martes, 31 de marzo de 2009

EL SUR TAMBIÉN EXISTE

Usted, como yo, como tantos, por momentos, no paramos de girar en el aire preguntando por la próxima estación para poder bajar a estirar las piernas y tomarnos un respiro bien ganado. Las noticias se suceden con un ritmo enloquecedor. Y lo es, seguramente, si la que nos informa es la televisión del desencanto, la del “se pudre todo”, la del “otro lunes negro en las bolsas del mundo”, la del “se caen las gigantes automotrices”.
Me enfermo de dengue a cada rato. Me muero asesinado en una esquina cualquiera. Me cobran retenciones a la esperanza. Me descubren la soja que no tengo ni quiero tener escondida en los campos que tampoco tengo.
Es el rosario que nos venden a diario.
Y por si fuera poco, la Presidenta está en Qatar y el que nos preside se llama Julio Cleto Cobos. ¿Qué hicimos para merecer tantos males juntos?
Pero hagamos el intento de vivir la vida como es.
Quizás sea posible tener la cordura y la inteligencia de escuchar que lo del dengue es cosa seria, pero que es controlable si tenemos al Estado del lado de la gente y en contra del mosquito. Dicen los médicos que el peor remedio es la desesperación. Como en cualquier emergencia; habrá que escuchar con atención los consejos sanitarios para saber prevenir.
La desesperación siempre nos hace salir por “la puerta 12”.
Las automotrices, si caen, causarán miles y miles de despidos y las caídas de las bolsas en Nueva York y en Europa, convertirán en polvo a más bancos y financieras y que todo eso junto, causará mucho dolor. Y todo lo que duele a los seres humanos nos duele a nosotros. Pero haciendo esa salvedad del humanismo que nos cabe, habrá que saber que en la Argentina no hay automotrices gigantes, por ejemplo, y que la economía nacional en general, tiene el aguante de las murallas que se construyeron en los últimos años. ¿Porqué dejarse llevar, entonces, por los mensajes apocalípticos cuando por primera vez en cien años son más los países que claman por la vuelta de un Estado solidario?
Se derrumbó el mundo que conocimos hasta ahora. Vaya con la novedad. Pero nosotros que veníamos ya derrumbados de antes del 2003, en apenas un puñado de días producimos un cúmulo de noticias que van, desde la Selección ganando 4 a 0 hasta la firma de un convenio bilateral con China por un valor equivalente a 10 mil millones de dólares. Suceden cosas muy profundas a cada instante. Sólo hay que saber apreciarlas. Sigamos. Se dice con propiedad, que estamos ya ante la más grave crisis planetaria provocada por el derrumbe de Wall Street, esa capital mundial del egoísmo que no termina de exhalar su último aliento. Los temblores se empiezan a sentir hasta en la isla “Utopía” de Tomás Moro. ¿Alguien puede creer que se salvará solo de semejante estruendo?.
Como la respuesta es la esperada, deberá entenderse, para decirlo sin “pecar” de argentinidad, que hace muy bien el Presidente Lula invitando a la Presidenta Cristina a consolidar la unidad, concretando acuerdos comerciales y energéticos de una magnitud inédita en la historia de la relación entre ambos países. Que hace muy bien Lula en valorar públicamente el mensaje de Cristina en la Cumbre Progresista realizada en Chile de la que ambos forman parte. Que hace muy bien Lula en participar con nuestra Presidenta en la Cumbre Sur- Sur que vuelve a juntar a las dos regiones más desiguales, más empobrecidas pero al mismo tiempo más potencialmente ricas del mundo: América del Sur y el Mundo Árabe. Que hacen muy bien en preparar juntos, su participación en la próxima Cumbre del G-20, la que reúne a los 20 países más importantes del planeta.
De todos estos eventos saldrá el humo blanco del nuevo mundo que hay que construir. El ajuste eterno, las leyes santificadas del mercado, el discurso filo fascista, el unilateralismo del Norte, son parte del combo que habrá que envolver con amianto antes de llevarlo al museo de la historia. Por si acaso, para que no quemen a nadie.
Mientras ese Norte imperial se derrumba, este Sur del que formamos parte, propone a la humanidad más democracia, más Estado, más voces plurales en las comunicaciones, más empleo y producción, más alimentos manufacturados, más soberanía sobre Malvinas, más educación, más aumentos salariales, más multilateralismo, más equidad.
Y esta vez, la historia sopla a favor de los pueblos.
Como vimos, no todo es desesperanza, como dicen algunos opositores y algunos periodistas que se perdieron en la neblina. Amanece un mundo mejor, aunque no quieran.
(El Argentino. 31.03.09)

lunes, 30 de marzo de 2009

UN OTOÑO CALENTITO

El verano se enteró del llamado a elecciones anticipadas y decidió quedarse un tiempo más. El calentamiento global más el calentamiento propio de una compaña de las características actuales, promete un otoño calentito hasta el 28 de junio próximo. Nos proponemos acompañarlo en el día a día tratando de hilvanar aquello que se presenta como “naturalmente” deshilvanado y desmontar las operaciones políticas intencionadas, vendidas como dulces y tiernas verdades reveladas.
Los malos periodistas políticos que hay en los medios, cometen el pecado de la mentira con tanta saña que si comentaran deportes, dirían que la Selección argentina perdió ante Venezuela.
Y la verdad es que estamos muy felices con el 4 a 0 y con el debut exitoso de Maradona como DT.
La verdad sigue secuestrada por quienes gerencian los grandes medios de comunicación y por los movileros y conductores radiales y televisivos que, obligados o colonizados, colaboran en la faena de partirnos la cabeza para meternos mentira tras mentira a cada momento.
No informan, operan. No relatan verdades, venden mentiras.
Se dice que, felizmente, en los últimos años, los gobernantes se parecen más a los gobernados. Agregaríamos que algunos periodistas se parecen cada vez más a los opositores que pronostican el Apocalipsis todo el tiempo y se presentan como lo nuevo cuando son la cría del extinto Neustadt y el ex senador Duhalde.
¿Usted puede respetar a periodistas y políticos que dicen, sin ponerse colorados, que el gobierno nacional puede perder estrepitosamente las elecciones que vienen? ¿Que crece la desocupación? ¿Que el país está aislado internacionalmente?
Si del lado del gobierno asoman listas electorales que representan a la gestión de la Presidenta Cristina Fernández, si se va a plebiscitar un modelo de país que está defendiendo el empleo, la producción y el consumo interno, si casi toda América Latina avanza con gobiernos progresistas, como lo demostró recientemente El Salvador, ¿porqué razón la sociedad mayoritariamente emitiría su voto en la dirección contraria? ¿Usted votaría en contra de más empleo, por ejemplo, en un mundo que hace volar por los aires medio millón de empleos por día en otros países?
Argentina tendrá pronto una nueva Ley que regulará el uso democrático de los medios audiovisuales. Se posibilitará que todas las organizaciones que representen a la sociedad, sindicatos, centros culturales, cooperativas, tengan la posibilidad de contar con una herramienta comunicacional. Será el final definitivo de la última dictadura, que con su llamada “ley de radiodifusión” entregó los medios al grupo de nobles y familias poderosas para que nos digan cuál es la noticia del día, cuál es el gobierno que hay que votar, quiénes son los malos y quiénes son los buenos.
Sin embargo, Joaquín Morales Solá se enoja en su editorial de ayer porque argumenta, escuche bien: “suena a extorsión el intento de legislar, hurgando en la propiedad y en los contenidos”
Se entiende perfecto.
Temen quedarse sin el monopolio de la información y temen que el Estado garantice el libre acceso a la información. “Maldita democracia”, tendrían que titular sus diarios. Alguien que les avise que el mundo dominado por el mercado contra el Estado, ya fue. “El mercado está nocaut” dijo Cristina. Algunos analistas parece que también.
La Presidenta participó de la Cumbre progresista junto a Lula, el Vicepresidente de Obama, el Primer Ministro inglés, Michelle Bachelet, Rodríguez Zapatero de España, y en el cierre todos destacaron los aportes de Cristina. ¿No deberíamos estar un tanto así de orgullosos como argentinos, aunque seamos de un partido distinto al de la Presidenta? Luego viajó a Qatar para participar de la Cumbre de Sudamérica con los países árabes y de ahí, viajará a Londres para estar en la Cumbre de los 20 países más importantes del planeta. Menos mal que estamos “aislados”.
En las antípodas del modelo actual, los gobiernos anteriores, ante cualquier sacudón económico mundial, ejecutaban un nuevo y cruel ajuste para los argentinos. De aquel “hay que pasar el invierno” de Alsogaray hasta el descuento del 13 % a los más vulnerables de De la Rúa. ¿Se acuerda?
Aprovechemos el calorcito para desnudar a los que nos mienten contando la historia al revés. En estas elecciones, también vamos a votar entre la verdad y la mentira, sabiendo que sólo la verdad nos hará libres. La seguimos mañana.
(El Argentino. 30.03.09)

domingo, 29 de marzo de 2009

LA VERDADERA ELECCIÓN SERÁ ENTRE LO VIEJO Y LO NUEVO

EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR ENFRENTA AL MODELO NEOLIBERAL
El cronómetro electoral comenzó a marcar su propio tiempo.
No será una elección destinada al olvido ni al arcón de los archivos. La disputa es entre modelos de país. Buenos y malos hay en todos lados.
En cada lista legislativa, harán su nido. El proyecto nacional y popular de un lado y el viejo país conservador y desigual del otro.
El neoliberalismo dominante en los noventa impuso la exclusión social, el achicamiento del Estado y la atomización política. De allí vienen las formas organizativas que posibilitaban la feria interminable de elecciones nacionales, provinciales y municipales. Quisieron descuartizar la idea de nación, haciéndonos creer que la suerte de un municipio era exclusiva consecuencia de la conducta de sus vecinos y no de la imposición de un modelo excluyente a escala nacional. Estas elecciones de junio ponen las cosas en su lugar. El proyecto de nación se dirime en elecciones nacionales.
La democracia siempre da revanchas.
Aquel modelo que se exhibió en carruaje triunfante en el primer centenario patrio y que, con interrupciones, dominó la escena durante un siglo hasta culminar sus días en las revueltas del 2001 y el 2002, tendrá otra chance en las urnas.
El otro modelo de país, el que apuesta al trabajo, la producción y el consumo interno, saldrá a revalidar sus títulos, ganados siempre en elecciones libres y democráticas.
Las viejas antinomias de los argentinos no pueden ser saldadas en un país dual. Mientras haya pobreza, desigualdad y exclusión, la armonía social será una quimera o una máscara de la injusticia. Está en la genealogía de nuestros peores dramas. Por eso regresan los conflictos más añejos de nuestra historia, porque no está resuelta la cuota de distribución del ingreso y la riqueza de manera equitativa y porque sigue primando la ley del más fuerte, de aquellos que se resisten a formar parte de un modelo de desarrollo que los incluye, pero desde una perspectiva distinta al modelo agro exportador y dependiente que sustentan.
La decisión de adelantar las elecciones, más que inaugurar una coyuntura, ordena una situación instalada desde el mismo día que Cristina Fernández asumió su mandato y anunció que venía a profundizar el modelo inaugurado por el ex presidente Néstor Kirchner. La Resolución 125 disponiendo las retenciones móviles fue el detonante para que los sectores más enriquecidos por la ecuación soja, glifosato y siembra directa, salieran a dar batalla en defensa, no sólo de sus riquezas inmediatas, sino fundamentalmente del esquema productivo que les permitió dominar el mercado y determinar la agenda de la gobernabilidad.
El mandato de Cristina recién arrancaba, cuando en marzo de 2008, la patronal rural irrumpió con sus exigencias, resistiendo a la medida oficial. Desde ese momento, fueron el principal sostén del arco opositor. A medida que escalaba el conflicto, las posiciones políticas y las definiciones conceptuales, fueron dejando a un lado los reclamos sectoriales para adentrarse de lleno en el modelo de país que realmente estaba en disputa. Hemos escuchado en este tiempo, definiciones que parecían enterradas, pero que estaban allí, sin necesidad de mostrarse mientras no hubiese necesidad. Es la sobriedad del viejo poder. Quienes rápidamente saltaron a las rutas fueron, precisamente, los nuevos ricos de la Federación Agraria. Los que mutaron su condición de pequeños y medianos agricultores a la de enriquecidos productores sojeros. Pensaron, como otros opositores, que el proyecto gobernante se agotaba en la pura cosmética y que el kirchnerismo llegaba a su techo a partir de la asunción como presidente del PJ de Néstor Kirchner. Lejos de eso, el gobierno sostuvo la pulseada, profundizó sus acciones, modificó y corrigió los pliegos que fueron necesarios corregir y en la retirada de ese conflicto desigual, que resultó perdidoso por el voto de Julio Cobos, conquistó el cambio estructural más profundo de todos, con la recuperación de la administración estatal de los fondos jubilatorios y la eliminación de las AFJP.
En el enfrentamiento, una buena parte del progresismo cayó presa de sus dudas y terminó por ser funcional a la derecha. En una hipotética reparación, tendrían que recordar que cuando un proyecto nacional enfrenta, pacífica y democráticamente, a los intereses más concentrados del poder y a los multimedios de comunicación que los representan, esos intereses riegan con ácido todo campo sembrado de neutralidad y obligan a optar drásticamente. Y no hay que temer, hay que elegir.
Habrá que ir hasta “Perón o Braden” de 1946, o “Liberación o Dependencia” de 1973, o cuando se rescató la democracia en 1983, para encontrar antecedentes de la magnitud histórica con que se presentan estas elecciones próximas.
De un lado estarán quienes representan al proyecto que gobierna desde el 2003 y del otro, las dos expresiones partidarias opositoras, el radicalismo aliancista y el peronismo de derecha, en su versión duhaldista y menemista.
Es tan vertiginoso el proceso político que en el arranque nomás, ya asoman los primeros perdedores: Julio Cobos, que se quedó sin juego político; Elisa Carrió, que está a punto caramelo de perder su target de presidenciable en el 2011 y Felipe Solá, que abdicó su petulancia para terminar siendo el segundo de Francisco De Narváez.
La prudencia aconseja andar con cuidados, cuando se dirime poder. Sin crispaciones, pero con memoria. La oposición de derecha, oferta la “racionalidad” del país que ya fue, mientras del otro lado, convocan a la mística de un país que quiere ser más justo.
Ambos hemiciclos opositores terminaron por refugiarse en sus propias retaguardias, sin poder romper sus viejas lógicas y fronteras. Enamorar políticamente desde el resabio menemista o aliancista, es toda una antitesis de la utopía.
El amplio y heterogéneo espacio del proyecto nacional y popular, tendrá de aquí en más, la responsabilidad de gobernar y convertir estas elecciones en una nueva gesta colectiva, para defender y profundizar el modelo gobernante. Y ese será su propio desafío.

(Miradas al Sur. 29.03.09)

YA ESTAMOS EN MARCHA

Las urnas de la democracia nos esperan el 28 de junio. Si usted se preparaba para el insufrible goteo electoral, con el consiguiente costo económico y la fatiga mental que producen los eternos discursos, dispóngase ahora a disfrutar de un feliz domingo sabiendo que no será así. Tanta agua opositora fue al cántaro de la discordia que finalmente, la Presidenta y los legisladores por amplia mayoría, decidieron que lo mejor será dirimir el modelo de país el último domingo de junio.
La oposición estaba en campaña desde el día que asumió Cristina. Todo se le discutía. A todo se le oponían. Confesaron, incluso, que ella era un impedimento para la defensa de sus intereses y que en consecuencia había que desgastar su gobierno. No le discutieron medidas parciales, le discutían el modelo gobernante basado en la defensa del empleo, la producción y el consumo interno. Pues bien, si lo que se busca es esmerilar las bases de este modelo, que sea la ciudadanía la que decida el rumbo a seguir.
La noche del 28 de junio sabremos si volvemos al tiempo del menemismo y la alianza delaruista o preferimos el desafío de profundizar este proyecto de país que gobierna desde el 2003. Que nadie se confunda. El soberano es el pueblo.
Los medios de comunicación tradicional, apuestan a darle un escarmiento al primer gobierno de la democracia que no se sometió a la agenda que impusieron en las últimas décadas. Confunden, deforman, tergiversan, injurian, meten miedo sin pudor alguno. Ya no disimulan. Lea o vea y escuche usted cualquier editorial de estos días.
Practican un antikirchnerismo explícito sin respetar el horario de protección al menor. Nos propusimos encontrar antecedentes semejantes y no encontramos en los últimos 50 años, una oposición tan rabiosa y antidemocrática como la actual. Cometen desacato y violación de la Ley de defensa de la Democracia cada dos palabras. Cortan las rutas asumiendo el poder de policía, disponiendo quién pasa y quién no pasa. Bloquean, incluso, la ruta que nos une al MERCOSUR. Hay que decir las cosas por su nombre. Son asaltantes de caminos y agentes de la confrontación permanente.
Menos mal que ahora manda el Estado. Y un gobierno que no los reprimió pese al daño ocasionado.
De eso se tratan estas próximas elecciones. Se vota por la continuidad, corrigiendo lo que haya que corregir y por la profundidad de este modelo que ayer expuso la Presidenta en la Cumbre de Líderes Progresistas del mundo.
O se vota por el regreso a las mismas políticas que hicieron estallar la Argentina en el 2001.
La opción es dramática, siempre que se dirimen modelos país.
La carta electoral del gobierno se expresará nítidamente en las listas legislativas nacionales. La oposición se divide básicamente en dos ofertas.
La que encabezan De Narváez, Felipe Solá y Gabriela Michetti con el padrinazgo de Eduardo Duhalde y Mauricio Macri, que representa un centro derecha conservador que tiene como referencia a los gobiernos de Carlos Menem y el interinato de Duhalde.
Y la que encabezan Margarita Stolbizer y Prat Gay, con el madrinazgo de Elisa Carrió, representan lo que quedó de la Alianza que gobernó con Fernando de la Rúa. Habría que decir que el aporte de Prat Gay y la situación de Carrió, significan para este sector tener que navegar arriba de un bote construido con hormigón armado.
Carrió porque, se presente o no, corre peligro de ser sepultada con votos contrarios y quedar afuera de sus ambiciones presidenciales del 2011 y Prat Gay porque fue un alto funcionario del JP Morgan, un banco de inversión mundial, dedicado en tiempos de Cavallo a colocar deuda argentina en plena burbuja especulativa. Ya se lo recordarán.
La poderosa prensa monopólica que padecemos, presenta la disputa como una interna del peronismo. Saben que mienten, pero es lo que les conviene decir en el vano intento de ocultar que hay sólo dos modelos en disputa, el que representa el gobierno y la mayoría de los países hermanos de Latinoamérica, por un lado, y el que representan los restos del naufragio neoliberal, por otro.
Esto recién comienza y ya hay perdedores. ¿Por qué puerta se irá Cobos en estos meses de elección? Siga participando.
Los ciudadanos esta vez deberán guiarse, más que por los discursos de campaña, por las conductas personales y por la gestión de gobierno de cada contendiente.
Compare y gane.
Para que nunca más asalten su inocencia en plena luz del día.

(El Argentino . 29.03.09)

viernes, 27 de marzo de 2009

¡ARGENTINOS, A VOTAR!

La democracia nos concedió una cita de honor para el próximo 28 de junio. Se acabaron todos los versos. Que hable el soberano. Votar, servirá para despejar todas las dudas y reafirmar las convicciones que legítimamente tenga la mayoría ciudadanía.
El debate en el Senado de la Nación mostró debilidades y fortalezas del sistema democrático. Es muy alentador que vuelva a ser el Congreso de la Nación el que termine de resolver las políticas medulares por donde transcurre la suerte de nuestra joven democracia y además con tanta holgura numérica. No son las provocaciones ruteras ni el capricho autoritario de nadie ni la injuria de una oposición que al quedarse sin brújula, la reemplaza con la violencia verbal permanente.
En muchos de los discursos de la oposición subyacía el conflicto sojero de los patrones rurales y el modelo de país que defienden.
Los opositores, como los ruralistas, acusan al gobierno de violento. Pero se quejan porque la gendarmería no protege a quienes cortan las rutas. Si el gobierno no reprime los cortes, no pueden pretender que además, les brinde custodia a los patrones rurales que impiden el derecho constitucional a transitar por rutas y caminos. ¿Se imaginan a los vecinos de un comedor popular quejándose porque el comisario del barrio no colabora pelando las papas y soplando el fuego? ¿O será que los ruralistas están malacostumbrados a mandar y tener durante siglos a su disposición a las fuerzas del orden?
El gobierno presentó un ante proyecto de ley que garantice la pluralidad democrática en el uso de los medios audiovisuales, reemplazando por fin la ley de la dictadura sobre radiodifusión. Los opositores se oponen diciendo que no es el momento de avanzar y al mismo tiempo, salen eufóricos a defender activamente al grupo Clarín, cuando es uno de los diarios que ataca con total impunidad al actual gobierno.
Los opositores, como Carrió, dicen que “estamos bajo una dictadura”, pero el gobierno adelanta el llamado a elecciones libres y democráticas y no se presenta como candidata. Saque usted sus conclusiones.
El gobierno profundiza la calidad institucional haciendo pasar por el Congreso de la Nación las medidas más trascendentes, como la recuperación estatal del ahorro jubilatorio, de Aerolíneas Argentinas, de la fábrica de aviones, etc. Pero los opositores dicen que falta institucionalidad.
Podríamos seguir pasando lista, pero lo importante es que todos los sectores digan la verdad, que se recupere el valor de la palabra, que se honre a la política como la herramienta más sublime de los pueblos para la definitiva transformación del país.
¿Por qué la oposición no dice sinceramente que defiende otro modelo de país muy distinto al que abraza el gobierno? ¿Por qué no dicen que prefieren defender a un grupo multimedio al que llaman “independiente”, antes que a la democracia de los medios de comunicación?
¿Por qué no admiten que defienden un modelo agroexportador, sin industrias, sin empleos, sin producción nacional, sin ahorro, sin aerolínea de bandera, sin unidad latinoamericana? ¿Porqué no se dice que este conflicto patronal de los ruralistas es la única sustancia que tienen para seguir disparando contra el gobierno y por eso apuestan a mantenerlo irresuelto durante todo el año?
Las elecciones servirán para que el pueblo aclare con su voto estas zonas grises.
Estamos viviendo un momento tan particular, donde sin ninguna vergüenza, algunos intendentes y políticos opositores reclaman públicamente que el dinero de las retenciones vaya a los bolsillos de los patrones rurales antes que a los municipios y gobiernos provinciales. Lo dicen quienes debieran representar al pueblo, no a los patrones rurales. ¿Serán una nueva versión de aquellos conservadores que a principios del siglo XX se decían orgullosos súbditos de la corona inglesa?
La secuencia, en esta concepción, es la siguiente: el patrón rural siembra, cosecha, vende y embolsa todas las ganancias para el solo; el intendente y el gobernador hacen el mismo trayecto: cobran impuestos, lo embolsan y el intendente no le pasa un peso al gobernador y este ninguno al gobierno nacional. Ahora veamos al revés esta secuencia. Del gobierno nacional no va un peso más a las provincias y a los municipios. ¿Qué pasaría? Volveríamos al siglo 19, nos disolveríamos como Nación, nos enfrentaríamos todos contra todos, la patria se moriría.
El pueblo sabrá elegir, entre la inclusión o la exclusión. Entre el pasado o el futuro que nos merecemos. De eso se trata.
(El Argentino. 27.03.09)

jueves, 26 de marzo de 2009

HOY EN EL SENADO VOTAMOS TODOS

El alma de Lisandro De la Torre, sigue ocupando su vieja banca en el Senado. Denuncia a las corporaciones patronales rurales, sus pactos odiosos, sus egoísmos, su violencia de clase. Atentaron contra su vida, mataron a su amigo Enzo Bordabehere, lo calumniaron, lo insultaron. Pero los titulares decían que el violento era Lisandro. La misma técnica perversa de siempre.
Hoy votamos todos los argentinos en el Senado, para que podamos resolver rápido el modelo de país que queremos. Y hay una sola forma de hacerlo: votando en elecciones libres y democráticas. Es preferible este método antes que la violencia instalada por los sectores del privilegio. Es parte de nuestra cultura cívica y de la génesis del movimiento popular, de Irigoyen a Perón, de Perón a nuestros días.
Cuentan que la noche del 17 de Octubre de 1945, con la Plaza de Mayo colmada de trabajadores, alguien le susurró a Perón la conveniencia de tomar el gobierno en ese mismo instante y el líder rescatado le respondió “si llegamos a ganar el gobierno, siempre será con el voto del pueblo, no con la fuerza”.
El pueblo no golpea otra puerta, que no sea la del cuarto oscuro.
Hay que acortarle el tiempo a los violentos.
Una palabra ofensiva hiere más que un cuchillo afilado.
Un piquete rural que impide el paso de una ambulancia, directamente mata.
Natalio Porta era el jefe del Correo de Alejo Ledesma, un pueblo distante a 160 kilómetros de Villa María, en Córdoba. Con un cuadro de urgencia era trasladado en ambulancia para su atención en la ciudad de Río Cuarto. Pero no pudo llegar a tiempo para salvar su vida. Se lo impidieron los cortes que los patrones rurales hacían sobre distintas rutas de la provincia el año pasado.
Gisela Bunchich, de apenas 19 años, era trasladada grave el lunes pasado en una ambulancia conducida por Marcelo Obregón, chofer del Hospital de Villa Berthet, Chaco; cuando vio el piquete rural, encendió la sirena y puso las luces de emergencia para que abrieran paso. Pero se negaron a hacerlo. Momento después, Gisela estaba muerta.
¿Quién repara estas muertes ahora que ya es tarde?
Los humildes nunca matan. Los matan. El Oso Cisneros, Kosteki y Santillán, están allí para demostrarlo con su sangre y el eterno dolor de sus compañeros y familiares.
Amenazas con armas de fuego en pleno corte de ruta, coronan de algún modo las que realizan los principales dirigentes de la patronal rural cuando intimidan públicamente a legisladores y funcionarios con absoluta impunidad.
Queremos creer que las palabras de la jerarquía eclesiástica llamando al diálogo y la amistad social y a evitar la confrontación que propicie la violencia, están dirigidas a estos hechos violentos que lastiman al conjunto de la sociedad, pero particularmente a quienes son las víctimas.
Estas actitudes son generadas por aquellos que no quieren dejar de ganar las fortunas que ganaron en todos estos años y que gracias al movimiento ascendente del dólar, a la sequía localizada en campos que no son sojeros, al incremento del cultivo de soja en el último año, hoy lo siguen haciendo. Es falso que estén a pérdida. Se niegan a diversificar sus cultivos, precisamente, por esa fortuna amasada con la soja transgénica y por no querer compartir la redistribución equitativa del ingreso.
Sin avalar lo realizado, pero ¿cómo puede decir Elisa Carrió que Emerenciano Sosa, el albañil que lidera el Movimiento de Trabajadores Desocupados del Chaco, utiliza la violencia por pintarle el frente de su casa? ¿Y cómo puede atribuirle ligeramente la responsabilidad a grupos kirchneristas, cuando Sosa públicamente se manifiesta no oficialista? ¿Cómo no pide perdón por esta irresponsabilidad que comete estimulando la violencia social con cada aparición pública?
Los que hieren con la palabra no resisten un archivo largo, de cuando fueron funcionarios, no cómplices, de la dictadura, ni un archivo corto, de cuando hace menos de un año, reclamaban la coparticipación federal de las retenciones a la soja y hoy se rasgan las vestiduras, como Gerardo Morales, oponiéndose a las medidas gubernamentales que van en el mismo sentido de lo que ellos reclamaban hace menos de un año. Allí están los principales diarios con sus declaraciones. Toda un tesis sobre las contradicciones.
Hay que oponer el mandato popular a los que cortan el paso a la democracia y a la vida. Para que no haya nunca más otro Natalio ni otra Gisela.


(El Argentino. 26.03.09)

miércoles, 25 de marzo de 2009

UN PAÍS DONDE ENTREMOS TODOS

Fue un 24 de Marzo distinto a otros. Por la masiva convocatoria al acto en la Plaza de Mayo y a la ex Esma, con la participación ampliamente mayoritaria de las columnas juveniles. Por el protagonismo bullanguero y expresivo de las columnas de agrupaciones peronistas y de izquierda que compartieron la marcha armoniosamente, salvo algunas escaramuzas propias de los actos masivos. Por el coro alegre de los manifestantes saludando la ratificación de la condena a cadena perpetua del ex comisario Etchecolatz, el anteproyecto de ley presentado por el Gobierno nacional para reemplazar la ley de radiodifusión de la dictadura y con mucha gracia y ritmo, las consignas contra el lock out patronal de los sojeros.
No se cantó a la muerte. Y estaban reclamando junto a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, por memoria, verdad y justicia para 30 mil desaparecidos. Todo un acto de civismo y cultura popular del que debieran aprender los ricos y famosos que alentados por algunos medios, celebran la pena de muerte.
Al interior de las gruesas columnas, el comentario predominante era la caída vertical del apoyo social a los ruralistas. Cuando se acercó el historiador Norberto Galasso a la Avenida de Mayo, los jóvenes peronistas rompieron filas para saludarlo y pedirle su opinión sobre la coyuntura.
Fue una asamblea abierta la que siguió. Nos quedaron grabadas algunas reflexiones de esa muchachada. “Si los ruralistas dicen que en estas condiciones producir soja no les conviene ¿por qué no cambian de cultivo o porque no diversifican su producción?” “¿Por qué tenemos que exportar granos de soja cuando podemos agregar mano de obra y exportar mayor cantidad de carne de chancho, pollos, alimentos manufacturados?” Las preguntas se multiplicaban “¿Tan mal se vivía en el campo antes de la soja transgénica?” “¿Qué producía antes la Argentina?” “¿Podemos creer que es mejor que el gobierno les entregue el dinero a los patrones rurales antes que a las provincias y los municipios?”
Mientras haya jóvenes movilizados y preocupados por la suerte del país, esta nación tiene destino. Ahora se descubrió la verdad. Quieren quedarse con toda la renta de la soja. No hace falta agredir ni mentir ni cortar rutas para llegar a convencer a nadie. Tampoco es necesario que le digan “atorranta” a la diputada Bulrrich ni pintar en la casa de Carrió “cómplice de la dictadura”. Hay que dialogar en paz. Los problemas sectoriales se dirimen en paritarias o mesas de negociación. Pero las diferencias de modelos de país, se dirimen en las urnas. No deben alterar la paz social, nunca más. Mientras tanto, recordemos que el cultivo de soja transgénica ocupa más del 50% de la producción de granos y el 55% de la superficie agrícola. Actualmente tenemos más de 17 millones de has sembradas con soja transgénica, gracias a los oficios de Felipe Solá y Carlos Menem en los noventa, autorizando la liberación de ese cultivo. Para que llegue a estos niveles de expansión debió desplazar a la ganadería, a la horticultura, a la apicultura, a la producción familiar, a los montes frutales, al girasol, al maíz, al algodón, a la batata, a la papa, etc. Es decir que la superficie sojizada creció a costa de desplazar otras producciones y también al bosque nativo. Hemos dejado de ser un país productor de alimentos para convertirnos en un país productor de forraje para Asia y Europa. Es falsa esa muletilla que algunos repiten como loros “Argentina produce alimentos para 300 millones de personas”., el país está obligado a importar productos alimenticios que antes producíamos en las tierras invadidas por la soja RR. Los argentinos necesitamos leche, verdura, miel, hortalizas. Y que vuelvan al campo los 180.000 productores desplazados por la soja entre 1990-2002. Es trágica la ecuación: 500 has de soja RR generan un puesto de trabajo; 100 has de agricultura familiar generan 35 puestos de trabajo. ¿Quién expulsa a los trabajadores del campo? ¿Las retenciones o el monocultivo de soja?
Del granero del mundo, en el primer centenario, a la republiqueta sojera, del segundo, pobreza mediante. Ese es el modelo que hay que dejar atrás, para que la Argentina se convierta definitivamente en un país desarrollado, industrial, diversificado y por sobre todo, un país donde entremos todos.
(El Argentino. 25-03-09)

martes, 24 de marzo de 2009

HOMENAJE A LA MEMORIA DEL PAÍS QUE SEREMOS

“Es el Día de la Memoria”, dicen los pañuelos blancos de Plaza de Mayo.
“Y el Día de la Verdad”, agregan los muros de los barrios pobres.
“Y el Día de la Justicia”, reclama esa infancia a la intemperie que nos quiebra el ala, allí donde más duele.
Cada cual calza la piel que le quedó con vida. Es 24 de Marzo y salimos de ronda con nuestras ausencias.
Cada cual viste a su propio dolor, con la pilcha que guarda para la ocasión.
Se llamará Vicente Ayala, el Flaco Sala, el Pato Tierno, Paloma, Alicia o Rodolfo.
Son 30 mil ausencias. 30 mil “¿porqué nos duele tanto?”. 30 mil miradas que quedaron sostenidas para siempre de las nuestras.
Es un país fusilado, torturado, exiliado, preso y desaparecido, el que vuelve en cada gesto digno, en cada marcha, en cada abrazo.
“¿Lo viste a mi hermano?” “¿Sabes algo del viejo?” “¿Y los compañeros y las compañeras, dónde están?”
Es un día de otoño que rasguña el alma.
Cuesta encontrar la vertical para salir a la calle, porque es el día de esa lágrima dolida, cayendo sobre la mejilla y la mejilla es un pueblo y es un río que sangra y es un mar que quiere ser lecho y ser cuna y abrigo para disimular tanta vergüenza y no sabe porqué.
Allí andan ellos, la juventud presente, la del Che y ya lo ve y ya lo ve es una sola jotape.
Derrotados y triunfantes al mismo tiempo. Les duele la vergüenza que no tuvieron sus asesinos. Es el día de la vergüenza ajena.
El día que la historia se abre paso aunque le corten las rutas y caminos aledaños.
Corrige los errores y aprende con el último poema de Juan Gelman, los nuevos paradigmas que nos faltan, ahora que el mundo estalló por los aires. Es el día de la voluntad.
Suceden estas cosas cuando se recuerda la noche que los dictadores convocaron a la muerte. 24 de marzo de 1976.
“La Junta de comandantes informa a toda la población, que la muerte es el mejor remedio cuando desborda la vida. La muerte para los que quisieron una patria de iguales. Para los desaforados y los que llevan el corazón muy a la izquierda. Muerte para los homosexuales, enfermos irredentos de subversión en el alma, para los judíos que no aprendieron nada en Auswitch, para los ferroviarios que siguieron fieles a Scalabrini Ortiz, para los peronistas que siguen prendiendo la mecha de eso que llaman la solidaridad, para los curas villeros, para los mendigos, para los trabajadores y la resistencia, para las monjas de la Iglesia de la Santa Cruz, para los que amenazaron convertir nuestro país en otra Cuba, olvidando que en la cucarda de la feria anual de la Rural, escrito está que somos y seremos “occidentales y cristianos”, pero de un Cristo que toca el piano en el Jockey Club para aliviarnos el peso de tanta muerte encima”.
Treinta y tres años pasaron. Los años que tenía Evita. ¿Será por eso que vuelven a la carga con sus antiguos odios?
La profesión más vieja del mundo, es el egoísmo de clase. Mentira que es la otra. Tiran dentelladas contra el único gobierno que, después de la tragedia, se atrevió con ellos. Que los llamó a la cordura para que se integren solidariamente. Que les pide que compartan la riqueza antes que el desprecio por el semejante, que la vida es mucho más que una bolsa de soja, que la patria es de todos, no solo de ellos, que los caminos son siempre las venas abiertas de un pueblo que seguirá buscando, que debieran aprender a aceptarse como son para transformarse de una vez por todas, en gente más buena y menos mezquina.
Esta vez no podrán evitar que la palabra, recupere la libertad secuestrada en el barco donde asesinaron a Mariano Moreno y un tiempo después, robada en la esquina de San Juan y Entre Ríos, de donde se llevaron a Rodolfo Walsh con su Carta Abierta a la Junta Militar.
Será ley la palabra para todos. Será ley el país inclusivo. Y es ley por los siglos de los siglos, que este Día es de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Los 30 mil ausentes navegan por el aire, para llenarnos de vida hoy más que nunca.
Es una doble pena que algunos recuerden este día, añorando a los dictadores.
Mentirán, falsearán, golpearán, violentarán la convivencia de los argentinos. Pero el manual de estilo del buen explotador, les enseña a declarar que esas malas conductas, las cometen los otros.
Que sea el día de la solidaridad, hoy y siempre.
Y aunque les duela en los silo- bolsa de la discordia, ojalá que entiendan pronto, que primero está la vida.

(El Argentino. 24. 03.09)

lunes, 23 de marzo de 2009

EDUCANDO A DE ANGELI Y COMPAÑÍA

La riqueza, sin límites, los tenía calmos. Pero enfurecieron el día que el Gobierno entendió que se estaban apropiando de una renta que pertenece al pueblo argentino.
El nuevo lock-out patronal de la Mesa de enlace y los cortes de ruta dispuestos, se fundamentan, según los ruralistas sojeros, en dos negativas.
La del Poder Ejecutivo en aceptar rebajar o anular las retenciones a la soja, y disponiendo en cambio, que el 30 % de lo recaudado en tal concepto, el Estado nacional lo coparticipará solidariamente con las provincias y los municipios, para que ese Fondo sea destinado a escuelas, viviendas, hospitales y obras públicas, atendiendo las necesidades de los sectores más humildes en cada rincón del territorio.
La segunda negativa, argumentan, es del bloque oficialista y otros bloques del Poder Legislativo para dar quórum en la sesión especial solicitada por las bancadas opositoras de la derecha parlamentaria, con igual motivo.
Para el primer caso, diremos que en un sistema democrático, es el gobierno elegido por el voto popular el que elabora y ejecuta las medidas que expresan el modelo de país plebiscitado y apoyado por las mayorías. Cuando es el primer mandatario o mandataria quien se involucra personalmente en la resolución de un conflicto, el diálogo ingresa en su etapa de mayor jerarquía institucional. En general, los sectores democráticos valoran este gesto y se atienen a respetar, aunque no compartan las medidas, las reglas de juego de toda democracia, sin entrar en franca rebeldía anticonstitucional.
La posición de la Presidenta, en este caso puntual, responde a varios fundamentos, tres los cuales consideramos de mayor importancia: Conservar la fortaleza fiscal de la nación argentina en medio de la mayor crisis internacional del capitalismo; profundizar el modelo de desarrollo con inclusión social, lo que implica una política de redistribución del ingreso de manera equitativa entre todos los sectores sociales, particularmente con las franjas más humildes; y por último, frenar el proceso del monocultivo sojero, para estimular un modelo con diversidad alimentaria y productiva que permita entrar rápidamente en la industrialización de nuestros productos primarios, con generación de más empleo y consumo interno.
Para el segundo caso, diremos que la negativa a dar quórum por parte de los legisladores que responden a distintos bloques identificados o no con el Gobierno, es parte de la práctica legítima del sistema democrático. Según el Reglamento y la experiencia de la Cámara de Diputados de la Nación, los legisladores están obligados a asistir a todas las sesiones ordinarias, pero en aquellas sesiones llamadas especiales, convocadas o por resolución de la Cámara, a petición del Poder Ejecutivo o por un número no inferior a diez diputados, quienes deben conformar el quórum son los peticionantes de las mismas. Va de suyo que si los opositores del Gobierno nacional intentan lograr por la vía parlamentaria lo que no consiguen por el Ejecutivo, son ellos los responsables de instrumentar la estrategia y de ningún modo los diputados que comulgan los mismos criterios con el Gobierno. Con el argumento que De Angeli y compañía emplean, van a llegar a decir, no se extrañe, que los cortes de rutas son minoritarios porque los diputados oficialistas se niegan a realizar los piquetes.
La Presidenta, como cualquier ciudadano y ciudadana, bien pudo decir, vayan al Congreso a intentar con los opositores lo que con este proyecto gobernante no van a lograr.
Está visto que el sistema democrático no es lo suyo. La Constitución Nacional tampoco. Cortan las rutas con la displicencia del que despliega la reposera en el patio de su casa, y allí se quedan. Violan la ley y la convivencia social cual si fuera una gimnasia de combate de tiempo completo. Nos bombardean mediáticamente con sus apariciones discursivas inflamadas de crispación y de odio. Cambian de eje argumentativo con la plasticidad de un hipopótamo y no se ruborizan. Están acostumbrados a mandar. Son los capangas de la soja y todos los demás, los mensúes del nuevo siglo que sólo deben obedecer.
Hay que volver a recordarles, que el Congreso no es la CAL (Comisión de Acción Legislativa) de la dictadura, que los diputados son representantes libres y soberanos del conjunto del pueblo y no de la corporación sojera y por si no lo aprendieron aún, que estamos en democracia.
(El Argentino. 23.03.09)


domingo, 22 de marzo de 2009

LOS CAMINOS DEL MERCOSUR

La derecha nativa no cambia de manual ni con el paso del tiempo. Está ejecutando una maniobra envolvente sobre el gobierno de la democracia, combinando un nuevo lock- out patronal de la Mesa de enlace, con la convocatoria a deslegitimar al gobierno que hicieron Mauricio Macri y Elisa Carrió. Se saben débiles y por eso apuran la agitación con el llamado de los ruralistas entrerrianos a “incendiar el país”, atropellando a una periodista en Tucumán y bajando los últimos lienzos de Carrió y Gerardo Morales cuando afirman que “no tendremos problemas en defender a los grandes grupos económicos si es para defender la libertad de prensa”. Se cayeron las máscaras. No llevan bidones de agua bendita a los cortes, sino de gasolina. Uno de ellos, Pedro Apaolaza, titular de Carbap, admirador confeso de genocidas, debe comparecer ante la justicia por presuntos delitos de asociación ilícita, fraude y malversación de caudales públicos cometidos presuntamente cuando fuera interventor del Mercado Central en tiempos menemistas. Es uno de los dirigentes rurales llamados “combativos”.
La guerra injusta que declaran es por no querer compartir las retenciones a la poderosa soja, con los que más lo necesitan en las provincias y en los municipios. Se dicen empobrecidos y guardan en sus bolsas más de 9 millones de toneladas por valor de 2.300 millones de dólares. Leyó bien. ¿O será el fondo de huelga sojero?
La decisión gubernamental de profundizar el actual modelo de redistribución del ingreso, les resulta inaceptable. “No queremos ser Cuba ni Venezuela” dijeron a coro con De Angeli. Está claro porqué se oponen a todo. La ley de la democracia que reemplazará a la ley de radiodifusión de la dictadura, los junta en el odio y el rechazo.
Mientras, el mundo continúa crujiendo.
La caída vertical provocada por el derrumbe del neoliberalismo, ya afecta a todos los países. La crisis seguirá hasta que alumbren los nuevos paradigmas que reemplacen definitivamente aquellos que se impusieron en el pasado. Ningún fondeo a bancos ni parches de coyuntura serán suficientes. Hay que cambiar el mundo que se rompió, por otro mundo distinto. Todos los instrumentos que rigieron hasta el presente, están agotados. Sus lógicas son tan anacrónicas, como Vargas Llosa.
El unilateralismo, los organismos financieros, las Naciones Unidas, el monopolio de las comunicaciones, son todos órganos vetustos del viejo orden.
Entramos a una etapa inédita en la historia de nuestras naciones, recorriendo el camino inverso que recorrió Latinoamérica tras la división del continente. La asociación estratégica entre Brasil y Argentina, garantiza este creciente proceso de unidad sudamericana. Es un buen augurio para el desarrollo solidario y soberano de la región.
Pero el nuevo orden de la democracia inclusiva, se topa a cada paso, con la resistencia de los viejos factores de poder.
En San Pablo, los Presidentes, Lula y Cristina, afianzaban la unidad del MERCOSUR, y al mismo tiempo en Entre Ríos, los patrones rurales cortaban en sentido opuesto la ruta 14, llamada ruta del MERCOSUR. Todo un símbolo cruel de un conflicto de más de100 años, no de un año como sugiere una primera lectura. El modelo agro exportador, de producción primaria sin manufactura, siempre resiste a los cambios. Está expresado por un sector de clase que se distingue por su voracidad hegemónica y excluyente, a diferencia del modelo inclusivo que asienta su columna en la industrialización de los productos primarios, en el desarrollo económico de todas sus regiones, pero que no excluye a ningún sector social sino que, en la reconversión y la diversidad productiva, estimula la integración de todos.
El Gobierno evita la encerrona que le tienden, articulando las condiciones que permitan transformar el país, privilegiando a los más desprotegidos. Si accediera a las pretensiones de la patronal sojera, todo volvería a la normalidad del viejo modelo de país primario. Hay que insistir en la pedagogía de reafirmar que en la resolución de este conflicto está el país que los argentinos tendremos en los próximos 50 años. Se enriquecieron durante la década menemista y bufan en sus manifestaciones, por no contar ni con la infantería del “coronel Cañones”. Hoy están en operaciones, dirigidos y alentados por los multimedios. Son los responsables en primer grado, de la violencia ejercida por quienes cortan las rutas a niños, ancianos, enfermos, hombres y mujeres.
En esta resistencia al cambio, utilizan todas las fuerzas disponibles. No se guardan reservas. Salieron todos a embestir contra la sociedad. Las editoriales de los principales medios de difusión son verdaderas proclamas corporativas. Así en los diarios, en las radios, en la televisión. Expresan con elocuencia los intereses de sus mandantes, los que en nombre del mercado impusieron un modelo de exclusión en la Argentina, buscando meter miedo y desconcierto.
Con este antagonismo manifiesto, es inteligente el adelantamiento de las elecciones ya que es la única forma pacífica que hay en la democracia para resolver diferencias tan profundas. Es la sociedad la que, por el voto de las mayorías, decidirá el rumbo a seguir.
Los sectores medios, profesionales, pequeños y medianos empresarios, trabajadores calificados, del arte y la cultura, se encuentran nuevamente en una encrucijada histórica. La encerrona también es para ellos. O se alían a esos viejos factores del poder o deciden acompañar y protagonizar la profundización del modelo de desarrollo económico con inclusión social. Es necesario abrir el debate sobre los modelos en disputa. No están en juego estilos y modales. Sino el modelo de país que vamos a elegir para el siglo recién nacido.
Es cierto que el movimiento popular sigue siendo un gigante miope e invertebrado, pero le alcanza para caminar sin volver atrás. Serán meses calientes los que vengan, pese al otoño del calendario.
Nada le será aceptado al gobierno por parte de una oposición que le disputa la Casa Rosada, no las bancas parlamentarias. Si el Pacto de la Moncloa en España, fue para salir de la dictadura fascista de Francisco Franco, este pacto de haraganeo al que aspira Macri es para volver al modelo de los dictadores. Porque cuando dice “reparar lo realizado por el gobierno de los Kirchner”, está diciendo, entre otras cosas, desandar la política de derechos humanos y las medidas económicas que favorecen el empleo y la producción.
No habrá nada que temer. Esta vez, deciden los ciudadanos, sin necesidad de proclamas destituyentes. Hay memoria colectiva. Y esa es la diferencia.


(Miradas al Sur. 22.03.09)

AUNQUE CORTEN LAS RUTAS, LLEGÓ EL OTOÑO

Es otoño, pero no parece. Es domingo, pero disimula. Es la Argentina pariendo un nuevo tiempo.
Los señores de la soja, los que moldearon el país de la injusticia, resisten en las rutas contra un Gobierno que osó meterles las manos en el bolsillo. “Semejante atrevimiento no será permitido”, dicen. “La plata es nuestra y solamente nuestra”, claman en las rutas. “La soja y los 2.300 millones de dólares que escondemos en nuestros campos, son nuestros”, dicen. “El país es nuestro”. “Las AFJP eran nuestras y nos las sacaron en un descuido”. “La prensa que nos acompaña, es nuestra”. “Otro despojo así no lo vamos a permitir”, braman Alfredo de Angeli y las huestes de la Mesa de Enlace. “Quieren convertirnos en otra Cuba y otra Venezuela”, gritan con el puño derecho amenazante. Y a coro salieron a repetir consignas, Mauricio Macri, De Narváez, Solá, Gerardo Morales y Elisa Carrió, afirmando convencida que “no tendremos problemas en defender a los grandes grupos económicos si es para defender la libertad de prensa”. Se le cayeron los últimos lienzos que llevaban puestos.
En Entre Ríos los patrones rurales amenazaron con “incendiar el país”. En Tucumán le tiraron una camioneta encima a una periodista. En Buenos Aires, están liderados por un tal Pedro Apaolaza, que deberá comparecer en unos días más ante la justicia por una causa abierta por presunta malversación de caudales públicos, cuando fue interventor del Mercado Central en tiempos de Menem. Es el pedigrí que ostentan. Cortan los caminos, desabasteciendo a las ciudades, amenazando a chicos y ancianos. Sus “bases” son 20 personas, pero eso sí, con sus 4 x 4.
Si alguien pudiera ir con una Biblia, un poema, o una canción de Atahualpa, quizás los convenzan a compartir entre todos, la riqueza del país. No es tan difícil para un argentino de bien. Pero viéndolos con esa voracidad por el dinero, que es el dinero público dicho sea de paso, hasta la esperanza hace morisquetas.
La oposición política se sube a la Mesa de enlace piquetera y desde allí dispara su odio contra el Gobierno. Van por todo nuevamente. Quieren desarmar el modelo de país que la sociedad viene construyendo en estos años, el que se estructura en base a la defensa de los derechos humanos, del empleo de los argentinos, de la producción, de las jubilaciones garantizadas por el Estado y no por cuatro vivos del mercado, de la recuperación de Aerolíneas Argentinas. A ese desarme se refiere Macri cuando llama a unirse para enfrentar a “los Kirchner”.
Ya se. Usted no comulga con el Gobierno. Y está en todo su derecho. Es la democracia, al fin y al cabo. Pero ¿por qué no ayudamos entre todos a resistir la crisis mundial que se nos viene encima, sin perder ni un empleo? ¿Por qué no guardamos nuestras diferencias legítimas para después de la tormenta? ¿Porqué retroceder al país de los dinosaurios, que todo lo compraban, lo manejaban, lo asesinaban y lo informaban luego en el idioma del silencio y la injusticia?
Fueron tres acciones del lado de la justicia, los que causaron este último espanto.
Uno. La coparticipación federal de lo recaudado por el Estado Nacional en concepto de retenciones a la soja, directamente a las provincias y a los municipios de todo el país.
Es dinero del tesoro nacional. Pero los repartirá federalmente.
Dos. El anuncio del proyecto que la democracia elaboró para debatir una nueva ley que reemplace la ley de radiodifusión de la dictadura, la que protege a la prensa que hoy estimula y dirige los cortes.
Tres. La reafirmación de la unidad estratégica con Brasil y por tanto, con toda Latinoamérica. ¿Porqué decimos que este encuentro de Cristina con el Presidente Lula, acompañados por más de mil empresarios de ambos países, enloqueció a más de un poderoso ruralista? Porque el modelo en que se sustenta la unidad del Sur no es el monocultivo primario; está asentado en la industria, en el empleo masivo, en el valor agregado de las materias primas, en la inclusión social de nuestros pueblos.
Si fueran un poquito así de inteligentes, debieran sumarse al proceso de reconversión productiva, dejar atrás la mentalidad del monocultivo sojero y especulativo y entrar al nuevo tiempo que, cuando los pueblos se deciden, se las arregla igual para pasar a campo libre.
No se puede detener la historia, aunque corten las rutas.
Ni negar que es un domingo de otoño, aunque la piel y el clima, nos digan otra cosa.

(El Agentino. 22.03.09)

viernes, 20 de marzo de 2009

LA PATRIA SOMOS TODOS

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación de un Fondo Federal Solidario, basado en la coparticipación directa de los derechos de exportación de la soja. Anunció más solidaridad y de inmediato, provocó la ira del egoísmo.
Decíamos ayer que entramos en tiempos de vísperas, que avanzamos hacia el paraíso o retrocedemos al infierno. La democracia está latiendo y eso es bueno para el pueblo. Tres conceptos en uno: la solidaridad social sigue siendo la respuesta a los coletazos inevitables de la crisis internacional; el anuncio va en la dirección de consolidar el país federal y por último, el modelo es inclusivo, pero en términos federales, no unitarios. Hoy los pueblos del interior profundo sabrán que hay un concepto de Nación que entiende su razón de ser en el territorio provincial y municipal. Por eso comparte lo que tiene entre todos. Es una medida de carácter estructural, porque lo ingresado por las retenciones a la soja, se destina directamente en un 30 % del total, a los estados provinciales y municipales. Esos 6.520 millones de pesos serán destinados a mantener el empleo, sostener y construir escuelas, viviendas, agua potable, cloacas y todas aquellas áreas que compongan la infraestructura social de la Argentina en toda su profundidad y extensión.
“La Patria somos todos”, dijo Cristina. Y en el barrio sintieron que no estaban solos. El Estado está en plena acción. Del otro lado, el egoísmo de los sojeros, de los que abultaron sus riquezas en estos últimos años y de los vetustos dirigentes opositores, hizo oír su queja. Cuando no. Reclamaban más federalismo, pero en verdad pretendían quedarse con todos los ingresos. Así no vale. Si hay algo que aprendimos los argentinos, es que el mercado siempre privatiza sus ganancias y socializa sus perdidas. Por eso, el valor que tiene esta medida radica justamente en que la riqueza se comparte y el que lo garantiza, es el propio Estado argentino. Nunca más los dioses del mercado.
Volvió el Estado y volvieron los cortes de rutas de un puñado de empresarios rurales que no entienden o no quieren entender qué cosa es la democracia.
Estaban enojados, decían, porque el bloque del oficialismo en la Cámara de Diputados no dio quórum en la sesión especial de ayer convocada por la oposición para tratar la rebaja y hasta la anulación de las retenciones a la soja. ¿Y qué obligación tenía el bloque oficialista? Ninguna, porque no fue el que la convocó. Cualquier bloque legislativo puede juntar diez firmas y solicitar una sesión especial. Ahora bien, es ese bloque el que tiene que garantizar el quórum necesario para debatir y el que debe ingresar por la Comisión respectiva el proyecto que le interesa tratar. Fue lo que pasó con la sesión convocada por el Frente para la Victoria para tratar el proyecto que adelanta las elecciones al 28 de junio próximo. Garantizaron ellos los 129 diputados para poder sesionar. Todos debemos aprender que ser ciudadanos y ciudadanas de la democracia, requiere respetar las reglas de juego de esa democracia, en primer lugar. ¿No sería más coherente que los patrones rurales y en especial los pequeños y medianos productores le hagan un piquete a la Mesa de Enlace y a los partidos de la oposición, por conducirlos equivocadamente hasta acá? Allí debieran hacer oír sus quejas por haber instrumentado a través del voto de Julio Cobos la negativa al proyecto del gobierno de segmentar las retenciones y el subsidio por gastos de fletes que estaban contemplados en la Resolución 125, sí, la que fuera derrotada en el Senado.
Ayer, en el Congreso, montaron una puesta en escena de la oposición política. ¿Por qué se dejan usar y manipular de esa manera, por dirigentes de la Mesa de enlace que ya están anotados en la grilla de candidatos para las próximas elecciones? Cuando la Presidenta les reafirma la decisión de cuidar el ingreso de todos los argentinos y les sugiere que vayan al Congreso, simplemente estaba corriendo las cortinas para entender cómo funciona una democracia. No se estaba comprometiendo hacer en el Legislativo lo que no hace en el Ejecutivo.Más Federalismo, más redistribución del ingreso, más Estado solidario ¿a esto también se opondrán? Si fuese así, les darán la razón a quienes piensan que en el fondo lo único que quieren es quedarse con toda la recaudación en sus bolsillos privados. ¿Será así nomás?
(El Argentino. 20.03.09)

jueves, 19 de marzo de 2009

LA DEMOCRACIA NO TIEMBLA, LATE

Parece que entramos en tiempo de vísperas. Todo se acelera. Se compone y se descompone. Se construye y se desconstruye. O avanzamos hacia el paraíso o retrocedemos al infierno tan temido. Los hechos se suceden vertiginosamente. Las minorías enfrentan sin rubor alguno, la voluntad popular de las mayorías. En las calles, los cruzados de la pena de muerte desfilaron en nombre de la “seguridad” y la “antipolítica”, estimulados por ricos y famosos. Y por algunos canales de televisión. En el Congreso de la Nación, un diputado le espetó en la cara a Patricia Bulrrich, “atorranta”. En los pasillos, en un remedo de tejerazo rural, Alfredo de Angeli patoteaba a los legisladores ante las cámaras de TV para que voten la anulación de las retenciones a la soja. ¿No sabrá que la Constitución Nacional dice que los diputados son representantes del pueblo y no del “campo” ni de ninguna otra corporación, como él pretende?
El movimiento popular sigue siendo un gigante miope e invertebrado; condición que no le impide avanzar por los caminos que se propone. Siempre fue torpe para manejarse con las corporaciones del poder. Le sobra vocación para construir la paz, pero le falta motricidad fina para el negocio político. Cuando sus intereses son representados cabalmente, avanza. No tiene complejos de inferioridad, aunque calce zapatillas para entrar a los palacios de la república. Por eso se alegra cuando se llama a votar. Está en su génesis. Desde Hipólito Irigoyen y Juan Perón en adelante.
Los diputados votaron ayer a favor del proyecto oficial para adelantar las elecciones y plebiscitar el modelo de desarrollo con inclusión social. En La Plata, la Presidenta y el titular del COMFER, Gabriel Mariotto, anunciaron el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que sepultará la ley de la dictadura sobre radiodifusión. Los dinosaurios saben ahora que una nueva era ha comenzado en la Argentina. De ahora en más, todas las voces, todas. La democracia y la cultura popular obtendrán definitivamente su merecido DNI.
La campaña opositora contra el gobierno nacional arrancó el mismo día que los patrones rurales empezaron a enfrentarlo. Con un nivel de confrontación sólo comparable al ejercido por las fuerzas democráticas contra la dictadura. Con un razonamiento binario dicen desde hace mucho tiempo que el gobierno democrático es su enemigo y que no le creen nada. No le discuten parcelas al oficialismo, le niegan su legitimidad.
Si lo que están en disputa son dos modelos de país, uno inclusivo socialmente y otro no, la salida democrática, pacífica y civilizada deberá expresarse con la convocatoria al voto popular. ¿Por qué se alarman tanto?
El sujeto social que sostiene a la oposición, en todas sus variantes, es la Mesa de enlace rural. Es la vieja derecha que se resiste a que se redistribuya el ingreso. Su voracidad no deja espacio a la neutralidad. Los que asientan sus poltronas en las bolsas de caudales y de soja, siempre se opusieron a democratizar el país. Tienen su historia. El diario Clarín del 5 de septiembre de 1980, en plena dictadura, titulaba en tapa “Galtieri habló de la sucesión presidencial. Lo hizo ante todos los generales en actividad”. Más abajo una enorme foto del ex general Harguindeguy, recibiendo a los dirigentes de la Sociedad Rural, con el título “Pide la Sociedad Rural que no se apresure una salida política”. Diez días después, la dictadura sancionaba la Ley de Radiodifusión. La que desde hoy tiene por fin su tiempo de descuento. Dijo entonces el dictador Galtieri que “las urnas están bien guardadas y van a seguir bien guardadas”. Y el diario La Nación en su editorial del 24 de marzo de 1981 despedía de la presidencia al genocida Videla diciendo textualmente “al cabo de cinco años hay un saldo de orden, de seguridad; de paz interna impuesta por la fuerza militar y abrumadoramente consentida por la civilidad. Videla vuelve a su hogar acompañado por el respeto y la consideración de cuantos han reconocido su honestidad y patriotismo”
Del país singular de los dictadores y sus cómplices mediáticos, al país plural de la democracia. Estamos en ese tránsito.
Por eso, y cuando los cambios son tan profundos, es la sociedad la que debe hablar. No hay que alarmarse, entonces, por los ruidos y las voces altisonantes de los que sólo saben oponerse. Porque como diría un catalán, la democracia no tiembla, está latiendo.

(El Argentino. 19.03.09)

miércoles, 18 de marzo de 2009

EL ESTADO, EL PULQUI Y LA POESÍA

Cristina en Córdoba y Néstor Kirchner en La Plata, llamaron ayer a profundizar el modelo de desarrollo con inclusión social.
El Estado argentino, que viene de recuperar Correos, Aguas y Aerolíneas Argentinas y la administración de los fondos de nuestros jubilados, esta vez recuperó la Fábrica de Aviones Lockeed, que en adelante se llamará “Brigadier San Martín”, en homenaje a su histórico creador, Juan Ignacio San Martín.
En un acto colmado de trabajadores, la Presidenta dijo: “Tenemos que volver a articular todos los pedazos que, como un rompecabezas fueron desarmando para en definitiva desarmar al país de su potencial, de su capacidad. Nada fue casual.”
Ayer también, la Cámara de Diputados preparó la casa para que hoy sea tratado el proyecto del Poder Ejecutivo por el que se adelantarían las elecciones nacionales.
Asimismo, se realizó una nueva reunión de los representantes del Gobierno con los patrones rurales de la Mesa de enlace agropecuaria. Volvieron a salir disconformes por no lograr la baja de las retenciones a la poderosa soja de la que son propietarios, resolviendo movilizarse el jueves próximo al Congreso Nacional.
En estas dos últimas actividades, los opositores afilaron sus dardos contra el modelo de país que el Gobierno defiende contra viento y marea.
El ex Presidente Kirchner, por su parte, reavivó el fuego de la militancia llamando a construir un país para todos y a no aflojar en la lucha por la inclusión social y la soberanía nacional, a través del voto popular el próximo 28 de junio.
Habrá que poner mucha atención a los días que vive el país. Y convocar a la memoria para entender los acontecimientos que transcurren a la velocidad que suele elegir la historia cuando transforma el destino de los pueblos. Tanto para los que eligen las veredas opositoras, como para quienes se identifican con el proyecto político gobernante.
Cuando los gobernantes abdicaron su potestad de representantes y defensores de los intereses nacionales y populares, el Estado fue colonizado por aquellos intereses que pusieron su eje excluyente en las fuerzas del mercado, en los poderes más concentrados, nativos y extranjeros. Hoy vuelve a ser valorado en el mundo como consecuencia de la crisis más profunda que provocaron los que lo vaciaron mientras alimentaban sus fortalezas privadas. Pero convengamos que en la Argentina, esta disputa está abierta desde el 2003. Y de eso se trata este tembladeral que los opositores intentan provocar cada vez que el gobierno profundiza los cambios. Nada es casual, como se afirmó. Cuando en el amanecer de los años cincuenta, el gobierno de entonces, se encontró con el escollo que le significaba la negativa de muchos empresarios de invertir en la fabricación de repuestos, autopartes y otros rubros industriales, el Brigadier San Martín se plantó frente al Presidente Juan Domingo Perón y le dijo: “Si Usted me permite Presidente, yo le voy a fabricar, no repuestos, sino automóviles en el país”
Era el principio de un largo camino de desarrollo que habría de construir el mayor conglomerado industrial de la Argentina, fabricándose desde los aviones Pulqui, Pucará y Pampa hasta la moto Puma, el Rastrojero Diesel, la Rural Gauchita, los tractores Pampa, las lanchas con motor fuera de borda “Surubí” y un abanico de productos industriales que fueran orgullo del país que fue y será, como diría el poeta Juan Gelman.
La poesía le cuenta las costillas a nuestros desamparos, a nuestras soledades, a los viejos rencores de los poderosos, a nuestras tristezas y nuestras alegrías. Vimos arrumbar la patria de nuestros desvelos y clavamos las lanzas que no nos alcanzaron para echar al olvido con que fusilaban los sueños y los bolsillos rotos del hambre y la desesperanza. De allí venimos. De donde dijo Gelman, de “los sueños rotos por la realidad, los compañeros rotos por la realidad, los sueños de los compañeros rotos. ¿Están verdaderamente rotos, perdidos, se pudren bajo tierra? ¿Su rota luz diseminada a pedacitos bajo tierra? ¿Alguna vez los pedacitos se van a juntar? ¿Va a haber la fiesta de los pedacitos que se reúnen? Y los pedacitos de los compañeros ¿alguna vez se juntarán?”
De juntar esos pedazos habló Cristina.
Hoy se vota en Diputados el proyecto de la Presidenta. Tome usted partido por quien le resulte de su simpatía. Pero acuérdese que en verdad estamos reconstruyendo, en paz y en democracia, los pedacitos de una nación que quiere volver a ser.
(El Argentino. 18.03.09)

martes, 17 de marzo de 2009

¡ES LA DEMOCRACIA, ESTÚPIDO!

“Las urnas son a la democracia, lo que la pelota es al fútbol”, dijo un académico del barrio, que sabe mucho de estos asuntos.
La esencia del sistema democrático está en la posibilidad que los ciudadanos se expresen libremente, eligiendo a sus representantes y plebiscitando así, el modelo de país, de provincia y de municipio, con el que se identifican. Es casi el ABC de la democracia. Por eso cuesta entender a los políticos opositores como Carrió, Macri, De Narváez y Felipe Solá, que ayer anunciaron su oposición al proyecto para adelantar las elecciones, enviado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, fundamentado en la feroz crisis internacional que hoy padece el mundo, consecuencia del neoliberalismo que esos políticos encarnaron en la Argentina del fracaso. Conserven la calma. Se está convocando a elecciones, no a la guerra. ¿Porqué tanto temor, prejuicio y negativa?
Sin ponerse más colorado, De Narváez dijo que si y que no en un solo suspiro.
Los argumentos resultan curiosos en boca de algunos demócratas. Uno de ellos afirmó que “cuando se toman decisiones pensando en conveniencias circunstanciales, nos equivocamos” y agregó que “votar en octubre, nos acercaba a los países serios”. Otro sostuvo que “la modificación sin consenso del calendario electoral no contribuye a crear las condiciones para el dialogo” y reclamó “la unidad de la oposición”.
Y otros ven en la presunta “debilidad del oficialismo” y “el drenaje de votos y dirigentes”, el verdadero motivo del adelantamiento.
Es evidente que a los opositores les pesa la angustia de mostrarse desnudos después que el gobierno los invitó a revalidar títulos con el único método que conoce la democracia: votando. Pensamos que es de buen gobernante tomar decisiones inspiradas en las necesidades del pueblo y en las conveniencias que las circunstancias imponen. De eso se trata el arte de la gobernabilidad. ¿De qué países serios se habla? ¿De los que ocasionaron esta crisis mundial que motiva esta decisión presidencial? ¿O acaso en octubre somos serios y en junio somos risueños?
Por otra parte, el Parlamento se llama así precisamente por que es el palacio donde se parla, se habla, se dialoga y finalmente se consensúa, por mayoría, una determinada legislación. ¿Hay otro ámbito más representativo que el Congreso? El sistema de partidos tradicionales argentinos colapsó en el 2001. Las representaciones partidarias se expresan, aún en su diáspora, a través de las bancas legislativas. Todo lo demás es puro verso.
Lo que resulta poco serio es pedirle al gobierno que, además, se haga cargo de organizarle la unidad a los opositores.
Ningún gobierno sumido en una teórica debilidad, toma la iniciativa de apurar una disputa; antes bien, alarga los tiempos para reacomodar sus filas. Elemental. Por eso, es inconsistente esta argumentación de presunta debilidad. Pero además, si así fuese cierto ¿cómo no acompañar entonces una decisión pensada para robustecer el poder político perdido? Hablan de “atropello” gubernamental. Ese es un argumento claramente de las dictaduras, absolutamente refractarias y hoscas a toda manifestación de la voluntad popular. ¿No se les ocurre algo más inteligente? ¿Cómo hablar de atropello cuando los están invitando a debatir parlamentariamente entre todos?
Dicen que “no le creen nada de nada” al Gobierno, coincidiendo con los patrones rurales. ¿Y entonces? ¿No es sensato ir a elecciones para revalidar títulos y representatividades perdidas en el camino? Más aún, si así lo creen, ¿qué es lo que están discutiendo entonces? ¡Es la democracia, estúpidos! Dan ganas de gritar ante tanta incoherencia.
Así como Elisa Carrió dijo que después de escuchar la decisión presidencial, se fue de vacaciones, al igual que Gabriela Michetti, Carlos Menem declaró ayer que “la decisión es mala porque los partidos y los dirigentes tienen que trabajar de apuro”.
Sólo el trabajo dignifica. Claro, para eso hay que querer trabajar. Algo al que no parecen muy afectos algunos políticos.
Los sectores más emblemáticos de la derecha, se opondrán al proyecto enviado por la Presidenta al Congreso. ¿Qué dirán ahora aquellos que no son de esa cofradía? Sería penoso que por desmarcarse del gobierno, cuya política de defensa de los derechos humanos constituye su columna vertebral, algunos terminen en la misma vereda de Carrió, Menem y compañía.
Qué cosa hermosa la democracia, es tan temible como generosa.
(El Argentino. 17.03.09)

lunes, 16 de marzo de 2009

AHORA O NUNCA, ES LA CONSIGNA

¿Qué está pasando en la Argentina?
Mientras el oficialismo unifica personería, los opositores ahondan sus diferencias. Una recorrida por los diversos domicilios de la política, nos mostró con toda elocuencia una renovada y pujante mística entre las mujeres y los hombres que abrazan el proyecto político que hoy gobierna la Argentina. Consultamos y entrevistamos a distintos referentes de la Ciudad de Buenos Aires, de las orillas bonaerenses y del interior del país. Todos coinciden en un lugar común, la alegría del que sabe que va al combate electoral por una justa razón. Como si de pronto todos los conflictos nacionales, los más superficiales y los más profundos, encontraran un punto de resolución posible en las elecciones adelantadas para el próximo 28 de junio.
Se elijen legisladores nacionales, pero en verdad, se plebiscitará el modelo de país de los argentinos para los próximos años. Ahora o nunca, parece ser la consigna. Será optar entre una democracia formal, atada al destino de los grupos de poder nacional y trasnacional, o una democracia que defiende el empleo y la producción nacional. Seas o no seas kirchnerista.
Así como el oficialismo muestra su pulsión de vida, las distintas huestes opositoras lanzan rayos y centellas en una pulsión muy distinta.
¿Dónde quedaron sus presunciones de ser fuerzas alternativas y superadoras de esta etapa, que “el kirchnerismo ya fue” y que “el gobierno y sus legisladores deberán aceptar lo que exige el campo de las vacas y la soja o caerán ante el escrache de los dueños de la tierra”?
El diputado Canteros, de Córdoba, fue la última víctima de estas prácticas autoritarias.
Contabilizamos, entre el viernes y el sábado pasado, 324 reuniones convocadas de urgencia por los opositores a lo largo y ancho del país en menos de 24 hs, luego de la palabra presidencial. Cunde entre los distintos grupos el desánimo y la impotencia, la bronca y la angustia de tener que conciliar intereses tan diversos y distantes como los que separan a socios que aparentaban una unidad de acero y ahora demuestran la porosidad de sus alianzas, sus enconos internos, sus desconfianzas, sus vanidades, sus recelos. Creen ver en la debilidad gubernamental, las razones del adelantamiento electoral. Si así fuera, ojala todos los gobiernos llamen a elecciones, en lugar de convocar los colmillos de la represión, como ocurría antes. ¿Se acuerdan?
Mientras prevalece el revuelo en la granja opositora, la rebelión contra el pasado, es patrimonio del oficialismo.
¿Rebaja de las retenciones a la soja o Junta Nacional de Granos? ¿La ley de la dictadura o una nueva Ley de “radiodifusión”? ¿La vuelta de los ferrocarriles o seguimos con los piquetes y accidentes mortales de las rutas argentinas? ¿Defensa y valoración de los pueblos originarios o xenofobia? ¿Respeto a las minorías sexuales o no? ¿Soberanía nacional o no? ¿Cuidamos el empleo y el consumo interno o nos atamos a la crisis mundial? ¿Respeto irrestricto a los derechos humanos o vuelta al pasado de los genocidas?
Es la disputa entre el viejo país y este otro, tan nuevo como lleno de contradicciones, pero en definitiva, un país en cinta de más justicia social, más inclusión, más libertad.
Una porción de opositores, rechaza esta decisión porque no les da más tiempo para la rosca y el internismo. Son los que acaban de denunciar al gobierno democrático argentino ante la poderosa SIP, la Sociedad Interamericana de Prensa, sospechada por su cercanía a la CIA y al “Operativo Cóndor” de las dictaduras sudamericanas, presidida hasta muy poco tiempo atrás, por quien fuera el director de prensa de la dictadura uruguaya, Danilo Arbilla, tenebroso funcionario que decía defender la libertad de expresión mientras los genocidas secuestraban, asesinaban, torturaban y desaparecían periodistas como Rodolfo Walsh y clausuraban diarios genuinamente independientes. Los firmantes de la UCR y la Coalición de Carrió, deberían saber que de esa desvergüenza tampoco se vuelve.
Vale el homenaje a la memoria de Chenda, aquella valiente argentina exiliada en los EE.UU., que cuando se enteró de la desaparición de su hijo periodista en Buenos Aires, hizo tal escándalo en la cumbre de la SIP en 1981, que los directores de La Nación, Clarín, Gente, La Capital, de Rosario, aún deben recordar a aquella mujer que entre sollozos les recriminaba “¿Y ustedes se dicen argentinos?”
La democracia es generosa. En junio, tendrán oportunidad de votar aquellos que para atacarla, acudieron nuevamente, a los viejos socios de la dictadura.

(El Argentino. 16.03.09)

domingo, 15 de marzo de 2009

CUADRO DE SITUACIÓN: LA DECISIÓN DE CRISTINA

El Gobierno apuró el futuro y cambió el escenario político. En una decisión de carácter estratégico, adelantó la convocatoria a la ciudadanía, para que se exprese libre y democráticamente con su voto. El Congreso, con su última palabra, hará posible que en quince domingos más, se elijan diputados y senadores nacionales, en una contienda donde, guste o no, se plebiscitará el modelo de gestión gobernante. La crisis mundial y los profundos interrogantes que provoca, aceleraron la decisión.
Parte de la oposición, la que pronosticaba la caída vertical de la popularidad del Gobierno y que poco o nada de interés exhibía por las consecuencias letales de esa crisis, puso el grito en el cielo. Son los que siguen concibiendo la institucionalidad desde otros vectores diferentes a la política. O desde los medios, o el FMI, o el poroteo liso y llano de las sectas y los punteros tradicionales.
Pero hay otras razones que explican la decisión oficial y que intentaremos develar aquí.
Además de la puja por la redistribución del ingreso, para el Gobierno el principal punto de tensión, está puesto desde hace unos meses, en amurallar las defensas del país en vísperas de la caída sobre nuestras costas de los primeros escombros lanzados por la crisis mundial. Trata de sostener y profundizar las metas económicas y sociales alcanzadas, apurando la marcha hacia aquellas medidas estructurales que fortalezcan y consoliden el proyecto estratégico que impulsa desde el 2003. En este contexto, adelantar las elecciones para fines de junio, lejos de ser una medida aislada, es un punto del mismo bordado con que teje la defensa del empleo y el consumo interno, mientras establece políticas de intercambio y unidad con América Latina y otros países, a los que habrá que sumar los temas abordados en la reciente conversación telefónica mantenida entre la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el Presidente Barack Obama, el pasado viernes. Expresa también la capacidad de iniciativa del gobierno para administrar la carga de energía que precisa invertir en un año tormentoso para el mundo entero.
En un año electoral, quiere abordar un amenazante segundo semestre, con el mayor sosiego político posible para la sociedad. Resuelve la ecuación y la complejidad de la etapa convocando al voto popular; no al miedo, ni a la represión, ni al autismo, ni al fatalismo ni a los “superpoderes”. Al voto popular.
El gobierno transpira sus días con el apremio de robustecer las filas de un Estado que mientras se reconstruye, enfrenta las consecuencias de una crisis que le es ajena, pero que impacta sobre todo el planeta. Pese a semejante marco, la oposición busca irresponsablemente el desgaste del gobierno, usando para ello el largo conflicto con la patronal rural e invirtiendo todo su esfuerzo en esmerilar la credibilidad social en el gobierno democrático. Ese maridaje se mostró en el acto de la Mesa de enlace con dirigentes opositores realizado el jueves anterior en la ciudad de Córdoba. Allí, donde Hugo Biolcatti tronó la vieja consigna de la derecha nativa: “Aprendan a votar”. Demostraron con toda elocuencia, que no les bastó que la Presidenta de la Nación se haya involucrado personalmente para expresar la voluntad de concilio y acuerdos posibles en medio de esta situación. Tampoco les bastó que el gobierno acceda a prácticamente todos los reclamos de los empresarios rurales, salvo la anulación de las retenciones a la soja. En verdad, su estrategia de campaña es el desgaste contra un modelo que pone el acento mayor en la redistribución del ingreso. Y para ellos, la riqueza concentrada tiene un cartel de “prohibido pasar”.
Con este cuadro internacional, más los elementos locales antes apuntados, el gobierno llegó a la conclusión que no se podía dilapidar esfuerzos durante todo un año, en un desfile electoral que culminaba recién en el final de octubre. La noche del jueves, la Presidenta expuso ante los jefes de las bancadas oficialistas en el Congreso, y otros funcionarios presentes, las razones de su desvelo.
“Elecciones desdobladas desde marzo a octubre. Una larga fiesta de la democracia, bajo vientos huracanados”… “¿No les parece suicida y hasta obsceno que mientras arde el mundo, en vez de trabajar para la cohesión social, la solidaridad y la unidad nacional, estemos asistiendo al triste espectáculo de sectores que hacen de cada tema, de cada conflicto, una emboscada contra las instituciones democráticas?” Había llegado la hora de tomar una decisión en el más alto nivel de responsabilidad política. Hasta altas horas de esa noche, la Presidente consultó telefónicamente a los gobernadores. Seres políticos al fin, repasaron todas las argumentaciones posibles de los sectores opositores y de los grandes medios de comunicación que mantienen su confrontación con el gobierno, los que diagnostican la baja pronunciada de la imagen del gobierno, la diáspora de dirigentes y legisladores, la debilidad de las fuerzas oficialistas en el terreno electoral, los que auguran, hasta ahora, una segura derrota electoral del oficialismo. Sin embargo, pudo más la responsabilidad del gobernante por sobre cualquier especulación de tipo partidario. Contra todo lo que dicen y escriben, prevaleció la convocatoria al pueblo, antes que detenerse a elucubrar partidariamente sobre la propia suerte.
El revuelo provocado es gratificante para la democracia. Es la política la que está en el centro de la escena. El debate atraviesa a todas las fuerzas, divide algunas opiniones, articula otras, estimulando a discutir el proyecto de país que precisamos los argentinos. En este contexto, son muchos los que piensan que es bueno que Néstor Kirchner esté al frente de esta ola ondulante que generó la Presidenta. Ya se verá.
La oposición quedó desnuda. Con voces que, a disgusto, aceptan la iniciativa y otras que sufren de vértigo electoral, aunque no lo acepten en público. Lo que es una paradoja de parte de opositores que se regodeaban hasta hoy discurriendo sobre el poskirchnerismo. No deberían temer quienes hasta ayer pronosticaban su triunfo. Y si no les alcanzan tres meses para organizarse electoralmente, deberían reflexionar seriamente sobre sus condiciones para gobernar.
En los próximos días, cada fuerza democrática alistará, organizará y mostrará todo su caudal representativo. Los que se identifican con el Gobierno, además, deberán sostener el timón del Estado, en medio de un mar que anuncia tempestades. El pueblo sabe votar. No hay nada que temer. La utopía de un país más justo, siempre sale de rondas por las calles cuando el pueblo vota. Y es bueno para todos que ello suceda.


(Miradas al Sur. 15.02.09)

EL PUEBLO SABRÁ VOTAR

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la decisión de convocar anticipadamente las elecciones nacionales para el 28 de junio próximo.
Si en el Congreso de la Nación, todo transcurre como se prevé, en apenas quince domingos, los argentinos iremos a las urnas para robustecer la democracia, llenándola de votos y de legitimidad popular.
Dicen que Cristina, antes de terminar de decidir, reflexionó largamente y en voz alta ante sus interlocutores: “Todos coincidimos en afirmar que el 2009 será el año más difícil de los últimos cien como consecuencia de la crisis provocada por el neoliberalismo y por eso ajustamos todas las defensas para que ningún trabajador pierda su empleo y mantengamos a resguardo el consumo interno; pero la política, ¿qué hace la política? ¿Mira para otro lado? ¿Se cruza de brazos? ¿Piensa todo el tiempo en fatigar al pueblo con una campaña electoral de acá hasta fin de año como si nada pasara?”
Cuando se gobierna, la hora de las decisiones trascendentes define al gobernante. O elije el rumbo escuchando al pueblo o se conforma por esperar en soledad que los acontecimientos se desarrollen como si fueran fenómenos naturales, indomables e impredecibles.
Un anuncio de semejante porte, también desnuda a los opositores de distinto plumaje. Una mayoría de ellos, puso el grito en el cielo, haciendo coincidir a un variopinto opositor más parecido a la vieja “unión democrática” que a una dirigencia que se supone comprometida con la defensa de la democracia, con la suerte de los más humildes y con el voto popular. Algunos parecían fantasmas desfilando hacia un precipicio; ¿será el tan temido vértigo electoral?
Entre lo que pronosticaban hasta ayer nomás, el fin de este proyecto político que gobierna el país desde el 25 de Mayo de 2003 hasta nuestros días, que hacían elucubraciones y se solazaban pensando en una próxima etapa a la que llamaban “pos kirchnerismo”, convengamos que hay una desproporción manifiesta con esta actitud de espantarse porque la Presidenta convoca a votar. No está firmando el “estado de sitio” ante una circunstancia mundial aciaga y tenebrosa que amenaza al mundo entero. Está diciendo que hay que reforzar los cimientos y las murallas de un modelo de desarrollo con inclusión social, para que ningún viento huracanado se lleve puesto lo que la sociedad construyó y reconstruyó después de nuestra propia crisis en el 2001. Y para ello precisa asegurar dos cuestiones básicas: evitar la dispersión de energías durante todo un año excluyentemente electoral y posibilitar que en el segundo semestre, reine el imprescindible sosiego social que permita enfrentar la crisis mundial, con los argentinos unidos y solidarios, más allá de banderías partidarias. ¿Es tan difícil entenderlo? ¿O será que así como el ladrón cree que son todos de la misma condición, el politiquero cree que todos son iguales, que nadie piensa en el país y en cuidar las espaldas de este pueblo al que se quiere tanto?
Terminan siendo el eco vano del patrón rural que ordenó “aprendan a votar”, como decían los conservadores del fraude patriótico. El pueblo está preparado para defender la Patria, siempre. ¿Pero no para votar? Algunos de los opositores que se auto recomiendan como alternativa gobernante, dijeron que no les alcanza con tres meses para armar una lista y competir en las urnas. Caramba, caramba. Si usted pensaba que eran una opción posible, piénselo de nuevo. ¿Se imagina a estos opositores gobernando en medio de una crisis cualquiera? Si son tres, reaccionarán de tres maneras distintas, como Solá, De Narváez y Macri. Y si son de la Alianza radical de Carrió, mejor encomiéndese a su santo porque lo dejarán de a pie hasta resolver un expediente.
Vote como vote, es bueno que no se desdoblen las elecciones para evitar la sangría de esfuerzo económico que significa semejante despropósito en esta situación. Y es bueno que no utilicemos todo el año para hacer campaña electoral. Y es más bueno que salgamos a decir lo que se piensa sobre este Gobierno utilizando para ello legítimamente el voto popular.
¿Será Néstor Kirchner el que presida la lista de los que creen necesario defender lo construido y construir lo que aún falta? Ya lo veremos.
Cuando se convoca a votar, el alma de la democracia suspira y vuela sobre las casas, las escuelas, las fábricas, los barrios más humildes, anunciando la buena nueva de que otra vez, algo de dios habita entre nosotros. Y es la voz del pueblo, ni más ni menos.
No hay nada que temer. El pueblo sabe votar, mucho mejor que los que se sienten lejos de él.
(El Argentino. 15.03.09)