lunes, 28 de febrero de 2011

La patria con guardapolvo blanco


Hoy comienzan las clases en todo el país.
El paisaje en las calles y en las plazas, en el transporte y en los barrios, será otro desde hoy. Mucha suerte, entonces, a los pibes y a los maestros. Mucha suerte para todos nosotros, los ciudadanos de a pie que seguimos soñando y peleando por construir una Argentina que se parezca a una escuela justa, digna, inclusiva, bella, con maestros y profesores remunerados como se merecen.
Hoy es bueno recordar el valor que a la escuela pública le dieron los Padres de la Patria.
José de San Martín y Manuel Belgrano alumbraron desde muy temprano el amor y el compromiso con las bibliotecas públicas y con las escuelas.
Hagamos una ronda en el patio escolar o en la mesa familiar para escucharlos.
Decía San Martín: “Las bibliotecas, destinadas a la educación universal, son más poderosas que nuestros ejércitos para sostener la independencia…Los días de estreno de los establecimientos de ilustración son tan luctuosos para los tiranos como plausibles para los amantes de la libertad”.
El General Belgrano, recompensado por la Asamblea del Año XIII con 40 mil pesos oro, donó íntegramente esa suma para la construcción de cuatro escuelas, en Tarija, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán.
Los unitarios de Rivadavia se encargarían de “extraviar” ese dinero.
Don Manuel Belgrano, decía: “El maestro es un Padre de la Patria y merece en las celebraciones el sitial más destacado en el Cabildo local”
Tal era el valor que confería a los maestros el Creador de nuestra Bandera, el General, el político, el revolucionario Belgrano.
Cuando firmó aquella donación, pidió que se cumpliera un Reglamento de escuelas escrito por él y que en su artículo 18º decía:
“El Maestro procurará con su conducta en todas sus expresiones y modos, inspirar a sus alumnos, amor al orden, respeto a la Religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor a la virtud, y a las ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga a profusión y luxo en el comer y vestir, y demás necesidades de la vida, y un espíritu Nacional, que les haga preferir el bien público al privado y estimar en mas la calidad de Americanos que de Extranjero”
A los funcionarios de Mauricio Macri que desprecian a la escuela pública y al que entre ellos se animó a confesar su deseo de verla muerta, habrá que hacerles escribir un millón de veces sobre un cuaderno, esa última frase del patriota:“…un espíritu Nacional, que les haga preferir el bien público al privado y estimar en más la calidad de Americanos que de Extranjero”
Para que aprendan, al menos, a respetar la verdadera historia.

El Argentino, lunes 28 de febrero de 2011

Cuando Kirchner renació en la Patria Grande


La Patria Grande es una construcción hecha con los sueños de nuestros Libertadores.Un proyecto que nació, peleó y fue derrotado en el siglo XIX, que revivió parcialmente en el siglo XX y que hoy alcanza su desarrollo más pleno y duradero.En este mundo en plena convulsión, que la región más rica en recursos naturales y humanos del planeta, la América del Sur, desande sus antiguas divisiones para encarar nuevamente su destino de unidad latinoamericana es, además de un lindo sueño, una construcción política y económica de cara a los años por venir.El nombre propio de este feliz presente lo dan los presidentes de la región que, por primera vez en la historia de estos doscientos años, superan sus diferencias ideológicas con un proyecto continental que los contiene a todos.Kirchner, Lula, Evo, Chávez, Lugo, Mujica, Correa, Piñera, Cristina, Dilma, son los dignos herederos de aquellos Padres primeros.Bolívar, San Martín, Artigas, Perón y otros más.Éste es el contexto de lo acontecido en la semana.Desde la Casa inaugurada en Buenos Aires hasta la culminación de Yaciretá.Y en cada paso renace Néstor Kirchner, en la memoria viva de su pueblo.Ocurre a menudo que para ver el futuro, hay que voltear la mirada hacia atrás.Más lejos o más cerca, las huellas advierten que se ha quebrado el paradigma de la antigua democracia que nos hizo creer alguna vez que bastaba con ponerse el traje de la gobernabilidad y azuzar de vez en cuando con el fantasma de la inflación, para dejar que todo siga igual.Era una democracia descentrada.Para las mayorías populares, las penas del desamparo.Para las minorías del privilegio, ganancias por mercado y por Estado.El nuevo paradigma de la democracia, en cambio, está indicando que la movilidad social ascendente ya es parte vital del paisaje de los argentinos. Y que la centralidad está en su propio pueblo y en los pueblos hermanos de la Unasur.Con sus más y con sus menos, el aumento del empleo registrado, la producción y el consumo, y su contracara, la baja de la desocupación, son elementos constitutivos de un cambio en las relaciones de fuerza de la sociedad.Ya no alcanzan para negarlo las amenazas y desesperanzas de las tapas de Clarín y La Nación, ni la monocorde voz del movilero que transmite en vivo y en directo el crimen de ayer y el adelanto en exclusiva del crimen previsto para el día de mañana, ni los pronósticos agoreros de los políticos de la desesperanza.Porque todo lo que hacen no pasa nunca de ser un destello fugaz y expresión de políticas defensivas, jamás de ofertas alternativas y superadoras.La oposición debería ocupar en el cuadrilátero de la política, el papel del challenger en el box. Debería salir a ganar la iniciativa, mientras el campeón defiende la corona.En la Argentina ocurre todo lo contrario.Es más, los mayores agravios opositores suceden en los momentos que se siente más acorralados y afectados por la profundización del modelo de desarrollo con inclusión social.“Pelean sucio”, dirían en el barrio.El Gobierno, en tanto, no asienta su estrategia en pretender batir a los opositores, sino en favorecer a la tribuna, otorgando derechos conculcados, reparando agravios, viejos como la injusticia, conquistando libertades, construyendo ciudadanía.Claro, si en el camino de avance, el opositor se interpone en vez de boxear hacia el mismo lado de la desigualdad social, provocará el abucheo de la popular.Quizás esta comparación entre deporte y política esté influenciada por el anuncio espectacular de esta semana sobre “Deporte para todos”.La detención de José Pedraza y la reacción corporativa expresada con el paro sindical que en su apoyo ejecutaron sus colegas, es la imagen estropeada de un viejo país desigual, injusto, corrupto, clientelista, que no acierta en su estrategia defensiva, precisamente, porque lo que se movió en caída libre es la estructura herrumbrada de esa vieja democracia, despedida el 25 de Mayo de 2003 por Kirchner.Está expirando, en verdad, una forma de hacer política, en el ámbito que sea. Pero la oposición no lo entiende, como si careciera de la capacidad de transformar sus propias coordenadas para el pensamiento y la acción.Gira en su noria todo el tiempo y cree que está avanzando.¡Después se asombran de las encuestas que ubican allá en lo alto la imagen y la intención de voto a favor de la Presidenta de la Nación!Obvio. Es una consecuencia del camino recorrido por el pueblo y su gobierno y no tan sólo en el plano económico, sino sobre todo, en el de las conquistas ciudadanas.Las recientes denuncias públicas sobre la esclavitud en el trabajo rural, también constituyen una consecuencia de la profundización del modelo gobernante, que cierra heridas en la sociedad y al mismo tiempo, abre puertas y ventanas de la realidad por dolorosa que fuese, sacude las alfombras de los poderosos e impunes y como corresponde en un estado de derecho, los denuncia ante la Justicia.Y ante el pueblo.Si coincidimos en que estamos protagonizando un cambio que avanza desde las capas más profundas del pueblo, ¿cómo se sostiene y se garantiza ese cambio?Creemos que la participación popular, en general, y de la juventud, en particular, están llamadas a seguir siendo el punto de apoyo y la palanca de cambio de los tiempos por venir.Es un rasgo distintivo de esta revolución ciudadana.No son las corporaciones las que explican y sostienen el proceso de cambio.Cuando los sectores más dinámicos de la sociedad participan decididamente y se apropian culturalmente del cambio, ellos son la garantía inapelable para que lo que tenga que ocurrir, ocurra inexorablemente.Cristina habló de estas cuestiones en los últimos días.Su apelación al rol de la juventud y las mujeres, así como la convocatoria a no dejarla sola en su propia fortaleza, está mostrando una mística militante, antes que un rasgo de su gestión presidencial.El cambio existe y seguirá existiendo, si participamos todos.Ésa es, creemos, la sustancia del mensaje a compartir.


Miradas al Sur, domingo 27 de febrero de 2011

viernes, 25 de febrero de 2011

El día que nació Kirchner



Por mandato de la vida y de la historia, un día como hoy, 25 de febrero, nacía Néstor Kirchner en la ciudad santacruceña de Río Gallegos.

Fue en 1950, declarado oficialmente por el Gobierno de Juan Domingo Perón, “Año del Libertador General San Martín”, al cumplirse entonces el centenario de su muerte.

Otro 25 de febrero, pero de 1777 o 1778, según el que lo cuente, nacía precisamente en Yapeyú, el Padre de la Patria, el General José de San Martín.

En consecuencia y en el nombre de ambos, saltando tiempo y espacio, podríamos decir sin temor a equivocarnos, que hoy es un día importante para los argentinos.

Un día luminoso.

Un día donde habrá que recordar a San Martín, exiliado, legando su sable a Juan Manuel de Rosas por defender la soberanía nacional en La Batalla de la Vuelta de Obligado y escribiéndole: “No puedo concebir que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su Patria”.

El que lo decía era el hombre que cruzó Los Andes liberando un continente.

Sobrada razón y moral tenía para sentenciar contra los malos ciudadanos que ofendían a su Patria.

Como sobrada razón tienen hoy los argentinos para rechazar a los opositores que visitan embajadas extranjeras difamando contra su propio país.

Pero dijimos que es un día luminoso y hay que recordar a Néstor Kirchner jugando con el bastón presidencial entre sus manos, tan joven y tan alegre, como quedaron grabados sus viejos compañeros para siempre en la memoria colectiva, jurando aquel 25 de Mayo de 2003:

"Formo parte de una generación diezmada. Castigada con dolorosas ausencias. Me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a los que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada.

Vengo en cambio a proponerles un sueño. Reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación…un sueño que es la construcción de la verdad y la justicia.

Vengo a proponerles un sueño, el de volver a tener una Argentina con todos y para todos.
Les vengo a proponer que recordemos los sueños de nuestros patriotas fundadores y de nuestros abuelos inmigrantes y pioneros. De nuestra generación, que puso todo y dejó todo, pensando en un país de iguales.
Porque yo sé y estoy convencido que en esta simbiosis histórica vamos a encontrar el país que nos merecemos los argentinos.
Vengo a proponerles un sueño, quiero una Argentina unida.

Quiero una Argentina normal. Quiero que seamos un país en serio. Pero además quiero también un país más justo.
Anhelo que por este camino se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación. La nuestra”

Ese día, sentimos que éramos parte de un pueblo que volvía a nacer.


El Argentino, viernes 25 de febrero de 2011

jueves, 24 de febrero de 2011

El mundo en asamblea permanente



Como si de pronto se abrieran las rejas de una inmensa jaula.

Como si de una vez y para siempre se ahuyentaran todos los miedos.

Como si se desplomaran los antiguos mitos y leyendas.

Como si un mundo viejo, desigual e injusto se llenara de jóvenes por todos lados…

Así se puso la tierra en estos días.

En estado de alerta y movilización.

Es lo que está pasando con los pueblos en rebeldía.

Buscan lo que busca el hombre desde que es hombre: vivir con más y mejor libertad.

Cada vez que esto ocurre, estallan todas las brújulas y se deshojan las cartas de navegación, otrora previsibles.

El mundo está cambiando y seguirá cambiando.

Y no habrá represión capaz de encerrar y acallar los desatados vientos del pueblo.

Pero los intentos de apropiarse de la rebelión para direccionar maliciosamente aquellos vientos, también deben ser denunciados y con igual fervor.

La situación de Libia, preocupa y duele mucho.

Nada de lo que hiera a la humanidad, en cualquier lugar del mundo, nos es ajeno.

Venimos de esos dolores y de esas luchas.

Algunos de los que hoy se desgarran las vestiduras cual si fuesen santos inocentes decían hace apenas un puñado de días: “Libia es un ejemplo por su macro economía al que hay que felicitar, por su ambiciosa agenda de reformas, por su apertura económica hacia el sector privado, enfatizando la contención del gasto público corriente…”

¿Saben quién lo dijo?: El Fondo Monetario Internacional.

Es un informe del FMI fechado el 15 de febrero pasado.

Nada decían de la situación del pueblo y los trabajadores. Ellos no están para esas menudencias. Ellos están para seguir apretando a las naciones del mundo y en particular a las economías emergentes, para que apliquen más ajustes salvajes, más desocupación, más achicamiento del “gasto” del Estado en salud, educación, viviendas, trabajo y producción.

En los países árabes y europeos donde se vienen sucediendo las revueltas populares, el FMI alentó y promovió las mismas políticas que llevaron al incendio de la Argentina en diciembre del 2001.

En Túnez, Egipto, Argelia, Grecia, Irlanda.

Si la Argentina hoy está de pie, como dijo ayer la Presidenta en Catamarca, es porque recupera fábricas con sus trabajadores.

Y no las cierra, como manda el FMI.

Pongamos las cosas en su lugar.

Solidaridad con los pueblos que luchan, siempre. Condena a la represión, siempre.

Los argentinos, podemos y debemos hacerlo. Hay autoridad moral suficiente.

Pero los gobiernos y partidos que siguen promoviendo políticas neoliberales, chito, ni una palabra.

Salvo que se arrepientan del daño que han hecho al mundo, desde el Consenso de Washington hasta el desierto de Sahara.

El Argentino, jueves 24 de febrero de 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

La construcción de la esperanza



Construir, construir, construir.
Como un campanario convocando a la construcción de un país mejor, más justo y más bello, la Presidenta hizo ayer un llamado a todos los argentinos y muy especialmente a los jóvenes, para dejar atrás definitivamente los tiempos del desencuentro y encarar decididamente, un país que merezca ser vivido y disfrutado por todos, sin exclusión alguna.
Una noticia difundida también ayer, serena y suave como el vuelo de una gaviota, dice:
"El desempleo bajó al 7,3% en el cuarto trimestre de 2010. Es decir, 1,1 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado en igual período de 2009".
Quizás, con la Ley de Medios de la democracia funcionando a pleno, debería haber ocupado hoy los titulares de todos los diarios, la atención de todos los programas radiales y televisivos y los comentarios optimistas de todos los analistas presuntamente políticos y económicos.
Más allá, incluso, de su filiación política o ideológica.
Es que si recordamos que la Argentina llegó a trepar al 24,1 % de desocupación en el año 2004, luego de la crisis del 2001 y en pleno gobierno de Eduardo Duhalde, confirmar ahora que se bajó a este porcentaje del 7, 3 % es un notición que nutre de esperanza a todos quienes habitamos este bendito país.
Porque no son datos perdidos en el espacio, sino que se corresponden con otros informes que ayudan a pensar racionalmente que estamos transitando un camino ascendente hacia un país más prospero, más justo, más desarrollado, más inclusivo.
Que la ministra de Industria, Débora Giorgi, haya anunciado nuevas medidas para preservar la industria nacional, sustituyendo el nivel de productos importados y aumentando drásticamente las exportaciones, es parte esencial para entender que este modelo es una fábrica de creación de empleo.
Y que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, haya inaugurado ayer una nueva y moderna Terminal de Omnibus en la ciudad de Miramar y al mismo tiempo haya inaugurado la nueva etapa transformadora del Instituto de Formación Técnica de esa región, una Planta de tratamiento de residuos cloacales, más el cierre de las Jornadas Nacionales Juveniles "Néstor Kirchner" en la que más de 20.000 jóvenes pintaron más de mil escuelas en todo el país, es una clara muestra que estamos viviendo una nueva Argentina.
Por cada mentira que difunden las seudo consultoras privadas y los grupos económicos y mediáticos a los que representan, hay que responder con las verdades concretas que hoy vivimos.
Cuando Cristina afirma como lo hizo ayer, que "los jóvenes son la mejor garantía para este proceso de cambio", uno siente, sinceramente, que el futuro ya llegó.

El Argentino, miércoles 23 de febrero de 2011

martes, 22 de febrero de 2011

¡Mirá quien habla!



El ex gobernador Eduardo Duhalde, siguiendo disciplinadamente la línea bajada por el Grupo Clarín, espera y desespera por ganarse el apoyo de Daniel Scioli.

Ya no sabe qué hacer para conquistarlo.

Lo provoca, lo adula, lo critica, lo condena, todo junto y por el mismo precio.

Ayer fue el colmo, cuando en un reportaje radial, Duhalde dijo que el actual gobernador bonaerense se tendría que dar cuenta que “no se puede vivir de rodillas.

Y declaraba su admiración por Mauricio Macri alentando la posibilidad de unir fuerzas en este año electoral.

La difusión periodística de los cables de Wikileaks poniendo al descubierto las confesiones tan sumisas y cipayas de algunos dirigentes políticos argentinos, como Duhalde y Macri, nos provocan un primer sentimiento de indignación, traducido en la inocente frase: "¡Mirá quien habla…!"

Porque vivir de rodillas es ponerse del lado del extranjero, como ellos lo hicieron, en contra de su propio país. ¿O ya no son argentinos?

Vivir de rodillas es saber que Duhalde abogó a favor del ALCA, aquel "tratado de libre comercio" que nos condenaba a la miseria total, defendido por George Bush y rechazado patrióticamente por Néstor Kirchner, Lula y Chávez.

Vivir de rodillas es lo que hizo Macri ante "la embajada", rogando que los EE.UU. critiquen más duramente al gobierno nacional y ofreciendo sus dotes de ser el único candidato “pro mercado y pro negocios”.

Vivir de rodillas es lo que se dice públicamente de Duhalde por encubrir, dudar, defender y/o participar, directa o indirectamente, del trabajo esclavo denunciado en distintos lugares del interior del país.

Vivir de rodillas es gobernar sobre el sufrimiento de los ciudadanos, como en la ciudad de Buenos Aires, donde caen cuatro gotas y se provocan inundaciones de calles, casas y pérdidas millonarias a decenas de pequeños comerciantes.

Algunos personajes de la política y de los grandes medios de comunicación, se la pasaron años bajando línea a los argentinos desde una pretendida estatura moral que, hoy se comprueba, no es más alta que el cordón de la vereda.

Deben tener, seguramente, la rodilla pelada de tanto hincarse ante los poderosos de adentro y de afuera.

Allí está Joaquín Morales Solá, por ejemplo, con ese señorío admonitorio de cardenal vitalicio arengando en defensa de “la moral pública”, cuando no denunció el terror que imperaba en los campos de concentración de la última dictadura en Tucumán.

Por supuesto, él no estaba del lado de las víctimas, sino sirviendo “periodísticamente” al lado de los genocidas.

Hay que descubrirles las rodillas antes de escucharlos, para saber lo que verdaderamente fueron y siguen siendo.


El Argentino, martes 22 de febrero de 2011

lunes, 21 de febrero de 2011

Las batallas del modelo argentino



Hoy no vamos a detenernos en detallar el laberinto sin fin que es la oposición al gobierno.
Siempre crispados, enfrentando lo bueno y esperanzador de este tiempo que hoy viven los argentinos.
Juntos, son el partido de la zancadilla.
Es más edificante saber que el crecimiento del 9,1 % en la actividad económica registrado durante el 2010 y la continua baja en los niveles de desocupación, que se ubica en el 7,3 % y con más de 5 millones de empleos recuperados desde el año 2003, son las columnas centrales del modelo económico vigente en la Argentina.
Es decir, son batallas estratégicas ganadas por el pueblo argentino y su gobierno.
No son una mera brisa de verano.
Son datos que demuestran que, si no ocurriera una catástrofe política, la Argentina marcha segura hacia un porvenir de pleno empleo y prosperidad social, en un marco de total soberanía nacional, como muy pocas veces registró la historia.
Usted, como nosotros, se preguntará entonces ¿porqué la oposición no acompaña este crecimiento virtuoso que pertenece a todos los ciudadanos de buena fe?
En el devenir histórico, está la respuesta.
Cuando la patria se hacía guerreando, con conductas ejemplarmente heroicas, otros argentinos, pero de distinta estirpe, ya inauguraban el esclavismo y el cipayismo en estas tierras.
Los padres de la patria ganaban batallas, liberándonos de los colonialistas y sin embargo, las minorías del privilegio, esas que dormían placenteramente al calor del puerto porteño, los acosaban con sus críticas y falacias.
Hace casi 200 años el General Manuel Belgrano vencía a las tropas realistas en la Batalla de Salta.
Ese 20 de febrero de 1813, fue la primera vez que el Ejército patrio enarboló orgulloso “la enseña que Belgrano nos legó”.
Sin embargo, los unitarios de entonces, se burlaban y mofaban públicamente de aquel Libertador.
No contentos con dejarlo sin víveres y casi sin poder de fuego para su campaña libertadora en el norte, escribían y decían lo que ni los enemigos se atrevían a decir por respeto al héroe, al que reconocían como tal, en el campo de batalla.
Sólo el temple y las profundas convicciones de nuestros próceres explica que Belgrano, ofendido pero entero, escribiera en una carta:
“Siempre me divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus hermanos. También son esos los que critican las determinaciones de los jefes. Por fortuna dan conmigo que me río de ellos y hago lo que me dicta la razón, la justicia y la prudencia y no busco glorias sino la unión de los americanos y la prosperidad de la patria”.
Como se verá, la conducta opositora viene de lejos.
La conducta de los patriotas, también.


El Argentino, lunes 21 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

De esclavistas, cipayos y serpentinas


El esclavista es a la apropiación de la renta lo que el cipayo es a la entrega de la identidad nacional.
No es una casualidad sino una consecuencia del modelo nacional y popular que gobierna, que en este tramo de la historia se puedan dejar al descubierto los unos y los otros. Al fin y al cabo, son uno solo.
Hay una cuestión penal e ideológica que los atraviesa y condena.
Pero también hay que sentar en el banquillo de la justicia a la política devastadora ejercida por las dinastías que gobernaron en muchas de nuestras provincias argentinas.
Por ejemplo, si se afirma que la familia Olmedo se enriqueció con la graciosa obtención de miles de hectáreas de tierras fiscales, es necesario preguntarse ¿qué gobernante se las facilitó? ¿Ulloa, los Romero, Urtubey? ¿Ninguno de ellos sabía las condiciones de esclavitud de los trabajadores rurales en esas propiedades? ¿Ninguno de ellos se asoció en algún punto con los explotadores? ¿Recién ahora se desayunan con este feudalismo del siglo 19 enclavado en pleno siglo 21?
Una pregunta igual habrá que hacer respecto a los chicos de los pueblos originarios que se mueren por desnutrición en Salta.
Es la política la primera que debe dar el salto de calidad; porque sólo así habrá garantías de que estas inequidades tan repudiables serán superadas para siempre.
El viejo pleito de la historia argentina y latinoamericana está llegando a un punto de inflexión, que en este tramo, se anuncia como definitivo.
Octubre aparece allá a la vista, con sus desafíos, interrogantes, esperanzas y desesperanzas, escribiendo los primeros bocetos de las plataformas electorales.
El episodio del avión de los EE.UU. aterrizando en Ezeiza con material no declarado, desnuda más a la oposición política argentina que al país del norte.
De aquella potencia extranjera ya sabíamos bastante los pueblerinos de este lugar en el mundo. Pero está visto que en épocas de cambio todos los actores se muestran sin disimulos como lo que son.
Esclavistas y cipayos, por un lado; nacionales y populares, por el otro.
Son 200 años de colonización cultural, los que se están dejando atrás.
Salvo alguna que otra excepción, los opositores salieron a coro a defender los intereses norteamericanos antes que defender los intereses nacionales. Es un dato muy grave. No sólo por lo cipayo de la actitud, sino porque delata la ausencia de una propuesta política alternativa pensada desde adentro del país, desde adentro de los intereses populares, desde adentro de la política como valor irrenunciable de todo aquel que se precie de demócrata.
El más elemental sentido de pertenencia indica que en un caso así, es más digno callar antes que ceder la palabra al que pretende vulnerar el derecho soberano que asiste a la nación.
Pero no; los opositores optaron por hablar y castigar al gobierno como forma de presentar, avergonzados, las disculpas al poderoso extranjero que, por ser poderoso, se ubica en las antípodas de aquel otro extranjero que sí es causal de xenofobia y racismo para esa misma oposición. Llámese boliviano, paraguayo o peruano.
Eso sí, cuando el gobierno kirchnerista avanza un casillero en el proyecto de país, los opositores declaran su impotencia, victimizándose, cual si fuesen damnificados de ese avance.
La vida enseña que uno puede ser damnificado por un cataclismo de la naturaleza, por un patrón de campo o de ciudad, por un estafador, por una mujer amada o un hombre despechado, pero uno no puede ser damnificado por la historia.
La historia al fin y al cabo es la que nos tocó en suerte a cada uno y a todos juntos al mismo tiempo y que además, nunca es estanca sino que está ahí para poder transformarla. Todos somos hijos de nuestra época y así hay que asumirlo.
De no ser así, tendríamos que seguir arriba de los árboles.
En esta mitad del río en la que estamos, aquí y en toda la región, es preciso reafirmar que en esta etapa no hay alternativa cierta de sentirse “oficialista del modelo pero no del gobierno”, como proclaman algunos sectores de muy buena fe.
Hoy por hoy es inescindible la marcha del gobierno y el espacio político que lo sustenta con el desarrollo del modelo de inclusión social. No abundan las ofertas nacionales-populares en el resbaladizo espacio opositor.
Por eso es preciso dar cuenta de la necesidad de tensar unidos de la misma cuerda para posibilitar el triunfo de Cristina en la primera vuelta.
La línea divisora es muy clara.
De un lado, las corporaciones. Del otro, la democracia llena de pueblo.
De un lado, la vieja vocación mitrista y antinacional. Del otro, la nación y nuevamente, el pueblo.
Esta ecuación de vida está vigente en Argentina y en toda América Latina.
Miremos a Bolivia para estar atentos. La derecha abrió una pequeña grieta en un sector del movimiento popular y por ahí entró con su carga de odio, de racismo, de intolerancia. Como en los años setenta, no aparece como una oposición diáfana de los intereses más conservadores, sino corriendo “por izquierda” al Presidente Evo Morales.
El izquierdismo abstracto oficia siempre de ariete colonial.
Así fue con Salvador Allende, así fue con el peronismo, así fue siempre.
La realidad argentina, no obstante, es diferente. El gobierno kirchnerista expresa el proyecto nacional y popular con una fuerza y eficiencia en la gestión, incontrastable. Pero cuando se quema el rancho en el vecindario, hay que estar con el matafuego a manos. Por las dudas.
El polo de derecha, con peronistas conservadores, el macrismo y sus vecindades, no da pie con bola en su intento de unificar fuerzas.
Intentan avanzar retrocediendo, no sólo a través del esclavismo cipayo del que dimos cuenta, sino presentando a un cómico, Miguel del Sel, como candidato del PRO en Santa Fe. Es lamentable, para la política en general y para los admiradores de Midachi, en particular.
El gobierno nacional, en tanto, promueve la alegría colectiva para celebrar los carnavales, pero a la hora de hacer política no se confunde de roles.
Las serpentinas y las máscaras sirven para ir al corso, no para gobernar.
Miradas al Sur, domingo 20 de febrero de 2011

viernes, 18 de febrero de 2011

El tren de los humildes



Hubiésemos querido hablar de esa fiesta majestuosa de anoche, inaugurando oficialmente el Estadio de La Plata que, según los entendidos, será el estadio más moderno de América Latina. Un orgullo platense, bonaerense y nacional.
Hubiésemos querido hablar de los últimos números de la economía que están indicando un fuerte crecimiento en todos los rubros de la actividad industrial, comercial y productiva, en general.
Pero la tragedia ferroviaria en la localidad de San Miguel, conmueve hasta los huesos.
Cualquier tragedia nos conmueve. Pero cuando los que sufren las consecuencias son los más humildes, entonces la bronca se acumula, los interrogantes se multiplican en busca de culpables o responsables y el dolor y la indignación se hacen más profundos.
El detalle de una foto resume esta columna: la foto del vagón chocado por la locomotora mostrando claramente el dibujo de una bicicleta.
Es el furgón donde van los trabajadores hasta la gran ciudad con su bicicleta a cuestas.
¿Justo a ellos les tenía que pasar esta desgracia?
¿Por qué dejaron salir a ese tren con un freno clavado y otro con un candado a la vista?
¿Quién o quienes son los empresarios que administran ese ferrocarril?
¿Adonde se llevan los millones de pesos anuales que invierte el Estado para que los ferrocarriles funcionen de mejor forma?
Ojala que esta vez el hilo no se corte por lo más delgado, es decir, por los trabajadores ferroviarios.
"Hay irresponsabilidad en quienes permitieron que el tren haya salido de Retiro en esas condiciones" dijo el ministro de Planificación, Julio de Vido.
"Siempre fui muy respetuoso de la Justicia” remarcó el funcionario, pero aclaró que "la formación del San Martín (la embestida) estaba detenida en orden y con todos los elementos técnicos y de seguridad funcionando correctamente hasta que fue llevada por delante".
"La formación de “Ferrobaires” depende de la provincia de Buenos Aires, que en este caso es la autoridad de aplicación y lamentablemente es el primer accidente ferroviario con saldo luctuoso de los últimos 10 años", indicó De Vido.
Al respecto, recordó que "recibimos un sistema arrasado y desarticulado, por lo que debimos invertir más de 7.500 millones de pesos, de los cuales 1.000 millones se destinaron al ramal San Martín, que opera con 162 trenes diarios entre Retiro y Pilar".
Como toda gran tragedia, desnuda simbólicamente a una sociedad, en lo bueno y en lo malo:
El monopolio mediático aprovechó para pegarle cínicamente al gobierno. Es la naturaleza de las aves carroñeras.
Y una madre dio a luz a Lautaro, su hijo, pocas horas después de sufrir el tremendo impacto.
Alumbrar, es la naturaleza de nuestro pueblo.


El Argentino, 18 de febrero de 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

El cipayo no es un bicho




Por si les faltara una mancha más, ahora resulta que los opositores al gobierno, los políticos dirigidos por Clarín y La Nación, se declaran desvergonzadamente cipayos.
Como si nos le alcanzara tanto odio reaccionario contra la Presidenta, como si no les bastara ser absolutamente contreras, como si no les avergonzara que no se les cayera ni una idea constructiva, resulta ahora que son lisa y llanamente cipayos.
No vamos a negar que ya lo sospechábamos.
Pero jamás los vimos tan descarada y enardecidamente ponerse del lado de una potencia extranjera, para castigar al gobierno de su propio país.
Cosa vederes, don Arturo Jauretche.
El padre del Pensamiento Nacional nos enseñó que en la vida hay que partir del principio de empezar a ver las cosas desde la perspectiva de nuestra realidad.
“Lo nacional es lo universal visto por nosotros”, decía Jauretche.
Y salía el sol.
Sabemos que toda política partidaria es la expresión de intereses sociales determinados y que no habría que mezclar los caminos de la Patria con los senderos bifurcados de la política.
Primero la Patria.
Pero seremos otro país, más integrado, más maduro, el día que podamos compartir en tiempo y espacio real, la definición que hacen algunos compañeros de ser “oficialistas del modelo, pero no del gobierno”.
Creemos que es acertada como propósito; pero después de leer las declaraciones cipayas de los opositores frente al episodio del avión de los EE.UU. que intentó entrar material no declarado a territorio nacional, concluimos en que el único sostén político e institucional del modelo de desarrollo con inclusión, es el gobierno y el pueblo que lo acompaña. No hay opciones a la vista.
Ser oficialista del modelo es necesariamente ser oficialista del modelo que desarrolla el Gobierno de Cristina; así lo interpreta un pueblo que lo defiende, simple y maravillosamente, porque desde el 2003 vive cada día que pasa, un poco más feliz.
Atendiendo la experiencia histórica, sería hasta peligroso el ejercicio de disociar “la defensa del modelo” con “la defensa del gobierno”.
Se corresponden indisolublemente uno con el otro. Al menos es así en esta etapa.
El día que los dirigentes y los partidos políticos y fuerzas sociales piensen en argentino, actúen en argentino, trabajen en argentino y para los argentinos, podremos decir que este es un país donde hay distintas banderías partidarias, pero eso sí, el modelo nacional y popular es de todos y para todos.
Lamentablemente, el cipayo, como la cigarra, no es un bicho.
Es aquel compatriota opositor que se identifica más con los gobiernos de afuera que con el gobierno democrático de su propio país.

El Argentino, jueves 17 de febrero de 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Néstornauta pintor de escuelas



Más de 20.000 pibes en todo el país, están pintando más de mil escuelas argentinas.
De pura voluntad y militancia. De puro compromiso solidario. De pura identidad con la con la patria de todos, con la memoria de Néstor Kirchner, con los otros pibes…
¿Y nadie dice nada?
Más de 20.000 pibes renuevan la pintura de las aulas a 1.124 escuelas, desde Buenos Aires hasta el Chaco, desde Misiones hasta Jujuy, de sur a norte, de este a oeste del territorio…
¿Y nadie hace nada en este país?
Del 14 al 19 de febrero estarán pintando escuelas los voluntarios de la juventud, acompañados por el Gobierno nacional a través del Ministerio de Educación, de Desarrollo Social y de Trabajo, más las Intendencias y Ministerios provinciales de Educación, recolectando escombros, decorando y poniendo lo más bellas posibles a cada una de ellas…
¿Y nadie actúa de oficio contra estos pibes chorros de pintura?
Si de vez en cuando, un pibe cualquiera, delinque, se fuga, manotea, asalta, provocando una estampida de lamentos y titulares de diarios y televisión pidiendo pena de muerte o pena de olvido contra los delincuentes…
¿Nadie pide nada cuando son 20.000 los pibes que pintan escuelas voluntariamente?
Estos pibes son los que marcan el sentido de los vientos en esta parte del mundo.
Porque se comprometen, se meten, se arremangan, se manchan la ropa con una brocha gorda que, tal vez, algunos jamás la agarraron.
Son la rebeldía militante de La Cámpora, de los sindicatos docentes, de las organizaciones políticas y sociales, de los pibes que se suman desde una red social y algo muy significativo que perfila esta etapa de la historia: el rebelde mayor es el Estado.
No en vano las Jornadas se llaman “Néstor Kirchner, Florecen mil flores, pintamos mil escuelas”
No en vano son ministros, los primeros que pintan.
No en vano es Laura Alonso, la coordinadora juvenil, quien dice: “estamos superados de emoción, vienen pibes de todos los rincones a participar”.
Amanece en la Argentina un nuevo tiempo y por eso se llenan de pibes las escuelas, recogiendo las botellas de naufragio de otras juventudes, de allá lejos y hace tiempo.
En tanto desde el sur, la Presidenta marcó el rumbo al decir ayer:
“…Honestidad intelectual debemos tener todos los argentinos. No hace falta que pensemos idéntico, simplemente tengamos honestidad intelectual a la hora de discutir y por sobre todas las cosas, defender siempre los intereses de la nación y el pueblo porque es la verdadera soberanía nacional y popular.”
Quizás porque las decisiones presidenciales hoy se toman en la Casa Rosada, los pibes participan nuevamente. Y pintan mil escuelas, como si fueran mil flores.


El Argentino, miércoles 16 de febrero de 2011

martes, 15 de febrero de 2011

Los polizones del avión



Parece que fue así: aterrizó un avión oficial de los EE.UU. en Ezeiza trayendo una carga con elementos convenidos para la realización de un curso, en el marco de acuerdos diplomáticos entre ambos países.
Se acercaron funcionarios de la Aduana a controlar como es de rigor y encontraron material de guerra y sustancias que no habían sido declaradas en la lista de buena fe previamente entregada.
Pasó el material legal y el ilegal fue retenido.
Imagínese usted en dicho control aduanero.
¿Qué haría? ¿Los deja pasar aunque no estén autorizados, sólo porque son los EE.UU. de América?
Hagamos un poco de historia, no para comparar hechos desiguales, sino para valorar las diferentes conductas que tuvimos los argentinos frente a una potencia extranjera.
Allá por 1845 le comunican al Jefe de la Confederación Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, que buques de guerra del imperio anglo-francés, la más poderosa flota de la época, pretendían entrar por el río Paraná como “Pancho por su casa”.
¿Qué hizo Rosas? Ordenó a sus soldados ponerle cadenas al río y salvar como sea la dignidad de la patria. Así ocurrió La Batalla de La Vuelta de Obligado, que motivó luego que el día aquel, 20 de Noviembre, sea designado Día de la Soberanía Nacional.
¿Pero sabe cuál fue la sorpresa para los bravos criollos que resistieron el embate imperial? Comprobar que en los barcos piratas viajaban, además de franceses e ingleses, ¡argentinos del partido unitario!
Preferían combatir al gobierno argentino y aliarse al extranjero, antes que defender su patria.
Nada que ver esa circunstancia histórica con el avión demorado en Ezeiza.
Los EE.UU. y Argentina mantienen hoy relaciones maduras, cordiales y de respeto. Pero el episodio deja al trasluz, como en el siglo 19, la conducta servil de algunos dirigentes opositores, identificados con “las relaciones carnales” del menemismo.
En lugar de ponerse del lado argentino, se pusieron rápidamente del lado de los extranjeros que traían una carga de manera ilegal.
Así, los diarios Clarín y La Nación parecen editados en Washington y no en Buenos Aires, mientras los diputados Francisco De Narváez y Alfredo Atanasoff, del PJ disidente y lo que es más patético, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, criticaron duramente al gobierno nacional.
Atanasoff llegó a decir: “Lamentablemente la política exterior argentina está subordinada a cuestiones de política interna, no desde ahora sino desde la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia".
Nuestra política exterior es digna y valorable, justamente, porque expresa hacia fuera una política interna que con este gobierno volvió a defender los intereses de los argentinos.

El Argentino, martes 15 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

El cascabel al gato



Siempre fueron así de prepotentes.
Con el apriete fácil y la amenaza desatada en la garganta; no temían ocultarse, sino por el contrario, les gustaba mostrarse tal cual eran; matones, patoteros y rosqueros, rufianes, cafishios y malandras, adulones, traidores y alcahuetes.
Así los conocimos gobernando, humillando, matando y apretando.
Así vuelven ahora, ya como farsa de lo que un día fueron.
Ese gato malandra tiene un cascabel en la cola y cuando se pone nervioso no puede evitar que suene. Y ese otro y ese otro y ese otro también tienen prendidos en la cola o en el cuello un cascabel y por lo tanto, hacen mucho ruido cuando están nerviosos.
El que se atrevió fue Néstor Kirchner en el 2003.
Y lo siguió Cristina y fue mucho peor para esos gatos.
Cuando nadie se animaba, Kirchner empezó a ponerles cascabeles a todos los malos gatos que merodeaban sobre la comarca de los argentinos.
Uno por uno empezó bajando los cuadros de los genocidas y con la misma escalera que utilizó para bajarlos, el sureño colgó los cascabeles a los bravucones que amenazaban a la democracia, al pueblo, a los trabajadores, a los estudiantes, a los científicos, a los artistas.
Hoy están al descubierto y hacen mucho ruido. No pasan desapercibidos.
Parecen un grotesco de los señores feudales de la Edad Media. O sus cancerberos.
Creen disponer del “derecho de pernada” a su albedrío.
Por eso no les cabe al sentimiento, si es que guardan alguno, que Juancito el Caminador, el hijo del peón rural, duerma tirado sobre el piso en un conteiner o en una carpa de plástico a la vera del campo que cultiva el patroncito Olmedo o ese patrón sin rostro a quien llaman Nidera.
Entonces… ¿a quién amenaza Eduardo Duhalde cuando el diario de los Mitre, “La Nación”, publica ayer que dijo “esto va a terminar como la 125”?
¿A quién aprieta Duhalde cuando dice, según relata el diario del Centenario, que “Esto se paga…se va a terminar la era kirchnerista”?
Deberíamos responderle con la elegancia de Lope de Vega en Fuenteovejuna, que todo lo que se construyó de bueno en estos años lo hizo el pueblo y su gobierno. Un pueblo construyó esta era kirchnerista. Y por eso mismo, lo va a saber defender.
Benditos sean los alegres versos de aquel dramaturgo y poeta del Siglo de Oro:
“Juntáronse los ratones para librarse del gato; y después de largo rato, de disputas y opiniones, dijeron que acertarían en ponerle un cascabel; que andando el gato con él, librarse mejor podrían.Salió un ratón barbicano, colilargo, hociquirromo y encrespando el grueso lomo,dijo al senado romano, después de hablar culto un rato:¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner, ese cascabel al gato?”


El Argentino, lunes 14 de febrero de 2011

domingo, 13 de febrero de 2011

La caída de los faraones

El siglo XXI parece signado por la caída de algunos faraones políticos, empresariales, eclesiásticos y sindicales que dominaron la vida ciudadana en las últimas décadas.
Se acabó la fiesta neoliberal, corrupta y esclavista, donde los que ostentan algún tipo de poder hacen y deshacen a su antojo, los medios monopólicos los apadrinan y aplauden y la sociedad, asiste absorta y pasiva.
El cambio definitivo podrá tardar un tiempo más, pero lo recorrido hasta ahora no tiene retorno.
En la semana de la caída de Mubarak en Egipto y, salvando las enormes distancias y escalas entre casos tan distintos, la detención aquí del dirigente sindical Momo Venegas involucrado en la causa conocida como “mafia de los medicamentos”, que provocó la ira y la defensa corporativa de un heterogéneo arco político-sindical que se sintió afectado con la medida judicial, llegamos a la conclusión que los cambios en la estructura de la sociedad argentina son más fuertes de lo que muchos creen.
Está en marcha una revolución cultural sin precedentes, que trasciende a los propios protagonistas de esta hora histórica.
No se trata, felizmente, de una revolución violenta. Tampoco de una revolución fruto de la lucha entre corporaciones, del signo que estas sean.
Es un cambio que acontece como consecuencia de la violencia que ya sufrimos los argentinos en tiempos lejanos y que trasciende a los actores políticos para ubicar el eje de la transformación en la conciencia colectiva de los argentinos. Y que por eso mismo, requiere de toda la atención ciudadana para evitar que esos faraones vuelvan a ganar la partida infundiendo el miedo y la confusión a través de la pantalla.
Cada ciudadano debería convertirse en un pedagogo de este cambio impidiendo que la derecha nos venda nuevamente “gato por liebre”.
En este contexto, la derecha y las corporaciones han sido arrinconadas por sus propias falencias.
Repasemos.
La Mesa de enlace está en terapia intensiva por sus desavenencias internas.
La Unión Industrial Argentina sufrió la renuncia de su presidente y corre el riesgo de no poder coagular sus feroces diferencias.
El Grupo A de la oposición parlamentaria, Duhalde entre ellos, se despidió de la escena política con la cabeza gacha, tirando espuma por la boca.
Para entender el tremendo impacto que esta situación provoca en el poder económico tradicional no hay que recurrir a Gramsci; basta con leer las editoriales del diario de Bartolomé Mitre, “La Nación”.
El pasado viernes esa editorial bufaba contra sus socios del empresariado porque no cerraban filas en la lucha frontal contra el gobierno nacional y popular.
Dijeron allí: “La renuncia inesperada de Héctor Méndez a la presidencia de la Unión Industrial Argentina ha puesto en evidencia las fuertes tensiones internas y las dificultades de consenso dentro de esa institución. Circunstancias parecidas afectan a la Asociación Empresaria Argentina. Mucho hemos hablado desde estas columnas de la fragmentación que actualmente expone en general la sociedad argentina. Esto se refleja claramente en la organización política y en la dispersión de partidos que caracteriza a la oposición. Se avecinan tiempos de incertidumbre -año electoral con multiplicación de elecciones internas y provinciales- y la puja distributiva se ha exacerbado con la inflación. Las negociaciones salariales parten de reclamos incompatibles con la aspiración oficial de controlar el emergente déficit fiscal y el sostenido aumento de los precios. Frente a esto se ve con preocupación la dificultad que exponen las representaciones empresariales para lograr consensos sobre políticas serias y prudentes”.
Estamos tentados a responderles: perfecto. Hagamos, entonces, lo que sugería la Presidenta días atrás proponiendo debatir en serio la puja distributiva y que si los salarios empantanaban esa discusión, pues bien, que se discuta la rentabilidad de las ganancias o la formación de los precios o las cuantiosas fortunas multimillonarias que algunos grupos empresarios ganan, gracias a la intervención del Estado vía subsidios a los servicios públicos.
Antes habría que preguntarse: ¿Y quién se cree el diario de los Mitre para bajar línea de esta manera alevosa a empresarios y políticos que presumen de democráticos y republicanos?
Lo decimos sin medias tintas: se cree el custodio mediático e ideológico, junto a Clarín, del viejo país que hoy está en decadencia.
Por eso se alarman y salen a reclamar sin mediadores, porque los mediadores son, precisamente, los que están en crisis, llámense dirigentes políticos, sindicales o empresariales.
En otro párrafo, aquella antológica editorial afirmaba: “El Estado está tomando un papel activo y creciente de intervención sobre los actores económicos, sociales y políticos. Tiene una importante injerencia en la asignación y regulación de los beneficios por encima del mercado y actúa sobre la sociedad civil con un fuerte predominio del Poder Ejecutivo sobre los otros poderes. En este contexto, contar con instituciones empresariales sólidas y perdurables parecería ser el mejor camino para tener una interlocución constructiva y no ser meramente funcional al modelo predominante. Preocupa que no tengan la capacidad y el ejercicio interno para resolver sus disensos de una manera metódica y pautada, manteniendo la unidad y los acuerdos”. Esa es la cuestión de fondo, la recuperación de un Estado que interviene decidida y eficazmente del lado de los justos y los débiles.
Hace más de un siglo, Juan Bautista Alberdi, padre de la Constitución Nacional, decía brillantemente: “Los liberales pueden soportar y lo soportan todo; lo que no pueden soportar es la contradicción, la oposición, es decir la libertad. Esos liberales quieren en cierto modo de buena fe la libertad, pero la quieren siempre para sí, jamás para sus opositores. Aceptan toda la libertad, a condición de que no se ejerza en su contra. Son liberales al estilo de los tiranos…los liberales son un dechado perfecto de ese liberalismo sin libertad”

Miradas al Sur, domingo 13 de febrero de 2011

viernes, 11 de febrero de 2011

Una sombra ya pronto serás



La pantalla registró ayer dos modelos de país diferentes:
La Presidenta inaugurando viviendas con las Madres de Plaza de Mayo, por un lado y por otro, los que no se indignan cuando aparecen niños y hombres esclavizados en el campo pero gritan rabiosos por que detuvieron al “Momo” Venegas, secretario general de UATRE, el gremio de los peones rurales, capo de la fracción sindical que encabeza Luis Barrionuevo, amigo sindicalista de la patronal rural y sostén principal del precandidato Eduardo Duhalde.
Hubo un tiempo en que los dirigentes sindicales eran perseguidos y encarcelados por sus luchas reivindicativas, por sus ideas políticas y por su resistencia a todo poder patronal que explotara y humillara a sus compañeros trabajadores, los afiliados al sindicato.
Esos dirigentes, lúcidos, honestos y combativos, siguen estando en el país.
Pero también están los que, usando a los propios trabajadores, se enriquecen y benefician con la chapa de “dirigentes” y apadrinan a políticos y empresarios culpables del trabajo esclavo.
Esta vez no hay “persecución política” que fundamente una razón valedera para legitimar cualquier defensa en su nombre.
Simplemente un juez de la nación, ordenó su detención en el marco de la investigación por la llamada “mafia de los medicamentos”.
Más allá del resultado final, de prisiones y absoluciones, es innegable que está pariendo otra Argentina.
Con sus contradicciones, con sus fallas y debilidades, pero este país ya no es lo que era antes.
El que trafica esclavos en nombre de la rentabilidad del desflore del maíz, debe ir preso.
Y el que es cómplice de los traficantes, debe ir preso.
No es este el caso. Todavía. Aunque la causa que las origine, es igual de grave en la violación de los derechos humanos más elementales.
Realmente, el nuestro, es un pueblo manso.
Lo demuestran las Madres, a las que la dictadura les robó sus hijos y sus nietos y hoy construyen casas y escuelas que caminan.
Lo enseñan los pibes que lloraron sin consuelo la muerte de Néstor Kirchner y mastican, en silencio, la bronca que sienten en el alma después que fueran ofendidos por Elisa Carrió y otros lenguaraces de la oposición.
Lo sabemos todos los argentinos que en esta democracia sufrimos el rigor de los que inventaron la hiperinflación para vaciarnos de esperanza y llenarnos de zozobra, la deuda externa, las privatizaciones, el corralito, la treintena de muertos bajo el helicóptero de De la Rúa, el asesinato de Kosteki y Santillán, la pobreza, la exclusión, la miseria y la desocupación…
¡Y ni siquiera arrojamos los zapatos a los culpables de tanta crueldad, como lo hizo ayer el pueblo egipcio contra Mubarak!


El Argentino, viernes 11 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

Que culpa tiene el tomate



Profundo, claro y conciso.
Así fue el mensaje presidencial brindado ayer con motivo de la firma entre el Estado Nacional y la provincia del Chaco, para participar en la construcción de la central alimentaria o Mercado Concentrador Regional que, en esta oportunidad, se va a desarrollar en la ciudad de Resistencia.
Alguna vez dijimos en esta misma columna que, para defenderlo o para criticarlo, hay que contextualizar el proyecto de país que gobierna Cristina Fernández de Kirchner, entre aquellas páginas de la historia donde la nación argentina disputa su propio destino.
Se trata de defender una forma de vida apostando a la vida.
Y de esas cosas habló la Presidenta.
Nos permitimos sugerir respetuosamente tener a mano particularmente ese discurso, a modo de candil, para alumbrarnos cada vez que el poder económico concentrado y sus lenguaraces nos llenan de zozobra con sus sirenas de falsas alarmas porque “se acaba el mundo”.
La Presidenta habló del concepto de federalismo que anima a la Constitución Nacional y a su gobierno afirmando que “se habla mucho de federalismo en la República Argentina pero yo siento como Presidenta que siempre se habla de federalismo cuando es la Nación la que tiene que poner cosas, recursos, infraestructura, etcétera; el federalismo es a dos bandas, a dos partes, es gestión del Estado Nacional hacia las provincias y gestión dentro de las provincias, en los ámbitos y marcos de competencia que les son propios a cada gobernador, a cada intendente, para ayudar a gobernar la Argentina. Sería casi unitario pretender que se pueda manejar todo desde la Presidencia”.
La importancia vital del mensaje, creemos, fue desarmar el discurso del cuco, ese que nos venden día a día desde el Grupo Clarín y sus socios pero que muchas veces se hace cruda realidad cuando hunden sus garras inflando los precios de frutas, verduras, harinas y carnes, alimentos de primer orden en nuestra alimentación.
En este país los precios no los pone el gobierno sino los productores, los empresarios, los intermediarios, los comerciantes, los honestos y los vivillos.
¿Cómo romper esa cadena de impunidad que a veces reemplaza una razonable cadena de precios?
El Estado hace su parte, pero depende de todos los ciudadanos cuidar el modelo de país que construimos desde el 2003 hasta el presente.
Una vieja canción popular española se preguntaba resistiendo al fascismo, hace 80 años, “¿Qué culpa tiene el tomate?”
En la Argentina, ninguna.
Que no nos vendan el cuento de la “estacionalidad” en un país donde la primavera y el veranito, duran más que una estación en el calendario.


El Argentino, 10 de febrero de 2011

miércoles, 9 de febrero de 2011

El año de las persianas altas



La Presidenta entregó ayer subsidios para obras de infraestructuras en parques industriales de todo el país.
Son aportes no reintegrables que brinda el Estado en el marco del Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales Públicos.
Es producción argentina con el mejor valor agregado: nuestra propia dignidad.
La ministra de Industria, Débora Giorgi, viene promoviendo y gestionando esta política de estado que posibilitó un rápido y sostenido crecimiento de nuestras pequeñas y medianas empresas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Son elocuentes los datos oficiales que indican, por ejemplo, que se crearon más de 35.000 empleos industriales en el último trimestre del 2010 y que el salario de los obreros de la industria creció 32,7% en 2010 respecto a 2009.
“La industria superó los niveles de producción del 2008 y estableció un nuevo récord y generó nuevo puestos de trabajo por el cambio de paradigma que significó para el sector el modelo iniciado en 2003 en el que la agregación de valor en origen tiene un rol fundamental para que todos los argentinos se puedan quedar en su territorio y con trabajo”, dijo Débora Giorgi.
Durante el cuarto trimestre de 2010 las remuneraciones nominales de los trabajadores industriales crecieron un 6,2% contra el tercer trimestre del mismo año y un 31% si se las compara con igual período del año anterior. De este modo, el crecimiento acumulado para 2010 fue del 32,7% con respecto a 2009.
Giorgi aseguró que “consolidamos un crecimiento sustentable liderado por la actividad industrial con un fuerte proceso inversor que expande nuestras fronteras productivas, marca récord en exportaciones industriales y mantiene superávits externos y fiscales con acumulación sostenida de reservas”.
Reflexionemos juntos: ¿se acuerda cuando en los años noventa nos inundaban de estadísticas y no podíamos entender quiénes se beneficiaban con esas cifras tan abultadas?
Porque a los bolsillos de los trabajadores y a las mesas de las familias no llegaba ni un vaso de agua.
Con el correr del tiempo nos avivamos que ese crecimiento era para unos muy pocos y en detrimento de la vida de muchos.
Era la falacia de la "teoría del derrame" iniciada por Menem-Duhalde y continuada por De la Rua.
En ambos gobiernos, la presencia de Domingo Cavallo fue determinante.
Pellízquese. Este es otro país. ¿Sabe porque? Porque por primera vez en 200 años de historia no hay ningún sector de la economía real que crezca en detrimento de otro. Crecen todos al mismo tiempo.
Y otro dato significativo: este contexto histórico de desarrollo inclusivo vino para quedarse por un siglo más.
Sólo depende de la voluntad popular.


El Argentino, miércoles 9 de febrero de 2011

martes, 8 de febrero de 2011

Civilización o Barbarie, hoy



La AFIP detectó ayer un nuevo lugar de trabajo esclavo, en una empresa agrícola de Bahía Blanca.
El comunicado oficial afirma que "el organismo confirmó el trabajo ilegal y condiciones laborales infrahumanas" en un establecimiento agrícola perteneciente a la firma Satus Ager.
Son cinco los lugares esclavos descubiertos en la última semana por la AFIP.
En este caso, trasladaban a los trabajadores desde Santiago del Estero para dejarlos hacinados en campos dedicados al desflore de maíz.
Que ninguna persona de bien se acostumbre jamás a estas noticias.
Por el contrario, hay que rebelar el alma hasta que grite de dolor e indignación contra estos poderosos que desafían nuestra condición de ciudadanos, sometiendo a los más débiles a trabajar 12 horas diarias, a vivir sin luz, sin agua potable, sin baños adecuados, tirados sobre unos camastros en un trailer de chapa.
La AFIP agrega que esta compañía se presenta como "la empresa argentina líder en exportación de semillas de maíz y soja y entre sus directivos figuran Félix Cirio, ex subsecretario de Agricultura de Felipe Solá, Félix Lanusse, Miguel y Juan Zimmermann, Ricardo Cardinales y Martín Jarmoluk"
En realidad, la AFIP se lanzó decididamente a cumplir con una decisión de la Presidenta, instrumentada por el Ministerio de Trabajo, como es garantizar el trabajo registrado en la Argentina. Para decirlo en idioma de barrio, van a pedir los papeles a quienes tienen la obligación legal de tenerlos, so pena de ser sospechosos de evasión impositiva; pero hete aquí que lo que encuentran los inspectores, son esclavos sobreviviendo como esclavos.
Y lógicamente, denuncian la grave violación humana ante la Justicia.
El titular de AFIP, Ricardo Echegaray declaró al respecto: "Las imágenes son contundentes, todos los argentinos tenemos que estar en la misma línea, no podemos aceptar que en el siglo 21 se den estas condiciones de trabajo en ningún sector de la economía"
Los que cometen estas atrocidades son sectores con mucho poder económico.
¿Lo harán para provocar al gobierno y a toda la sociedad?
¿O simplemente porque siempre lo hicieron?
Ambas razones explican estas conductas.
Estos patrones rurales que viven en la ostentación de un barrio lujoso o en el exterior, comulgan desde siempre con aquella vieja concepción liberal de "civilización o barbarie".
Hoy vuelven a demostrar que ellos son la barbarie, los que matan, los que hambrean, los que esclavizan.
Como en el siglo 19, como en el Centenario, como en este siglo.
La diferencia histórica es que esta vez hay un Gobierno que se pone del lado del trabajador y un pueblo que los repudia con todas las fuerzas de su dignidad.
¿Irán presos?
El Argentino, 8 de febrero de 2011

lunes, 7 de febrero de 2011

La vida es un carnaval

Con el comienzo de los corsos de Carnaval, uno tiene la sensación que renacen las esperanzas y el año se bautiza de alegría. ¿Será así para todos?La mayoría de los diarios domingueros reflejaron los resultados de las encuestas realizadas en el último mes por consultoras de diversos signos políticos. Reafirman con creces los datos que vienen registrando últimamente: Cristina Fernández de Kirchner se impondría en primera vuelta en las próximas elecciones presidenciales de octubre, doblando en votos al lejano seguidor de la oposición, encabezada por Mauricio Macri o Ricardo Alfonsín, según la muestra. Hay consultoras, como Equis o Rouvier, que miden a Cristina bordeando o pasando incluso el 50 % y a su inmediato seguidor con apenas el 12 %.Nos interesa recalcar tres fotografías estadísticas impactantes: *Cristina es la dirigente con mayor imagen positiva y menor imagen negativa.*Cristina lidera las encuestas en todas las provincias del país.*El porcentaje de población que se declara “Optimista” respecto al presente y al futuro inmediato de los argentinos llega al 98 %.La unidad alcanzada en Santa Fe, gracias al generoso empeño puesto por el diputado Agustín Rossi y el acompañamiento de la dirigencia provincial peronista a la conducción política de la Presidenta, va en esta misma dirección, cimentando un próximo triunfo kirchnerista en una de las tres principales provincias del país. Este dato constituye un duro revés para quienes apostaban a desmembrar las huestes del oficialismo nacional en procura de un voto opositor. Alpiste, perdiste. Los indicadores socio económicos que perfilan el horizonte ciudadano, están afirmando que el 2011 será un año de mayor crecimiento con inclusión social de los últimos lustros. Y es lo que se puede comprobar en las calles, en las fábricas y pequeñas empresas que se abren constantemente, en el turismo, en el consumo interno. Esta esperanza carnavalera no precisa de máscaras ni antifaz para salir a desfilar.Se muestra así de contenta pese a los pajarones y pajaronas de mal agüero. Paciencia y canten con nosotros una de Celia Cruz que la sabemos todos:“Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval, es mas bello vivir cantando.Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando.Para aquellos que se quejan tanto. Para aquellos que solo critican. Para aquellos que usan las armas. Para aquellos que nos contaminan. Para aquellos que hacen la guerra.Para aquellos que viven pecando. Para aquellos que nos maltratan. Para aquellos que nos contagian” Los amargos que no cantan, no podrán disimular que tienen un corso a contramano en la cabeza.

El Argentino lunes 7 de febrero de 2011

domingo, 6 de febrero de 2011

Desmesuras y agonías de una oposición desesperada



*La postulación del cómico Miguel del Sel, confeso menemista, duhaldista y macrista, como candidato a gobernador santafesino por el PRO de Mauricio Macri, es la expresión de una agonía política. La misma agonía que reemplazó a la política en tiempos de vaciamiento cultural y económico del menemismo.
Es la farsa de la política llevada al límite del paroxismo.
Pero si el contexto de aquel país de los noventa explicaba estas maniobras de la farándula empresaria y politiquera, este país de ahora, esta región, este mundo que está cambiando dramáticamente, lo vuelve irremediablemente grotesco.
Es la derecha en su hora de vaciamiento más impresionista.
*La cínica mirada de Elisa Carrió en el programa de Mirtha Legrand, anticipando gestualmente el fusilamiento verbal que acometería luego contra el sentimiento de una buena parte del pueblo, al asegurar que las exequias de Néstor Kirchner fueron un espectáculo montado por el grupo artístico Fuerza Bruta, fue otra expresión de la agonía política de esa derecha impotente.
Impotente en términos políticos, porque no ofrece nada de nada, ningún programa superador de este proyecto de país que gobierna y lidera Cristina Fernández de Kirchner.
Impotente en términos de calidad humana, porque lanzar semejante ofensa contra los miles y miles de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, el piberío que lloró la muerte del ex presidente como no se recuerda desde las exequias de Eva Perón, es demostrativo que no sólo se quedaron sin políticas; deshonraron su condición humana.
Se vaciaron el alma.
Fue una provocación y una desmesura más.
Pero nada de lo que haga esta oposición en su hora de agonía, debería ser tomado banal o graciosamente.
No caer en el juego violento que proponen es una cosa, pero tomar a la ligera esas actitudes, es otra.
Repasemos la historia del movimiento popular y el clasismo de las minorías del privilegio, para entender mejor estas conductas.
Cuando dijeron lo del parquet en las casas peronistas, las demolieron luego cuando fueron gobierno.
Cuando dijeron lo del aluvión zoológico, salieron de caza mayor con el bombardeo a Plaza de Mayo y en los basurales de León Suárez.
Hoy están flojitos de armaduras, pero cuando los sectores que representan al poder económico concentrado enfrentan una encrucijada histórica, apelan a sus más bajos instintos.
No son palabras inocentes dichas por un loco o una loca cualquiera. Están advirtiendo que si llegan nuevamente a gobernar, guay del pueblo que se les atreva.
Lo que es desmesura en el llano, resulta siendo desmesura fatal cuando gobiernan.
Y esa sí que causa muertos, hambre, exclusión, enfermedades, desempleo.
*La vuelta de la esclavitud en el trabajo rural son el soporte de hierro de esas desmesuras. No son un capítulo aparte. Para el Grupo Clarín no es de relieve el tema y así lo trata o destrata en sus medios. El periodismo bananero se maneja con los códigos y los desvalores de su propia naturaleza. Visto está.
Para Biolcati, el amo de la Sociedad Rural, es apenas una cortina de humo que pone el gobierno.
*La instrucción que reciben los agentes de la Policía Metropolitana de Macri en la continuidad de la llamada “Escuela de las Américas”, allí donde se ejercitaron los torturadores de la dictadura en el manejo de la picana, en la “inteligencia” contra las organizaciones populares, en las artes de la prensa que metía miedo y terror a la sociedad, es también un acto de desmesura y agonía de una oposición desesperada.
*Y para terminar con este breve listado de la infamia semanal, la afirmación categórica y actoral de Francisco de Narváez diciendo en un canal de televisión que el kirchnerismo entregará el gobierno con un país mucho peor que el que recibió el 25 de Mayo de 2003 es, más que una desmesura, un acto de enajenación mental por su nula comprensión de la realidad.
Podría haber dicho, por ejemplo, que no está de acuerdo con lo logrado hasta ahora y que él se propone hacer las cosas mejor, pero afirmar que este es un país peor que aquel donde sus socios políticos asesinaron a Kosteki y Santillán, la pobreza rondaba el 50 % de la población y los jóvenes de clase media pugnaban por una salida de la crisis rumbo a Ezeiza, es realmente no entender en qué país está parado.
Nos alienta debatir contra las falsas ideas que, concientemente o no, se instalan en algunos sectores de buena fe, haciéndoles suponer que la derecha está acabada porque se muestra así de impotente, desmesurada, grotesca y agónica.
Es ahora cuando operan contra el pueblo, como lo hicieron en diciembre pasado.
Y a este país reconstruido lo cuidamos entre todos o no lo cuida nadie.
El proceso de transformación estructural de la Argentina trastoca irremediablemente todos los escenarios tradicionales del viejo país explotador, mentiroso, mendaz, mediocre, clientelista, de economía primaria y negación de la cultura.
Este país empieza a ser un país prospero en lo económico, justo en lo social, soberano y representativo en lo político.
¿Pero cuál es la llave maestra para consolidar el cambio?: el tiempo.
Los pueblos no miden su futuro en términos de días, sino de etapas. Por eso la clave del cambio, aquí y en América Latina, está en la sustentabilidad de las políticas de estado. Si esa sustentabilidad se pierde, no se queda el país en el mismo lugar, sino que retrocede treinta años.
Vaya esta reflexión contra los que alegremente piensan en que es posible mantener este modelo, prescindiendo del actual proyecto político, nacional y popular que conduce Cristina.
Seamos serios.
¿Se imaginan a los heraldos de Magnetto, a Macri, a Sanz, a Alfonsín, a Duhalde, a Carrió, manteniendo la Asignación Universal por Hijo, la jubilación estatal, Aerolíneas Argentinas, la hermandad con los pueblos libres de la América del Sur?
¿Se los imaginan resolviendo pacíficamente las movilizaciones sociales?
Hay que endurecer la bondad, decía el poeta Neruda.
Y estar precavidos, ahora que la derecha entró en su etapa de agonía política.


Miradas al Sur, domingo 6 de febrero de 2011

viernes, 4 de febrero de 2011

La memoria de los ojos



Guardemos en la memoria lo ocurrido ayer en el Club Albariño, en el postergado sur de la ciudad de Buenos Aires.
Allí donde la derecha opositora de Macri, Duhalde, De Narváez, Carrió y algunos radicales, reclamaban en diciembre pasado, palos y balazos para expulsar a los intrusos.
Allí donde esa misma derecha montó el escenario social para ensayar el programa de gobierno represivo que aplicarían, de ganar en las elecciones de octubre próximo.
Allí donde parecía que la vida no valía nada y que la guerra era librada entre los propios vecinos por un pedazo de tierra.
Allí donde el alma de la unidad latinoamericana, forjada por los presidentes de la región desde el 2003, pero muy especialmente por Néstor Kirchner y Lula da Silva, era rasgada y humillada por los insultos de la xenofobia y el racismo más recalcitrante de Macri y compañía.
En ese mismo lugar, ayer, la Presidenta mostró en vivo y en directo la Argentina que estamos construyendo y a la que debemos cuidar entre todos.
En las noticias del día usted encontrará, seguramente, los detalles del acontecimiento basado en la inauguración del Cuartel de Bomberos y la casa de las Madres y el aula para la capacitación de los vecinos y las palabras, tan profundas como emotivas, de Cristina.
Aquí decimos que, además, fue la mejor expresión de una nueva victoria del coraje, la democracia y la inclusión social, sobre la represión despiadada que esa oposición proponía, quizás porque es lo que mejor sabe hacer.
Lo hicieron con Menem, De la Rúa y con Duhalde en cuanta oportunidad tuvieron.
Palazos, gases y balas, en lugar del dialogo de la democracia.
Por eso decimos que hay que guardar estos sucesos en la memoria para saber utilizarlos en el momento oportuno.
El título de nuestra columna de hoy, es el título de un libro escrito por jóvenes de la cultura y el cine, dedicado al dignísimo recorrido artístico de un hombre bueno: Leonardo Favio, Embajador de la cultura argentina por decisión presidencial, el que tiembla cuando habla y sin querer, nos hace temblar de emoción a todos quienes lo queremos.
Favio habla de tal manera, con el corazón a flor de piel, que no puede disimular su latido.
Esta vez, la reparación y el reconocimiento presidencial es como dice el blog “Goliardo”, la forma que eligió Cristina para decirle que “ella, ella no se olvidó”, como aquella musa de una canción de Favio.
No se olvidó de su lealtad y su coherencia, ni de Gatica, ni de Nazareno Cruz, ni de Juan Moreyra.
Ni se olvidó del militante que desde la cultura y esa sensibilidad inigualable, creó “Perón, Sinfonía de un sentimiento”.
Aquel pibe de “Crónica de un niño solo” ya no estará más solo.


El Argentino, viernes 4 de febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

Los sueños compartidos



Un día como hoy José de San Martín comandaba el bautismo de fuego de sus Granaderos a Caballo en las cercanías del Convento de San Lorenzo.
Era el 3 de febrero de 1813.
El heroísmo de nuestros soldados quedó registrado en el gesto sublime del Sargento Cabral, salvando la vida de su Jefe y Compañero.
“Muero contento, hemos batido al enemigo”, diría el bravo correntino, escribiendo una página de gloria.
Con ese temple y coraje se construyó la Patria, juntando fuerzas desde la cuna del pueblo y organizándolas para enfrentar al colonialista de afuera y de adentro.
Pasaron desde entonces 198 años, con triunfos y derrotas, con dolores y alegrías.
Y volvemos a vivir una etapa donde confrontan nuevamente dos ideas de país.
Mientras haya colonialistas y cipayos, siempre habrá una batalla, tan necesaria como imprescindible, para romper las cadenas del coloniaje económico y cultural.
Esta vez el pueblo vuelve a ser protagonista y batalla a su manera, pacifica y democráticamente, con las armas de la solidaridad y la esperanza, derrotando una y otra vez a los patrones del odio y el resentimiento.
Esa lista es larga, pero a manera de ejemplo, digamos que ayer en el programa de Mirtha Legrand, una nueva expresión reaccionaria de Elisa Carrió volvió a humillar al pueblo al afirmar que las exequias del presidente Kirchner fueron una actuación organizada por el grupo artístico “Fuerza Bruta”; burlándose cínicamente de un dolor colectivo que atravesó de tristeza a un país entero.
Carrió, con su ofensa, fue tan brutal como esos carceleros mendocinos filmados mientras torturaban.
Hay que tener mucho temple para no caer en estas trampas de la reacción.
En el predio del Club Albariños, allí en Lugano, donde la derecha fascista quiso incendiar nuestra última Navidad reclamando balas y palazos contra una ocupación que ellos mismos prohijaron, la Presidenta dejará inaugurado hoy el Cuartel de Bomberos, tan necesario para los vecinos.
Junto al aumento a los jubilados, serán la mejor respuesta al odio contra el pueblo.
Es necesario reflexionar sobre estas dos actitudes, la de Macri y los opositores por un lado y por otro, la del gobierno nacional.
Porque la confrontación de los dos modelos de país que dirimen su suerte todos los días del año y en este año muy particularmente, no es sólo una cuestión que afecte nuestra economía; por cierto una cuestión muy importante.
Se trata, esencialmente, de valorar y defender un modo de vida.
El modo que enseñan las Madres de Plaza de Mayo y su Misión Sueños Compartidos, construyendo casas y aulas y poniéndoles alas para que vuelen hasta allí donde habitó el olvido.
Esa es la cuestión de fondo.


El Argentino, jueves 3 de febrero de 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

La revolución de los jóvenes



Que sigan militando y comprometiéndose con la Argentina, fue el pedido final de Cristina Fernández de Kirchner a los miles de jóvenes que ayer participaron del acto inaugural de la autopista que une las ciudades de Santa Fe y Paraná.
En un acto cargado de emotividad, de memoria viva con Néstor Kirchner y de reafirmación de un modelo que permitió el mayor período de crecimiento de la historia argentina, la Presidenta reafirmó el rumbo gobernante a fuerza de convicciones políticas pero también de resultados concretos que son, a todas luces, extraordinariamente beneficiosos para los trabajadores y la sociedad toda.
La participación de los jóvenes como protagonistas centrales en los procesos de cambio que se desarrollan en la región, es el signo distintivo de la etapa.
Y más aún, es el que revitaliza y llena de esperanzas a un pueblo y un país que debe juntar fuerzas para enfrentar tanto miserable con poder, como los que esclavizan a trabajadores rurales y los lenguaraces y escribas del bunker de Magneto y Herrera de Noble.
Antes, en la ceremonia de juramento de los egresados del Instituto de Servicio Exterior de la Nación, la Presidenta resaltó el rol histórico que hoy le cabe a la juventud.
Lejos de acá, la rebelión del pueblo egipcio conmueve al mundo entero.
Pareciera que el tan temido calentamiento global traspusiera la naturaleza para abarcar decididamente al reino de lo humano.
Los cambios se suceden con una velocidad que asombra en la llamada “revolución de los jóvenes”.
Que sea Egipto, la más populosa de las naciones árabes, con su tradición milenaria, con su influencia cultural y religiosa, la nación que hoy está reescribiendo su propia historia, es un signo mayor del cambio de época.
Usted se preguntará legítimamente: “¿Y qué me importa a mi lo que suceda en un lugar tan lejano?”
Es que ahora sí, el mundo es un pañuelo.
O como dice la Presidenta: “Todo tiene que ver con todo”.
El mundo ya no será el mismo después de esta rebelión.
Es necesario tener una dimensión objetiva y profunda de lo que está ocurriendo en la tierra de los faraones para, de paso cañazo, valorar lo que construimos en esta nueva Argentina.
Si las multitudinarias movilizaciones que se realizaron en la eurozona fueron la expresión vital del rechazo social a la repetición de las mismas fórmulas financieras que causaron el derrumbe de las economías neoliberales, deberíamos afirmar que en Egipto las principales banderas son por más y mejor democracia y en contra de toda forma de autoritarismo.
Egipto está hoy más cerca de Latinoamérica, en tanto es un pueblo que se alza porque quiere ser libre de toda opresión.
Así nomás.


El Argentino, 2 de febrero de 2011