lunes, 31 de mayo de 2010

AQUELLOS SOLDADITOS DE PLOMO

Hacia finales de la dictadura militar Víctor Heredia compuso como en un lamento, su bella canción “Aquellos soldaditos de plomo”.

“De pequeño yo tenía un marcado sentimiento armamentista, tanques de lata, de cromo y níquel y unos graciosos reservistas de plomo, a mano pintados, con morriones colorados que eran toda una delicia para mi mente infantil…

¿Qué nos paso, cómo ha pasado?

¿Qué traidor nos ha robado la ilusión del corazón?

Creo que quiero cerrar los ojos para no ver los despojos de lo que tanto amaba entonces.

Que vuelva el bruñido del bronce, que se limpien las banderas;

Yo quiero ser una fila entera de soldados desfilando y todo un pueblo cantando con renovada pasión.

Quiero de nuevo el honor aunque no existan victorias, quiero llorar con la gloria de una marcha militar y un banderín agitar, frente a un ejército popular...”

No se si la Presidenta recuerda esa canción, pero con otras palabras ella deslizó esa misma poesía el sábado, en el Día del Ejercito Argentino.

Y volvimos a emocionarnos. (Deja ya de emocionarte corazón, que no te hará nada bien)

Un ejército lleno de pueblo fue el de San Martín, el de Belgrano, Castelli y Güemes en el norte de la Patria que nacía; el que puso cadenas en La Vuelta de Obligado cumpliendo la Orden del Brigadier General Juan Manuel de Rosas de no dejar pasar la flota más poderosa de la tierra sobre nuestros ríos; el que siguió al General Manuel Belgrano quemándole las patas al enemigo que avanzaba desde arriba.

Y aquí estamos de nuevo.

Reconstruyendo la patria con nuestras viejas heridas. Codo a codo, a paso redoblado, sin tiempo que perder.

Hay una propaganda televisiva de no se qué y que muestra a estrellas del fútbol internacional intentando ganarle un partido a los africanos dueños de casa en el ya inminente Mundial. Cada vez que los famosos se acercan al arco contrario, el pueblo de la negritud que delimita la cancha, se corre un metro para aquí y otro para allá, haciendo imposible el triunfo de las estrellas súper poderosas.

¿La vieron? Bueno, eso es lo que hizo el pueblo en los Días del Bicentenario. Marcó la cancha y con su alegría rescató la verdadera historia de los argentinos.

¿Quiénes nos ocultaron que la Patria se defendió con cadenas sobre el río? ¿Quiénes les arrancaron los hijos a las Madres del pañuelo? ¿Quiénes desmalvinizaron la democracia? ¿Quiénes negaron la producción y el trabajo para todos?

Son varios los méritos de la pueblada del Bicentenario.

Reconocernos a nosotros mismos tal cual somos y no como decía Clarín que éramos, es quizá el merito mayor. Ahora sabemos de dónde venimos, adónde vamos, cuáles son nuestras emociones, cuáles nuestros dolores, cuales nuestras esperanzas.

¡Somos nosotros, carajo!

Somos éstos que viajamos apretados en el colectivo para no llegar tarde al trabajo, a la Facultad, a la Escuela, a una cita de amor o a ver el partido de la Selección.

Somos nosotros. Los que pusimos la humanidad en el Paseo del Bicentenario, agitamos las banderas y bautizamos con lágrimas la alegría colectiva.

La pueblada fue un torrente que se adueñó de todas sus orillas.

Ahí está el pecado maldito de Cristina: posibilitarle un cauce a ese río popular. Ella no inventó los diques, propuso que el río corra libre. No se arrogó capital alguno ni se echó a descansar bañada en la multitud.

Por eso la derecha se muerde los talones, desesperada, porque esa mujer no pierde la paciencia ni cae en la emboscada.

Es un nuevo país el que desfiló con sus verdades en el Paseo del Bicentenario.

Ayer domingo, un diario mitrista informó que el gobierno nacional prepara una batería de medidas sociales muy importantes para distintos sectores sociales, pero en especial para los sectores más humildes.

¿Sabés que declaró al respecto un patrón rural de la Mesa de Enlace?: que era “un error creer que por darle pan y circo al pueblo van a perpetuar la idea kirchnerista”

Muestran la hilacha los resentidos llenos de odio. Esta vez, no pasarán.

Los sueños de aquella canción se empiezan a cumplir ¿Verdad don Víctor?


Jorge Giles. El Argentino, 31 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-92899-Aquellos-soldaditos-de-plomo.html

domingo, 30 de mayo de 2010

LO QUE NADIE CONTÓ DEL BICENTENARIO

Postal número 1.
Martes 25 de Mayo de 2010; 21:30 hs aproximadamente. Lugar: Obelisco porteño, cruce de Av. 9 de Julio con Av. Corrientes.
Fuerza Bruta empieza a deslumbrar y conmover a la multitud que como un ejército disciplinado le da paso sin que nadie los empuje o los corra a bastonazos. Federica Pais pide desde el escenario principal que colaboremos todos. Y todos colaboran. Pasa la carroza con los criollos, el asado y los bombos y el grito de “¡Viva la Patria!” sacude el aire y el alma de los argentinos. Desde el sonido de la carroza el criollo grita una, dos, tres veces el mismo grito. De pronto alguien grita muy pero muy fuerte: “¡Viva Cristina!” y en milésima de segundos contenemos la respiración… y la multitud responde: “¡Viva!”
Postal número 2:
Aparece en el escenario el cantante popular Ignacio Copani. El pueblo escucha la presentación y aplaude. Un juglar es cosa seria. Y este juglar se viene jugando desde siempre y lo sigue haciendo allí, frente a la multitud, con las mismas canciones claramente identificadas en su poesía con el proyecto nacional y popular que gobierna y de abierto rechazo, casi visceral a Cobos y toda la oposición. En otro tono, Copani esa noche representa a Barragán cantando “yo soy la mierda oficialista”. Y se produce la chispa: los miles y miles de argentinos que escuchaban, aplauden a rabiar y los vivas y los “otra, otra” acompaña al artista.
Postal número 3:
Sobre algunos decorados se lee un cartel que daba cuentas con una estética amigable, las muestras oficiales de Trabajo y Producción, Ambiente, Educación, Ciencia y Tecnología, Derechos Humanos, Cultura.
“Son los puestos del Gobierno”, escucho decir a mi lado. Miro los rostros de la multitud, leen los carteles, entran a los puestos, nadie critica, nadie putea para decirlo con elegancia, todos cantan algo, todos ríen, todos aplauden.
Postal 4:
Los presidentes latinoamericanos encabezados por Cristina Fernández de Kirchner atraviesan Plaza de Mayo desde la Casa Rosada hasta el Cabildo y desde allí hasta el Palco montado en la Diagonal Norte, antes de llegar al Paseo del Bicentenario. La multitud se enfervoriza con Cristina, con Néstor Kirchner que les tira un beso tras otro, con Evo Morales, con Hugo Chávez, con Rafael Correa, con el Pepe Mujica, con Zelaya, con Lula, hasta Piñera liga saludos de amor colectivo.
Todos pugnan por acercarse a Cristina. Le dicen “fuerza presidenta” y ella sonríe y se emociona y camina en la multitud.
Estábamos reinventando el pueblo y nos dábamos cuenta.
Postal 5:
Si en la noche del sábado 22 esa multitud hubiese decidido construir una pirámide humana, a cococho, a caballito, seguramente hubiese tocado el cielo. No hizo falta. El cielo estaba en ese pueblo. En el escenario. En el asfalto de la Avenida más ancha del mundo. Y de pronto asoman claramente las banderas de los pibes de “La Cámpora” y un cartel humilde que decía “Gracias Cristina” y otras banderas con el peronismo militante y la gente los cobijaba, los saluda, canta con ellos.
Postal 6 y final a toda orquesta:
Pasa la carroza de las Madres y hay un silencio de asombro, luego una montaña de aplausos y en esa cuadra cantan “Madres de la plaza el pueblo las abraza” como si las vieran en esos pañuelos iluminados y ven a nuestros soldados caídos en Malvinas y algunos lloran y al mismo tiempo cantan “el que no salta es un inglés” y sigue la Marcha de San Lorenzo cantada como si estuviéramos en pleno campo de batalla.
La Argentina real se pasea por el Bicentenario como preguntando a los que miran crispados del otro lado del muro: “¿Y ahora?”
Lo que emociona es el “Nosotros” en la multitud. Uno es uno y es a la vez, “Nosotros”.
Hay más postales, pero las disfrutaremos sorbo a sorbo, como los buenos vinos.
Ayer la Presidenta reivindicó al Ejército unido a la nación y a su pueblo y en otro lado, Carlos Tomada y otros dirigentes ayudaban a reunificar la militancia de la ciudad.
Es decir, el Paseo desmontó sus estructuras, pero su corazón no para de latir.


Jorge Giles. El Argentino, 30 de mayo de 2010

Los días más felices los alumbra el pueblo

PANORAMA POLÍTICO
Cada vez que recordemos a Fito cantando en el Paseo del Bicentenario, a Fuerza Bruta recreando el nacimiento de la heladera Siam que inventó el peronismo (“porque con Perón y Evita los trabajadores tuvieron por primera vez leche, manteca, carne y verduras para conservar”, según la pedagogía militante de Germán Abdala), a Lito Nebbia, Víctor Heredia, a León Gieco cantando “Como la Cigarra”, volveremos a llorar emocionadamente.
Como si los ausentes nos pidieran que lloremos todo de una vez y callemos para siempre.
Pero la urgencia de encender faroles nos sigue provocando. Generosamente, sin apurar conclusiones, sin ejercer mezquindades que huelen a viejo; pero sin la pereza del que lo sabe todo y en su soberbia, todo lo cree superado.
La disputa por el sentido común sigue en pie.
Bergoglio, Grupo Clarín, Macri, Cobos, Duhalde, Aguad mediante.
La historia se entiende por ciclos, como los ríos por sus cuencas.
Aunque los iluminados a menudo lo olvidan, entonces- “¡oh, sorpresa!” -cuando un suceso los asombra de repente.
Ni la Revolución de Mayo de 1810 fue un brote espontaneísta ni la Revolución del Bicentenario fue un sueño imprevisto, como pretenden hacernos creer los desesperanzados.
El decreto presidencial 278 del 18 de febrero del 2008 creó el ámbito institucional a cargo del Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, que debía organizar y garantizar la realización de los festejos del Bicentenario. Desde entonces, nada quedó al azar, salvo la participación popular. A suerte o verdad.
O el pueblo se adueñaba de su Fiesta o triunfaba el colonialismo mental de los monopolios.
Las huellas que quizás ayuden a entender lo acontecido en estos días, habría que buscarlas en las movilizaciones previas acontecidas desde el mes de marzo; en la Ley de Medios y la Asignación Universal por Hijo; en la atención pública a los desbordes verbales e institucionales cometidos por la oposición desde diciembre del 2009 cuando literalmente asaltaron por la fuerza las comisiones que le correspondían al oficialismo en el Congreso; en la agraviante campaña opositora de los medios monopólicos del grupo Clarín; en la necesaria comparación entre las noticias que llegan desde el exterior informando de un mundo en llamas y una situación económica nacional que, por el contrario, no deja de crecer; en la vuelta a América Latina; en la detención de Martínez de Hoz, los juicios a los genocidas y el esclarecimiento de los hijos presuntamente apropiados de la dueña de Clarín.
Todo esto vive en el conciente y el inconciente colectivo.
Un hecho histórico de esta magnitud humana, no puede escindirse de la complejidad y el entramado social que lo rodeó previamente.
Ya está.
La Argentina real es esa, la que paseó su emoción y sus llantos y sus banderas y sus risas y el himno cantado como nunca antes durante los días de la Patria. Todo lo demás, lo que pintaron los medios masivos de comunicación desde que la Presidenta inició el camino de profundización de la democracia y la política de redistribución del ingreso, la crispación y el odio tan mentado que transmitían los lenguaraces del poder y los políticos bajo su órbita, se demostró falso de toda falsedad.
Para dimensionar correctamente lo ocurrido, no alcanza con repetir mecánicamente que “todo lo construyó el pueblo”. Quienes sí tienen autoridad política y moral para afirmarlo de ese modo, son quienes apostaron a este suceso histórico y se cargaron al hombro la organización y la convocatoria. Pero aquellos sectores de la política y del poder económico mediático que se aventuraron a vaciar los festejos, que lo boicotearon hasta un día antes y durante esos días incluso, deberían guardar al menos un pudoroso silencio hasta elaborar su propia autocrítica.
No somos muy optimistas a la luz de las declaraciones de algunos periodistas y dirigentes. La máquina de impedir, como los llama Néstor Kirchner, funciona con piñón fijo.
Cometieron muchos errores estratégicos.
Desde considerar livianamente que “el kirchnerismo ya fue” después del resultado electoral adverso del 28 de junio de 2009, hasta no poder entender, quizás porque no están en condiciones de hacerlo, que los partidos políticos ganan o pierden en una puja electoral, pero los proyectos de país encarnados en el pueblo, no dirimen su suerte definitiva en una elección.
La relación de fuerzas entre proyectos antagónicos de nación se mide por el alma de los contendientes, no sólo por las urnas.
El gobierno nacional y popular de Cristina Fernández de Kirchner desplegó en el último año toda su capacidad de iniciativa, instrumentando políticas de transformación estructural de esta Argentina heredada del neoliberalismo.
Así se llegó a este momento donde por primera vez las capas sociales vuelven a reacomodarse en la base misma, bajando verticalmente los niveles de pobreza e indigencia hasta lograr parámetros semejantes a los obtenidos en 1974.
La Argentina ya es el país más igualitario de América Latina y el que lo sabe en carne propia, es el pueblo.
Cuando la derecha advirtió que no podía impedir el avance del modelo ni detener las agujas del reloj, se dieron a la campaña de boicotear los festejos de mil maneras distintas y que fueron públicas y notorias. Llegado el momento, diagnosticaron que era sólo un festín partidario y sectario. Se prepararon entonces para una batalla política cortoplacista.
Pero el pueblo se descolonizó como lo hizo siempre, cantando.
Seis millones de personas demostraron que fue una batalla cultural, no partidaria, de largo aliento, rescatando en la calle, la otra historia, la que estaba negada por el historicismo liberal impuesto por las minorías del privilegio.
La estrategia desplegada en estas horas de apropiarse de la Fiesta Maya, de hablar “en nombre de todos”, subestimando una vez más a un pueblo que refrendó masivamente un modelo de país para el futuro y una historia nacional que le pertenece por derecho propio, es el camino al destierro que elige esa oposición.
No aprenden más.




Jorge Giles. Miradas al Sur, 30 de mayo de 2010

viernes, 28 de mayo de 2010

CUANDO LA PATRIA SE LLENÓ DE PIBES


Fueron muchas las postales que produjo el aluvión popular en los festejos patrios.

Pero hay una que conmueve más: la presencia masiva de los pibes.

Pibes por todos lados, agitando las banderas con sus padres, riendo, cantando.

No existe emoción más honda que cantar el Himno con un hijo entre los brazos.

El dato es muy significativo y ayuda a entender lo que pasó en esos días.

Cuando la patria se llena de pibes, la alegría está asegurada, revelando asimismo la clara participación del núcleo familiar.

No es un dato menor y muchos menos anecdótico.

Una familia decide concurrir a una concentración popular, sólo después de procesar armoniosamente sus ganas, su espíritu participativo y la garantía de seguridad que le puedan brindar los organizadores de la convocatoria.

Cuando uno de estos tres componentes no está presente, difícilmente se produzca la chispa de la combustión participativa.

Y esta vez, en los seis millones de participantes, quedó muy claro que la chispa se encendió como nunca antes.

Ayer nos habíamos entusiasmado con algunos gestos de la política que parecían estar adelantando que el impacto del pueblo movilizado había calado hondo en todos los sectores. Lo decíamos en relación a la actividad que los diputados oficialistas y opositores realizaron en homenaje a la Revolución de Mayo.

Pero algunos dirigentes ya empiezan a mostrar la hilacha, al compás de la línea editorial que baja el monopolio mediático.

Hay que ser muy mezquinos y tener mucho resentimiento y cenizas en el alma para no valorar a quienes convocaron y organizaron estos festejos que ya son parte de la historia, en sí mismos.

Quieren instalar la peregrina idea que todo lo que se vivió en estos días en el Paseo del Bicentenario se “autoconvocó”, solito su alma, como por arte de magia.

“Nadie los convocó”, dicen.

Sólo se escuchó un reconocimiento tan fugaz como un bostezo.

¿Cómo no valorar lo realizado por cientos y miles de personas que participaron de la organización de esta verdadera muestra de pasión histórica y cultural?

El egoísmo es tanto que les impide reconocer el trabajo de los funcionarios nacionales, de Fuerza Bruta, de todos los profesionales, trabajadores y artistas que participaron tan eficazmente en una organización donde no hubo un solo rasguño.

Le erraron fiero: imaginaron una disputa partidaria y de corto plazo y se encontraron con un pueblo rescatando una historia de 200 años.

¿Saben donde está la trampa de este discurso en tono de “político superado” que afirma, igual que Clarín, que el suceso “pertenece a todos y a nadie en particular”?

En que por vía de ese artilugio buscan disimular su propia frustración ante el éxito de la convocatoria oficial. Y si los convocantes “somos todos”, ganamos todos o no gana nadie.

Y por otro lado, intentan provocar al gobierno para que pise el palito y salga a vociferar indignado: “el festejo es nuestro”.

Piedra libre, Magnetto.

¿Qué dijeron todos ellos, de derecha a izquierda, horas antes del acto inaugural? ¿Trabajaron fervorosamente para que la gente cubra de bote a bote la Avenida “más ancha del mundo”? ¿O tiraban pálidas tras pálidas sobre alertas meteorológicos y caos de tránsito y ojo con la inseguridad en las calles y los piquetes y la crispación y el desencuentro?

Habrá que seguir evitando inteligentemente todas las emboscadas políticas y mediáticas que tiende el egoísmo opositor.

Fue una fiesta que la construyó el pueblo, creyendo en la convocatoria oficial y resignificando la historia de los argentinos desde una mirada claramente nacional y popular.

La derecha hubiese preferido que a estos festejos los capitalice un sector partidario, exclusivamente, así fuese el partido de gobierno. Mirá lo que te digo. Porque esos logros se ganan y se agotan en el tiempo.

Lo que les resulta insoportable es que fue el modelo de país en curso el que se llenó de fervor popular. Y marcó así un escenario inequívoco para las batallas que vienen.

Vayan pasando que esto recién empieza.


Jorge Giles. El Argentino, 28 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-92582-Cuando-la-Patria-se-lleno-de-pibes.html

jueves, 27 de mayo de 2010

LO QUE QUEDA DEL GLORIOSO 25


Las primeras consecuencias del histórico Bicentenario comenzaron a emerger.

Mientras los escribas de los monopolios mediáticos no se bajan de su odio reaccionario, la política acusó recibo del mandato popular.

El monopolio no está en condiciones de modificar conductas porque no tiene un pueblo que lo interpele.

El político sí lo tiene, piense como piense. Esa es la diferencia.

Que los diputados nacionales de todos los bloques hayan acordado realizar ayer el acto de homenaje a Mariano Moreno, en Plaza Congreso y luego una sesión especial por el Bicentenario patrio, quizá sea el primer fruto emblemático de la victoria del protagonismo popular sobre los monopolios mediáticos.

Si la política se libera definitivamente de esas cadenas que la aprisionaron durante décadas, otro país será posible construir más temprano que tarde.

Hay que disfrutar de este momento alzando la vista y mirando el horizonte para advertir que el futuro ya está entre nosotros.

Para tener una dimensión de la victoria popular, habrá que recordar los titulares conservadores de apenas una semana atrás y repasar sus augurios de “fracaso de los festejos patrios”.

Tienen la falla del pavo real: lucen bellas plumas, pero no saben volar.

Los diarios de la oposición, encabezados por Clarín, lanzaron cada ejemplar con el estruendo de un bombardeo aéreo sobre la ciudad. Los misiles eran el texto repetido hasta el hartazgo de la promocionada campaña de la “crispación”, “inseguridad”, “inflación”.

Querían causar un daño irreversible sobre la memoria y la conciencia colectiva, desalentando la convocatoria del gobierno nacional.

Dicen que ya tenían escritas las tapas catastróficas del día después.

Fracasaron estrepitosamente.

Seis millones de personas, felices y emocionadas, agitaron sus banderas argentinas y latinoamericanas durante cinco días, la misma cantidad que los goles que la Selección del Diego convirtió en su despedida antes del Mundial.

Un gol por cada día de la Revolución de Mayo.

Otra bella metáfora que construye la historia cuando se llena de pueblo.

La derecha y sus monopolios demostraron que sólo “brillan” cuando someten al pueblo, cuando lo arrinconan, lo despellejan, lo aíslan, lo desarticulan, lo vacían de contenido para convertirlo en “la gente” y así poder hablar en su nombre.

Se creyeron que serían eternamente “dos voces” interpretando “lo que dice la gente”.

Se terminó. Esa obscena impunidad, no va más en esta nueva Argentina.

Fueron millones las voces que vibraron con una mirada justa de la historia. Y esas voces multitudinarias son las que pusieron las cosas en su lugar.

Los parcializados del otro lado del muro, están en todo su derecho a seguir allí, pero mostrando los documentos de identidad para saber qué y quiénes son y a quiénes representan.

La derecha se equivocó de cancha cuando aventuró el fracaso de los festejos.

No sólo porque apostó a la “crispación” y ganó la alegría, sino porque creyó que el punto de disputa eran los escenarios acotados de la dirigencia partidaria. Y se les escapó la tortuga escandalosamente, porque lo que se dirimió en verdad fue una mirada cultural sobre la patria que quieren construir los argentinos.

La masividad en los festejos fue tan contundente que terminó por arbitrar a favor de una interpretación de la historia, nada neutral.

Cuando se aplaudió entre lágrimas la representación de nuestro latinoamericanismo, de las Madres, del Peronismo, de los Héroes de la Vuelta de Obligado y de Malvinas, del monstruoso aparato neoliberal que se tragaba personas, de los movimientos sociales, se estaba laudando a favor de una Historia nacional y popular que rescata del olvido a los verdaderos héroes que construyeron esta nación. Empezando por los pueblos originarios.

Esas seis millones de personas no fueron a dirimir una lucha sectorial o partidaria, como pretendía la emboscada mediática.

Fueron a restaurar y reconstruir el tejido de una Patria que pertenece al pueblo por derecho propio.

Eso se llama batalla cultural. Y sólo la dan los pueblos.



Jorge Giles. El Argentino, 27 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-92398-Lo-que-queda-del-glorioso-25.html

miércoles, 26 de mayo de 2010

CUANDO LA PATRIA SE LLENÓ DE PUEBLO


De aquí en más habrá un pueblo alegremente movilizado, integrado en un proyecto de nación.

Y entonces, querrá seguir avanzando.

Así de tozudos son los pueblos cuando se adueñan de su destino.

Los millones de compatriotas que ganaron las calles en estos días, demolieron con su alegría emocionada y respetuosa, la campaña malintencionada de los crispados que quedaron en orsay ante el púlpito de la historia.

Pero que nadie se confunda: la fiesta patria no terminó esta madrugada. Recién ahora comienza la victoriosa fiesta de una nueva Argentina.

Habrá que descansar los huesos y los músculos de tanto desvelo danzarín, porque los días que vendrán, requerirán que esas multitudes que reinventaron el Pueblo, así, con mayúsculas, del 21 al 25 de Mayo en el Paseo del Bicentenario, sigan la marcha triunfal hacia un siglo que se anuncia venturoso. Pero que no viene regalado.

Habrá que forjarlo todos los días.

Los libros de ciencias sociales y políticas registrarán en el futuro este momento, como una bisagra entre dos argentinas posibles, dos proyectos de país, dos ideas de pueblo, de nación, de participación, de sociedad.

O un modelo de país primario y exportador, sin mercado interno, sin industrias, con millones de excluidos, manejado por una élite de ricos y famosos haciendo de claque del verdadero poder concentrado, crispado, europeísta, mediático, violento, monopólico, racista y xenófobo.

O un modelo de país, como el que gobierna desde el 2003, con diversidad productiva, agrario e industrial al mismo tiempo, inclusivo socialmente, nacional, popular y democrático en su base y en su cúspide, alegre, pacífico, latinoamericanista, integrador, abrazador de todos las nacionalidades que eligieron este suelo para vivir.

Y con perdón de los eclécticos de buena fe, nos animamos a creer que en los análisis más rigurosos y científicos, macerados por el tiempo y la distancia, se afirmará que en esta batalla cultural del Bicentenario, hay ganadores y hay perdedores.

“Así nomás te lo digo”, como dicen en el barrio.

Siempre que los sectores dominantes bendijeron al país con la fórmula de “ni vencedores ni vencidos”, estaban fusilando en los basurales.

Si los festejos del Bicentenario arrancaron con la música de los setenta, tenían que terminar necesariamente con la Fuerza Bruta volando por las azoteas de la vieja Buenos Aires, como si los pájaros de la nostalgia se dieran cita entre nosotros repartiendo una flor de “no me olvides”, nuevamente.

Los bravos de la Resistencia sabrán que es así.

En la mirada colectiva que quedará estampada entre nosotros por los siglos de los siglos, estará la patria hembra sonriéndonos, los pueblos originarios metidos en nuestros genes y en el alma americana que nos constituye, el Éxodo de la patria en llamas comandada por Belgrano, el General San Martín cruzando las montañas para que “Seamos libres, lo demás no importa nada”.

Esta Fuerza Bruta que somos como pueblo, según los iluminados, es la que puso cadenas sobre el río para que no pase el invasor o se muera de vergüenza ante tanto orgullo patrio. Esta Fuerza es la que soñó la Patria Grande y formó su industria pensando en Moreno, Castelli y otra vez, Belgrano.

La que se nutrió con tanos, gallegos, negros, árabes y judíos. La que animó a Azucena a decirle a Hebe y a Estela y a Norita y a Rosa y a Taty y a todas, “Sigamos dando vueltas alrededor de la Pirámide” y nacieron las Madres y las Abuelas que volvieron a parir el sueño de sus hijos.

Sin esta Fuerza Bruta que somos, según los votos calificados de la oposición, este pueblo no se hubiese levantado desde sus cenizas, sus heridas y sus muertos para escribir en una pared “La patria somos todos”. Y pensó en Malvinas.

Los presidentes latinoamericanos que ayer nos visitaron son compañeros que viven en barrios cercanos. Porque la patria es la misma.

Los Héroes de la América india y mestiza custodian la Rosada desde ayer. Y pese a quien le pese, ya no se irán de allí.

Como no se irá este pueblo que ganó las calles.


Jorge Giles, El Argentino, 26 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-92267-Cuando-la-Patria-se-lleno-de-pueblo.html

martes, 25 de mayo de 2010

CON EL ORGULLO DE SENTIRSE ARGENTINO


Todo está listo para consagrarnos como un solo pueblo, una Nación en paz y en democracia, una Patria justa y soberana.
La Patria Grande latinoamericana que soñaron nuestros próceres.
La Historia escribe sus propias metáforas para que entendamos mejor “de qué se trata”.
Mientras en el Viejo Correo y ahora Centro Cultural del Bicentenario, la Presidenta se emocionaba con el homenaje artístico a los trabajadores que lo hicieron posible, allí cerca y tan lejos, el Colón se llenaba de “vecinos decentes” pero con los empleados afuera, en la calle, despedidos por Macri.
¿Sabían que Domingo French, el chispero de los arrabales que encendió la Revolución con su amigo Beruti, fue “El Cartero” de la ciudad?
“Sólo pasan las cámaras del canal 13”, ordenaba un funcionario en nombre de Macri frente al teatro que nos pertenece a todos los argentinos. La exclusividad es propia de las élites. Aunque sea un acto público.
¿Más metáforas?: un diario del monopolio, reivindicó a los genocidas de la dictadura en su editorial del sábado 22 y Cuba dio a conocer a manera de homenaje, un inédito mensaje de Ernesto Che Guevara a los argentinos, un 25 de Mayo de 1962.
Hoy vamos a empezar a ser libres para siempre.
Tenemos tanta soledad acumulada en el cuero, que nos ganamos el derecho a ser felices.
Hoy vamos a llenar la Plaza y las avenidas y el Paseo del Bicentenario para jurar y jurarnos que esta vez no hay retroceso posible.
Hoy vamos a festejar que ganamos la batalla cultural contra el olvido y el desprecio.
Es hora de saberlo. No para la vanidad de nadie, sino para administrar correctamente la victoria.
La ciudad amaneció alborotada después que se supiera que Cisneros y sus cómplices se negaran a renunciar. Ellos sí que se creyeron la historia falseada que hablaba de “vecinos con galeras, donosos y perfumados, posando para la estampita en el Cabildo, mientras French y Beruti repartían cintas celestes y blancas en la Plaza”.
Nos mintieron todo el tiempo.
“Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia”, aprendimos cantando.
Por eso, esta tarde, en la Plaza de Mayo, los seguiremos viendo, así como eran, piqueteros tempraneros, chisperos revolucionarios, con una cinta roja avisando que si el virrey no se iba de inmediato, habría guerra.
Dicen que Beruti entró a los trancos hasta el Cabildo y a viva voz expresó ante los presentes: “Señores del Cabildo, esto ya pasa de juguete; no estamos en circunstancias de que ustedes se burlen de nosotros con sandeces. Si hasta ahora hemos procedido con prudencia, ha sido para evitar desastres y efusión de sangre. El pueblo, en cuyo nombre hablamos, está armado en los cuarteles y una gran parte del vecindario espera en otras partes la voz para venir aquí. ¿Quieren ustedes verlo? Toque la campana y si no nosotros tocaremos generala y verán ustedes la cara de ese pueblo cuya presencia echan de menos. ¿Si o no? Pronto, señores, decirlo ahora mismo, porque no estamos dispuestos a sufrir demoras y engaños; pero, si volvemos con las armas en las manos, no responderemos de nada”
Esa es la verdad de lo sucedido y no la que cuenta Clarín todos los días. Con su sarta de mentiras y agravios permanentes.
Los frutos de la Revolución de Mayo, pregonados por Castelli, Belgrano y Mariano Moreno, son estos que vemos y disfrutamos ahora.
Crece la agricultura junto con la industria. Crece la producción junto con el empleo. Crece el orgullo de saberse pueblo. Crece la economía y la matrícula escolar.
Crece la conciencia y los pueblos originarios ya no están solos.
Crece el valor de la palabra Patria. Como si en estos días la hubiésemos recuperado de antiguos secuestros y desapariciones. Ya no duerme en los cuarteles de los dictadores, ahora que los dictadores están presos. Ni la escriben los Mitre ni los Magnetto a su antojo. La Patria somos todos. Y no habrá vuelta atrás si volvemos a la Plaza cada vez que la Patria nos requiera.
Ahora sí, con cintas azules, celestes y blancas.


Jorge Giles, El Argentino, 25 de mayo de 2010

lunes, 24 de mayo de 2010

LA PATRIA QUE BELGRANO NOS LEGÓ

La Batalla cultural se define mañana, 25 de Mayo.

Pero los millones de argentinos que participan desde el 21 en el Paseo del Bicentenario, están adelantando que los patriotas ya la ganaron por amplio margen.

Si el Centenario se bailó en los salones pitucos de la Sociedad Rural, el Bicentenario será recordado con el pueblo en las calles y en el Paseo a cielo abierto y los músicos populares poniéndole belleza a las voces de la América Latina.

Para que el festejo sea completo, faltaría una carpa donde se exhiba la crispada oposición mediática, con sus discursos, con las editoriales de Clarín y medios asociados al monopolio, con sus odios de clase, sus espías y sus prontuarios.

Serían menos atractivos y simpáticos, pero más excéntricos que los dinosaurios que desfilaron el sábado.

Cuando Pablo Milanés cantó “y en una hermosa Plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes”, sabíamos que le cantaba al pueblo de Salvador Allende, pero también a los argentinos.

Por eso la ovación y los dedos en V y la emoción a flor de piel en la multitud.

La Patria volvió a nacer. Siempre está naciendo; pero cada doscientos años, además, pega un estirón y crece hasta tocar el cielo.

¿Cuántos son en el Paseo? ¿Medio millón a las 20 hs? ¿Un millón a las 21,30 hs? ¿Un millón y medio a las 23 hs?

No siempre alcanza con decir que está la Patria. Hay que mostrarla en las calles cuando es preciso hacerlo.

Cuando Belgrano supo que se le venía el enemigo encima, allá en el norte, ordenó el éxodo y pidió a su pueblo: “Os he hablado con la verdad. Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al Ejército a mi mando, si como aseguráis queréis ser libres”

Interpelaba a su pueblo porque sólo creía en su pueblo. Detestaba al oligarca que acomodaba a su suerte personal, la de sus paisanos.

El revoltijo en el alma sigue y aumenta con las horas.

El 24 de Mayo de 1810 los patriotas iban de casa en casa, de esquina en esquina.

Castelli y Belgrano contagiaban su entusiasmo.

Ellos son “Nosotros”, para siempre. Escúchenlos:

“Cisneros y sus cómplices se resisten a entregar el mando del Cabildo. Avisen a todos que hay que estar en la Plaza de la Victoria. French y Berutti estarán allí dando las instrucciones. Pondremos sobre nuestros pechos una cinta roja además de la blanca que ya traíamos para que sepan que nada ni nadie podrá parar la Revolución popular”.

Los negros, los mestizos, los blancos, los morochos de la historia hicieron la patriada.

Cisneros y el esclavista Martínez de Hoz que lo apoyaba, habrán gritado al saber que esa gentuza se metía al Cabildo: “¡Esto es un escándalo!”

La Patria se merece una nueva historia oficial. Ya es hora que la escriban con Jauretche, Scalabrini, Ugarte, Fermín Chávez, Hernández Arregui, el Pepe Rosas, Galasso y los próceres de la revolución.

Para que aprendamos desde el jardín por qué en nuestro ADN argentino, primero están los genes de la revolución social y democrática y luego la independencia.

Primero fue el pueblo, luego la nación.

Nos robaron la historia durante un siglo. Pintaron a Belgrano como un santo de la bandera y nada más. Pero ese revolucionario es el que sostuvo con la vida: “Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus estados a manufacturarse y todo su empeño en conseguir, no sólo darles forma, sino aún atraer las del extranjero para ejecutar lo mismo. Y después venderlas”

“…Nada sabían más que su comercio monopolista, a saber: comprar por cuatro para vender con toda seguridad a ocho. Mi ánimo se abatió y conocí que nada se haría a favor de las provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el del común. Sin embargo, ya que por las obligaciones de mi empleo podía hablar y escribir sobre tan útiles materias, me propuse echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar sus frutos”

Y aquí están los frutos, Don Manuel. En el pueblo que agita sus banderas mientras construye la Patria que Usted soñó.


Jorge Giles. El Argentino, 24 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=92098

domingo, 23 de mayo de 2010

EL SETENTISMO CUMPLE DOSCIENTOS AÑOS


No es una herejía sino apenas un acto de justicia.
El Bicentenario hace el milagro de envolver en una misma bandera a tres generaciones: la de los jóvenes que hoy llenan las calles; la de los años setenta y la Generación de la Revolución de Mayo.
Miran desde América del Sur al mundo. Dicen “Nosotros” y reinventan nuevamente un pueblo. Ya no están solos. Ni esperan.
La Presidenta de los argentinos llora sobre el escenario.
La Patria cumple 200 años y a esa mujer le cuesta creer que ella la preside.
En un letrero Manuel Belgrano recuerda que “El miedo sólo sirve para perderlo todo”.
Y todos cantan y bailan. Este pueblo sabe ya de qué se trata.
Cantan Lito Nebbia, Fito y Gieco y “La balsa” suena más libre que en los calabozos de la dictadura. Copani siempre está.
Todo es emoción en la noche inaugural del Paseo del Bicentenario. Es un revoltijo en el alma de los argentinos.
Desfilan luego los Granaderos, los Patricios y los Blandengues. Y lloran emocionados en el “¡Viva la Patria, carajo!” que se repite y rebota desde los balcones.
Esta vez, la historia empieza a cerrar un círculo virtuoso y entonces caen todos los miedos y los fantasmas y los dictadores de la palabra.
La mirada blindada de Magnetto, envuelta en un viejo papel de estraza.
Los que soñaron antes, vuelven a estar despiertos. Los malditos de la historia sonríen desde algún lado.
Jauretche, Manzi, Discepolín, Walsh, Oesterheld, Urondo, Cooke, Nicolino Loche y el Gordo Troilo, Valle y Vallese, integran la Junta Grande.
Las Madres y las Abuelas presiden el Cabildo abierto.
Esa es la Patria de todos. Mal que les pese a los fascistas, gorilas y reaccionarios que espían del otro lado del muro.
No hay olvido. Hay memoria. No hay revanchas. Sólo es amor verdadero.
En este Mayo hay un perfume en el aire y es el anuncio que es tiempo de ir hasta las orillas y recoger todas las botellas que dejó en el mar aquella juventud que trajo a Perón y amó hasta las entrañas a Evita y el Che Guevara.
Arrojada al río una y treinta mil veces. Equivocada, perdida, emboscada en la cuadra del barrio o en el monte. Y en la cita con sus propios errores. Y con su tragedia. Estaqueada y muerta en Las Malvinas. Tanto joven. Tanta vida. Tan ultrajados como los antiguos padres de la Patria. Tan exiliados y asesinados como lo fueron ellos.
Tanta juventud para tanta sangre. Tanta sangre derramada para que Videla, Massera y Martínez de Hoz impusieran nuevamente el país del Centenario.
Esa generación que dio la vida por la Patria es la que dio una Presidenta a la Patria del Bicentenario.
“Tenía que ser una mujer”, diría el poeta Luís Sepúlveda.
“Las mujeres de mi generación florecieron en las calles y en las aulas argentinas, chilenas o uruguayas...bebieron con ganas del vino de los vivos, acudieron a todas las llamadas y fueron dignidad en la derrota. Danzaron lo mejor del vino y bebieron las mejores melodías. Porque las mujeres de mi generación nos enseñaron que la vida no se ofrece a sorbos compañeros, sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias. Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras, artesanas, actrices, guerrilleras, hasta madres y parejas en los ratos libres de la Resistencia. Las arrugas que asoman en sus rostros dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo. No gritan porque ellas derrotaron al silencio. Si algo nos marca, son ellas. La identidad del siglo son ellas.”
Y una mujer es la que escribe: “La política no puede ni debe ser una mera ceremonia de cinismo e hipocresía”
Como si parafraseara en un trazo tan breve como fresco a Mariano Moreno diciendo en su Plan de Operaciones:
“Sería un reo de lesa patria, digno de la mayor execración de mis conciudadanos, indigno de la protección y gracias que ella dispensa a sus defensores…si en nuestra gloriosa insurrección, no me desprendiese de toda consideración aún para con la Patria misma, por lisonjear sus esperanzas con la vil hipocresía y servil adulación de unos pensamientos contrarios”
Es la historia más viva que nunca. Que corre como los ríos. Quizá por eso el Bicentenario se parece más a 1810 que al país dominado por el privilegio en 1910.
No es casual que así ocurra.
Por que en la génesis de Mayo está el horizonte de la nación que los próceres soñaban construir.
Y en este presente vuelven los deseos y los mismos sueños a gobernar.
Esta mirada latinoamericana es la misma de Tupac y de Belgrano, Castelli, Monteagudo, Artigas, San Martín y otros.
El mundo es diferente, nos dirán y… vaya con la noticia.
Pero el país de los argentinos, en esencia, es el mismo. Con sus contradicciones seguirá siendo una nación inconclusa hasta lograr definitivamente consolidar los cimientos de un modelo nacional y popular, donde entremos todos.
Allí está la continuidad del modelo de país que se vino abriendo paso desde el mismo origen de la patria.
La ley de Medios y la Asignación Universal por Hijo es a la democracia lo que la carta a Macri y la orden de bajar los cuadros de los genocidas es a la memoria histórica.
La historia ya pasó el aviso en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001.
Lo que quedaba en pie del pueblo que supimos ser un 17 de Octubre, lanzó el mandoble mayor contra el núcleo del poder financiero y mediático que movía los hilos del país desde el genocidio ejecutado por el terrorismo de estado de 1976. Y contra los políticos que no supieron cortar la hiedra que ahogaba a los sectores medios y los trabajadores.
No se peleó en las calles exigiendo “Que se vayan todos” y portando en el imaginario del cambio apenas una cuestión estética.
El punto de resolución de la madre de las crisis, vendría recién un año y cinco meses después, con la llegada de Néstor Kirchner. Y no dejó de avanzar.
No importa que digan que ni en la Revolución de Mayo ni ahora, se dan las “condiciones perfectas” para profundizar el cambio. Porque los pueblos construyen la belleza con trazo imperfecto.
Y porque Castelli ya no podrá decir “Si ves al futuro dile que no venga”, ahora que esta Patria es el mejor de sus sueños.


Jorge Giles. Miradas al Sur, 23 de mayo de 2010

EN EL PASEO DE LA PATRIA


El llanto emocionado de la Presidenta abrió el Paseo del Bicentenario.
La Patria daba el presente y nadie quería faltar. Estaban todos los que tenían que estar. Ausentes o presentes, estaban allí.
Con la música de los setenta, con Lito Nebbia, Fito Paez y León Gieco, la vida celebraba su victoria una vez más.
Copani, el cantor de los pueblos, brillaba en la multitud.
Desde un costado de la “9 de Julio”, más ancha que nunca, una mujer humilde pintada en canas me sonríe y me dice: “Yo sabía que un día íbamos a volver”
Por el carril central desfilaban los Granaderos a Caballo de San Martín, el Regimiento de Patricios, los Gauchos de Güemes, el Ejército Popular de José Gervasio Artigas. Todos los soldados de la Patria. Los de antes y los de ahora.
Y la mujer miraba, aplaudía y lloraba de emoción.
“¡Viva la Patria, carajo!” me salió gritar. Y ella gritó conmigo.
Sucede pocas veces en la historia de los pueblos.
Y cuando ello ocurre, no hay tiempo que perder ni dudas que ofrecer. Hay que salir al galope a encontrarse con la historia; es decir, encontrarse con uno mismo.
Es lo que viene ocurriendo desde el viernes en el Paseo del Bicentenario y en todas las Plazas y Paseos que a lo largo de la Patria celebran los doscientos años.
Uno camina provincia por provincia y siente ese orgullo de pertenecer a una Nación que le zapatea un malambo en el centro del alma y se desborda en risas y abrazos con todos los que pasan por el mismo lugar.
Pero, ay mi almita, cuando se llega hasta la Carpa mayor de las Madres de la Plaza.
La veo a Hebe aliviando la fiebre de su hijo y su hijo tiene el rostro dolido de Castelli y de Paco Urondo y de todos los hijos y los padres primeros de la Revolución de Mayo.
Sucede pocas veces esta emoción colectiva, masiva, explosiva, alegre, llorosa, alegre siempre.
Dicen que las revoluciones se hacen con muchas y fundamentadas razones, pero si no está la pasión, no hay revolución posible.
Es lo que está sucediendo en los días que corren.
El Centenario de los Martínez de Hoz, Videla y Massera ha quedado atrás. La historia quiso sentarlos en el banquillo de la justicia y allí deberán rendir cuentas ante la verdad y la memoria.
Los ciudadanos presentes en el Paseo del Bicentenario son una metáfora viva de esta Argentina de la Victoria.
Hay abuelos de la Resistencia. Hay padres de los años setenta. Hay hijos de antes, durante y después de la dictadura. Es la Patria en su reencuentro final y definitivo.
Conmueven las mujeres con sus hijos. Conmueven nuestros queridos viejos. Conmueve el aire que se respira.
Es la Patria que llevamos adentro y que esta vez canta con San Martín: “Seamos libres y lo demás no importa nada”
Dijimos antes que esta Argentina de hoy se parece mucho más a lo que fuimos en 1810 que a 1910.
Con sus conquistas sociales. Con asignaturas pendientes. Con dolores y heridas. Con errores y virtudes. Pero la Patria sabe que reencontró la huella cuando Néstor Kirchner descolgó los cuadros de los genocidas y Cristina decidió la Asignatura Universal por Hijo.
Afuera el mundo tiembla. Está de incendio. Está cambiando, aunque no todos sepan lo que sucede.
El conquistador, conquista agrediendo. Y luego cae en el olvido.
El conquistado, se defiende desde el cadalso. Y vive para siempre en la memoria de los pueblos.
Allí desfilan Moreno y Belgrano junto a Castelli, Monteagudo y San Martín.
Al frente va Tupac Amaru. Y todos los pueblos originarios.
Y los cabecitas negras vuelven a mojar las patas en la Plaza. Y los inmigrantes bajan de los barcos y siembran todo lo que somos en este siglo 21.
Pasan las colectividades y las provincianías. Todo sabe a Fiesta de la Patria.
A chamamé, chacarera y milonga surera. No falta nadie.
Una bandera que no termina nunca, abraza a todos. Y miles de pibes parecen acunarla en un regazo de pibes.
Miro hacia arriba y compruebo que era cierto:
Evita nos tira un beso y otro y otro. Y los treinta mil se sacuden el barro y las algas y los peces y nos abrazan y nos abrazan y nos abrazan.


Jorge Giles. El Argentino, 23 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-92023-En-el-Paseo-de-la-Patria.html

viernes, 21 de mayo de 2010

LA CONSAGRACIÓN DE LA PATRIA


Hoy es el día.

Que nadie esté ausente en la ceremonia inaugural de la Semana de Mayo.

Es un día para la historia grande de la patria.

El Paseo del Bicentenario lucirá las mejores galas del orgullo nacional y hay que dar el presente.

Hoy es el día.

Hay que decirle al Virrey Cisneros que su tiempo ha finalizado. Habrá que estar atentos. Pero en alegría.

Que avisen a los patriotas que están reunidos en las barriadas que todo está previsto. Incluso los paraguas por si llega a llover.

Ayer Cisneros tuvo el descaro de exigir el apoyo incondicional a los jefes militares, ante la rebelión criolla en marcha.

Quiere quedarse, pero le contestaron que “nones”.

“Que ni se le ocurra”, bramó Castelli ni bien se enteró, arengando sin descanso, de un lado a otro de la ciudad.

Llegada la noche fueron a verlo nuevamente al Virrey para exigirle que convoque a Cabildo abierto, sí o sí.

Por las dudas, está hecha la convocatoria para ocupar la Plaza.

Este pueblo aprendió desde sus orígenes que sólo movilizado conquista sus derechos. Habrá una Junta patria y sin Virrey, sólo si hoy, mañana y pasado se marcha con lo que se tenga a mano. Pero organizadamente.

Mientras tanto, hay que seguir avanzando en la consagración de la patria.

Hacerlo es recordar que el Gordo Tito Pandolfi hizo la patria a su modo. Y en el tiempo que le correspondió. Fue él quien bautizó con el nombre de “para la Victoria” al Frente que hoy componen miles de mujeres y hombres en esta ciudad. El que llegó una noche a la Unidad Básica de Lugano y anunció que harían un acto con “un compañero de Santa Cruz” y al que nadie conocía hasta ese entonces, que se llamaba Kirchner.

Todo lo que la mala política deshacía, el Tito lo recomponía.

Ese hacedor de sueños, se fue hace cuatro años. Pero no se fue del todo. Sigue en el empedrado de las calles que caminan sus viejos compañeros, hoy más que nunca.

Saber que en la orilla de enfrente, Martínez de Hoz esté preso por delitos de lesa humanidad, es una señal de la historia.

Su apellido brindó el mejor lustre oligarca a los festejos del Centenario, desde el domicilio particular del viejo poder reinante: la Sociedad Rural.

Y hoy, su último estandarte, está preso en una cárcel común.

Parece una metáfora y sólo es justicia.

Que la economía siga creciendo en todos los rubros, es para celebrar.

Que los jubilados bonaerenses hayan recibido un extraordinario aumento es para festejar, aunque escandalice al senador Sanz, como la Asignación Universal por Hijo.

Que la jueza haya acelerado el trámite para realizar el estudio de ADN de Marcela y Felipe, es un fallo a favor de la vida y la verdad.

Que la ley de Medios esté protegida por los ojos de la Corte, es una muy buena noticia.

Que el Mercosur, presidido por nuestra Presidenta, haya relanzado las negociaciones con la Unión Europea, abre un porvenir más que interesante en un mundo en crisis.

Que los Pueblos originarios hayan llegado ayer hasta la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, con sus legítimas reivindicaciones, con sus culturas, con su cosmovisión milenaria y hayan estado allí para que los monopolios mediáticos apenas titulen graciosamente: “caos de tránsito”, es una manera de interpelar profundamente a esos monopolios en el Bicentenario de todos.

La Argentina de hoy se parece más a 1810 que a lo que fuimos en 1910.

Es que el Centenario fue la fiesta de los vencedores de un país para pocos.

Si Castelli grabó en su cañón de combate el nombre de “Tupac Amaru”, en homenaje al gran americano; si el general San Martín en ese alumbramiento exclamó: “yo también soy indio”; si Mariano Moreno, prometía castigar con dureza a quienes ofendieran a un hijo originario de estas tierras, se comprenderá porqué decimos que esta Argentina retoma las banderas de la Revolución de Mayo.

Todo está listo para ser felices. La patria es libre.

Engalanemos con la bandera argentina todas nuestras casas.

Esta vez el futuro depende del pueblo reunido en todas las Plazas y Paseos de la República.

Vamos juntos, que hay lugar para todos.


Jorge Giles. El Argentino, 21 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-91793-La-consagracion-de-la-Patria.html

jueves, 20 de mayo de 2010

VOLVERÉ Y SERÉ MILLONES


"A mi solo me matareis, pero mañana volveré y seré millones"

El que lo grita tiene por nombre Tupac Amarú.

Y a su lado contemplan la muerte que también les vendrá muy pronto, su hijo y su mujer, Bartolina Sisa.

El salvaje colonizador creyó que los mataban para siempre, como también lo creyeron en los campos de exterminio, los genocidas de dos siglos después.

Asesinando, desapareciendo, robando niños.

Destrozado en su cuerpo, entero en su lealtad, Tupac Katari quizá soñó en ese mismo instante que apenas faltaban treinta años para el grito de la Revolución de Mayo en esta parte de América.

Pero él se adelantaba y estaba ahí. Dando su vida por la libertad y por los derechos sociales de los pueblos que representaba.

Así nacen las naciones, siempre. Uniendo el derecho a la libertad con el derecho a ser incluido socialmente.

De ahí venimos.

Y ahí están hoy, entre nosotros, los pueblos originarios, las naciones originarias, los compañeros y compañeras, los hermanos y hermanas, "nuestros paisanos, los indios", con sus banderas, con sus pies cansados, con su historia milenaria a cuestas, con sus propios reclamos, sus legítimas reivindicaciones y sus justas interpelaciones.

Ahí están en la histórica Plaza.

No como algo ajeno al Bicentenario, como algunos creen.

Por que ellos, los que hoy marchan, son también Nosotros. El que nos debemos.

El "Nosotros" mayor que enarboló San Martín llamándolos "mis hermanos".

El "Nosotros" que pronunció Juan José Castelli al pie del Tiahuanaco.

El "Nosotros" que escribió y sostuvo Monteagudo desde Chuquisaca tempranamente.

El "Nosotros" de Manuel Belgrano y Mariano Moreno.

Que hable de una vez José Gervasio Artigas junto a su compañero lugarteniente, Andrecito Guayquiraró, gobernador guaraní de las Misiones.

Que hable Juana Azurduy, peleando junto Martín Miguel de Guemes y a la que sus hermanos, los indios, llamaban "la Pachamama".

De allí viene el "Nosotros" de la Patria despojada.

Es esa unión la que hay que restablecer.

Desde el antiguo mandato que dejó aquel grito emancipador, desgarrado y libertario.

Desde entonces fue el mandato de una historia quebrada, mancillada, masacrada, para los pueblos de América.

Un mandato para construir la Patria india, criolla, mestiza, morena, inmigrante, que seguimos siendo. Pese a quien pese.

Conmueve saber que más de un siglo y medio después, Evita volvió a decir: "Volveré y seré millones".

La palabra se alza nuevamente y se hace ver y oír en este Bicentenario.

La Corte Suprema de Justicia así lo sostiene en el fallo de ayer, admitiendo el recurso extraordinario presentado por el Poder Ejecutivo para que se aplique la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Esta vez los antiguos y modernos inquisidores no parecen tener la última palabra.

Y como la historia entró en tiempo de descuento, del lado de la justicia, ayer también la Cámara Nacional de Casación rechazó todas las mañas y artimañas que pretendían evitar los estudios de ADN para determinar el origen primero de Marcela y Felipe, los hijos adoptados por Ernestina Herrera de Noble.

Es la Revolución del Bicentenario. Con todas sus raíces culturales a flor de piel.

Sin excluidos, sin hijos apropiados, sin monopolios, sin prepotencias. Es nuestra manera de empezar a recoger la botella o la tinaja que contenga el sumak kawsay, el buen vivir de nuestros pueblos antiguos.

No para caer en la tentación de la moda pasajera, de la observación rutinaria del que cree saberlo todo, del estudioso de las cosas en estado de olvido eterno.

Por el contrario, para que ese arte del buen vivir de aquellos y de estos pueblos, nos enseñen a valorar otra forma de vivir la vida. Más bella, más cuidadosa de la madre tierra, más digna y honrada.

Quienes fueron escondidos en el Centenario o puestos en la vidriera de lo "salvaje y domesticado", hoy llenarán las calles de la gran ciudad haciendo oír sus voces en entera libertad.

Esta vez, la patria somos todos.



Jorge Giles, El Argentino, 20 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-91627-Volvere-y-sere-millones.html

miércoles, 19 de mayo de 2010

EL DERRUMBE DEL VIEJO MUNDO

“Cuando la época cambia, uno debe cambiar con ella, a menos que sea tan importante para lograr cambiar la época”

Quien así hablaba, estaba celebrando su amistad y admiración para con el presidente Lula.

Los mandatarios europeos se miraban de reojo disimulando apenas el asombro ante la férrea unidad sudamericana.

Esa mujer que abrió y cerró la Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe, es la Presidenta argentina, llamando a la reflexión frente al derrumbe del pensamiento único y el mundo unipolar.

Llamó al diálogo, no a la confrontación. A que puedan aprender a ser socios y no eternos clientes. A mantener y profundizar el debate sin prejuicios ni dogmatismos que allí habían logrado, europeos y latinoamericanos.

En la mejor de todas las Cumbres, según el canciller Taiana.

No tomó de las solapas al funcionario inglés que con toda soberbia se negó a debatir sobre la soberanía en nuestras Malvinas. Por el contrario, le brindó una clase de civismo y buenas costumbres a la hora de interpelarlo a aceptar el llamado de las Naciones Unidas para sentarse a dialogar sobre la soberanía de las Islas.

Mal acostumbrados a naturalizar el doble estándar, el inglés habrá bufado cuando la representante de toda América Latina en esa Cumbre, le señaló respetuosamente que esa historia se terminó.

Lo que es aplicable a los países considerados débiles, con más razón lo será para los poderosos países que se creen con derecho a burlar el derecho internacional.

Argentina y Brasil expresaron con su activo protagonismo que el nuevo mundo deberá forjar nuevos instrumentos para reemplazar a aquellos que se demuestran perimidos y anacrónicos.

Algo así como valerse de la crisis para que la crisis no se valga de nosotros.

Es posible que Cristina Fernández de Kirchner repasara las ideas de nuestros próceres antes de abordar cada mensaje.

Allí estaba a su lado Manuel Belgrano, apuntando:

“El modo más ventajoso de exportar las producciones superfluas de la tierra es ponerlas antes a obra o manufacturarlas. La importación de mercancías que impide el consumo de las del país, o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de su cultivo lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación. La importación de las mercaderías extranjeras de puro lujo en cambio de dinero, cuando este no es un fruto del país, como es el nuestro, es una verdadera pérdida para el estado”

Como si hablara Belgrano en plena Cumbre madrileña, Cristina anunció que “el mundo ya cambió y cambió muy fuerte y el problema que tenemos es que las instituciones globales que fueron pensadas para un mundo en el cual el temor era el holocausto nuclear, era un mundo bipolar, como quedó luego de la segunda guerra mundial, fueron funcionales a ese mundo, pero hoy no dan debida cuenta de este nuevo mundo multipolar donde ya no solamente hay conflictos ideológicos en los términos de lo que podemos conocer como la Ilustración o el Racionalismo del siglo 19 y 20, han dado lugar a otros conflictos más profundos que acompañan también profundamente las transformaciones económicas y sociales que se han producido en la última mitad del siglo 20 y en lo que va del 21, más aceleradas que tal vez en ningún otro momento de la historia”

La vieja división internacional del trabajo impuesta por un grupo de países sobre otros, demostró su agotamiento.

Decía Belgrano, instando a cambiar la vida: “Se han elevado entre los hombres dos clases muy distintas; la una dispone de los frutos de la tierra, la otra es llamada solamente a ayudar por su trabajo la reproducción anual de estos frutos y riquezas o a desplegar su industria para ofrecer a los propietarios comodidades y objetos de lujo en cambio de lo que les sobra”

América del Sur fue expoliada por más de 500 años. Y no obstante, sigue siendo el continente del futuro.

Suyas son las mayores y mejores fuentes de energía, de alimentos, de agua, de recursos naturales en toda su diversidad, de conocimiento y capacidades humanas extraordinarias.

Enhorabuena: el futuro está entre nosotros.


Jorge Giles, El Argentino, 19 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-91463-El-derrumbe-del-viejo-mundo.html

martes, 18 de mayo de 2010

MORENO, EL PATRIOTA INCORREGIBLE


La Cumbre entre la Unión Europea y América Latina ha comenzado a tambor batiente.

En las calles de Madrid, los trabajadores se manifiestan con sus parches y consignas contra los planes de ajuste neoliberal implementados en Grecia, España y otros países europeos.

No son argentinos. Son españoles made in “Argentina 2001”.

Habla nuestra Presidenta y uno siente orgullo de su identidad nacional.

Cristina, con palabras adecuadas para la ocasión, dice: Hay que cambiar la medicina para enfrentar estas crisis. Hay que cambiar de modelo. No hay que ajustar siempre a los que menos tienen ni despedir a los trabajadores. Hay que superar de una vez el sistema injusto impuesto por el FMI y la cría predadora del Consenso de Washington.

Cerramos los ojos y pareciera que estamos en 1810.

De pronto, Mariano Moreno pide la palabra y agrega:

“Los pueblos deben estar siempre atentos a la conservación de sus intereses y derechos y no deben fiar más que de sí mismos. El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámosle en buena hora, aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su industria y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a manos llenas; pero miremos sus consejos con la mayor reserva y no incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes que se dejaron envolver en cadenas, en medio del embelesamiento que les había producido los chiches y coloridos abalorios. Aprendamos de nuestros padres y que no se escriba de nosotros lo que se ha escrito de los habitantes de la antigua España con respecto a los cartagineses que la dominaron:

Libre, feliz, España independiente

Se abrió al cartaginés incautamente:

Viéronse estos traidores

Fingirse amigos, para ser señores;

Entrar vendiendo para salir mandando”

Cristina sigue en ese rumbo y afirma:

“Hay que ver la historia completa y no como fue hasta ahora donde los únicos culpables de proteccionismo éramos los países emergentes, acusados por los países ricos que buscan concentrar más riquezas, mientras nosotros sólo buscamos que haya menos pobreza para nuestros pueblos”

Estamos en las vísperas del Bicentenario patrio y se nota.

Los colonizadores de allá y los colonizados de acá, hubiesen preferido una presidenta que diga a todo que sí ante los ajustadores, que no desentone con los presidentes serios de los países serios, esos que rebajan salarios y jubilaciones.

Que no apoye a Baltazar Garzón como lo hizo ayer.

Que se parezca más a Rivadavia que a Moreno.

Pero somos incorregibles.

Es la hora de los pueblos, mal que les pese a los monopolios.

La derecha se mueve por otros andariveles, como lo hizo siempre.

El senador Sanz aclara que cuando dijo que “la Asignación Universal por Hijo favorece el consumo de droga y el juego”, “lo sacaron de contexto”.

Los patrones rurales amenazan con empañar los festejos del Bicentenario llevando sus odios a las rutas; explican que lo harán “en defensa de sus intereses” y que cualquier otra interpretación está “fuera de contexto”.

Los grupos que amenazan con imitar a los ruralistas, boicoteando los festejos populares del Bicentenario en plena Av. 9 de Julio, solicitan de antemano que no saquen “fuera de contexto” el boicot que programaron contra el gobierno.

Atentarán contra un pueblo que quiere ejercer el derecho de festejar el cumpleaños 200 de la Patria.

La causa de espionaje que está incendiando política y judicialmente a Mauricio Macri, las últimas declaraciones de Chiche Duhalde contra “el matrimonio gay”, las afirmaciones inhumanas de Carrió que implosionaron el interior de la Coalición Cívica, todo fue publicado “fuera de contexto”, de acuerdo a las opiniones de sus protagonistas.

¡Vamos!

Los argentinos ya están maduros para saber apreciar y despreciar lo que se dice.

Esos opositores tienen una sola razón que los asiste:

Por propia decisión, están afuera del contexto histórico que hoy vive el pueblo argentino.


Jorge Giles. El Argentino, 18 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-91324-Moreno-el-patriota-incorregible.html

lunes, 17 de mayo de 2010

CON LOS PIBES NO SE METAN


El jefe del radicalismo, el senador Ernesto Sanz, acaba de ofender a todas las familias humildes de la Argentina y en particular, a los pibes beneficiados por el derecho de la Asignación Universal por Hijo. Sostuvo que ese nuevo derecho social “es utilizado para favorecer el mayor consumo de drogas y el juego”. Está en algunos diarios de ayer y fue tapa del flamante “Tiempo argentino”. Léalo de nuevo para no olvidarlo. Una verdadera cuchillada trapera contra los más pobres y vulnerables de este pueblo. Una ofensa sin par. Sólo comparable a los clásicos de la reacción más fascista de la historia reciente. Ejemplo: “Los pobres utilizan el parquet de las casas que les da el gobierno, para hacer leña para el asado”. A días de conocerse un profundo estudio del Conicet y otros institutos científicos que dan cuenta del impacto ampliamente positivo en el crecimiento de la matrícula escolar y la caída de los niveles de pobreza e indigencia al mismo lugar que se tenía en 1974, el senador radical declaró su profundo odio de clase contra los pobres. Pocas horas después de cometer semejante violencia verbal, Sanz participó de un acto partidario con parte de los restos de la Alianza radical que huyó en helicóptero en el 2001. En Mar del Plata, Ernesto Sanz, Margarita Stolbizer, Ruben Giustiniani y otros dirigentes políticos y sindicales, proclamaron, sin vergüenza alguna, que eran la nueva progresía de la política criolla. Todos serán cómplices por omisión de esta canallada contra los pibes si no se desvinculan de inmediato de la ofensa proferida por Sanz. De esas ofensas, no se vuelve nunca. Es cierto que la derecha ya no tiene posibilidades políticas para unir fuerzas en una nueva Alianza radical, o en un Pro en estado de emergencia judicial y prontuario policial, o en un pejotismo feudal con Duhalde a la cabeza. Mucho menos de conformar una suerte de “Unión Democrática” que atente contra los intereses populares que expresa el Gobierno nacional. Pero tiene esta posibilidad de daño moral. De ofender e injuriar. De provocar todo el tiempo. De tender emboscadas. Allí están para comprobarlo Sanz y los diarios domingueros. Son un remedo de “partes de guerra” del monopolio mediático. Todo es odio y crispación en las plumas de los escribas de Clarín y La Nación. Buscamos con lupa algún argumento serio para analizarlo, reflexionar y compartirlo o refutarlo, pero es imposible. Volcaron hace rato pero ahora ya ni lo disimulan. Inventan conspiraciones y amenazas tan burdas que no merecen consideración alguna. El procesamiento judicial a Macri, el apoyo que le brindaron al procesado, Sanz, Francisco De Narváez y Eduardo Duhalde, la unión y desunión inmediata de un sector que presume de “progresista” en el Parlamento, la decisión de Duhalde de no participar en la interna del justicialismo, el nuevo renunciamiento de Reuteman y las graves denuncias que pesan sobre su paso por la gobernación santafesina ordenando que los bomberos retiren los archivos de la dictadura, son algunos de los títulos que ayer dejaron. Hoy es un día paradójico para el recuerdo. El 17 de Mayo es el Día Mundial de las Telecomunicaciones, el Día de la Sociedad de la Información, el Día de Internet. Salgamos entonces por los parques y las calles a hablar con todo el mundo que la Ley de Medios ya está pronta a ser liberada. El miércoles 19 la Corte Suprema dará a conocer su fallo respecto al secuestro de la Ley mayor de la democracia en manos de la justicia procesista de Mendoza. Allí, en la puerta de los Tribunales, estaremos todos aguardando con la esperanza intacta. Hoy también se recuerda el día en que empezó el juicio por el escándalo de Watergate y que le costara la renuncia al presidente conservador de los EE.UU., Richard Nixon. Picardías y paradojas de la historia. Unos crearon los instrumentos para comunicarnos y el republicano Nixon se encargó de pincharlos a través de sus espías y funcionarios. Así les fue. El macrismo debería recordar ese final.


Jorge Giles. El Argentino, 17 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-91151-Con-los-pibes-no-se-metan.html

domingo, 16 de mayo de 2010

LA REVOLUCIÓN DE MAYO DESEMBARCA EN ESPAÑA

PANORAMA POLÍTICO
Cuando Cristina y Néstor Kirchner lleguen a España para participar de la Cumbre de la Unión Europea con América Latina y el Caribe, sentirán la extraña sensación de haber entrado en el túnel del tiempo.
No será precisamente para disfrutar del futuro prometido por los llamados países desarrollados, sino para volver al peor momento de nuestro pasado latinoamericano.
Escucharán los sollozos y suplicios de los gobernantes intentando fundamentar los “megacanjes” en su adaptación europea y en consecuencia convencer del paraíso prometido para el día después de entrar a ese círculo del infierno, que es la receta del FMI: rebaja de salarios y jubilaciones, despidos masivos, etc.
Luego de soportar el viscoso discurso delarruista en su versión española, asistirán al escarnio falangista contra el dignísimo Juez Baltasar Garzón, acusado de “prevaricato” por rescatar del olvido a los centenares de miles de crímenes de lesa humanidad, cometidos por la dictadura franquista.
La derecha atrasa los relojes en todo el mundo. En nuestro país, desde la presidencia de Néstor Kirchner, son millones los ciudadanos argentinos pasibles de ser condenados por “prevaricato”, empezando por el mismo Kirchner y la actual Presidenta, quienes contra las leyes de Obediencia Debida, Punto Final e Indulto, removieron igual los obstáculos que impedían llegar a la verdad y hacer justicia, con la misma voluntad humanista y generosa que en España ejerció Garzón.
El absolutismo neoliberal de la vieja Europa sigue mostrando dónde está la civilización y dónde la barbarie.
Aún con la crisis financiera y política más grave de la historia moderna, con epicentro en Wall Street, los herederos dilectos del Consenso de Washington no amagaron siquiera en revisar sus anacrónicas fórmulas.
Por el contrario, parecieran estar reconfigurando nuevamente el mundo, entre ganadores y perdedores, desarrollados y subdesarrollado y claro, la parte del león se la siguen llevando ellos; los que irrumpieron con Videla, Martínez de Hoz y Cavallo en estas comarcas y con Reagan- Thatcher y los Bush a escala imperial.
La historia no se repite, pero que se parece a sí misma, seguro que sí.
En 1810, para esta fecha aproximadamente, la incipiente revolución democrática burguesa española, había sido derrotada y Fernando VII encarcelado. Las provincias hispánicas del Río de la Plata, ni lerdas ni perezosas, aprovecharon la ocasión para lanzar su Grito de Libertad. Ese grito cubrió de luz a toda la América Latina.
Cuando el absolutismo se valió del precoz menemista Fernando VII para liberarlo y restaurar el dominio del viejo orden conservador, ya era tarde.
La América hispana decidió declarar su definitiva Independencia.
Ya no están entre nosotros ni Mariano Moreno, ni Castelli, ni Monteagudo, ni Belgrano ni San Martín ni Artigas. Pero ahora que el absolutismo fondomonetarista posó sus garras sobre Grecia, España y Portugal, amenazando caer sobre todos quienes en el planeta osen desconocer sus tablas, serán los presidentes de América Latina, los de la UNASUR, los que asumirán el rol que históricamente le correspondió al nuevo mundo que somos.
No hay excusa para la duda.
La derecha, atendida por sus propios dueños, se muestra tal cual es; en Buenos Aires, en Berlín y en Madrid.
El procesamiento judicial a Macri es la mejor metáfora para describir el cuadro de situación de la oposición conservadora.
Se cae a pedazos la única fortaleza real de la que disponía para exhibir en la vidriera pública, las presuntas ventajas que ofrecían, en contraposición al modelo de desarrollo con inclusión social que preside el gobierno nacional.
Terminan acusados de conformar, no un modelo alternativo, sino apenas una asociación ilícita dedicada a espiar a los propios vecinos de la ciudad que gobernaban.
Grave, muy grave. Tanto que aún en el hipotético caso que Macri y sus ministros puedan zafar de la prisión, difícilmente logren escapar del verdadero escándalo político que el desarrollo de la causa judicial les significa.
La justicia golpeó el centro de gravedad del dispositivo de la derecha opositora. En consecuencia es previsible que las ondas expansivas de la implosión macrista afecten al conjunto del espacio opositor del mismo o semejante signo político.
Mientras Cristina anuncia un Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial y Néstor Kirchner convoca y unifica el más amplio espacio social para fortalecer el proyecto político gobernante, Macri empieza a recorrer estudios jurídicos para evitar su prisión.
Esa y no otra es la medida de análisis para entender la dimensión del actual cuadro de situación.
¿Qué hará de acá en más el pejotismo disidente en su más amplia expresión? ¿Seguirán sosteniendo la buena vecindad con Macri y los planes compartidos a futuro con el todavía jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires?
La fotografía que mostraba brillantes y sonrientes a Felipe Solá y Francisco De Narvaez rodeando a Macri no es de color sepia. Es muy reciente para mandarla al archivo.
La especulación política que se hacía desde las tiendas duhaldistas sobre un futuro compartido, así como la unidad opositora estimulada por el grupo "Clarín" en el vano intento de amontonarlos a cualquier precio contra el gobierno, son parte de los diarios de la semana pasada, no del siglo pasado.
Ahora, todo es penumbra e incertidumbre.
La realidad acomoda las fichas de esa oposición pero desarmándolas continuamente. Lo que provoca un constante desgaste y una persistente atomización, regada una y otra vez por los reiterados renunciamientos de otro de los mastines desdentados de ese espacio, Carlos Reuteman.
“Hoy empezamos a construir la victoria del 2011”, sentenció Kirchner en Río Gallegos.
Es que si a la derecha ya no le alcanza con ejercer su poder económico y mediático para disciplinar la sociedad, los sectores populares aprendieron que las victorias, como el poder, se construyen desde el pie, día a día.
No hay más asalto al cielo. Por eso sigue amaneciendo.



Jorge Giles. Miradas al Sur, 16 de mayo de 2010

CUESTA ABAJO EN MI RODADA

El tango se llama Cuesta abajo. Lo canta Carlos Gardel, el Zorzal criollo, nuestro gran mito nacional.
Se adelantó a su tiempo junto a Alfredo Le Pera, el poeta que le ponía palabras a sus melodías para terminar siendo entre ambos, las alas de un mismo pájaro cantor.
Hay que hacer volar la imaginación, ya que hablamos de pájaros, para entender la melancolía de la ciudad en este domingo de mayo.
Y hay que leer los diarios de la mañana para advertir la noticia que sacude hasta el último rincón de Buenos Aires, que la estremece de miedo, la llena de vergüenza y de zozobra, la deja casi huérfana y con un bache que no tiene arreglo por lo que se lee.
Estamos hablando, claro está, del procesamiento judicial al jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri.
Un juez empieza a comprobar que las denuncias sobre el espionaje a vecinos de la ciudad y sus alrededores, tienen bases ciertas y comprobables. Y que uno de los partícipes necesarios de la asociación ilícita se llama Mauricio Macri.
Asociado a su amigo y dependiente fiel, el ex jefe de la nonata policía metropolitana ex comisario Fino Palacios, al espía Ciro James, al ex ministro de educación Narodowski y otros miembros afines para pinchar teléfonos y escuchar, por ejemplo, a los familiares de las víctimas de la AMIA, uno de los peores atentados terroristas en la historia argentina.
Usted se estará preguntando:
¿Renunciará al cargo?
¿Se despedirá de la candidatura presidencial para el 2011?
¿Dará al menos un paso al costado solicitando una licencia sin goce de haberes hasta demostrar que todo es una burda mentira?
“Conoceréis a los hombres de buena voluntad por su temple en las desgracias”, dice un proverbio de la antigüedad.
Si así resulta cierto, Macri seguro que responde a estos tres interrogantes que se hacen por estas horas los ciudadanos de a pie, con un rotundo “sí” y solamente “sí”. Demostraría entonces que no se hace la víctima como algunos le enrostran, sino que es una víctima en serio de alguna conjura cósmica que lo eligió como blanco.
Pero si tal como preanuncia, responde a todo que “no”, que no renunciará, que no abandonará ninguna candidatura y tampoco pedirá licencia para entrar libre de ataduras al campo de batalla contra los feroces leones que lo atacan, entonces, agarrate Catalina de Buenos Aires, porque esos buenos muchachos que mencionamos, realmente están en graves problemas.
Si este es el escenario que elije el jefe de gobierno porteño, será como verlo al mismísimo Satanás, a Drácula, a Frankestein y al Petiso Orejudo, todos juntos, queriéndonos hacer creer que son víctimas de sus propias víctimas.
Cierre los ojos y véalos cantar en un show montado para la ocasión por el Grupo Clarín, los versos más versos que nunca, del tango Cuesta abajo:
“Si arrastré por este mundo, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser, bajo el ala del sombrero cuántas veces embozada una lágrima asomada yo no pude contener…Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas ya no las puedo arrancar, sueño con el pasado que añoro, el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá…”
Es tan burda la maniobra de victimización y politización de un hecho que es claramente delincuencial, que cada aparición pública de algunos de los acusados, sólo refuerza la idea de la culpabilidad.
No hay peor inseguridad que la que viene del Estado, en cualquier parte que sea. Y ese es el temor de los porteños por estas horas. Saber que el jefe de la ciudad también formaba parte de la red de espías donde cotizaban sus subordinados.
¿Se acuerda lo que decía Macri en la plataforma del Pro para el 2007 hablando de la seguridad?
Repasemos juntos una columna del diario La Nación, del miércoles 12 de julio de 2006:
“La seguridad es otro de los puntos fuertes. El Pro pide promover juicios sumarios para casos de flagrancia y juicios por jurados para algunos delitos. Impedir la permanente tendencia a facilitar las excarcelaciones”
¿No estaría bueno hacerlo ahora?



Jorge Giles. El Argentino, 16 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

EL RETORNO DE LOS ABSOLUTISTAS

Arde España. Arde Portugal. Arde Grecia. Arde Europa.

Y el neoliberalismo sigue lavando sus culpas, no con agua bendita, sino con nafta.

Vaya contando sus víctimas recientes y reflexionemos juntos.

Primero cayó Argentina, en el 2001; luego Wall Street y sus comarcas aledañas; detrás cayó Grecia y ahora es el turno de España y Portugal.

Aprendimos que la historia no se repite, pero nos asombra el parecido entre etapas tan diferentes.

De 1810 al 2010 hay algo más que 200 años de historia, de un lado y otro del océano.

¿Se estará cerrando un ciclo de la humanidad y estaremos a las puertas de un ciclo nuevo?

Si fuese así, se explicarían mejor los ruidos que emanan del antiguo orden en su caída y los vientos esperanzados que soplan en América del Sur.

Un nuevo mundo es posible, es necesario y, en medio de dolores, quizás ya esté entre nosotros.

El Bicentenario vale y merece una reflexión colectiva y horizontal.

Hace dos siglos los absolutistas y conservadores del viejo poder español, apresaban a Fernando VII, creando condiciones óptimas para que los Virreinatos del nuevo continente pudieran rebelarse y proclamar su primer Grito de libertad.

La Revolución de Mayo se puso en marcha en nuestras tierras de la mano de patriotas como Mariano Moreno, Juan José Castelli y Manuel Belgrano

Era el comienzo de una Revolución democrática en toda América, continuando y profundizando las conquistas sociales y libertarias de aquella España liberal invadida por Napoleón.

Muy pronto, el despotismo conservador consolidaría el poder en el viejo continente a través de un “menemista” precoz en Hispanoamérica: el mismísimo Fernando VII.

Lo cierto es que hace doscientos años, la restauración conservadora amenazaba al nuevo mundo con castigar muy duramente a quienes no aceptaban el dominio de las viejas ideas absolutistas.

El mensaje fue muy claro: todo el mundo a tributar para la corona, se terminó la fiesta libertadora para las Américas, las colonias volvían a ser colonias, dinero y comercio para unos pocos, hambre y destierro para los muchos.

Doscientos años después, el presidente español Rodríguez Zapatero inclina la testa de su gobierno democrático ante el feroz acoso del FMI y los llamados países centrales de la rica y vieja Europa.

Si los absolutistas del siglo 19 impusieron la vuelta de la Corona en la peor de sus versiones coloniales, hacia adentro y afuera de la península, la expresión moderna de ese absolutismo lo configura hoy el neoliberalismo más salvaje.

Zapatero ha caído preso de ese capitalismo depredador, como preso cayó Fernando VII en su tiempo.

Salvando las distancias, hoy el mundo vuelve a debatirse en una encrucijada semejante.

O triunfa el absolutismo fondomonetarista de salvar a los bancos y hundir a las naciones y sus pueblos, o se consolida el grito emancipador de Mayo, profundizando una democracia donde entremos todos.

O triunfa el plan de ajuste con sus secuelas de desocupación masiva, rebaja de salarios y jubilaciones, recorte brutal del mal llamado “gasto público”, o se avanza en un modelo de matriz productiva, de mano de obra agregada, industrial, moderna, con una educación que responda el siglo 21 y no a los nobles del siglo 19.

El Bicentenario nos está dando una severa lección: los absolutistas, en todo tiempo y lugar, nunca se van solos del campo de batalla.

Hay que correrlos por vía de la superación de ideas.

A menor educación, más educación. A menos salud pública, más salud. A menos cultura, más cultura. A menos trabajo y producción, más desarrollo e inclusión social. A menos Estado, más y mejor Estado. A menos soberanía, más pueblo y nación.

La inminente Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe será una ocasión histórica para el debate de esta pugna bicentenaria.

Si el Grito de la Independencia en 1816 fue la respuesta patriótica al primer absolutismo, las voces de la Unasur representadas por Néstor Kirchner y los presidentes suramericanos, expresan la respuesta de este nuevo tiempo latinoamericano.


Jorge Giles. El Argentino, 14 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-90853-El-retorno-de-los-absolutistas.html

jueves, 13 de mayo de 2010

DE ATENAS A LINIERS, IDA Y VUELTA

O de la tragedia a la farsa. Punto.

Perdón por el trazo apurado.

Escribimos estas líneas entre los piquetes. Arden las pantallas del grupo Clarín y otros monopolios.

“El piquete es una fiesta”, dice Magnetto. Son 50 pero parecen millones en la tele.

La derecha aprieta al gobierno por no reprimir y enfoca sus cañones contra… ¡los que apuran el paso levantando el peaje!

Solanas se abraza en un acto con dirigentes sindicales de Luis Barrionuevo.

En el mismo lodo, todos manoseados.

El “Grupo A”, al palo contra el gobierno. La progresía extraviada se desespera para recibir aunque más no sea un rasguño y poder así victimizarse.

Esta vez no salimos a interpelar a quienes cortaron nuevamente las calles por donde transitan miles de personas que van a trabajar o a estudiar.

Queríamos escuchar qué cosas dicen y preguntan los ciudadanos varados por los cortes.

En General Paz y Rivadavia, una joven les preguntó muy seriamente: “¿Ustedes están solidarizándose con los griegos y con los españoles, verdad?”

El joven la miró desconcertado, sin poder responder.

Otro señor indagó: “¿Ustedes son de la Mesa de enlace de Biolcatti y Buzzi?”

Tampoco hubo respuestas.

Quizás estas dos preguntas hayan sido las expresiones más cordiales que escuchamos en el par de horas transitadas ayer por los lugares de corte.

Y las más elocuentes, en tanto expresan el absoluto descuelgue de quienes realizan cortes en un país que gradualmente viene saliendo de la encrucijada fatal impuesta por el neoliberalismo hasta el 2003.

Los que hacían oír las voces más indignadas eran los laburantes.

“Dejame ir a trabajar, hermano, ahora que tengo trabajo”.

Estos cortes son una farsa de la tragedia vivida por los trabajadores y desempleados en tiempos del menemismo.

Aunque duela, vale hacer memoria para aprender de la historia reciente.

La noche del 17 de abril de 1997, Carlos Auyero, un ejemplo de militante de la democracia, pronunciaba sus últimas palabras en el programa de Mariano Grondona, discutiendo con un funcionario entonces menemista y ahora diputado del Grupo A: “Los trabajadores que cortan la ruta en Cultra-Co, no quieren destruir el sistema, sino entrar en él”

Eran los tiempos de nuestra propia tragedia griega.

Aunque faltaba el remate final de la Alianza radical de Fernando de la Rúa, ejecutando tempranamente lo que hoy, ahora, en este mismo instante, el FMI está ejecutando en Grecia y en España.

Los planes de exclusión generan a menudo la reacción popular de las mayorías que buscan no quedar afuera del mundo, de la vida, del trabajo, del pan.

Pero con un modelo de inclusión social los trabajadores participan libremente, apoyan las conquistas alcanzadas y en ese marco, es justo que tengan razones para protestar, mejorar y profundizar las mismas.

Eso sí, nunca harán nada contra la experiencia que construyen día a día desde el pueblo que ellos son.

No será por afuera de esas experiencias populares que se construirá un futuro mejor.

Por eso vale una pregunta esencial: ¿Contra qué plan de ajuste, rebaja salarial y privatizaciones protestan los “cortadores de ruta” en este presente de creciente inclusión social?

La única verdad es la realidad. Y habla por ella misma:

La Presidenta anunció el descongelamiento de las vacantes en la Administración Pública, en su primera etapa. Más y mejor trabajo para todos.

Se acaba de conocer un trabajo de investigación del Conicet y otros centros de estudios dando cuenta, científicamente, que las placas sociales que conforman el país han vuelto a moverse desde la Asignación Universal por Hijo, indicando que la Argentina es el país más igualitario de América Latina, con una caída vertical de los niveles de desempleo, pobreza e indigencia.

Todos los indicadores señalan nítidamente la línea ascendente en la recuperación de los trabajadores y de los sectores más humildes y castigados durante el dominio neoliberal.

Si de verdad es la hora de los pueblos, no habrá corte que la pueda detener.



Jorge Giles. El Argentino, 16 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-90666-De-Atenas-a-Liniers-ida-y-vuelta.html

miércoles, 12 de mayo de 2010

MUGICA Y LA CONDICIÓN HUMANA


La voz de la Presidenta sonó calma y emotiva al mismo tiempo, cuando dijo:

"Y quiero darles las gracias por no dejarse vencer ni subordinar culturalmente; hay que ser muy inteligente para pensar por uno mismo y no por lo que le dicen o le cuentan desde un medio de comunicación o desde los grandes monopolios concentrados"

Quizá en esas palabras está la esencia de la condición humana por la que hoy seguiría batallando el Padre Mugica.

Las causas populares, dicen, se miden por estos valores que trascienden una coyuntura y transforman la realidad para mejorar la vida de la gente.

La Presidenta encabezó el homenaje al Padre Mugica en la Villa 31, a 36 años de su asesinato.

Sentimos que hay que dejar testimonio de estas vivencias, como Mugica seguramente hubiese reclamado.

Temprano, los vecinos fueron saliendo de sus casas con la cara llena de sonrisas.

Sabían que era un día de fiesta para las familias, para la historia de lucha y arraigo de la Villa.

Por primera vez una Presidenta de la Nación visitaba el barrio y había que engalanarlo con banderas de bienvenida.

Se destacaban las que lucían el rostro del Padre Mugica.

Eran centenares de paños impresos en manos de los vecinos.

Una bandera más grande rezaba: "Cristina: llegó la hora de los pueblos".

Volvimos a caminar por esas calles y las emociones se mezclaban con el clima de fiesta que reinaba.

Pero de esas fiestas pueblerinas, puras, sencillas, alegres, casi pudorosas.

No había pared que no haya sido pintada con el nombre de Mugica y Cristina.

Un par de horas antes que llegue la Presidenta, desde adentro de la Capilla Cristo Obrero, se escuchaba una melodía tan dulce que invitaba a pasar.

Envueltos en una whipala, la bandera de los pueblos originarios, unos jóvenes del barrio tocaban acompañados de guitarras, charangos, quenas y bombos legueros, la Marcha Peronista.

No sonaba con euforia, tampoco con tristeza.

Era, si se nos permite, el trazo de una melancolía bellamente alegre.

Con el correr de las horas, la Villa fue cubierta de niños por todos los rincones.

De a poco se fueron animando los más jóvenes a trepar a los árboles para observar mejor el paso de la Presidenta, luego de finalizada la ceremonia en la capilla.

Cada frase de Cristina era festejada afuera y adentro, con mucha emoción.

Cuando finalmente salió a la calle, una voz de mujer bien de pueblo, hizo vibrar el aire y las almas con un grito potente y emotivo: "¡Aguante nuestra Presidenta!"

Todos repitieron el "aguante Cristina" y aplaudieron, estirando las manos para tocarla y saludarla.

Un viejo vecino me muestra una vieja revista que escondió durante la dictadura y que en su nota principal titulaba:

"REPORTAJE AL PADRE CARLOS MUGICA".

"Léala amigo, léala, así hablaba el Padre Carlos".

Y leo:

"Padre, ¿por qué viajaron ustedes a buscar al general Perón?

Con el padre Vernazza sentimos que teníamos que estar presentes precisamente porque somos sacerdotes, porque no se trataba simplemente de un hecho político sino de un hecho histórico…Queremos que se superen los innumerables problemas que padece nuestro pueblo: desocupación galopante, un millón y medio de hermanos nuestros que no tienen trabajo, situaciones irritantes de injusticia... un estado de postración nacional…Una de las alegrías más grandes fue que una señora de unos 50 años, de la villa, me dijo: "Los pobres también estábamos en el avión porque estaba usted".

¿Qué cosas del viaje recuerda que lo hayan impresionado?

El dialogo con el doctor Cámpora, por quien yo tengo un enorme respeto. Ha sido una herramienta fundamental en el regreso del general Perón. Yo creo que Cámpora empieza a ser reivindicado, pese a la campaña realmente desleal y deshonesta que se ha llevado contra él desde los medios de difusión"

Mugica terminaba el reportaje resaltando el espíritu generoso del pueblo en contraposición al ánimo revanchista y de odio de los sectores privilegiados.

Esa condición humana es la que se celebró ayer.

Y tenía que ser allí, donde habitan los más humildes.



Jorge Giles. El Argentino, 12 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/nota-90530-Mugica-y-la-condicion-humana.html