miércoles, 29 de diciembre de 2010

La revolución cultural argentina



El año que se va está lleno de paradojas y contrastes.
Como si el Bicentenario de la patria hubiese querido tirar la casa por la ventana, echar al viento sus alas desplegadas, derramar el llanto más doliente por el que se fue, alcanzar todos los récords de consumo interno, de producción y empleo y exportación de bienes con valor agregado.
Hasta esa realidad, que es la única verdad, llegaron los pajarracos de la violencia. Esos que se distinguen a lo lejos con sus discursos blindados de orden y represión; como los que proponen Cobos, Duhalde, Carrió y Macri, los nostálgicos del Estado represor que tanto extrañan.
Pero allí está el club Albariños para que aprendan, desalojado sin garrotes ni balaceras como hubiesen querido los heraldos de “la mano dura”.
¡La cabeza dura es lo que tienen!
Qué curioso, pero el contraste de cabotaje entre un gobierno que con aciertos y errores tiene su norte en la inclusión social y una oposición que puja por volver a tiempos del corralito y el ajuste salvaje ya padecidos en tiempos del menemismo y la Alianza, es el mismo contraste que existe entre el modelo de país que preside Cristina y el modelo impuesto por el FMI y los fondos buitres a las democracias más viejas del planeta.
En ese marco se produce, sonora o silenciosamente, una verdadera revolución ciudadana y democrática.
Ayer fue el turno del cine argentino, con el anuncio del Canal INCAA-TV que como bien dijo la Presidenta: “va a permitir que todos los argentinos puedan disfrutar de una de las maravillas que es el cine, la imagen, el poder expresar sin hablar una idea, un sentimiento, una percepción, una sensación, además, acá estoy acompañada por todos ustedes que son los que hacen reír y llorar a los argentinos. Una vez dije que yo quería un país donde los únicos que hicieran reír y llorar a los argentinos, fueran los actores y no los políticos, aunque a veces algunos nos hagan llorar no por nada malo sino porque se fue. La verdad que estamos muy contentos, porque esto es también parte de una revolución cultural en la Argentina, el poder focalizar nuestro cine, nuestra producción nacional, la visibilidad de todos los argentinos”
Celebremos la vida, entonces.
Terminamos el año con Fútbol para todos, con el Paka-Paka para el piberío, con la TV Digital, con un sitio de Presidencia para los chicos y no tan chicos, con el canal Encuentro, pionero de esta revolución pacífica, alegre, participativa, democrática, ciudadana. Y por si fuera poco, con tres millones de netbooks para los estudiantes.
Digan lo que digan, la revolución está en marcha, llena de arte, identidad y trabajo.
O sea, llena de vida.


El Argentino, miércoles 29 de diciembre de 2010

martes, 28 de diciembre de 2010

Que la inocencia nos valga



Somos un pueblo que cree y quizás por eso, somos un pueblo invencible.
Con este avance cultural y colectivo, demostrado de mil formas en el año que termina, ningún violento quedará impune.
La ministra Nilda Garré lo dejó muy claro.
Scalabrini Ortíz hablaba de estas cosas y lo resumía así:
"¡Creer! He allí toda la magia de la vida. Atreverse a erigir en creencias los sentimientos arraigados en cada uno, por mucho que contraríen la rutina de creencias extintas; he allí todo el arte de la vida".
Estamos viviendo un tránsito histórico signado por la construcción de un nuevo país y una nueva democracia, saboteado por eso mismo por los que se oponen a este cambio de paradigmas y defienden, por izquierda o por derecha, los intereses de los poderosos.
La prensa canalla se retuerce entre el odio, la mentira y la discriminación que destilan sus tapas y editoriales.
No hacen periodismo; hacen operaciones políticas.
No dicen sus verdades; publican sus mentiras.
Paciencia y argumentos para enfrentarlos:
*La inversión económica y productiva alcanzó un nuevo récord. Ayer nomás la Presidenta de la Nación anunció oficialmente las inversiones de varias empresas líderes.
*El consumo y la demanda de electricidad superó el récord histórico llegando a los 20.102 MW. ¡Para que no haya apagones puntuales y temporarios con semejante crecimiento!
*El consumo de combustibles superó todas las previsiones y motivó un ligero faltante ya en vías de solución.
*La masiva demanda de dinero en los bancos y cajeros reventó todos los chanchitos del ahorro y el Banco Central debió acudir a una reposición urgente de billetes para abastecer a todos.
*El ministro Julio de Vido dice que si juntáramos una al lado de la otra las 500 mil casas que este gobierno construyó, llegarían desde Ushuaia hasta el Canal de Panamá. Y quedan 300 mil en ejecución y las más de mil escuelas construidas y los miles de kilómetros de ruta en todo el país.
*El ministro Carlos Tomada reafirma en el libro "Trabajo y Empleo en el Bicentenario" que la creación de cinco millones de puestos de trabajo del 2003 al 2009 es, junto a otros indicadores sociales, el registro más importante de las últimas décadas.
Miremos todo el bosque. No caigamos en ninguna trampa.
Si este país que somos exige más, es porque tiene más, no porque tenga menos.
De allí los sofocones del crecimiento.
Por eso, en el Día de los Inocentes, que nadie confunda la inocencia popular con la falta de coraje y claridad para enfrentar a los tristes fantasmas del pasado que intentan regresar.
Se llamen Duhalde, Macri o Cobos.
O detrás de las rejas, el genocida Videla con su alegato final.


El Argentino, martes 28 de diciembre de 2010

lunes, 27 de diciembre de 2010

La navidad del pueblo



Mi barrio fue una fiesta la noche de Noche Buena.
Había ganas de juntarse entre los vecinos, de saludarse y brindar por el país.
Nadie quiere estar solo en tiempos de cosecha.
El piberío corría por las veredas con sus bengalas, mientras los padres competían inocentemente por el mejor fuego artificial de la cuadra.
“Es la Argentina real” murmuraba por lo bajo para no perturbar a nadie en esa noche tan de todos, cuando advertí el llanto pudoroso de una piba del vecindario.
“Llorá nomás”, le dije sin saber porqué lloraba. Agradeció la compañía de toda mi familia que la abrazaba solidariamente y con voz entrecortada agregó:
“Me duele tanto lo de Néstor Kirchner”.
Y se puso a bailar después, al compás de una musiquita que salía del parlante de un vecino peronista.
No pronunció la palabra “muerte”.
Estaba todo dicho en la Noche Buena.
Ella era la vida abriéndose paso entre los cultores de la tristeza.
El crecimiento económico alcanzado se comprueba por las estadísticas del derecho y el revés, mostrando y demostrando el récord histórico en las ventas navideñas y el agotamiento de pasajes y alojamientos para el prematuro éxodo turístico de los argentinos.
Pero el desarrollo social se demuestra en la cantidad de alimentos, vestimentas y regalos adquiridos por distintas franjas sociales, casi sin excepciones.
Y en esa piba bailando.
La solvencia política del proyecto gobernante aparece más clara si uno se pregunta:
¿Estamos igual, peor o mejor que el año pasado, en términos individuales y colectivos?
¿Este gobierno tiene liderazgo político y social?
¿El movimiento nacional, popular y democrático, está unido en lo estratégico y articulado en lo táctico?
¿La presidenta gobierna y conduce ese movimiento?
¿El gobierno abandonó las grandes líneas de las políticas de Estado que elaboró y gestionó con el presidente Néstor Kirchner y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner o reafirmó esas líneas?
¿La oposición de Clarín y sus voceros políticos colaboran con la felicidad del pueblo o la sabotean?
Coincidirá con nosotros en que estamos mejor que antes, que hay un liderazgo popular de Cristina muy claro, que es ella quien conduce y gobierna con una eficiencia sin antecedentes para el sistema democrático, que hay unidad en la diversidad a lo largo y ancho del Frente para la Victoria, que puesto a prueba, se reafirman todas las medidas de seguridad para consolidar la paz y el orden social sin violencia.
Pero no estamos solos, lamentablemente.
Allí están los violentos que titulan, como lo hizo ayer el ex gran diario, promoviendo más ocupaciones, más discriminación, más bajón para la esperanza.
Que siga la fiesta, pero sin bajar la guardia.

El Argentino, lunes 27 de diciembre de 2010

domingo, 26 de diciembre de 2010

Sentados en el viejo muelle


A punto de finalizar el 2010, es necesario acomodar los huesos para la travesía que en el próximo año vamos a emprender, juntos, como sociedad.
Imaginémonos, sentados en el viejo muelle de un país tan viejo como el mismo muelle, a punto de partir con una barca llena de pueblo, hacia el puerto de un nuevo país.
Todo nos interpela, nos interroga, nos asombra, nos llena de zozobra, nos desafía, nos provoca, nos empuja, nos estimula a echarnos a mar abierto de una buena vez.
Es esta la última nota de un Año llamado “del Bicentenario”; y el riesgo que nos gane la melancolía es harto peligroso.
Hasta que nos preguntamos:
Esas seis millones de personas que desfilaron ante los Presidentes de la América del Sur en el Paseo de la Avenida ¿Son parte del pasado o del futuro de los argentinos?
¿Néstor Kirchner quedó atrás de nuestras vidas o está marchando como lo hizo siempre, adelante de todos?
¿Los pibes y las pibas de la Asignación Universal por Hijo fijaron su identidad en los años de exclusión o nos están esperando, allá en el horizonte?
Esa juventud, más que maravillosa, que irrumpió descalza en el escenario mayor de la política ¿vino para quedarse quieta o para multiplicarse al infinito?
El aire presagia buenos tiempos, por eso hay acechanzas.
Hay que hacerse cargo que cuando se proclama desde el gobierno o cuando los de abajo deseamos, decimos y exigimos colectivamente que el modelo de crecimiento con inclusión social debe profundizarse, los que siempre estuvieron arriba de la pirámide pondrán el grito en el cielo y lo querrán incendiar, si les fuese posible hacerlo.
Los poderosos no se quejan cuando no existen cambios que los afecten.
No es este el caso argentino. No lo viene siendo desde el 2003.
Menos desde que Cristina Fernández de Kirchner es la Presidenta.
Y esas consecuencias hay que abordarlas entre todos.
Es de una pereza absoluta, para ser prudentes, pretender que el gobierno haga todo en nombre nuestro. Que avance, que corrija, que cuide, que defienda al borde del área chica, que patee los penales, que tire el centro, que cabecee, que la saque afuera, que limpie el vestuario.
Los que desertaron por izquierda o por derecha, da igual, lo hicieron porque no estuvieron nunca a la altura del desafío histórico. Total, si el proyecto nacional es derrotado ellos dirán que “nos retiramos a tiempo”. Y obtendrán así el perdón de los verdugos, que es el más infame perdón.
Dan vergüenza ajena.
“Esta travesía la hacemos entre todos o no lo hace nadie”, parafraseando a un viejo General, tan argentino como paraguayo, llamado Juan Perón.
No es cierto que una hoja de ruta asegure el destino. Ni que el 2011 esté ganado de antemano. Ni es cierto que no habrá tiburones ni cazadores de tiburones que hagan más peligroso el rumbo. No es cierto que nos favorecerán los vientos de proa y/o de popa porque esta barca está predestinada a llegar a puerto.
Se llegará. Pero la travesía victoriosa del 2011 será la mayor obra humana que este pueblo hará en su historia de Nación.
De lo contrario, volverá con las velas hechas jirones al punto de partida, a resistir una nueva década de injusticia y exclusión.
Sabiendo esto, crudamente, hay que animarse a partir con el futuro que ya está entre nosotros, a consolidar sus bienaventuranzas, para asegurar hacia adelante un siglo de justicia y de paz, de pleno empleo, de inclusión social.
Pero a no engañarse. Nada nos será dado porque sí. La historia de este hermoso pueblo, así lo enseña.
Habrá que juntar armónicamente, gestión y gobernabilidad con militancia política en las calles de la patria.
Los movimientos populares tienen causas para defender, no sólo meros expedientes.
Aunque el gobierno de Cristina como el de Néstor, demostró con creces que además de nutrirse en las raíces más profundas del proyecto nacional, popular y democrático, de expresarlo y reverdecerlo, implementaron la gestión más eficiente, con mejores resultados, con los mayores logros que haya conocido este país.
Hay que emprender la travesía entre todos.
Aquellos que quieran abordar las naves de la discordia, de la exclusión social, la xenofobia y el racismo, la discriminación y la violencia de la patota republicana, ya tendrán seguramente los pasajes para retirar por la ventanilla correspondiente.
Los funcionales a esas naves, con discurso de progresía, tendrán lugar en algún mullido camarote. ¿O se conformarán en dormir sus conciencias auto violentadas en las balsas dispuestas para el caso de naufragio?
En definitiva, allá vamos, en nombre del futuro. A suerte o verdad. Hacia el pasado o hacia el porvenir.
Que nadie se llame a engaño.
La derecha de Macri o Duhalde no tirarán con los añejos tomos de la Biblioteca de Alejandría. Son de marcar la cancha con otros modales estos muchachos de las patotas que primero incendian y después ofertan el mejor matafuego.
Hay que atreverse a más.
Por eso no debería extrañar, por ejemplo, que María Rachid sea nombrada Vicepresidenta del INADI el mismo día que los dictadores Videla y Menéndez fueron juzgados por genocidio y enviados a prisión. Son las marcas indubitables de un país más igualitario y más justo.
Y de vuelta vemos a Néstor Kirchner en el horizonte descolgando los cuadros de los asesinos.
Señores y señoras, compañeros todos, la Navidad pasó y él no estuvo con nosotros.
Perdonen la tristeza.
Pero sin embargo, alegra saber que una mujer, Cristina, “¡madre, presidenta y argentina!”, como diría Jorge Luz el grande, sueña con nosotros un mañana mejor.
La flamante asunción de Nilda Garré, es el certificado de calidad de la nueva doctrina de Seguridad basada en la no represión violenta del conflicto social y en las políticas sociales y de empleo que hacen que nuestros hermanos, todos, sean un poco más libres, día a día.
O triunfa esta doctrina o vuelve el garrote de la represión de Macri o lo peor de la derecha delarruista.
La luz de distancia que se logre será mayor si emprendemos juntos como pueblo, esta hermosa travesía que, mientras charlamos, acaba de comenzar.


Miradas al Sur, domingo 26 de diciembre de 2010

jueves, 23 de diciembre de 2010

Mañana es nochebuena



Mañana es Nochebuena y pasado Navidad.

Se nos va al galope el Año del Bicentenario y es hora de empezar a alzar las copas y brindar con la familia y los amigos.

Quién esté libre de tristezas, bendito sea por siempre y disfrute de la vida.

Y el que no, también.

Siempre, mucho más en estos días, tenemos bien ganado el derecho a ser felices.

Claro, quizás como nunca antes, estas Fiestas encontrarán a muchos argentinos con la melancolía de un adiós tan inoportuno como doloroso: el adiós a Néstor Kirchner, el presidente que sacudió la modorra de una democracia tutelada por los grandes grupos del poder económico, para devolverle a la política la potestad de nuestro destino colectivo.

La historia quiso esta vez que un dolor tan profundo como ese, trocara casi en un mismo acto, en la renovada energía que una gran mayoría del pueblo depositó sobre el regazo presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.

El liderazgo popular de Cristina brinda certeza y esperanza a una sociedad abrumada por las pálidas y las mentiras escandalosas que tiran los grandes medios como Clarín, TN, La Nación y asociados.

Para ellos, como para sus voceros políticos de la oposición, no hay “zoronga” que les venga bien.

Cuanto mejor le va al país, más crispados se ponen.

Hay que dejarlos solos, ladrándole a la luna como lo vienen haciendo desde que supieron que ya no eran el patrón de la esquina, que no imponían más la agenda a discutir, que se terminó la política del apriete de una o cinco tapas de Clarín cuando un político o un gobierno no cumplían con la orden de Magnetto.

Por eso es triste ver a políticos opositores compartiendo la mesa con los que fueron cómplices civiles de la última dictadura.

Se comen ese apriete y pierden autoridad moral por genuflexos.

Que sea una Navidad en Paz, es un deseo milenario.

Hoy es más válido en la ciudad de Buenos Aires donde el propio gobierno del PRO dispara odio contra los vecinos.

Hay mucho para celebrar, así como hay mucho más para seguir avanzando.

Si se recuperaron cinco millones de empleos, habrá que seguir con este modelo para construir cinco millones más.

La Asignación Universal por Hijo es la medida social más revolucionaria que haya implementado un gobierno democrático. Ningún pibe, ninguna piba están a la intemperie en la Argentina.

Los juicios a genocidas por delitos de lesa humanidad fueron y son una bocanada de aire nuevo para la democracia.

Los niveles de consumo interno, en especial las compras de fin de año, baten récord histórico en cualquier medición que se haga.

La pertenencia a la Patria Grande Latinoamericana…en fin, por lo que se hizo entre todos y por lo que aún nos falta: ¡Salud!


El Argentino, jueves 23 de diciembre de 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Adiós dinosaurio, adiós



La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner reafirmó ayer su liderazgo ante los dirigentes del movimiento peronista de todo el país.
En su mensaje, subrayó las virtudes, los logros y las asignaturas pendientes del modelo de desarrollo con inclusión social que gobierna el país.
Mientras la fragmentación partidaria es la nota distintiva en el arco opositor, el oficialismo volvió a demostrar que su fuerza está en las razones políticas que lo sustentan, pero también en su férrea unidad.
También ayer se desarrollaron los juicios a represores de talla mayor.
Ya no estará el dinosaurio cuando despertemos, como en el breve cuento.
Condenado por genocidio, Jorge Rafael Videla estará en la cárcel para el resto de sus días. Junto a él, dormirán a la sombra de las rejas todos los dinosaurios juzgados con la ley y la Constitución.
Y con el debido proceso que negaron a sus víctimas.
Pero hay una delgada línea que une o separa, según como se mire, el mensaje que dejan esos dinosaurios en el tribunal que los juzga y los mensajes que propagan los portadores del odio y la violencia en tiempos de plena democracia.
El criminal ataque de ayer a los gendarmes es una prueba dolorosa de ello.
En vísperas de la Noche Buena es conveniente reflexionar sobre estas cuestiones que nos interpelan como sociedad.
La democracia no justifica que en su nombre se abriguen desmadres, ni apadrinamientos, ni la intolerancia de nadie. Ni de gobernantes ni de gobernados.
Compartiendo el criterio de no poner en la misma bolsa a represores y funcionarios de la democracia, creemos sí que hay que ser inflexibles con los que tras esa cobertura, alientan la violencia.
A escasos diez meses de elegir nuestro destino, hay que poner las cosas en su justo lugar.
La derecha eligió como tarjeta de presentación la apelación al viejo orden de los injustos.
No van a confrontar con el gobierno de Cristina en nombre de las “ideas conservadoras”.
Van estimular los cortes de calles y la ocupación de terrenos, para empujar después a la balacera en el desalojo cruento, utilizando el miedo como gas paralizante.
Videla señaló al gobierno de la democracia como la versión remozada de sus enemigos.
Duhalde pidió por la represión.
Macri azuza con que “vendrán por nuestras casas”.
Los medios monopólicos vomitan “el caos y el desorden por doquier”.
Ya estaba escrito en los manuales de la guerra fría.
En la otra orilla el proyecto nacional, popular y democrático ampliará su base con alegría y esperanza. Inaugurando caminos, como lo hizo ayer la Presidenta, hacia un país donde los dinosaurios de la dictadura y los violentos de la democracia, sean un triste recuerdo del pasado.


El Argentino, miércoles 22 de diciembre de 2010

martes, 21 de diciembre de 2010

Una nueva doctrina de seguridad



La presidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó ayer uno de sus mejores discursos como estadista.
Pararse ante los miles de efectivos de la Gendarmería allí presentes y hablar a todo el país como lo hizo, describiendo el andamiaje de una nueva doctrina de seguridad de la democracia, elaborada e implementada desde Néstor Kirchner hasta nuestros días, es una clara muestra de que la Argentina es otro país, más inclusivo, más humano, más integrador, más seguro.
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, siguió en la misma senda por la tarde.
Ante la embestida planificada de aquellos que prohijaron los hechos violentos acontecidos recientemente, el convite para recurrir a la vieja doctrina de la criminalización del conflicto social, estaba a la orden del día.
Así en los diarios, radios y canales televisivos del Grupo Clarín.
Así en la xenofobia y la discriminación que bajan verticalmente desde la cima de las autoridades porteñas.
Así en los discursos de los opositores del "Grupo A" que reclaman armas de fuego contra los manifestantes.
Así en aquellos incautos vecinos que seducidos por los medios y los mafiosos para que se crean superiores ante su prójimo, propagan la teoría de un nuevo demonio que amenaza a la sociedad: "el inmigrante". En sus distintas versiones: "ocupa", "villero", "bolita", "paragua", "negro de mierda".
En este marco, la Presidenta expuso ayer los elementos fundacionales de la nueva doctrina de seguridad de la democracia: la Asignación Universal por Hijo, el pleno empleo, la defensa de los derechos humanos, la educación, la salud; en definitiva, la defensa de la vida por sobre cualquier circunstancia.
Cuando prevalecía la doctrina de seguridad de los gobiernos anteriores, la sangre derramada era apenas un renglón en la lista de los costos "inevitables".
Esa lista es larga. Fue escrita violentamente en tiempos de Menem, de De la Rúa y de Duhalde.
Esa doctrina del gatillo fácil es la que se terminó.
Toda la dureza caerá sobre el crimen organizado y las mafias alentadas por la vieja política.
El conflicto social será abordado como lo fue hasta ahora, con políticas sociales.
Ni condenado ni encajonado ni reprimido.
Deberá fluir por los anchos caminos de la democracia, sin ocupar terrenos ni siendo funcionales al discurso de sus propios verdugos.
Como esos que ayer, a horas del mensaje presidencial, reclamaron nuevamente plomo y fuego.
Es lo que saben hacer: reprimir.
Gobernar es otra cosa.
Si la Argentina se pudo recuperar en paz en estos años, no fue por un milagro divino, sino porque ejerció una política de estado llamada: Verdad, Memoria y Justicia.
Que así sea para siempre.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Que se vayan todos los violentos



Hace apenas nueve años las balas policiales, los caballos y los garrotes caían a plomo sobre una ciudadanía que salió a decir “¡Basta! ¡Que se vayan todos!”
Era un día como hoy.
De esos muertos, de las Madres apaleadas en su propia Plaza de Mayo, de ese derrumbe causado por las políticas neoliberales, se hizo el cimiento de esta Argentina nueva.
No fue fácil.
Porque después del 19 y 20 de diciembre del 2001 aconteció el ensayo de un gobierno que empleó más mano dura contra los humildes, matando a la vista de todos, a Kosteki y Santillán.
Eduardo Duhalde fue el presidente de la Masacre del Puente Avellaneda, el que prometió “al que depositó pesos se le devolverán pesos, al que depositó dólares, se le devolverán dólares”.
Y todo fue una gran mentira.
Esa fue la gota que rebasó el vaso de la paciencia de los argentinos.
De semejante humillación, surgió luego un presidente que dignificó la rebeldía colectiva.
“Acá nadie se olvida la Argentina de la que vinimos”, decía Néstor Kirchner.
Y estaba hablando de esa Argentina violenta, hambreadora, represiva, entreguista, arrodillada, que le tocó asumir.
No obstante, no hay un solo discurso donde Kirchner se excusara de no poder hacer algo por los escombros del país recibido.
A nueve años del desastre final, Cristina Fernández de Kirchner tampoco olvida.
Descubre la Avenida Presidente Néstor Kirchner, que se cruza con la Avenida San Martín en pleno centro de Río Gallegos y se enorgullece junto a su familia y sus compañeros.
Piensa y actúa. Sabe que a muchos kilómetros de allí, el huevo de la serpiente sigue afilando sus armas.
Lugano y Soldati son el nuevo ensayo de los violentos, de los que arman el desorden para ofrecerse después como garantes del orden represivo; y vaya si tienen currículum para probarlo. Desde una antigua y platinada funcionaria de la dictadura hasta la xenofobia y el racismo de los pitucos y los peronistas de la derecha que conforman el PRO, protestaron ayer por el “desarme” de la Federal.
Es que la operación no ha terminado para ellos.
El lanzamiento de las candidaturas de Duhalde, “El Padrino” y de Cobos, “El Judas”, son un botón de muestra.
No hay que subestimarlos, tampoco hacer lo contrario. Buscan despertar el miedo con sus bocazas llenas de odio. Hacen daño pero no construyen nada
La democracia deberá seguir con su labor pedagógica enfrentando esta canallada política y mediática, desnudando las mentiras a fuerza de verdad.
Es lo que hará CN 23 esta noche frente a las puertas de Clarín, reclamando por la libertad de voces que nos dio esta democracia que aun tiene cuentas pendientes.
Por ejemplo: que se vayan todos los que ya debieron irse.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La lucha por el territorio

La operación no ha terminado.
El lanzamiento de las precandidaturas de Eduardo Duhalde, alias “El Padrino” y de Julio Cobos, alias “El Judas”, son apenas un nuevo hilvanado escénico a punto de caer en el más grotesco ridículo de la historia política argentina.
En su desesperación, siguen adelante con una operación que no encuentra sustento en la realidad social. Pueden inventar titulares, pero no pueden inventar un país que no existe más que en su fiebre por el poder.
No habrá que cometer el desatino de subestimarlos, pero tampoco es conveniente sobreestimar su capacidad real.
Tienen poder de daño, pero no de construcción política. Y es ese el terreno donde las fuerzas democráticas deberán dirimir sus asuntos y proyectos, sin caer en el juego de la provocación violenta donde los únicos que ganan, son los violentos.
La disputa es por el territorio y por la agenda política.
Entre esas dos coordenadas se libra la batalla por la hegemonía en el siglo XXI en el mundo entero.
Se puede batallar con el uniforme y la cabeza de los colonizados o enarbolando los dignos trapos de los descolonizados. En eso andamos en la Argentina y en la región. No perder de vista el campo de la disputa se hace imprescindible a la hora de alistar las fuerzas para el gran momento de la decisión colectiva que, en democracia, será siempre la hora de las urnas.
Ese momento es antecedido por infinidad de momentos que en lo cotidiano marcan rumbos y acumulan fuerzas, o en el peor de los casos, provocan la fuga de espacios de poder y representatividad, vitales para la toma de decisiones.
En definitiva, de eso se trata gobernar un país.
El proyecto nacional y popular gobernante tuvo su momento de fuga durante la llamada batalla con “el campo” que en realidad, fue la primera gran batalla por la redistribución del ingreso y la riqueza. Sacar renta a los que más ganan para distribuirla entre los que menos tienen es la revolución en países como el nuestro, con clases dominantes tan anquilosadas, feudales y colonizadas.
Las ondas expansivas de esa fuga de poder se expresaron en las elecciones de junio del 2009 permitiendo, meses después, la orgía descomunal de los opositores del Grupo A asaltando las comisiones del Parlamento y la ocupación del Banco Central.
Eso sí: venían de quedarse sin el tesoro fraudulento de las AFJP que era una parte sustancial de su vivac logístico.
Fue la voluntad política de Néstor Kirchner y de la Presidenta la que clausuró esa fuga y la inmediata recuperación de la energía perdida momentáneamente.
La sanción de la ley de Medios significó la recuperación de la agenda política democrática, pero mucho más, significó la recuperación de la porción de energía social que se había fugado temporalmente. Desde ese momento, el panorama tendió paulatinamente a consolidar el orden devenido de un modelo de país más justo, más inclusivo, más democrático, más igualitario, más latinoamericanista.
Y claro, el crecimiento cuantitativo y cualitativo del espacio kirchnerista implicó, dialécticamente, la disminución y la fuga de las fuerzas opositoras.
Con un drama peor: no tienen un tapón a la vista.
Este hiato aumenta progresivamente en razón que el crecimiento del modelo gobernante implica el crecimiento de todos los sectores socio-económicos, más allá de banderías partidarias.
O sea: el proyecto nacional crece porque hace crecer al país; desde esa plataforma de “efectividades conducentes”, se afincan y crecen las ideas, los sueños y las utopías de las mayorías.
Siempre fue así.
¿Y entonces? Entonces aparece la necesidad de escupir sobre la mesa familiar de los argentinos. Esto es, incendiar la casa primero, para tocar el timbre después ofreciendo la mejor marca de matafuegos que hay en el mercado.
Esta operación se libra en varios terrenos, siendo el mediático nuevamente el principal de ellos. Ejemplo: se enciende una fogata diminuta en la Avenida 9 de Julio y allá corren las cámaras del monopolio a transmitir el “Urgente: manifestantes incendian el Ministerio de Desarrollo Social”.
Todo verso. Todo operativo de desgaste.
Está demostrado que “las coincidencias” están de vacaciones desde hace varios años.
Paolo Rocca de Techint y Hector Magnetto del Grupo Clarín lideran la embestida desde el poder económico, con sus diagnósticos griegos sobre la Argentina. Todo está mal para ellos, no hay inversión ni crecimiento, no hay futuro, etc.
Son la exégesis, por derecha, obvio, de Pino Solanas.
Mucho más que eso: son los verdaderos comandantes ideológicos de una nueva faz en la operación de desgaste y desorden caótico que procura desembarcar.
No se trata, para ellos, de una cuestión lucrativa en lo económico. Ganan muy bien para preocuparse en ese terreno. Les preocupa sí, haber perdido desde el 2003 la agenda política de la gobernabilidad.
La agenda que hoy manejan les sirve apenas para soplarle el libreto a Julio Cobos, a Mauricio Macri, a Eduardo Duhalde, a Sanz, a Carrió, a la progresía placeba que le es funcional. Con todos ellos juntos, saben que no les alcanza para hacer combustión en el entusiasmo popular.
¿Y entonces? Entonces intentan prender fuego, real o virtual, sobre el escenario político.
Decía Nicolás Casullo que el poder baja línea no en las conferencias magistrales, sino en el trabajo sucio y colonizante de los movileros.
La militancia de la democracia deberá seguir con su labor pedagógica para enfrentar esta verdadera infantería canalla, desnudando las mentiras a fuerza de verdad.
Si los enemigos de la paz golpearon por los flancos, el gobierno de la democracia avanzó al galope por el centro del dispositivo nombrando a Nilda Garré al frente del nuevo Ministerio de Seguridad, desbaratando con más derechos humanos y transparencia la provocación apadrinada desde los sótanos oscuros del poder. Y si quisieron desmembrar la política de unidad sudamericana, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner junto a sus pares del Mercosur, avanzó un siglo con más unidad y nada de espacio para la xenofobia y el racismo.

Miradas al Sur, domingo 19 de diciembre de 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

De Soldati al Mercosur



La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reúne con sus pares en la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR, en Foz de Iguazú.
Allá lejos, en esa fría Mar del Plata del 2005, quedó sepultado el intento imperial de asociarnos al ALCA, el área de libre comercio impulsado por los EE.UU. durante el gobierno de George W. Bush.
Si Néstor Kirchner, Lula y Chávez, hubiesen sido derrotados en aquella Cumbre de las Américas, hoy la Argentina y la región toda estarían pagando la crisis mundial de igual o peor forma que lo hacen Grecia, Irlanda y los propios EE.UU.
Nuestra región crece sostenidamente y para asegurarse un futuro de prosperidad para sus pueblos, impulsa políticas de mayor y mejor integración social y económica.
No se contentan, ni el MERCOSUR ni la UNASUR, con ponerse a la defensiva de los coletazos feroces de la crisis causada por las políticas del neoliberalismo.
Por el contrario, la región pasó a la ofensiva con medidas anticíclicas que alientan el empleo, la producción industrial, la educación, las políticas de inclusión social.
Por eso esta Cumbre declarará la ciudadanía inclusiva del Mercosur, otorgando los mismos derechos a todos los hijos de la Patria Grande, cualquiera sea su país de origen.
América del Sur será para siempre un territorio libre de xenofobia y racismo, tal como lo soñaron hace 200 años los Padres de la patria.
La semana termina poniendo las cosas en su lugar y el acomodador de la estantería, fue nuevamente la política.
No ganó la doctrina del garrote que propuso Duhalde y Macri explícitamente, ni Magnetto y Paolo Rocca desde atrás de las cortinas del poder económico.
Este es otro país: una consultora privada, generalmente contraria al gobierno, acaba de dar a conocer los datos de su último trabajo cuya conclusión es que la actividad fabril de la Industria creció un 11 % en noviembre y acumuló en el año un crecimiento del 9,7 % anual.
Hay inversión, hay producción, hay consumo interno a niveles de record histórico, se pronostica otro record turístico para el verano, baja la pobreza y la indigencia, crece la integración al mundo desde nuestra pertenencia latinoamericana.
Es cierto que falta mucho trecho para lograr la plena igualdad de derechos sociales… ¿Pero hay un camino mejor a éste?
Los opositores que responden a los “estímulos” del Grupo Clarín ¿tienen mejor proyecto que el que lidera Cristina? ¿Dónde está el modelo contrario?
Es este modelo de desarrollo con inclusión el que hay que profundizar.
El que hoy reafirmarán los Presidentes del MERCOSUR, esos que se parecen a sus pueblos en su cultura, en su voluntad de paz y en sus rasgos indoamericanos.


El Argentino, viernes 17 de diciembre de 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

La escalera mutilada por Macri




Parece una metáfora, pero no lo es.
Al poco tiempo de asumir Mauricio Macri la jefatura del gobierno porteño, una cuadrilla de funcionarios del PRO colocó un cartel amarillo al frente de la histórica y hermosa Escuela número 9, "José María Torres", del barrio de Liniers.
Allí en la esquina de Larrazabal y Cossio.
Anunciaban que para favorecer el desplazamiento de los alumnos con alguna discapacidad física, se colocaría un ascensor de última generación que les permitiría el ascenso y descenso entre ambas plantas del edificio.
Los padres y los docentes lloraron de emoción al ver cumplido un viejo reclamo de la comunidad educativa del barrio.
Para construir el hueco del ascensor los funcionarios procedieron, primero, a destruir una de las dos escaleras de mármol de Carrara que comunicaba desde hace un siglo las dos plantas.
La destruyeron y se fueron. Y nunca más aparecieron, dejando el hueco semi tapado y apenas disimulado con un armario escolar.
Un espanto.
No hubo presupuesto para construir, pero sí para destruir.
Los alumnos que se desplazan en sillas de rueda deben asistir exclusivamente a una de las dos aulas de abajo, ya que arriba están todos los demás grados.
Pero ahora además se suma el desgarro de la mutilación de la escalera y con ella la mutilación de un derecho que creyeron casi cumplido.
A todos les dolió la destrucción, "como si nos arrancaran una pierna" dicen, pero los alentaba creer que al fin pondrían el ascensor para que todos tengan el mismo derecho de disfrutar la escuela.
Lo quisimos contar porque es un símbolo de la gestión macrista.
Primero destruye, reprime, apalea, insulta, ofende y luego recién, se tomará su tiempo para buscar alguna solución. Que tampoco aparecerá.
Es lo que pasó en Villa Soldati, con el triste saldo de muertos y heridos.
Felizmente se impuso la salida política y la solución pacífica al conflicto social impulsada por el gobierno nacional.
Ganó la política, porque al fin y al cabo, el Estado es el resultado de relaciones de fuerza en la sociedad. Y esas relaciones hoy favorecen al modelo de país que gobierna con Cristina. No favorecen la solución macrista-duhaldista de la represión.
Es por eso que asumió Nilda Garré en el nuevo Ministerio de Seguridad y no la cría de ningún amigo del gatillo fácil.
Es por eso que perdió Duhalde y perdieron los energúmenos fascistas que ofendieron la memoria de Néstor Kirchner en la Legislatura porteña, ofendiéndonos a todos los que amamos una vida digna por sobre todas las cosas.
Y es por eso que este pueblo construirá, mas temprano que tarde, las escaleras que hagan falta para movernos en una sociedad de iguales.


El Argentino, jueves 16 de diciembre de 2010

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Todos miran al Padrino



Eduardo Duhalde habla y gesticula como tirando trompadas.
Es la misma estética gestual de Graciela Camaño.
Nadie de su tropa quiere estar tan lejos como para no ser apadrinado, ni tan cerca como para ser trompeado.
Ese Duhalde no cree en el vacío político. Lo aborrece. Salvo si es un vacío provocado por él o por sus asociados.
O sea, salvo si es un vacío que lo favorezca.
Pidió “orden” desde los EE.UU. antes que se desmadre todo y fue como si una orden cayera sobre la noche de Buenos Aires: “al ataque” dijeron y todo se desordenó en la entrada al Parque Indoamericano.
Ayer volvió a hablar. Y señaló tres escenarios posibles:
*revueltas en las cárceles; *tomas de supermercados y *“un clima pre-anárquico al que hay que ponerle fin, sin pegarle un tiro a nadie, pero hay que ponerle fin”, afirmó Duhalde.
¿La operación “Verano” se puso en marcha antes de lo previsible?
El año pasado una operación semejante hizo del Congreso su campo de batalla y del Banco Central, su “Toma de la Bastilla”.
El Grupo A, en su mejor momento, fue la tropa en operaciones.
Todos sus integrantes rapiñaron algo, arrebatando las comisiones que le correspondían al oficialismo y poniendo en nombre de “una nueva mayoría parlamentaria” los presidentes y los funcionarios que querían.
Pasó el año y el Central se recuperó, Redrado se fue sin pena ni gloria, Julio Cobos se esfumó, el Grupo A estalló por el aire, no fueron capaces de aprobar una sola ley a favor de la sociedad y, menos mal, el gobierno de Cristina siguió creciendo en el afecto de su pueblo.
“Algo habrá que hacer para que Cristina no termine el año en paz”, se habría escuchado por ahí. Y lo hicieron.
Los muertos de Villa Soldati no son “daños colaterales”, sino el gatillo apretado de una operación en marcha.
La receta del “orden represivo” sirve sólo cuando hay “desborde”, como una aspirina sirve si hay dolor de cabeza.
Había que inventar tal desorden. Eso es lo viene ocurriendo.
Pensando en estas cuestiones, la Presidenta dijo ayer: “esto no se desmadró, esto se apadrinó”
Y todos miraron a Eduardo Duhalde, el ex presidente que adelantó las elecciones cuando ejecutando ese “orden”, fueron asesinados Kosteki y Santillán.
El Grupo Clarín, con TN y las plumas envenenadas de sus editoriales, amplifican cada movimiento.
La progresía placeba les hace el juego sin pudores, con ese olfato reaccionario que tuvieron siempre.
Hay que dejarlos solos a los destituyentes para que se los vea.
Lamentará Magnetto no poder titular como en el 2002:
“La crisis causó dos nuevas muertes”.
No hay tal crisis en el país de la canasta navideña.
Aunque los apadrinados sigan gatillando.


El Argentino, miércoles 15 de diciembre

martes, 14 de diciembre de 2010

La condición humana



No pasarán.
La xenofobia y el racismo de Mauricio Macri, no pasarán.
Como el testamento de los genocidas en el Chaco reclamando impunidad al pie de su condena, el discurso del fascismo no pasará y será juzgado.
La sangre derramada de los más humildes lo impidió.
La rebeldía es un pájaro que vuela siempre alto, cuando se siente libre.
Y esa es la conquista mayor del gobierno de la inclusión social, el que empezó con Néstor Kirchner y sigue con Cristina.
Los pájaros de la igualdad están libres y ya no vuelven a la jaula.
Sólo el cielo es el techo cuando se avanza.
A la Asignación Universal por Hijo y la integración latinoamericana, le hacen falta viviendas.
Y allá fueron los hermanos nuestros a reclamarlas por derecho propio y por que le habían dicho que estaban al alcance de las manos.
El gobierno del PRO los empujó, los estimuló, los engañó, no cuando les ofreció un título de propiedad para la casa propia, sino cuando Mauricio Macri posó sobre una tarima al lado de esa niña de la villa, esa cholita, esa morochita, esa pobrecita y después fue a lavarse las manos con alcohol y desinfectarse el bigotito que entonces lucía.
Tres imágenes ayudan a entender el lugar donde nos encontramos:
*Cristina el viernes rodeada de Abuelas, Madres y los pibes que le entregaban ramitos de flores con una sonrisa que despierta todos los sueños de un mundo mejor.
*La cacería que a esa misma hora desataban los matones de la derecha sobre el Parque Indoamericano mientras Alejandro Salvatierra y otros como él, le ponían el pecho a las balas para cubrir y salvar a sus hermanos.
*La hermana boliviana llorando ante las cámaras por su marido muerto y el fascista que se le acerca con un dogo amenazante y les descerrajan, varios, en vivo y en directo: “Villera de mierda, andate a El Calafate con Cristina que es la única que te quiere”
Guarden esta columna como la clave de un secreto mayor, de un misterio que viene de siglos, de los que resisten en nombre de la humanidad y los que atacan en nombre de la urbanidad.
Cuando debamos elegir nuevamente, abramos esta clave para no volver a equivocarnos.
No fue un “vecino” el que mató, seguramente.
Pero se escondieron entre ellos los que ofendieron la condición humana, allá en Soldati.
Una condición que los abarca pero a la que deberán honrar en nombre de esos muertos.
Que nadie olvide fácilmente: los tiros, los palazos y los gritos de Soldati fueron contra los más pobres, contra el gobierno de Cristina y contra la UNASUR.
Pero no pasaron y no pasarán.
El canto multitudinario del domingo en Plaza de Mayo, fue una advertencia de amor para los dueños del odio.




El Argentino, martes 14 de diciembre de 2010

domingo, 12 de diciembre de 2010

La construcción del enemigo



“Ustedes lo hicieron”, afirmó Pablo Picasso ante los nazis que miraban el Guernica.
Vale la misma sentencia, mirándolo a Macri.
La masacre de Soldati es un ataque al corazón del proyecto nacional y popular que conduce Cristina y a la UNASUR que lideraba Néstor Kirchner.
Es “el orden” reclamado por Duhalde unas horas antes de la masacre.
Es el laboratorio montado por la derecha más rapaz y concentrada. Una forma de cerco brutal y despiadado contra el gobierno de la inclusión social.
Algunos de los que bajan línea en los canales de TV, sean del monopolio o no, se transforman en cómplices cuando incitan al odio.
La derecha, en sus distintas versiones, intenta construir “el enemigo” para enfrentar salvajemente al gobierno de Cristina.
Duro entonces con “los bolitas”, los paraguayos, los peruanos, “los negros de mierda que vinieron a comer de nuestra mesa”.
Duro con ellos, los argentinos que acompañan a Cristina y los que se parecen a la América profunda en su piel y en su pobreza.
Para la derecha, hay que aclararlo, todo pobre es un extranjero.
La “inmigración descontrolada”, en palabras de Macri y Rodríguez Larreta, es el discurso que aturde y taladra la cabeza de los pobres que habitan un departamento de dos ambientes contra los hermanos que están del otro lado de la reja, a la intemperie.
Es una maniobra escrita en el manual de Mussolini; no hay que subestimarla. Ni dejarla expandir.
Entrando a sangre y fuego contra los “ocupantes” del Parque Indoamericano, muestran el verdadero propósito que es ganarse la cabeza misma de los vecinos “de bien”, esos que se distinguen apenas por no tener al niño colgado de una guagua en sus espaldas.
La xenofobia y el racismo son el rasgo degradante de una sociedad, más que de un dirigente. No hay dirigentes xenófobos aislados y solos.
Existen en tanto haya una sociedad que los contenga y les haga coro. Por eso hay que hacer pedagogía en defensa de la vida hoy más que nunca.
La historia enseña que de una crisis tan profunda como la que atraviesa hoy el mundo, se sale por el lado izquierdo y auténtico del pueblo o por la faz derecha de los poderosos.
Miremos a Europa con el drama irlandés, ingles, español, griego o portugués; a los Estados Unidos con el Tea Party y la derecha más horrible.
En nuestro país, para que sigamos ese mismo rumbo, primero probaron con la receta del miedo a la inflación y la consiguiente necesidad del ajuste salvaje y el enfriamiento de la economía.
Pero como enfrente estaban Néstor Kirchner y luego Cristina, no pudieron entrarnos por allí.
Dramáticamente, a los tiros y matando, ahora prueban con la tesis de Berlusconi en la Italia más parecida a la del fascio que a la de la República democrática: “la culpa de todo la tienen los inmigrantes”. Duro con ellos. Con los negros del África o con los empalidecidos rubios de la antigua Rumania.
O con los bolivianos y paraguayos en Buenos Aires.
Mal que nos pese, la crisis mundial está entre nosotros. No entró desde la economía y mucho menos desde la política social de un gobierno que va a contramano de la hegemonía neoliberal que aun se enseñorea en un mundo que se incendia.
Entró por este laboratorio de sangre que es Soldati, con sus muertos de un solo lado y ese grito que lastima el alma: “basta de villeros”.
No hay que dudar en el diagnóstico: la disputa es política, es cultural y es ideológica.
No son casualidades, como afirmó Cristina, sino causalidades.
O se impone la derecha de Macri y su patota, Duhalde y el Grupo Clarín y sus lenguaraces
O gana y se afirma esta democracia que defiende la vida y los derechos para todos.
Esta vez no hay marcha atrás.
La Plaza de Mayo y la Casa Rosada, con la presencia de las celebridades internacionales que nos visitaron, con las Abuelas, las Madres y los Hijos de los desaparecidos, con los sindicatos, con la clase media que prefiere correr el riesgo del cambio antes que volverse parte del pasado, con Carta Abierta y los Movimientos Sociales, esa Plaza convocada para el viernes y postergada para este domingo, es una fogata en medio de una playa nocturna.
Está para alumbrar, para resistir, para gritar y cantar que no hay vuelta al pasado, como quieren Macri y Eduardo Duhalde exigiendo “el orden” del modo que sea.
En democracia está permitido discutir todo. Hasta el sexo de los ángeles si se tienen tiempo y ganas. Pero una raya infranqueable es la democracia misma, que es incompatible con cualquier violación de los derechos humanos, con cualquier forma de xenofobia y racismo, con cualquier variante de la dictadura.
Por eso habrá que ser implacable con el discurso del PRO. Eso no es la democracia que supimos construir en estos años, con virtudes y defectos.
Pero también habrá que salir a campo abierto a dar la discusión con todos los vecinos. Poder decirles respetuosamente que somos latinoamericanos, que todos tenemos algo de bolivianos, algo de peruanos, algo de paraguayos así como tenemos algo de italianos, de españoles, de sirio libaneses. Y no se trata de ser tolerantes con nosotros mismos. Se trata de amarnos a nosotros mismos, amando al hermano que está bajo el mismo cielo y en la misma tierra que nosotros.
Hay un solo responsable de esta tragedia: el gobierno del PRO y particularmente el llamado a la violencia que desata Macri cada vez que habla. Es una gestión incapaz de gobernar. No lo sabe hacer. No exagera ni miente cuando dice que “no puede gobernar sin presupuesto”. Si no sabe gobernar con presupuesto, menos lo sabrá hacer sin él.
Mañana se recuerda la Masacre de Margarita Belén en el Chaco, allí donde fueron asesinados una veintena larga de militantes. El periodista local, Marco Salomón, fue amenazado por uno de los acusados de genocidio, Ricardo Reyes, como si creyera que el pasado de muerte y dolor colectivo que instauró el terrorismo de estado siguiera presente.
Que nadie se equivoque, ni el genocida ni los gobernantes porteños con su xenofobia: esta democracia llegó para quedarse, para profundizarse y por sobre todo, para dignificar la vida en paz.


Miradas al Sur, domingo 12 de diciembre de 2010

viernes, 10 de diciembre de 2010

Es la hora de los pueblos


Hoy es el Día Internacional de los Derechos Humanos y la Argentina lo celebra con la frente en alto, a la vanguardia mundial en el cumplimiento efectivo de las banderas de Verdad, Memoria y Justicia.
Y es el Día de la Democracia argentina, porque hace ya 37 años el pueblo la recuperaba decidiendo, con alma y vida, que esta vez fuese para siempre.
Y hoy también se cumplen tres años de gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y que fueron, quizás, los tres años más intensos en la vida institucional del país y en la cotidiana vida de este pueblo que somos.
Todas estas sensaciones estarán presentes en la Plaza de Mayo desde la tarde de hoy.
Los trágicos sucesos de Villa Soldati que causaron la muerte de dos personas, pone nuevamente al descubierto la pugna de dos modelos de país y de sociedad sobre la que deberán seguir decidiendo, como lo vienen haciendo día a día, todos los ciudadanos.
Está claro que el país que lidera y gobierna Cristina es el país de la inclusión social, el de la Asignación Universal por Hijo, el de los cinco millones de empleos recuperados, el de la Ley de Medios, el de la recuperación de la administración de los ahorros de los trabajadores y la anulación del negociado de las ex AFJP, el de las tres millones de netbooks a los estudiantes.
Un modelo de desarrollo que sólo se entiende en el marco conceptual y político de ubicar a la Argentina integrada a América Latina.
No sólo hay que repasar la historia para comprenderlo mejor; alcanza con escuchar a Evo Morales, Lugo, Lula, Correa y otros mandatarios latinoamericanos agradeciendo y valorando la política de integración regional iniciada en 2003 por Néstor Kirchner y luego profundizada por Cristina.
Allá lejos y no tan lejos, el modelo neoliberal que hoy tensiona a Europa y los EE.UU., crisis mediante, es el de aquellas fuerzas políticas que proponen leyes contra los inmigrantes y a favor del racismo y la xenofobia.
Allí se ubica la actitud y el discurso de Macri contra nuestros hermanos bolivianos y paraguayos, hermanos de la America profunda que parecen sobrar en la gran aldea porteña.
Es “el país para pocos” que ya padecimos con Menem, Cavallo y De la Rúa.
Cuando Macri y Rodríguez Larreta hablan de la “inmigración descontrolada”, calificando como “ley de la selva” a las libertades conquistadas durante estos siete años de kirchnerismo, están delimitando su propio terreno político, en la injusta contracara del proyecto nacional, popular y democrático.
Mal que le pese a Macri, es la hora de los pueblos.
Por eso hoy celebrarán una democracia digna que les pertenece por derecho propio.



El Argentino, 10 de diciembre de 2010

jueves, 9 de diciembre de 2010

Defender la vida siempre



Cuando la represión o sus cómplices asesinan a un manifestante social, están matando el costado más sublime del proyecto político recorrido desde mayo de 2003.
Esta vez fusilaron a los humildes que en Soldati reclaman una vida digna y atacaron un obrador de viviendas de Madres de Plaza de Mayo.
El secuestro y desaparición de Jorge Julio López, las balas que mataron a Mariano Ferreyra, a los hermanos del pueblo originario en Formosa y ahora en Villa Soldati, son balas que astillan los huesos y hieren el corazón del proyecto nacional y popular.
Porque van dirigidas contra un modelo de país que eliminó para siempre la tenebrosa política del viejo estado que primero mataba y después preguntaba las razones de la tragedia.
El gobierno de Néstor Kirchner, como el de Cristina ahora, decidió moral, política e institucionalmente no reprimir jamás una movilización social, por opositora que fuese y, mucho menos, con armas de fuego.
Por ese motivo toda la artillería mediática de la derecha les cayó encima cada vez que las movilizaciones piqueteras se manifestaron en pleno centro porteño.
Las voces propagadas hasta el hartazgo por Clarín y La Nación y sus lenguaraces caían a plomo condenando a un gobierno que “no hacía nada contra los piqueteros”.
¿Se acuerdan no?
Pero los Kirchner eligieron en cambio la disuasión y por sobre todo la solución efectiva de los derechos que eran reclamados.
Por eso duelen los muertos de Soldati.
Hay que ir a fondo en la identificación material y política del que dio la orden de matar o no impidió que se mate pudiendo hacerlo, se llame “Justicia”, “Mauricio Macri” o como se llame; empezando por apresar al que asesinó.
Sea civil o uniformado.
La defensa de la vida siempre será una cuestión de fondo, la principal cuestión. Después, sólo después, se discutirá si los manifestantes tenían razón o no, si cometieron un delito o fueron utilizados por las minorías oportunistas de siempre.
El mejor certificado de calidad del gobierno de Cristina, ante el mundo y su propio pueblo, es el de Memoria, Verdad y Justicia. A horas de realizarse una nueva Marcha de la Resistencia de Abuelas, Hijos y Madres Línea Fundadora y a un día de celebrar en la Plaza de Mayo la vuelta de la Democracia y la plena vigencia de los Derechos Humanos, la represión desatada bajo la gestión del PRO es un golpe en la nuca a un pueblo que quiere resolver todos sus conflictos en paz, porque ese es el piso que construyó con Cristina, en una democracia inclusiva donde entramos todos los que nacimos en la Patria Grande, seamos argentinos, paraguayos, bolivianos, o de cualquier lugar del mundo.


El Argentino, 9 de diciembre de 2010

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Por qué crece tanto Cristina?




Todas las encuestas publicadas recientemente señalan que Cristina Fernández de Kirchner encabeza por amplio margen las mediciones de imagen e intención de voto en todo el país.

Las encuestas no mienten esta vez. No lo pueden hacer ni aunque quisieran.

La calle está dura para el consultor que intente falsear los datos a favor de un cliente opositor. Ya nadie puede esconder la corriente de simpatía, adhesión y apoyo que viene cosechando Cristina desde principios del 2010.

El dato se mostró con toda contundencia y esplendor con las seis millones de personas que desfilaron en el Paseo del Bicentenario durante los festejos patrios.

Esa fue una encuesta a cielo abierto.

Al igual que el "Fuerza Cristina" que siguió al "Gracias Néstor" desde fines de octubre.

Desde entonces, la imagen de Cristina es una ola que no para de crecer.

Además, la oposición no levanta cabeza y comete bochornos como, por ejemplo, quedarse sin quórum en su propio Comité nacional o lanzando candidaturas con sabor a nada.

"Qué nos sucede, vida, que últimamente…", lo cantaba mejor Palito.

Dan ganas de ayudarlos a despabilarse:

"¿No hay nadie ahí? ¿Nadie que se pare con propuestas creativas, originales, alegres? ¿Cómo dice? ¿Qué todas esas propuestas ya las despliega el gobierno de Cristina con sus políticas?"

¡Ah, bueno!

Que el modelo nacional, popular y democrático avance con su pueblo hacia la recta final.

Porque en verdad, la imagen de la presidenta crece al compás del crecimiento inclusivo del país.

Allí está la explicación más simple y más profunda, en el desarrollo económico alcanzado, fruto del modelo de país que gobierna y que está a la vista de todos.

Lo reconocieron incluso en estos días los principales organismos de Naciones Unidas.

La CEPAL valorando la política social, laboral y económica que hizo reducir drásticamente la pobreza y la indigencia.

La FAO distinguiendo a Cristina por su lucha contra la pobreza y la exclusión.

La UNESCO destacando los niveles óptimos en educación, ciencia e innovación tecnológica logrados por el gobierno.

Perón decía que, en realidad, su gobierno no era tan bueno, sino que los que vinieron después fueron muy malos.

¿Se podría decir entonces que los gobiernos que estaban antes de Néstor fueron tan malos y por eso brillaron tanto el suyo como el de Cristina?

Sólo sabemos que la única verdad es la realidad: los mismos que antes fueron malos gobernantes, hoy son opositores al que la gente aprecia como el mejor gobierno de las últimas décadas.

No hay excusa que valga:

Si Cristina crece es por méritos propios y por las conquistas de la sociedad durante su gobierno.

El Argentino, martes 7 de diciembre de 2010

El cielo en Mar del Plata



La Cumbre Iberoamericana quedará en la memoria de nuestro pueblo para siempre, en tanto constituye uno de esos momentos históricos donde un continente y sus presidentes se muestran en toda su dimensión.

Tres postales reflejan la trascendencia y la profundidad de la Cumbre:

*El homenaje a Néstor Kirchner en la voz emocionada del presidente de Brasil, Lula da Silva.

*La jerarquización de la educación como tema principal más la firma de la Cláusula en defensa de la democracia y,

*La distinción a Cristina por su lucha contra el hambre en el país, la región y el mundo.

Lula habló de Kirchner y del país que reconstituyó desde el primer día de su mandato presidencial.

Juntos aprendieron que en la férrea unidad de Argentina y Brasil, la América del Sur escribiría la mejor página en sus doscientos años de vida, superando viejos desencuentros.

Juntos derrotaron al ALCA como intento de sometimiento a la región. “Maradona en fútbol y Kirchner en la política” dijo Lula y siguió: “Kirchner recuperó la Argentina y lo hablo con el corazón abierto, por su osadía, por su coraje, con el que consiguió recuperar la economía con rapidez enfrentando al mercado, al FMI, a los analistas europeos que sabían todo cuando había crisis en América Latina pero no saben nada cuando la crisis es en los países ricos. Si hubo una Argentina antes y después de Perón, hay una Argentina antes de los Kirchner y después de los Kirchner. Esas políticas tuvieron su recompensa cuando el pueblo argentino le dio el voto de confianza a Cristina para dar continuidad y poder y seguir creciendo y mejorando la vida de su pueblo. Kirchner fue quien hizo recuperar la dignidad y la autoestima al pueblo argentino”.

Después de agradecer la solidaridad de Kirchner para con él en momentos muy difíciles para el Brasil, finalizó: “En los días de la muerte de Kirchner sentí que había conmoción y que aquel cariño del pueblo era mitad por Cristina y mitad por Néstor Kirchner”. Palabras de Lula.

¿Tomarán nota de estas palabras los escribas del odio y la indignidad?

¿Qué parte de esta realidad no entendieron que se quedaron tan atrás llenos de rencores?

La Cláusula en defensa de la democracia es un documento de identidad que habla de la mayoría de edad latinoamericana. Que nadie se atreva a tocar una sola de nuestras democracias, porque recibirá la condena unánime de todo un continente.

Y por último: que el organismo de Naciones Unidas en la lucha contra el hambre, la FAO, entregue la máxima distinción a Cristina, es consecuencia de los frutos del modelo de desarrollo con inclusión social que hoy gobierna la Argentina.

¿No es para sentir orgullo?


El Argentino, lunes 6 de diciembre de 2010

domingo, 5 de diciembre de 2010

La Argentina hizo cumbre




La Cumbre Iberoamericana realizada en Mar del Plata puso nuevamente al desnudo la realidad que hoy vive nuestra región y el viejo mundo.

Con sus claros y sus oscuros.

Mientras los países latinoamericanos expusieron, mayoritariamente, los frutos del modelo de desarrollo con inclusión social que implementan sus gobiernos, los representantes de Portugal y España en cambio, no pudieron disimular la honda preocupación por la crisis sin fin en la que están sumidos los países del viejo continente.

“América Latina es nuestra Patria grande” dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la frase sonó a un abrazo de unidad continental.

Pero cuando se preguntó “qué hubiese pasado si Argentina y los países sudamericanos no rechazaban el ALCA de George Bush como lo hicieron en 2005 también en Mar del Plata”, estaba definiendo el modelo virtuoso que permitió a la región escapar del agujero negro de la crisis mundial.

La UNASUR, de la mano de Lula y Cristina, es el ámbito que sale más fortalecido en esta etapa. Quizá por eso mismo, el recuerdo de Néstor Kirchner y los homenajes en su memoria, estuvieron presentes desde el principio hasta el final.

Si pensamos que todo el tiempo nos tiran pálidas desde los viejos diarios y los viejos programas de la televisión del poder. Que nos maltratan al punto de hacernos sentir que no valemos nada, que los países vecinos y los de más allá son mucho más importantes que nosotros.

Y que sin embargo llegó Lula, el presidente de Brasil, y se despachó públicamente con que “la musa inspiradora de Brasil es la Argentina que gobernó Néstor Kirchner y ahora preside Cristina” y que “la Argentina es una antes de los Kirchner y otra después.”

Y habló el rey de España, Juan Carlos, y dijo con otras palabras lo mismo que dijo Lula.

En conclusión: desde la oposición política y mediática, nos quieren ver tristes, deprimidos, derrotados, fracasados, pero la única verdad es la realidad. La que vive el pueblo y rescatan los estadistas que nos visitaron.

La Argentina es un modelo a seguir, como se dijo en la Cumbre.

Es la primera reflexión a la que llegamos un día después de finalizar la XX Cumbre Iberoamericana realizada en nuestra ciudad feliz, Mar del Plata.

Lo cierto es que la Cumbre conducida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, aprobó por unanimidad la Cláusula democrática, el apoyo a la soberanía argentina en Malvinas, el fin del bloqueo de los EE.UU. a la hermana República de Cuba, así como un fondo solidario, poderoso económicamente, para la educación con inclusión social.

Un éxito total.

Hay más de un motivo para celebrar.


El Argentino, domingo 5 de diciembre de 2010

Una cumbre y dos modelos



Todo lo efímero es opositor. Y viceversa.

Como si no les alcanzara con el mote de anacrónicos que se ganaron, los opositores que conforman los distintos abanicos políticos, arman y desarman sus alianzas con la finitud de un suspiro.

En este marco, los lanzamientos de candidatos hablan más de las pujas internistas que del posicionamiento real de proyectos creíbles y duraderos.

Atrás quedó la euforia que exhibían hasta hace poco, cuando desde el peronismo conservador, por un lado y desde el radicalismo aliancista, por el otro, se ufanaban de ir atrás de un solo candidato fuerte.

A barajar y dar de nuevo, dicen ahora.

Quizás el mazazo más lapidario para las chances opositoras corra por cuenta de las plumas sagradas del monopolio mediático.

El triste papel que cumplieron desde el Grupo Clarín y sus socios de La Nación, tras la operación lanzada por su portavoz español, el diario El País, cables divulgados por WikiLeaks mediante, los pone en el mismo papel que cumplieran aquellos que acompañaron a Spruille Braden en 1945 contra Juan Domingo Perón.

Perdieron toda honorabilidad ciudadana.

Son más topos de la embajada, que periodistas de una tribuna republicana.

El descrédito de estos medios aumenta a pasos acelerados y con ello, quitan a los opositores la vidriera que los inventaba, los sostenía y los divulgaba masivamente.

Una cosa es ser candidato bendecido por un medio creíble y otra, por un medio cipayo y mentiroso.

En la otra orilla, Cristina se muestra con soltura en su rol de Presidenta de los argentinos y Jefa de un amplio movimiento político, social y cultural que expresa el modelo gobernante de desarrollo con inclusión social.

El Kirchnerismo que le dicen.

Después de la XX Cumbre Iberoamericana, Mar del Plata parece encaminada a convertirse en el lugar donde las Cumbres internacionales más significativas encuentran el verdadero norte para nuestros pueblos.

Si la IV Cumbre de las Américas terminó siendo allí el entierro definitivo del ALCA en el 2005, ésta de ahora será recordada como aquella que consolidó una misma mirada latinoamericana para enfrentar la crisis económica y política que sacude al mundo.

No es una mera coincidencia que ambas Cumbres sesionaran teniendo como temas principales, aquellos propuestos por la Argentina.

En las dos oportunidades fueron, alternativamente, “Crear Trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática” y “Educación para la inclusión social”.

Los pasillos de la diplomacia cuentan que el tema del trabajo inclusivo, impulsado en 2005 por el presidente Néstor Kirchner a través del ministro Carlos Tomada, pasó de la resistencia, al ninguneo por el entonces gobierno de George Bush.

Había que atreverse a defender al trabajo como ordenador de la sociedad en un mundo donde la potencia imperial venía a imponer a rajatabla el tratado de “libre comercio”, es decir, la reafirmación del mercado, como vector privilegiado.

Cuando el país anfitrión, Argentina, sentó sus convicciones en las reuniones previas todos entendieron, también los EE.UU., que el lema, mal que les pesara, sería el trabajo.

El tiempo demostró que no fue un mero consignismo de ocasión. Porque desde entonces nuestro país recuperó cinco millones de empleos que habían sido destrozados por la crisis del 2001 y 2002.

Desde entonces tampoco se habló más del ALCA. Y América del Sur se lanzó a construir de la mano de Kirchner, Lula y Chávez y los demás presidentes de la región que se fueron sumando, la más larga y profunda experiencia de unidad que se haya construido en el continente en doscientos años de historia.

Esta Cumbre Iberoamericana está llamada también a convertirse en un antes y un después para la región.

A propuesta de Cristina se realizó el Primer Encuentro Sindical, a la par del Encuentro Empresario que ya existía. Todo un precedente para el futuro.

La ausencia del presidente español, Rodríguez Zapatero, tampoco es una anécdota; es un síntoma.

El contexto de estas Cumbres siempre fue bosquejado y un poco más, por la presencia de España.

El “porqué no te callas” del rey Juan Carlos a Hugo Chávez en la Cumbre realizada en Santiago de Chile, es una triste pero fiel metáfora de lo que decimos.

Son las crisis causadas por las políticas del modelo neoliberal y las medidas aplicadas para enfrentarlas por parte del gobierno español, las verdaderas causas de la inoportuna ausencia.

Europa sigue empeñada en enfrentar el incendio provocado por las políticas neoliberales con más políticas neoliberales. Lo peor es que el costo más dramático lo pagan los pueblos, los más humildes, los trabajadores. Siguen creyendo, esos gobiernos, que será el mercado el que los rescatará del abismo al que los arrojó él mismo con sus políticas especulativas.

Mientras tanto, en el viejo hemisferio, el estado se encarga de afilar el cuchillo del ajuste contra los derechos sociales que seguían en pie. Recortes de salarios, de jubilaciones, de asignaciones familiares y de beneficios logrados durante el estado de bienestar.

El FMI y los organismos multilaterales de crédito desempolvan las mismas recetas que aplicaron en nuestra región durante los años noventa, como si nada.

Sin soberbias, con el afecto que sentimos por el pueblo español más allá del destrato que sufrieran compatriotas nuestros en el último tiempo, creemos que hubiese sido de mucha utilidad para Zapatero y su gobierno dialogar con sus pares de la UNASUR en Mar del Plata.

Es de sabios aprender de las experiencias de otros que han pasado por situaciones similares y que si han salido de la crisis es porque vencieron esa pretendida ley de gravedad impuesta por el neoliberalismo.

De la exclusión social no se sale con más exclusión, sino con más y mejor educación, más políticas de inclusión, más crecimiento y desarrollo sostenido.

Como lo viene haciendo América Latina, que por algo está destinado a ser el continente del futuro.

El homenaje a Néstor Kirchner y la presencia de Hebe rubrican, en tanto categoría política, la trascendencia de esta Cumbre.


Miradas al sur, 5 de diciembre de 2010

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una Cumbre, dos modelos



En Mar del Plata comienza hoy la XX Cumbre Iberoamericana, con mandatarios de 19 países latinoamericanos más España, Portugal y Andorra.
Con el lema “Educación para la inclusión social”, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejará inaugurada oficialmente las deliberaciones que tendrán por objetivo aprobar un documento sobre el eje de la Cumbre, la educación, más el rechazo al colonialismo británico en Malvinas y una Cláusula democrática semejante a la aprobada por la UNASUR.
En todo encuentro de esta magnitud es posible analizar dos o más dimensiones por donde transitan los debates y resoluciones.
La dimensión oficial es esa que usted tiene a la vista en la televisión, en la radio y en las crónicas que habitualmente se realizan.
Sin dudas esta Cumbre tendrá una amplia cobertura nacional e internacional porque acontece en medio de la más grave crisis política y económica por la que haya atravesado el mundo en los últimos cien años.
El debate entre un modelo neoliberal que algunos repiten pese a sus fracasos y el modelo de desarrollo con inclusión social, estará explicita o implícitamente presente.
Y esa es otra dimensión.
¿Por qué no vendrá, por ejemplo, el presidente español Rodríguez Zapatero? Precisamente, porque debió quedarse para atender los coletazos que generarán las medidas que anunció para enfrentar esa crisis en su país.
¿Y sabe porque el único país latinoamericano que no participará de la Cumbre es Honduras? Porque los países de la región y principalmente la Argentina como país anfitrión, al rechazar a todo gobierno surgido luego de un golpe anticonstitucional, decidieron que no se lo invite al señor Porfirio Lobo, elegido en “elecciones” amañadas, luego del derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya.
El éxito de la Cumbre estará asegurado mientras América Latina avance pacífica y respetuosamente por dos carriles innegociables: la defensa de la democracia y el modelo de crecimiento con inclusión social que con sus medidas anticíclicas, no sólo impide que seamos un espejo roto de la vieja Europa, sino que nos permite crecer en todos los terrenos como nunca antes en la historia continental.
Parece la prehistoria, pero hace algunos años atrás, para poder aprobar sus resoluciones, estos encuentros debían contar con la bendición de los representantes de alguna metrópolis colonial.
Hoy la historia dice que los sudamericanos se consultan soberanamente entre ellos para decidir en unidad de criterios, los caminos a seguir.
Ahí está el otro cambio de paradigma: el siglo XXI definitivamente nos encontró unidos y no dominados.


El Argentino, viernes 3 de diciembre de 2010