordenar, articular y armonizar espacios felizmente superpoblados.






Publicado en Miradas al Sur, domingo 15 de mayo de 2011

viernes, 13 de mayo de 2011

Las cartas ya están echadas

Ayer se inscribieron finalmente las alianzas partidarias que competirán por la Jefatura del gobierno porteño.
Las cartas ya están echadas.
Que no se vengan a desdecir ahora las profusas editoriales de Clarín y La Nación que venían alentando la idea que la elección en la Ciudad adelantaba el mapa y los posibles resultados de la elección nacional.
Lo mismo vale para la dirigencia opositora a Cristina que repetía como loros ese mismo argumento. Desde Macri a Solanas, ida y vuelta.
¡Agarrate Catalina si es así!
¿Por qué lo decimos?
Porque el kirchnerismo y el espacio del progresismo quedaron absolutamente unificados con la ejemplar conducta de los dirigentes de ese espacio. Todos irán unidos atrás de quien resulte finalmente el candidato a Jefe de la Ciudad por el Frente para la Victoria.
Tomada, Boudou o Filmus.
Para ellos valió más la unidad en torno a unir la Ciudad con el proyecto de país que representa Cristina Fernández de Kirchner, que las mezquindades propias de la vieja política.
Pero de allí hacia la derecha todo quedó absolutamente fragmentado.
Un primer dato: al Frente para la Victoria lo apoyarán 10 partidos políticos mientras que a la Unión Cívica Radical…ninguno.
Un segundo dato concreto y objetivo: El Frente para la Victoria porteño es el único conglomerado partidario, con chances ciertas de ganar en la Ciudad, que representará un proyecto nacional con vistas a las elecciones nacionales de octubre. Ni Solanas ni Macri tienen a nadie que los represente en el orden nacional. Tendrán mas adelante un rejunte de emergencia, posiblemente; pero un rejunte no es igual a un proyecto político coherente.
Un tercer dato: el macrismo no pudo sostener la alianza con el peronismo federal ni con Felipe Solá ni con Duhalde ni con De Narváez.
Sólo lo acompañan dos sellos de vieja prosapia aristocrática: el partido Demócrata y el Demócrata progresista.
Que mal te veo, Mauricio.
Un cuarto dato: la candidatura de Solanas es acompañada por sectores que en los últimos años tienen exclusivamente representación en otras provincias, pero no en la Ciudad. Ejemplo: el Gen bonaerense de Margarita Stolbizer y el socialismo santafesino de Hermes Binner.
Y lo que es peor: no podrán evitar que se asocie la conducta de Solanas con la de Macri “bajando” juntitos a la Ciudad por desertar de sus publicitadas candidaturas nacionales.
Por último: el otro que termina de caer por la rejilla es Alfonsín.
Es penoso ver a un candidato nacional que ni siquiera puede armar un frente político en la Ciudad vidriera del país.
Y una pregunta letal para sus aspiraciones: ¿su candidata radical porteña responde a la UCR o al Grupo Clarín?
¡Nos vemos!

Publicado en El Argentino del 12 de mayo de 2011

TODAS LAS MUJERES, UNA MUJER

Habló la Presidenta.
Habló la militante, la mujer, la compañera.
Todas las mujeres, una mujer.
Siempre fue y será así, seguramente.
Pero ayer se apreciaron todas las facetas humanas y políticas en una sola voz, la de Cristina Fernández de Kirchner.
Como si fuesen los pliegues cromáticos en la paleta del pintor.
Del dolor personal al amor por el pueblo, de la indignación humana a la categoría política sobre el modelo de país.
Ocurrió en José C. Paz, allá en lo profundo del conurbano.
Y fue a partir de esas palabras de Cristina que el tablero político se sacudió de punta a punta. Como si una voz interior hiciera comprender que esta Presidenta es la Jefa de la nación, la mandataria de todos los argentinos, más allá de banderías partidarias y es, para decirlo claramente, la única garantía de gobernabilidad democrática con que cuenta el país.
El país, no tan solo el kirchnerismo.
La Argentina entró en una nueva dinámica histórica signada por la transformación cultural, a partir del modelo de país inclusivo que inauguró Néstor Kirchner y Cristina profundiza.
Esa dinámica tiene sus propias reglas y al mismo tiempo crea otras reglas sobre la marcha.
Pero hay una que es indivisible con todo cambio social: la lealtad.
Ayer estuvo en boca de la Presidenta a modo de interpelación intersectorial, más que de reclamo generalizado.
Porque la lealtad, desde la génesis misma del movimiento popular, está en el ADN de los pueblos. Son los pueblos los que la cultivaron, la abrigaron cuando hacía frío y la cuidaron cuando los perros salvajes de la dictadura entraban a morder las conciencias de muchos compatriotas.
Y es por eso que la lealtad entre el pueblo y los dirigentes que le son leales, es siempre un camino de ida y vuelta interminable.
Pasó con Yrigoyen, con Perón, con Kirchner.
Pasa hoy con Cristina.
Ayer se sacudió la modorra de quienes por descuido o complicidad, se prenden a cualquier provocación sectorial con tal de ejercer presión en defensa corporativa.
Y pasó que la vida, hablando ante miles de hombres y mujeres humildes, recordó a propios y extraños que esta dinámica histórica tiene otra regla de oro: se asienta exclusivamente sobre el conjunto del pueblo y no sobre un esquema de corporaciones.
Pero no es un gobierno neutral.
Toma partido por los más débiles, por los trabajadores, por los humildes. Reinstala al Estado en el centro de la escena para reparar viejas injusticias, devolver derechos conculcados y construir todos los derechos que sean necesarios para edificar una sociedad más justa.
En ese esquema, la única jefa representativa del pueblo, es esa mujer que ayer habló en José C. Paz.
Quien quiera oír que oiga.




El Argentino, viernes 13 de mayo de 2011

miércoles, 11 de mayo de 2011

Cuando la política se puede tocar

La frase que hoy reflejamos en el título, fue dicha ayer por una vecina de Pilar en el acto donde muchas familias recibieron las llaves de sus flamantes viviendas.
Sonó a una bella melodía para los que compartían ese momento.
Tan bella como el Himno nacional que hoy celebra su Día.
Fue una frase certera y profunda al mismo tiempo.
Durante muchos años presenciamos el posibilismo resignado de aquellos que intentaban convencernos que la política era una mala palabra o en el mejor de los casos, una ciencia sólo para “entendidos”.
En verdad, era la forma de disimular pésimas conductas por parte de quienes usaban la política para llenarse los bolsillos.
En tiempos de chantas y neoliberales, la política no se puede tocar.
Así fue antes. Así es ahora.
Pruebe usted en “tocar” la política de Duhalde, de De Narváez, de Carrió, de Alfonsín y después me cuenta.
¿Qué cosa tocaría? ¿La desvergüenza, la nada o los globos de Macri mofándose de sus propios seguidores?
La vecina de Pilar nos da la pista exacta para entender que la política son las paredes de su vivienda y la de sus vecinos, la nueva escuela que se construyó en el barrio, el nuevo hospital, la ruta mejorada, el puente reclamado durante años, el mameluco del nuevo empleo tan esperado.
La política no es el palabrerío mentiroso de los viejos políticos.
Es la tarjeta de la mamá cobrando mes a mes la Asignación Universal por Hijo.
Esa es la política de verdad. Todo lo demás es puro marketing farandulero.
Ayer también se conoció el hallazgo de un nuevo yacimiento petrolífero que significará un importante aumento en nuestras reservas y la garantía de sostenibilidad energética a futuro. Son 150 millones de barriles que implican contar de aquí en más con un mega yacimiento de petróleo en la Patagonia.
En algún lugar del cosmos estas realidades, en apariencias distintas, se tocan.
Pero no siempre fue así.
En la antigüedad, es decir antes de Kirchner, la macro economía viajaba en el Discovery mientras el pueblo andaba en bolas y a los gritos.
Es el modelo de desarrollo con inclusión social que preside Cristina, el que hoy posibilita que un hallazgo de petróleo, por ejemplo, signifique un crecimiento compartido por el conjunto de la sociedad. Y más viviendas como las que ayer se entregaron en Pilar.
El desafío colectivo es sostener y profundizar este rumbo.
En ese desafío habrá que encontrarse con las palabras presidenciales de ayer: “Por más que griten, por más que amenacen, no me van a hacer cambiar de rumbo, porque ese es el rumbo que tiene que tener la Argentina”.
Que los poderosos pongan las barbas en remojo. Y que este pueblo que somos, siga sin pisar el palito.

El Argentino, miércoles 11 de mayo de 2011

martes, 10 de mayo de 2011

La hora nacional de los porteños



Todo va quedando más claro a medida que avanza el calendario.
Con Macri ocupando la jefatura de gobierno porteño, ya quedó claro que la Ciudad retrocedió en todos los niveles.
Pero además de la insolvencia que demostró en la gestión, quedó demostrado que el peor negocio, el peor remedio, el peor castigo que infringió a los ciudadanos capitalinos, es haberlos aislados del crecimiento que experimentó el conjunto de las provincias del interior del país.
¡Todas las provincias crecieron, menos la Ciudad Autónoma de Buenos Aires!
Para no abundar más, por ahora, digamos que queda claro también que sus antiguos votantes porteños no perdonarán, ni a Macri ni a Solanas, haberlos dejados colgados de un pincel, en tanto proyecto de alcance nacional, para terminar usándolos como felpudos y premio consuelo.
Esa es la rabiosa oposición al gobierno nacional.
Se comían toda la cancha y terminaron comiéndose entre ellos.
¿Lo escuchó ayer a Duhalde contándonos que “el peronismo federal no existe”?
Chocolate por la noticia.
En la otra orilla corren otros aires. Porque ver como se vio ayer a Amado Boudou, Carlos Tomada y Daniel Filmus, juntos, en la presentación pública del Frente para la Victoria porteño, es ver representado el país con que soñamos los argentinos.
Hay unidad conceptual y política entre los candidatos kirchneristas.
Saben qué tipo de ciudad quieren y construyen el camino para construirla. Demuestran una madurez ejemplar y sin precedentes en estas lides, donde generalmente los egos y los diablillos suelen meter la cola.
Claro, hay que decir que Tomada, Filmus y Boudou cuentan con una ventaja abismal respecto a los otros candidatos: el kirchnerismo que ellos representan, es un proyecto nacional.
Los argentinos aprendimos con la crisis del 2001, la mas grave de la historia democrática, que no hay salvación individual ni barrial ni municipal ni provincial sin un proyecto de país que los contenga y potencie.
Y ahora pensemos juntos: ¿Podemos imaginar lo qué sería de esta ciudad de Buenos Aires si estuviese articulada al proyecto de país que hoy gobierna?
¿Se imagina a esta Ciudad unida armónicamente a un país que crece en todos los rubros de la economía y el desarrollo social?
La presentación unificada de los candidatos kirchneristas es parte de la onda nacional que se percibe allí donde se indague sobre el estado de ánimo de los argentinos.
Es decir, de la onda clara y nítida en apoyo a la continuidad del modelo nacional y popular.
Las motivaciones podrán ser distintas para cada uno.
Pero esta vez, todo indica que muy pronto el reloj de los porteños estará en sintonía con la hora nacional.
Ojalá así sea.


El Argentino, martes 10 de mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

El show ha terminado

Todos hablan de la declinación de Macri a su candidatura presidencial.
Una fiesta de fin de ciclo.
La mística de los globos de colores.
La parrocha de los niños bien jugando a la democracia.
El pijama party de los “chetos”.
¿Qué corno festejaban los del PRO que nos la perdimos?
Dinosaurios del Jurásico Park a la hora del recreo.
La desvergüenza atendida por sus propios dueños.
Si Néstor Kirchner fue al rescate de la política como motor de cambio, lamentamos confirmar que Mauricio Macri no llegó al reparto.
La política es otra cosa.
Es jugársela por un proyecto de país, por un modelo de sociedad, por una idea, por una causa.
Y que por esos sustantivos los dirigentes y los militantes de verdad, saben copar la parada, aun creyendo que pierden o que el resultado es incierto.
La historia, aquí y afuera, está llena de buenos ejemplos.
Desde el Bisonte Alende a Salvador Allende.
Y un cielo de diferencia.
Macri no eligió “bajar a la ciudad”.
No optó por los porteños contra los del interior.
Ni siquiera es digno heredero de las tropas de Mitre.
Tanto que habló de “una nueva alternativa que supere al kirchnerismo”, tanto que prometió ganarle a Cristina en la primera vuelta, tanto que mintió a sus pares del pejota federal, a Duhalde, a De Narváez, a Solá, con salir a “batir al enemigo k”, tirándolo por la ventana si es preciso y bla bla bla.
Macri no eligió, se cayó que es distinto. Como se cayeron todos los de la misma cofradía, como Cobos, Solanas, Sanz, Das Neves y la lista sigue.
Por una cuestión de orgullo propio, nada más ni nada menos, el potencial votante de cualquiera de estos chantas de la política, debiera dejarlos solos de toda soledad.
Nadie podría aceptar, siquiera por una cuestión de dignidad personal, ser tildado de “voto descarte”.
¡Como no mide en la contienda nacional va a disputar los votos de la ciudad!
¿Pero qué se creen estos tipos? ¿Que el ciudadano de la ciudad de Buenos Aires no tiene historia, no tiene identidad, no tiene vergüenza ni decoro?
Chau Macri. Chau Solanas.
Y a otra cosa mariposa.
De aquí en más habrá que defender entre todos, una causa nacional, un mismo Estado, un proyecto de país. Ya habrá tiempo para dirimir partidismos.
Hay que consolidar este rumbo que conduce la Presidenta, mucho más ahora.
En un pasaje de su discurso circense, Macri dijo que “hay que estar a la altura de las circunstancias”. Y a renglón seguido, se bajó de la presidencial.
Esa sí que fue una verdadera confesión que exime la necesidad de cualquier prueba:
La oposición no está a la altura de las circunstancias de la historia.
Señoras y señores, el show ha terminado.
Febo asoma. El futuro es nuestro. Viva la Patria.



El Argentino, lunes 9 de mayo de 2011

domingo, 8 de mayo de 2011

Soñar, organizar, transformar y seguir soñando

Cuando Cristina Fernández de Kirchner llamó el jueves pasado desde el conurbano bonaerense a organizarse desde abajo, no para recibir, sino para transformar la realidad, entendimos que estaba dando una clave de sol para afinar los instrumentos que dispone el pueblo en este tramo de la historia argentina.
El sueño inaugurado con Néstor Kirchner amaneció de apuro, a borbotones, a dentelladas.
Cristina pareció decir: llegó la hora de organizarnos como pueblo para entrar a una etapa de transformaciones profundas y así, poder seguir soñando con un país cada vez más justo, más inclusivo, más libre, más bello.
En el mientras tanto, todo transcurre en simultáneo.
El pueblo y sus expresiones más representativas se muestran en plena ofensiva cultural y democrática, en todos los terrenos donde juega su destino.
Los opositores, en cambio, retroceden en chancleta, abandonando víveres, editoriales y recursos humanos en la estampida.
La exitosa presentación de “Zonceras”, el libro de Aníbal Fernández en la Feria del Libro y el nutrido encuentro organizado por Carta Abierta en el mismo lugar, la presentación decadente y abrumada del escritor Vargas Llosa y la delegación de la SIP en Buenos Aires, la aparición pública, emotiva y contundente de Victoria Montenegro y de Victoria Moyano Artigas, la movilización festiva y masiva de los 500 mil trabajadores convocados por la CGT en la Avenida 9 de Julio y el acto en el Luna Park de la CTA, ambos eventos en homenaje al 1º de Mayo, la sanción de la ley que regula la medicina prepaga y las sanciones judiciales contra Techint, parecieran episodios dirigidos por la batuta de la historia.
Y quizás lo sean.
Las condiciones objetivas están, las subjetivas también. Y al que le quepa dudas, que observe y aprecie la insurgencia pacífica y constructiva de esta nueva generación de jóvenes que llegó para quedarse.
En este marco se entiende mejor la deserción opositora.
Si la de Pino Solanas demuestra que el centro izquierda del escenario político le pertenece por entero al kirchnerismo, la deserción de Macri expresa la fortaleza del gobierno y, en consecuencia, la debilidad de la derecha.
La de ellos no es una “opción inteligente” por la Capital. Es, simplemente, una caída libre.
Este cuadro de situación plantea la necesidad de rehacer varias tesis políticas, reescribir categorías de la sociología, manuales de estilo y hasta las recetas de doña Petrona C. de Gandulfo.
Habrá que saber leer correctamente las consecuencias del agujero negro que provocará la extinción de la “estrella” del PRO.
Se desmoronó la hipótesis de una pugna electoral entre quienes representarán al modelo nacional y popular, de un lado y Macri del otro.
Ese escenario ya no estará. Salvo que Magneto se presente sobre el filo del reloj electoral.
¿Entonces? ¿Habrá que barajar y dar de nuevo en el oficialismo? ¿O todo sigue más o menos igual? ¿A quién le hablará el kirchnerismo de aquí en más? ¿Dónde y cómo quedan ubicados los que fueron abandonados por sus falsos profetas? ¿Qué fue y será de los bien intencionados que pensaban votar a Solanas para apurar “por izquierda” al gobierno nacional o “por derecha” votando al pejota federal?
Los interrogantes inquietan cuando son sinceros.
La deserción más canalla de los dirigentes opositores es con sus potenciales votantes. Pero no parece preocuparles. Sólo piensan en ellos, no en la gente que los seguía.
Desde esa lógica de superestructura absoluta, arman y desarman sus asociaciones.
En tal delirio dirigencial no importa cómo piensa el otro, porque nadie piensa de verdad. Hacen suma y resta cuando lo que tendrían que hacer es literatura de borrón y cuenta nueva.
Demuestran que no tienen proyecto de país sino apenas un mal proyecto de mercado.
Si lo hubiesen tenido, van al ruedo a ganar o a perder. Que de eso se trata la vida en democracia cuando se tienen convicciones, principios, valores y proyectos colectivos.
Esta oposición es la borra del último café de la vieja política.
Esos dirigentes no sobrevivieron para reformular las formas y el contenido de sus propuestas de acuerdo a las demandas de la sociedad.
Quedaron como estatuas de sal, como ese ejército de terracota de la dinastía china o como el barco encontrado en el fango de las obras de Puerto Madero.
Enteros en apariencia, pero ni bien les entra aire o los bañan de realidad, se deshacen entre los dedos frágilmente. Son lo que fueron. Sin conciencia de si ni para si.
El vacío que deja esta oposición en retirada debiera ser llenado por las propuestas de país que viene desarrollando el kirchnerismo desde el 2003.
Ese es el salto cualitativo al que deberá atreverse el oficialismo en todos sus niveles.
Ya no debería hablarle sola y exclusivamente a los seguidores. Con los leales de siempre deberá salir al ruedo a conversar con quienes quedaron abandonados en el campo de disputa.
¿O acaso el anacrónico Duhalde o un actor de reparto enviado por Solanas los podría representar siendo como son parte del mismo naufragio opositor?
El kirchnerismo hoy expresa no una ficha partidaria, sino un proyecto de país.
Es el modelo de desarrollo inclusivo que encabeza Cristina el que les da representación genuina a todos los argentinos.
Y si con este modelo nadie queda afuera en términos sociales, culturales y económicos ¿por qué razón deberían quedar desamparados en términos de representación política?
Razonar así es agrandar la cancha, siempre. Razonar así es dar cuenta de que hay un proyecto nacional en marcha y no tan solo, un proyecto electoral.
En este entendimiento, las fuerzas del campo popular deberían consolidar el espacio transformador que le es propio y ocupar, por mandato de la historia, todo el campo de batalla contra el atraso, contra la heridas que nos quedan, contra la desocupación y la pobreza que aún persisten, contra el olvido y la impunidad, contra la vieja política, contra el monopolio mediático del Grupo Clarín.
Si en definitiva, transformar para seguir soñando es lo que da sentido a la vida.



Miradas al Sur, domingo 8 de mayo de 2011

viernes, 6 de mayo de 2011

Te llamarás Victoria una y mil veces



Volvieron.

Andan por las calles y las plazas, caminan los andenes todo el tiempo, sólo se suben al tren de la mañana, ese que va lleno de obreros y vuelven a subir al tren que los regresa por la tarde.

Volvieron.

Andan por el aire, los encontrás en un bar, en las tribunas, en las marchas, en un aula, en los juzgados donde se condenan a los genocidas.

Volvieron.

Andan en los ojos y en la palabra de Victoria Montenegro desgarrando el alma con su historia, contagiando valentías, compartiéndola con quien se prenda a la ronda.

Volvieron.

Andan en la mirada tristona, dulce y combatiente de Victoria Moyano Artigas, como si fuera el propio José Gervasio, su abuelo allá muy lejos, el que cabalga de nuevo entre nosotros.

Volvieron.

Los ellos y las ellas que antes de ser fusilados, masacrados y desaparecidos, bautizaron el futuro con sus convicciones y lo llamaron “Victoria”, como las muchachas que hoy trajinan con la historia a cuestas.

Los hijos de los que volvieron, son el viento nuevo de una nueva época.

No son una mera coincidencia ni una circunstancia fugaz, como la lluvia de meteoritos que incendiaba el cielo anoche. Están aquí, sin miedos, acunados como se merecen por una patria que camina descalza y con el pelo al viento.

Ahora hay que avanzar con ellos.

La verdad será incompleta mientras no se la descubra en otras miradas, como las de Victoria, Juan, Horacio, Marcela, o como se llamen los cuatrocientos que faltan.

Dicen con premura: “el Estado los robó; el Estado los deberá encontrar”.

Es tan cierto, como la maestra que dio la pista a las Abuelas para que recuperen a Victoria y temblaba de emoción mientras lo hacía.

Es tan cierto, como otros gobiernos de la democracia que poco o nada hicieron. Y también eran el gobierno del Estado.

Pero este es un nuevo país cuando los periodistas se expresan libremente, como ayer, ante el señor de la SIP para contarle que esta vez el Estado somos todos.

Y cuando la Secretaría de los Derechos Humanos inicia su alegato contra los represores de la ESMA diciendo:

“En nombre de los 30 mil desaparecidos y de todas las victimas del terrorismo de Estado y siguiendo instrucciones del ex presidente Néstor Kirchner y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos aquí en nombre de todos los argentinos que desean verdad y justicia para dar vuelta la página más dolorosa de la historia reciente”.

Volvieron.

La Presidenta le habló ayer a los pibes del Colegio Nacional de La Plata y nos emocionamos todos.

Es que por allí anduvo Kirchner con Joaquín Areta. Y anduvo María Claudia Falcone y Claudio De Acha.

Aquellos lápices siguieron escribiendo.

Más ahora que volvieron y se llaman Victoria.


El Argentino, viernes 6 de mayo de 2011

jueves, 5 de mayo de 2011

¿Y el bigote dónde está?



Antes de indagar sobre el último bigote perdido, compartimos cinco buenas noticias:
La Presidenta recibió a los empresarios en la continuidad del dialogo social iniciado con la CGT; ya es ley la regulación de la medicina prepaga por la que ninguna empresa de medicina podrá rechazar personas con enfermedades preexistentes ni por su edad; Paka Paka se abrió paso en otra empresa de cable televisivo (DirecTV) y la producción de autos creció el 26,8 % en abril.
Pero la noticia que queremos resaltar, sinceramente, es la reunión de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) con el Secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina.
Busque y difunda por todos los medios posibles, el texto que entregara el gobierno nacional a los representantes de los empresarios periodísticos.
Es una verdadera joya soberana que enorgullece a la democracia de los argentinos.
Ahora sí, vamos por el bigotito.
La oposición política, siguiendo las desventuras de Mauricio Macri el día de su casamiento, parece haber tragado el penúltimo bigote que le quedaba.
Todo indica que el jefe del PRO, siguiendo otras desventuras, las de Pino Solanas, de Julio Cobos, de Ernesto Sanz, de Mario Das Neves, de Felipe Solá, también se bajará de la carrera presidencial.
Dan pena los opositores. Pero es una vergüenza que una de las máximas expresiones de la derecha renuncie salir al ruedo para enfrentar al kirchnerismo.
¿Se acuerdan cuando Eduardo Duhalde afirmó que “ganarían por nocaut o por abandono”?
¿Se acuerdan cuando Solanas afirmaba que él y solo él, representaba una “nueva fuerza nacional” que se impondría en las próximas elecciones?
¿Se acuerdan cuando todos ellos aseguraban que el kirchnerismo era un “fin de ciclo”?
¿Qué les pasó?
Pasó que se pelearon con la realidad.
Y cuando eso ocurre, en política como en cualquier orden de la vida, tarde o temprano te estrellas contra esa misma realidad.
La estampida que se está produciendo por estas horas en las segundas líneas de los espacios políticos opositores es fenomenal.
¡Hay más desconcierto que en el Colón!
Quedaron al garete, sin jefaturas, sin proyecto. Y sin un lugar expectante en las próximas listas electorales. Eso sí que es una tragedia para la oposición.
Usted pensará que es un tema menor; pero ese asunto es el que define el sentido de pertenencia de los integrantes de una fuerza opositora.
Para ellos, sin listas no hay proyectos, no hay liderazgos nacionales ni hay rumbo estratégico.
El pueblo, en cambio, concibe la política al revés: primero la patria, después el movimiento y por último los hombres. Estén o no estén en las listas.
¡Después se asombran por las encuestas que ubican al tope a la Presidenta!


El Argentino, jueves 5 de mayo de 2011

miércoles, 4 de mayo de 2011

De la indignación a la esperanza

Para ser muy claros:
Estaremos indignados mientras haya compatriotas que aún no encuentran un empleo y haya pibes descalzos en las calles.
Pero también estaremos indignados mientras haya gente poderosa que en nombre de la “civilización” siga reeditando aquel “viva la muerte” del fascismo.
Y mientras haya legisladores que salen al exterior a denunciar a un gobierno democrático, cuando algunos de ellos fueron funcionarios de la dictadura.
Y mientras haya medios de comunicación nativos que festejan la boda real del príncipe inglés cuando aquí se recordaba el hundimiento trágico del “Belgrano”.
Y mientras haya opositores tan reaccionarios, tan mediocres y tan cipayos como los que a diario se ven y escuchan.
Y mientras la justicia libere obispos perversos, como en Santa Fe y a genocidas reconocidos, como en Bahía Blanca.
Pero pese a ello y a “ellos”, estamos y estaremos siempre esperanzados.
¿Usted notó que el gobierno nacional no cerró ningún hospital en estos años sino por el contrario, los siguió construyendo y ampliando a lo largo y ancho del país?
¿Usted dimensionó en toda su amplitud y profundidad la política de dialogo y construcción iniciada por nuestra Presidenta con la CGT, con la CTA y con los empresarios?
¿Usted anotó en alguna libretita, para no olvidarse después, que la Argentina tiene récord de reservas monetarias, que el empleo crece, que el fifty fifty está muy cerca de alcanzarse y que la recaudación tributaria llegó al 31,9 % gracias al crecimiento constante del comercio interior y exterior?
No queremos abrumarnos con la agenda oficial diaria que siempre es abundante en medidas de inclusión y desarrollo.
Simplemente queremos subrayar que estamos atravesando la etapa de consolidación institucional de este modelo de país, camino a su profundización.
En esas aguas, el barco de todos se va construyendo mientras sigue navegando, tal como soñaba Carlos Auyero hace algunos años.
Se mueve a todo vapor y con las velas desplegadas libremente.
Ayer fue el turno del hospital de Tres de Febrero, del hospital rural de San Vicente, de las viviendas de Avellaneda y de la maternidad del sindicato SUTERH.
Los ministros Carlos Tomada y Alicia Kirchner acompañaron a la Presidenta por teleconferencia, dando cuenta de un gabinete que duerme con las botas puestas.
Ambos hospitales llevan el nombre del padre de la medicina social, Ramón Carrillo.
Aquel que sabiamente dijera:
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.
¡Como para no tener esperanzas llevando a Ramón Carrillo en la memoria!



El Argentino, miércoles 4 de mayo de 2011