jueves, 30 de octubre de 2008

UNA CUMBRE SIN LA PRESENCIA TUTELAR DE LOS ESTADOS UNIDOS

La presidenta Cristina Fernández viajó a El Salvador para participar de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado.

Los mandatarios latinoamericanos volverán a encontrarse, en El Salvador, sin la presencia tutelar de los Estados Unidos; la última vez que esto sucedió fue cuando el ALCA se encalló en las playas de Mar del Plata en tiempos del gobierno de Néstor Kirchner. No es un dato menor si tenemos en cuenta el colapso financiero mundial de estos días. ¿Se imaginan lo que hubiese sido de nosotros en esta crisis capitalista si hoy fuéramos una estrella más en los dominios imperiales de George W. Bush? Construir la memoria es imprescindible si queremos que crezca esta nueva era que, como dice el poeta, “está pariendo un corazón y hay que acudir corriendo, pues se cae el porvenir”.Hoy que América latina tiene su propio pasaporte y camina libremente por las calles es preciso actuar rápidamente para remediar todos los males con que nos azotó el neoliberalismo. Y cuando hay necesidades sociales apremiantes, toda demora es un crimen; por eso dan pena los legisladores que piden más tiempo para el tratamiento de la nueva ley jubilatoria. Y dan vergüenza los políticos que sin pudor alguno defienden a banqueros y financistas de las AFJP en lugar de defender los intereses de los trabajadores. Seguramente estarían más cómodos con Julito Roca y Carlos Saúl Menem.La primera cumbre iberoamericana nació en 1991 en Guadalajara, México, el mismo año del derrumbe de la Unión Soviética. Desde entonces, el mundo cambió drásticamente. El Consenso de Washington, que fue como la biblia de un mundo desigual, pasó al altillo de los trastos viejos, mientras que en nuestros países creció el rol soberano, regulador y democrático de los Estados nacionales.El orden neoliberal no quiso saber en este lapso que en su vientre incubaba sus propios monstruos. Diez años después del derrumbe soviético sucedió el ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono. Y como ya no estaba el comunismo para acusarlo, la gula financiera de la ganancia fácil señaló con sus misiles a los nuevos enemigos y allá fueron los bombardeos mientras la maquinaria capitalista seguía inventando toneladas de dinero virtual y manuales de instrucción “gerencial” para las administraciones públicas. Con lo ocurrido en Wall Street, ahora sí que nos quedamos, felizmente, a la intemperie. Como dice el tango “mirá lo que quedó…”.Emergieron, en tanto, tres potencias llamadas nuevas, aunque tienen casi la edad del hombre: China, India y Rusia. También se alborotó el “patio trasero” con una oleada democrática en toda América que brinda un cuadro esperanzador para el continente, tan profundo que algunos pensadores lo califican sólo comparable con el momento histórico que dio origen a nuestras respectivas independencias. Si nos animamos, esta vez no habrá más cien años de soledad para nuestros pueblos; aprendimos que es preferible crecer con nuestras propias incertidumbres antes que hacerlo con certezas ajenas. Este y no otro es el marco de esta cumbre que debatirá el tema central, Juventud y Desarrollo, reafirmando seguramente lo que ya reclamaba la última cumbre realizada en Chile, “un crecimiento económico perdurable que garantice el desarrollo humano sustentable y la capacidad del Estado para implementar políticas y programas con ese fin”. Parte fundante de la virtud de este proceso democratizador reside en la irrupción de los pueblos originarios en los países de la región y cuyo mayor exponente es el gobierno boliviano del presidente Evo Morales. Los pueblos volvieron a andar los caminos para que América latina siga siendo un continente joven, libre, más justo, menos desigual y un poco más feliz.La presidenta de los argentinos podrá afirmar en El Salvador que, aun con imperfecciones, el Gobierno está desplazando el egoísmo y el “sálvese quien pueda” de los mercaderes. Ya vendrán “los mejores” y sabrán pulir con su fino pincel el trazo grueso de este cambio de estructura en su primera etapa. Ahora es tiempo de acompañar estas medidas y no hay excusa para explicar lo contrario.La cumbre iberoamericana será, en este sentido, un calificado y sonoro auditorio donde las voces de la América profunda sigan afirmando o al menos balbuceando estas primeras respuestas que la historia quiso que empiecen alumbrando aquí, al sur del río Bravo.
(BAE 30 de Octubre de 2008)

domingo, 26 de octubre de 2008

OTRA VEZ EN PUGNA DOS MODELOS DE PAÍS

Pongamos que Norma Pla hoy mira desde el cielo y sonríe festejando la decisión presidencial con aquellos que lucharon contra la privatización jubilatoria, iluminando de antorchas la Plaza como lo hicieron en la noche menemista. Y una mayoría progresista y popular pegue un mazazo de unidad contra el neoliberalismo depredador y haya fiesta en el pueblo.Pongamos que el sistema solidario de reparto no pase el Congreso. Festejarán Macri, Carrió, Menem, la Banca Morgan, los buitres de las AFJP y las plumas mercenarias de los medios de desinformación.Y las cacerolas de teflón vuelvan a ganar las calles reclamando se respeten la “propiedad privada” de sus ahorros previsionales porque son “intangibles”, y ya que estamos “que se vayan estos zurdos que nos gobiernan”, que “encarcelen a los pibes de seis años de los barrios pobres”, y que “ni la soja ni las AFJP se tocan”. De nada valdrían las excusas pretendidamente neutrales de quienes resulten funcionales con su voto a favor de la derecha reaccionaria cuando “la privatización fue a los jubilados lo que la solución final de los nazis fue a los judíos, ¿me sigue?”¿Sabe por qué le da vértigo pensar esta posibilidad? Porque están en pugna nuevamente dos modelos de país. De un lado el país de la exclusión y el individualismo egoísta y del otro, el de la inclusión y la solidaridad social. Podemos ganar o perder. Y usted lo sabe.En un mundo que tiembla de miedo e incertidumbre, la Presidenta ya optó y profundiza el rumbo elegido democráticamente. Nombra a Perón, Evita, Jauretche y Ferrer y el nuevo relato de los argentinos avanza en su construcción colectiva. No hay tiempo que perder ante esos liberales que se dicen “marxistas”, pero por aquello de Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no les gusta, tengo otros”.Es un momento fundacional para definir el país que queremos para los próximos cien años y es imposible que un gobierno lo haga solo. Todos debemos participar construyendo el futuro. Hagamos como Belgrano o San Martín que desde las trincheras daban la voz de “Alto ¿quién vive?” y desde el otro lado se respondía “¡la Patria!” para empezar a identificarse. Estamos como en ese principio, identificándonos, en una batalla que sigue siendo cultural.
Publicado en Miradas al Sur, 26-10-08

miércoles, 22 de octubre de 2008

LA ABUELA ESTÁ CONTENTA PORQUE RECUPERA SUS JOYAS

Mientras el gobierno nacional consolida su política en favor de los jubilados y de todos los ciudadanos, el gobierno de Macri reprime salvajemente a los maestros y Elisa Carrió y Gerardo Morales blasfeman y despotrican contra la decisión oficial de recuperar el rol intransferible del Estado en defensa del sistema jubilatorio.
En estos contrastes se sigue jugando el presente y el futuro de los argentinos.
Para que nadie tenga dudas sobre el rumbo elegido, la Presidenta Cristina Fernández viene recorriendo el país reafirmando una gestión que se muestra segura afrontando la etapa signada por la fenomenal crisis del capitalismo a escala mundial.
Toma las precauciones propias de una travesía en tiempos de tormentas, pero profundiza el camino, sin distraerse con las voces anacrónicas de ciertos factores de poder que hacen desesperados esfuerzos para convencer de bajar el gasto público, enfriar la economía, achicar el presupuesto, despedir trabajadores, etc. Quienes así opinan no terminan de entender lo que está ocurriendo en los países centrales o bien defienden otros intereses disfrazados de “analistas independientes”. En cualquier caso, seguirán ladrándole a la luna.
Los anuncios de cambios estructurales en el sistema de jubilaciones son una muestra de que el Estado vuelve a ocupar el lugar que le arrebataran los mercaderes de las AFJP en los años 90, en la convicción de que la única política social universal posible es la que regula el propio Estado. Se trata de garantizar el derecho a vivir dignamente, en la plenitud y en el descanso ganado después del trabajo activo.
En nuestro país, digámoslo, ya están amaneciendo los nuevos paradigmas: Vuelve el hombre, el pueblo, los ciudadanos al centro de la escena.
“¿Por qué se mete el gobierno?” preguntan escandalizados los nostálgicos del paraíso liberal perdido. Porque es de toda justicia hacerlo y porque después del auxilio estatal de Bush y otros mandatarios a bancos y financieras privadas, socorriendo a los que más tienen, en estos confines del sur hay gobiernos que asisten a los sectores populares que quedaron a la intemperie por las políticas económicas dictadas por el mercado. Y convengamos que una cosa son los gobernantes que salvan bancos y otra distinta, son quienes cuidan a sus jubilados. En estos asuntos anda el Gobierno, recuperando las joyas que gobiernos anteriores le robaron a la Abuela y a la vez, desplegando una diplomacia laboriosa desde la política de unidad latinoamericana que impulsa para la región. En este marco hay que interpretar el viaje del Canciller Taiana a Chile al frente de una delegación de empresarios argentinos, la firma de un acuerdo por parte de la Ministra de Defensa, Nilda Garré, con su par de Perú, para conformar una Fuerza de Paz en el marco de la ayuda humanitaria de Naciones Unidas y el trabajo que realiza el representante de Argentina ante la Unasur, Rodolfo Mattarollo, reconstruyendo las huellas de la matanza de campesinos en Pando, Bolivia.
Asimismo, el Ministro Tomada, inicia una serie de encuentros con cámaras empresariales para adelantarse a posibles desajustes motivados por la crisis financiera internacional, cuidando a cualquier precio el trabajo de los argentinos y el Ministro De Vido desarrollando un sustantivo Plan de Obras Públicas que obviamente creará más fuentes de empleo y más desarrollo para nuestra economía. La Ministra Alicia Kirchner sigue construyendo una economía social y recupera en cooperativas el trabajo solidario perdido en miles de fábricas destruidas. Todos estos movimientos son seguidos y protagonizados a su vez por la permanente actividad del Jefe de Gabinete Sergio Massa.
Se entiende así porqué la Presidenta, con claridad y coraje, viaja de Mendoza a Río Negro, de Salta a Chubut y del Chaco a Laguna Yema, Formosa, para entregar títulos de tierra y créditos que financiaran mejoras en el sistema productivo e interiorizarse de la problemática social de las provincias.
Mientras tanto, la oposición pareciera no encontrar remedios para su desconcierto. Y eso que tienen a su favor a notables voceros de algunos grandes medios que hacen lo imposible para posicionarla mejor mediáticamente, describiendo una realidad que sólo tiene vida en su febril imaginación. Pero les resulta imposible hablar de un proyecto alternativo cuando este no existe.
Las medidas del Gobierno la desorientan aún más y entonces, por las dudas, se oponen. No vemos en ellos, lamentablemente, una actitud de cultura cívica y constructiva. Carrió es un ejemplo de esta verdadera cofradía de gorilas en la niebla.
Habrá que observar lo que hacen cuando gobiernan para conocerlos mejor.
Allí está Macri a los bastonazos, Julio Cobos usufructuando el despacho en el Senado como si fuera su comité de campaña y el matrimonio Duhalde que con sus agravios e insultos nos hacen estremecer al recordar, dolorosamente, la política de mano dura que aplicaron cuando gobernaron. ¿Se acuerdan? Fue el tiempo donde cayeron acribillados por las balas policiales, Kosteki y Santillán.



(Por Jorge Giles, 20 de octubre de 2008)

domingo, 19 de octubre de 2008

DE PERÓN HAY QUE ACORDARSE CUANDO SE ESTÁ GOBERNANDO

Uno tiene la sensación que el kirchnerismo es ese potrero de la infancia que ya no está y adonde vuelven a encontrarse hombres y mujeres después de larga ausencia y honorables batallas ganadas y perdidas. Saben que por aquí anduvo el sol y una marea de pueblo supo construir estaciones y puertos por donde pasaron los trenes y los barcos. Y saben que en este lugar la tierra sigue latiendo en alguna dirección, casi siempre en la misma de sus antiguos sueños. Por eso se convocan aquí, porque cuando hablan Néstor o Cristina, dicen las palabras que nunca rindieron, ni con las dictaduras ni con los neoliberales ni con los traidores. Trabajo y producción, soberanía y justicia, federalismo y patria, pueblo y nación. Y los desaparecidos, los fusilados y los torturados vuelven a mirarlos a los ojos con el asombro del último día. No se les puede negar que este 17 de Octubre recuperaron el valor de la palabra, amaneciendo en La Matanza, atardeciendo en Los Polvorines y anocheciendo en Paraná.En la orillita de enfrente estuvo su contrario, los que habitan el país de las tinieblas y el desprecio, del odio disecado pero aún latente. Lo vimos en funciones en su propia versión del 17. Digámoslo así: el duhaldismo quemó su último cajón en el mini estadio de Ferro. Con la verba incendiaria de la Senadora Duhalde y el empresario de Narváez, el triste desenlace sucedió en un lugar tan vacío de pueblo como de ideas; eso sí, colmado de figuras que parecían salidas de un museo de cera menemista y destacados componentes del macrismo porteño que festejaban con sonoras risotadas los deslices agraviantes de los oradores, como si estuvieran viendo un filme de Carlitos Balá. Esa gramática escrita con vinagre y azufre nos quiere acostumbrar a estas riñas de gallos, a esa filosa púa del insulto que desgarra la piel de una convivencia que debería ser patrimonio de todos, pensemos como pensemos. Pero no pueden con su naturaleza. Precisan del insulto como el reptil de su presa. En la Universidad de La Matanza, la Presidenta rindió homenaje a la genética de su identidad anunciando la construcción de hospitales y la voluntad de avanzar en la política de inclusión social pese al egoísmo de los que más ganan en estas benditas tierras. Mejor que decir es hacer, dijo Cristina, invitando a tocar con las manos las paredes que se alzaron allí donde antes había desolación y gramilla. Podrán retardar esta marcha pero no podrán detenerla, les advirtió a quienes festejaron el desembarco de la tropilla campera la noche en que Cleto Cobos se cruzó de bando votando contra su propio compromiso ante el pueblo que allí lo puso. ¿El suyo es cinismo en estado puro o no entiende que allí dejó de honrar el voto popular? Cobos inauguró una nueva forma de deslealtad, tirando su honra a los perros y a los dueños del ganado en pié y el yuyito de unos pocos. Hasta sus potenciales aliados lo desconfían por aquello de que el que traiciona una vez…Será difícil volver de allí, pero podría empezar a remediarlo meditando para siempre en el exilio dorado de un patio mendocino cubierto de parras y sosiego familiar. En Los Polvorines la Presidenta definió al peronismo como la respuesta argentina de mitad del siglo XX ante un mundo dividido y violento. Quizás por eso su instinto de gigante, miope e invertebrado, como lo llamara con cariño y rigor el Gordo Cooke, le hace extender los brazos buscando nuevas amistades para seguir el rumbo de la patria justa, libre y soberana. Sabe que con él solo no alcanza. Hoy andamos en la misma búsqueda de respuestas propias ante un mundo al que se le murió la última certeza en Wall Street. Por eso convocó a los jóvenes para que vengan a construir los nuevos paradigmas que precisamos, con la frescura de sus rebeldías y su natural desinterés no individualista, sabiendo que lo joven es la antípoda de la politiquería sin moral ni códigos. Es un momento fundacional, afirmó Cristina y convocó al debate colectivo, recordando que desde el 25 de Mayo de 2003 se viene abonando la tierra para la siembra de lo nuevo que ya está por venir. Fue el preludio cuando el sol caía y Paraná ya era una fiesta. Llegaron los muchachos y las muchachas de la JP con sus bombos y carteles de los barrios entrerrianos y se confundieron en un largo abrazo con los que llegaban con Juancito Cabandié en los hombros de sus compañeros. Fueron 70.000 o 100.000 no importa. Valió encontrarse y bañarse de mística y convicciones. Ahí estaban los carteles con el rostro adusto de Jauretche, de Perón y Evita convencida que llevarían su nombre a la victoria.¿Puede haber un momento más bello en un acto de multitudes que no sea escuchar a Lito Nebbia cantando “dicen que viajando se fortalece el corazón…”? Luego desplegó su vozarrón morocho y peronista, Hugo Moyano y lo siguió ese gobernador que se mantuvo en pié cuando otros le ponían bisagras a sus rodillas, Sergio Uribarri. Hasta que habló Néstor Kirchner y todos supieron que la carta de navegación señalaba las estrellas que dejaron los próceres de nuestra historia grande y el “Vivir con lo nuestro” del doctor Aldo Ferrer y el merecido afecto al primer Presidente de la Democracia, Raúl Alfonsín. Los hermanos sean unidos, quiso decir Kirchner y miró el horizonte, invitando a seguir soñando y haciendo el país generoso y justo que reparte sus bienes en la equidad que se le debe a los que poco o nada tienen pero todo lo dan. Es que de Perón hay que acordarse cuando se gobierna, habrá pensado.La política está de vuelta con su rostro humano, mientras en otros confines los señores de la bolsa empiezan a descubrir porqué este pueblo sigue leal a su historia.
(Por Jorge Giles, publicado en Miradas al Sur del 19/10/2008)

jueves, 16 de octubre de 2008

MIRAR AL FUTURO Y RECORDAR EL 17


UN 17 CON OLOR A PRIMAVERA


Se celebra un nuevo 17 de Octubre, Día de la Lealtad. Un día decisivo en la historia del peronismo pero también de todos los argentinos. En medio de este colapso neoliberal sería conveniente mirar hacia el futuro para recordarlo, porque el país inclusivo y soberano que reclamaban entonces los trabajadores, se parece mucho al que debemos construir ahora que se cayeron los muros y los dogmas de los mercaderes que negaron durante décadas el Estado solidario y democrático. Tarea nada fácil si tenemos en cuenta que el sistema político, tal como lo conocimos en el siglo XX, está agotado y por lo tanto es incapaz de dar respuestas colectivas a la nueva situación nacional e internacional. Un ejemplo es el debate por el Presupuesto en el Congreso donde el gobierno sigue enfrentando la resistencia de una oposición aferrada sólo a su mirada narcisista. Oponerse es su única consigna y aunque haya sol en Buenos Aires, reclaman paraguas porque llueve en Nueva York. ¿Pero cuál es la propuesta alternativa al Gobierno de Cristina Fernández? ¿Dónde está la oposición partidaria como una nueva opción seria, responsable y superadora del actual estado de cosas? ¿Julio Cobos lo es? ¿Elisa Carrió y sus profecías nunca cumplidas? ¿La UCR siempre “cerrada al público por reparación”? ¿El duhalde-menemismo de Francisco De Narváez y Rodríguez Saa? ¿Mauricio Macri que no acierta una en su gestión de gobierno?Está claro que la oposición no puede consolidar un polo dirigencial unificado y atractivo en lo programático. Por eso insistimos en la necesidad de juntar masa crítica desde la sociedad creando así mejores condiciones para el desarrollo inclusivo del país. “Crear una nueva conciencia ciudadana” diría la Presidenta, para que no vuelva a ocurrir una noche como la del voto no positivo de Cobos, en que una buena parte de la gente aplaudió ese suicidio colectivo del sector rural creyendo que festejaba el desembarco en Normandía.En la oposición no hay disputas cualitativas de proyectos sino guerra de vanidades entre los actores principales del elenco opositor. El elitismo de derecha de Carrió y sus huestes atenta contra su propio crecimiento porque la hace retornar cíclicamente al palenque más ortodoxo y conservador de su viejo partido radical. Este partido a su vez reproduce su discurso con lógica de papel carbónico, sin advertir los cambios que operaron en la sociedad desde el 2001. Es muy probable que terminen por confluir en un esquema tan parecido a la Alianza que gobernó con De la Rúa y aunque el socialismo de Giustiniani pueda prestarse a la foto, no podrán evitar despegarse del lastre aliancista con que será percibido por un grueso de la sociedad.Cobos es sólo un artículo de moda, sin capacidad de daño contra el gobierno pero sí contra el sistema democrático. Está degradando la institución republicana, la está bastardeando con su uso y abuso, haciendo de ella un comité cobista antes que honrarla con su conducta. Macri demuestra que no tiene la más mínima noción del arte de gobernar. Cree que bombardeando el asfalto y las veredas puede tender un manto de olvido sobre el desastre en que sumió a los sistemas de salud y educación, que son una preocupación angustiante de la población aquí o en Nepal. Sólo en las más duras horas del menemismo vimos marchar masivamente con sus reclamos y dolores a los médicos y los maestros porteños como lo hacen en estos días. La derecha justicialista no puede ser alternativa de nada en este país que conoció y sufrió en carne propia a Carlos Menem. Mucho menos en este cuadro de colapso financiero internacional que traza una línea directa en el inconsciente colectivo con tres personajes de la política criolla: Menem, De la Rúa y Cavallo. “Nunca más” es un imperativo democrático para todos los que apostamos al desarrollo con inclusión social, derechos humanos plenos y autonomía nacional, se piense como se piense partidariamenteEn medio de este panorama la Presidenta gobierna y recorre el país desplegando una gestión de federalismo explícito, mientras el ex presidente Néstor Kirchner conduce el partido y el movimiento gobernante que hoy, ante semejante descalabro neoliberal, está revalidando sus orígenes y su modelo de Estado inclusivo y regulador. Tiene por delante un desafío histórico: ayudar a consolidar este proyecto de país, sabiendo que aún hay miles de compatriotas que siguen sufriendo las consecuencias del vendaval neoliberal. Habrá que sostener el rumbo y ampliar el arco de identidades. Los movimientos sociales serán un diapasón valioso e imprescindible en esta hora que viene.Pese a los lenguaraces que nos inundan a diario de pesimismo, hay gobierno y hay conducción política. No es un dato menor cuando el mundo cruje. La oposición y sus voceros mediáticos son los que precisan urgente un plan de salvataje. Algunos de ellos deberían empezar por hacerse cargo de sus responsabilidades en el pasado y recordar que hace apenas cinco años, dejaron una Argentina que se parecía mucho al “Guernica” de Pablo Picasso. La reparación de esos dolores sociales, desde el Estado pero también desde el compromiso ciudadano, es la prioridad en este 17 de Octubre que en América del Sur huele más que nunca a primavera.
BAE el 16 de octubre de 2008
El Argentino el 16 de octubre de 2008

EL TIEMPO QUE VENDRÁ

Vamos a intentar el abordaje a un horizonte posible para el país. Misión imposible, dirán algunos por el temblor de las placas tectónicas del capitalismo dominante. Pero cuando hay un proyecto de país soberano en desarrollo, es posible el desafío; por eso empecemos por caracterizar el lugar de donde partimos. Sabiendo el punto de partida, es factible predecir el lugar de llegada.
En los días que corren advertimos cómo en su estampida, el capitalismo financiero se refugia en las faldas del Estado para salvar lo que pueda de su pellejo. En el trance, abandona a su suerte los principios que justificaron su paso por la vida terrena en pos de la mayor y más rápida ganancia posible: el libre mercado y sus circunstancias.
Condenado a sus orígenes, el capitalismo se ve obligado a retomar su génesis creadora de trabajo y producción so pena de sucumbir desnudo o con ropas prestadas por los siglos de los siglos. Aprendió en pocos días que el dinero se reproduce en dinero una, dos, tres veces, pero al final termina inevitablemente en un infarto masivo de neoliberalismo salvaje.
Ya nada volverá a ser lo que fue en las doradas colinas de la gran ciudad.
Desde nuestro lugar de humildes hacedores pueblerinos, abriremos todas las puertas y las ventanas para anunciar al mundo:
Somos libres. Nos quedamos sin certezas.
Protagonistas o meros testigos del siglo XX, asistimos al entierro de las dos grandes certezas que hicieron mover la rueda de la historia en el devenir de nuestros días: el comunismo soviético y el capitalismo neo liberal.
Las armaduras de las Cruzadas de la Inquisición feudal, trocaron en los modernos blindados del dogma por el que cada uno optaba. Terminaron ambos derrumbados, vacíos de nación y de pueblo. Con el derrumbe del último Muro, termina el siglo expirando un último aliento cuando el calendario dice que es el año 2008 después de Cristo.
Para ser más claro aún: el Siglo XXI acaba de nacer. Y a diferencia de etapas anteriores, las certezas centenarias que mueren no son reemplazadas automáticamente por otras nuevas sino por flamantes incertidumbres que se ponen rápidamente de pie para alumbrarse el porvenir aprendiendo de las huellas que dejamos atrás.
Así, el Estado sacude su modorra y echa a andar los nuevos tiempos, desplegando sus velas. Sabe que deberá lidiar con lo nuevo y reagrupa sus flancos para no defraudar al público al que se debe. Sabe del hambriento y del desolado, del que nada tiene por perder y sabe del naufragio de identidades que se volvieron sepia de tanto esperar.
Pero sabe también que no está en completa libertad para acometer fácilmente la nueva y vieja empresa que le dio sus cimientos en el origen de los tiempos. Su edificio está lleno de intrusos que lo amarran y lo obligan a seguir sirviendo sólo a quienes se apropiaron de todas las riquezas, que inventaron bancos y fondos de inversión que no se constituyeron como engranajes de la producción genuina sino como grandes casinos donde las monedas se auto reproducían para llenar las arcas y los bolsillos de unos pocos. Son los próceres de la pos modernidad, con islas propias, aviones privados, yates cubiertos con piezas de orfebrería, rentistas siempre bronceados que fueron maestros en el arte de la ganancia fácil y del narcisismo lucrativo, los que hoy son rescatados por el magno instrumento social, el Estado. George W. Bush está demostrando que lo demonizaron antes para poder valerse de él, ellos y sólo ellos. “En caso de colapso, rompa el vidrio”, letrero posiblemente acuñado en el fondo de sus cajas de caudales, cubriendo la alarma que los conecta directamente con el despacho presidencial en la Casa Blanca. Borraron con el codo lo que decían públicamente en la prehistoria del Consenso de Whasington para meter los garfios de la más vil piratería en las arcas del Estado con un plan de salvataje a favor, principalmente, de los que más tienen.
Es el contexto de este tiempo de final de fiesta. Se acabó el jolgorio.
En el medio del caos que tiene su núcleo de tormenta en el mismísimo Wall Street, habrá alguno que sensatamente, aunque tarde, se haya lamentado “¿porqué no aprendimos de la Argentina?”.
Académicos liberales, de distinto cuño y partido, enseñaron con una mueca soberbia durante años que “primero hay que observar lo que pasa en el mundo para saber qué hacer en la Argentina”. Desde ahora ya sabrán corregirse con un lema más rudimentario pero probadamente cierto: “hay que mirar la Argentina para ver cómo termina el mundo”
Fueron los muchachos del FMI los que calificaron al país del menemismo que supimos padecer en los noventa, como el alumno ejemplar de sus recetas financieras. Así terminamos en diciembre del 2001 anunciando el desastre de ese modelo de capitalismo y no nos escucharon. Ahora ya saben, si quieren salir de ésta, deberían poner las barbas en remojo y mirar un poco lo que estamos haciendo después de nuestra caída, más precisamente desde el 2003. Creemos más que nunca en la libre autodeterminación de los pueblos mientras otros creyeron en la libre autodeterminación de los mercados y la timba financiera. Es la brecha que separa la gloria de la cárcel. El pájaro del gusano. Lo bello de lo feo.
Las hojas de ruta y navegación sólo indican que debemos seguir los vientos del sur si queremos consolidar el rumbo. No es menor el dato. Pero debemos convencernos que el horizonte no está más que en nuestra propia imaginación y en nuestra propia voluntad política. Hay que construir entre todos esas nuevas certezas que hoy nos faltan. En la amalgama del sendero que venimos recorriendo está la masa necesaria para hacerlo. Superamos la mayor de nuestras crisis ganando espacios de autonomía. Empezamos a saldar nuestro pasado doloroso con más justicia y derechos humanos. Crecemos desde el ahorro interno, buscamos la redistribución equitativa del ingreso, bajaron los índices de pobreza y desocupación drásticamente.
De seguir este rumbo, corrigiendo errores, perfeccionando los mecanismos de participación institucional, abriendo todas las compuertas de la creatividad popular, este huracán pasará, barrerá con más riquezas pero aquí en nuestras orillas, afianzaremos nuestra unidad sudamericana y seguiremos creciendo.
El Banco del Sur, la utilización del peso y el real en reemplazo del dólar entre Brasil y Argentina, la resolución autónoma de conflictos como el de Bolivia y el de Ecuador y Colombia, sin tutorías colonizadoras, son parte de la agenda regional que nos pone a resguardo del colapso, aunque sintamos el temblor sobre la piel de la América toda.
En tiempos de construcción de nuevas certidumbres, cotizan en alza las preguntas.
¿El ideario neoliberal puede mantenerse en pie después del colapso en los EEUU?
¿Los EEUU mantendrán su hegemonismo unilateral en el mundo o el multilateralismo se abrirá paso, favorecido por la crisis y la aparición de nuevos actores como China, India, Rusia y los países de la Unasur?
¿América Latina avanzará o detendrá el proceso de unidad con políticas progresistas, solidarias y autónomas desde y para la región?
¿El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner logrará consolidar la etapa de redistribución de la riqueza, inclusión social, mayor calidad institucional y crecimiento económico?
¿La oposición política y económica será capaz de constituirse en una alternativa superadora del actual proceso político argentino?
¿Seremos capaces de construir un nuevo paradigma asentado en el rol activo del Estado democrático, inclusivo, regulador, justo, solidario y soberano?
Esbocemos juntos las primeras respuestas a estos desafíos, pero hagámoslo pronto porque la derecha, liberal o fascista, tiene manuales para el recambio y donde las víctimas siempre son los pueblos.
No estamos en soledad. Tenemos un Gobierno progresista, nacional y popular, militante de la unidad sudamericana. Basamos nuestro crecimiento en la economía real y nos espantan las brujas y las burbujas financieras. Habitamos soberanamente recursos naturales estratégicos para abordar el futuro. Y lo que es más importante aún: aprendimos a mirar definitivamente con nuestros propios ojos.

(Por Jorge Giles, 16 de octubre de 2008)

domingo, 12 de octubre de 2008

MARICHI WEU ES DIEZ VECES VENCEREMOS

Cinco siglos después de aquel “descubrimiento”, sucedió el milagro: los americanos descubrimos América. Ahora sabemos lo que somos y lo que no queremos ser, que los que provocaron esta crisis son los que siempre tuvieron la sartén por el mango, los que conquistaron y colonizaron, los que impusieron sus religiones y sus cosmovisiones, los que invadieron y bombardearon, los que exportaron su ideología haciéndonos creer que era universal y que la aldea global había llegado, con el imperativo de pasar al baúl de los recuerdos nuestras añejas identidades nacionales.Primero bajaron de sus barcos a sangre y fuego, con sus espejos de colores, sus corceles y armaduras; después desembarcaron con su dios Mercado y el desprecio a cualquier forma de Estado que proteja a los pueblos de las inclemencias. Debían terminar la faena sobre nuestros recursos naturales. El aprendizaje fue doloroso, pero estamos aprendiendo a vivir con lo nuestro, presididos por un indio, una abogada, un obrero, un militar, una pediatra, un cura, un médico y un economista. No vinieron a invertir los términos de la ecuación dominante porque no buscamos imponer a nadie esta mirada que nos creció en la larga noche del neoliberalismo. Sólo vinieron a decir que se cayó el sentido común globalizante, que se hizo trizas el individualismo y a los que disolvían desde el egoísmo, advertirles que el campanario hoy suena llamando a la unidad, por aquellos que perdieron siempre y hoy celebran esta nueva oportunidad que se dan los pueblos cuando deciden andar.Ese es el verdadero debate en el bicentenario de la idea libertaria. Sin chauvinismo vano ni academicismo sin alma, es preciso volver al origen para mirar el futuro. Nos enseñaron que el pájaro canta porque amanece; nuestros abuelos indios decían que, en verdad, el pájaro canta para que amanezca. La diferencia está en la voluntad, esa que precisamos ahora o nunca para hacer otro mundo, rompiendo los moldes con que se hicieron lo que ya sabe a viejo y evitando el pecado de fabricar más ídolos de barro, como los que expresaron el espíritu de una época que está diciendo adiós. Nos fusilaron, nos desaparecieron, nos tiraron los Muros de Berlín y Wall Street por la cabeza y aún así seguimos en la tarea de construir un país y una región más libre, más justa y más feliz. Hagámoslo, para que la vida sea más bella, ahora que descubrimos que estamos vivos y que como dice el mapuche, diez veces venceremos; ¡marichi weu, marichi weu, marichi weu!
(Por Jorge Giles, publicado en Miradas al Sur del domingo 12 de octubre de 2008)

viernes, 10 de octubre de 2008

LAS SECUELAS POLÌTICAS Y CULTURALES DE ESTA CRISIS

Escribimos estas líneas con el dolor y la orfandad que nos deja la partida del querido Nicolás Casullo, que se va justo cuando más necesitamos de Maestros como él. Tratando de sobreponernos y, en su memoria, queríamos decir que mucho se habla de las secuelas económicas y financieras que dejará esta crisis que sacude al mundo desarrollado y a su vecindario. Ahora estamos en medio del temporal y hay que tomar medidas de emergencia, se dice con la cautela propia de navegantes avezados. Por eso, la puja de ideas acerca de cómo se va a reordenar el mundo y su economía, tiene relación directa con lo que sucederá el día después que pase esta tormenta, para evitar entre otros posibles males, que los causantes del colapso vuelvan de las cenizas que provocaron con tanta irresponsabilidad y avaricia e irremediablemente hagan que regresemos al estado anterior al derrumbe del Muro capitalista. El peligro de que finalmente eso suceda, está a la vista. Prenda la televisión y haga el simple ejercicio de contar la cantidad de veces que aparecen en pantalla los mismos personajes que promovieron estas ideas que hoy estallaron por el aire. Son muchos, demasiados. Hablan con la naturalidad de los que, según Edgar Allan Poe, aparecen en la escena del crimen después de haberlo cometido. Y lo que es peor, no se muestran arrepentidos o militantes de la autocrítica, sino que los conceptos que transmiten tienen la misma matriz del pensamiento neoliberal que produjo el derrumbe. Aconsejan, califican, previenen y pontifican cual si fuesen jóvenes expertos recién salidos de una cátedra libre. Por eso nuestra insistencia, aprendida con Nicolás Casullo, para que empecemos a hablar de las secuelas políticas y culturales que dejará el temblor, juntando suficiente masa crítica para hacerlo, dando cuenta de las conductas que los dirigentes de las principales fuerzas partidarias están teniendo ahora mismo, en medio del pánico mundial, frente a las medidas que toman los gobiernos de América del Sur y particularmente las adoptadas por el gobierno argentino.¿Porqué? Porque las conductas se juzgan mejor en tiempos donde nos bombardean con más pánico y más incertidumbres. En tiempos de certeza y sosiego, es fácil ser manso y ser sabio. Cuesta mucho encontrar en estos días dirigentes de la oposición al Gobierno que muestren y demuestren madurez, altura y vocación patriótica frente a semejante crisis mundial. Nadie espera que aplaudan ni troquen sus identidades por las del oficialismo. Pero al menos es deseable para la salud de la democracia que guarden la más elemental compostura republicana, sabiendo que hay un gobierno elegido por el voto popular, que está defendiendo los destinos de toda la sociedad y no sólo de sus simpatizantes, que está cuidando los bienes, la producción y el trabajo de todos los argentinos piensen como piensen. Claro, a partir de la reafirmación del núcleo duro de sus convicciones porque en eso cree y por eso fue votado: un Estado fuerte y regulador, una política económica y social basada en la redistribución del ingreso, en la creciente industrialización del país, en el superávit comercial y financiero, en el desendeudamiento externo y todo, en el marco de la creciente unidad con los países de nuestra América Latina.Un ejemplo de lo que aquí se afirma y que francamente resulta patético, es la conducta reiterada de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. En estas últimas horas la dirigente chaqueña embistió contra la figura presidencial de nuestro país de una manera que sólo puede ser calificada de autoritaria, irresponsable y mendaz. Hannah Arendt, a quien tanto usa y desvirtúa Carrió, calificaba de criminales a quienes en época de cambios dramáticos optan por aferrarse a los leños del naufragio de lo que se hunde, aquellos que como los nazis azotaban con crueldad todo pensamiento transformador y aquellos que Arendt consideraba, debían ser castigados por el crimen de mentir políticamente.Exhibiendo el tono admonitorio de siempre, Carrió mintió por enésima vez afirmando que el gobierno estaba agotado y que Cristina Fernández ganó de manera fraudulenta las elecciones presidenciales; como si fuesen una verdad absoluta, proclamó las orientaciones de la Coalición y su economista candidato Prat Gay, basadas en la reducción drástica de las retenciones y apertura de las exportaciones, clamando el retiro del Proyecto de Presupuesto de 2009 y diciendo que la Presidenta se parece al De la Rua del 2001. Carrió sabe que está ofendiendo cuando injuria de esta manera. Esta politiquería hecha con barro y estiércol no se compadece con una dirigente que presume de republicana y cívica. Quizás crea que, como desde el ridículo no se vuelve, es mejor optar por fugar hacia delante ensanchando la brecha con el buen gusto que debería implicar hacer política con seriedad y responsabilidad. Las profecías nunca cumplidas pueden ser amenas y hasta divertidas para comunicadores que se prestan al tono siempre apocalíptico de Carrió, pero la sociedad hoy reclama sensatez, cordura y racionalidad. Porque aún desde la seguridad de saber que cuenta con un Estado con mucha más solvencia que en otras ocasiones criticas, sabe también que, como dice el tango, “afuera es noche y llueve tanto”.
(BAE el 10 de octubre de 2008)

miércoles, 8 de octubre de 2008

LOS NUEVOS PARADIGMAS DE LA ÉPOCA DESDE EL SUR DEL CONTINENTE

Los EEUU y el mundo desarrollado tiemblan de espanto en los días que corren; de nada sirven la OTAN, la IV o la VII Flota para enfrentar semejante colapso financiero. Esta vez el culpable no fue Osama Bin Laden ni otro enemigo oculto en las arenas de la vieja Babilonia. ¿A quién invadir entonces? El enemigo duerme entre ellos, en el sistema que edificaron en las últimas décadas creyendo que era para siempre y demostró que sólo estaba cimentado en un conjunto de burbujas especulativas. Es una crisis fenomenal, pese a los gurues financieros que no demostraron siquiera capacidad para avisar que venía la tormenta. Podrán salir de ella en un par de meses, pero las consecuencias se reflejarán durante un plazo mayor. Y serán dolorosas.No queremos detenernos mirando lo que ocurre allá en el norte, sino insistir en que la política es la que debe interpretar esta crisis para tejer un relato propio acerca de lo que está sucediendo, de sus antecedentes mediatos e inmediatos, de porqué en la región y particularmente en la Argentina creemos estar bajo techo, seguros de nuestra suerte y en consecuencia cuáles son los caminos que debemos trazar hacia adelante. Al fin y al cabo, son las decisiones políticas las que ocasionan los éxitos o fracasos de un modelo económico.Hagamos un ejercicio de memoria tan necesario como saludable. ¿Se acuerda el lector cuando en otros períodos críticos cundía el pánico en la city y todas las variables económicas y financieras se disparaban alocadamente? ¿Quiénes eran los que barajaban y repartían los naipes de nuevo? Los mismos que ocasionaban esas crisis cíclicas, dueños de bancos y financieras, consultoras privadas, economistas de fama televisiva y grandes medios de prensa que fabricaban el escenario que debía consumir el gran público. Los gobiernos, a su turno, cambiaban funcionarios y todo seguía más o menos igual que antes de cada crisis. En ese documental de terror, los trabajadores, los sectores populares y el empresariado nacional, siempre eran derrotados.¿Se acuerda lo que decía la oposición cuando el ex Presidente Néstor Kirchner inició rápida y audazmente su política de superavit financiero y comercial y las arcas del Banco Central comenzaron a aumentar sólidamente? Todos se unieron en un coro de lamentos denunciando la aparente incoherencia entre el superávit y las necesidades de buena parte de la sociedad. Se rasgan las vestiduras “en nombre de la gente”, pero cuando llegó la hora de votar en el Congreso el proyecto oficial que servía para redistribuir el ingreso con la renta extraordinaria de los sojeros, votaron en contra. No olvidar, también es tener memoria. Hoy se comprueba que el poder de fuego para la defensa de los intereses populares que representa el Gobierno nacional, se asienta en un modelo económico sólido, con superávit fiscal y comercial, con desendeudamiento externo, con una política de ahorro interno con inclusión social y con un Estado regulador de su economía. La salvaguarda argentina del cólera que viene de los mercados financieros es posible por este modelo vigente y no por obra y gracia de la naturaleza divina. Por eso, es necesario que la defensa de lo conseguido en estos cinco años sea una verdadera causa colectiva y no una cuestión que comprometa sólo al oficialismo. En otras palabras, estamos aguantando de pie este pánico que sacude a los países centrales porque la Argentina construyó un modelo distante de cualquier especulación financiera y asentado en el trabajo y la producción, con manufactura y valor agregado, más consumo y plena soberanía en las decisiones, semejante al esquema seguido por otros países de la región.En estas circunstancias, que la Mesa de enlace de la patronal rural y la oposición política vociferen su afán por ver derrotado al gobierno, se identifica más con la irresponsabilidad y la deslealtad con la sociedad y los intereses nacionales antes que con el libre ejercicio de virtudes democráticas.Es un momento histórico donde las incertidumbres plantean desafíos tan profundos que requieren certezas robustas y duraderas como la etapa exige. El cambio que viene nos debe encontrar unidos en pensamiento y acción desde el Mercosur y la Unasur, estimulando una nueva épica basada en el país que estamos construyendo. Esta vez la crisis estalló en la mayor potencia del mundo, pero la aparición de nuevos paradigmas y proyectos políticos que enderecen la economía de manera duradera no vendrán como en otras ocasiones históricas, desde el norte hacia el sur. El desafío que hoy tenemos es poder escribir los nuevos paradigmas de la época, desde el sur del continente americano. Habrá que animarse.Si es ahora o nunca, dependerá exclusivamente de nuestra decisión política.

(BAE, 8 de octubre)

domingo, 5 de octubre de 2008

SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS

Cayó Wall Street y como un inmenso agujero negro se lleva puesto a todos los paradigmas neoliberales de las últimas décadas. Los agentes financieros, consultores y políticos afines, se resisten a ser arrastrados al vacío que les ocasiona el colapso. En la Argentina son quienes interpretan que el Gobierno debe cambiar el modelo de acumulación, crecimiento y redistribución de la riqueza por otro que nos permita el reingreso incondicional al mercado de capitales y a los organismos de crédito multilaterales; “volver al mundo”, dicen, de la mano de la inversión extranjera y no del ahorro interno. ¿O sea que mientras Bush se vuelve “intervencionista”, nosotros deberíamos retornar a las recetas de mercado de Cavallo y Lopez Murphy?“¡De acá!”, responderíamos a coro con el Negro Olmedo.La Mesa de Enlace integra estas fuerzas a favor del mundo desigual que se está cayendo; De Angeli y Buzzi hacen de “figureti” ante las cámaras de televisión con la consigna “soja o muerte, venceremos”. No soportaban más el síndrome de abstinencia mediático después del voto de Cleto y volvieron tirando el carro para atrás, intentando doblegar al Gobierno, disfrazados de “ambientalistas” frente a las pasteras de las costas uruguayas cuando de este lado del río aniquilan bosques nativos y nos contaminan con glifosato. Es el verdadero rostro de quienes buscan tener a los argentinos de rehenes, como señaló la Presidenta de la Nación. A los desmemoriados les recordamos que están reclamando lo que estaba escrito en la Resolución 125 del proyecto oficial derrotado en el Congreso con la ayuda de legisladores opositores.Aun así, el Gobierno seguirá gestionando políticas de desarrollo para todos los sectores sociales, incluidos los que viven en el campo, reafirmando que se crece desde adentro para afuera, que se pudo derrotar el proyecto del ALCA convencidos que el camino propio es el Mercosur y la Unasur y que el Estado volvió para quedarse regulando a favor de las mayorías populares.Ahora que lo viejo se desploma, debemos escribir los nuevos paradigmas del tiempo que está naciendo. Los poderosos globalizaron el egoísmo, las guerras y el endiosamiento del mercado. Es hora de globalizar los afectos, la paz y el rol activo del Estado en defensa de la inclusión social y la soberanía de nuestros pueblos. Y eso, es parte de una construcción necesariamente colectiva y democrática.
(Por Jorge Giles, publicado en Miradas al Sur del 5 de octubre de 2008)

viernes, 3 de octubre de 2008

EL PARO DEL PARTIDO DEL CAMPO ES CONTRA EL MODELO DE PAÍS QUE ELEGIMOS


Los patrones del campo volvieron a la guerra contra el Gobierno nacional y contra buena parte de la sociedad que busca vivir, trabajar y crecer en paz. En sentido contrario, los ciudadanos observan sorprendidos y fastidiados, sin poder comprender lo intempestivo de la nueva medida de fuerza patronal. Las voces de la calle son elocuentes. “¿Porqué paran si están dialogando con el gobierno?” “¿Acaso no decían que le provocaron una derrota parlamentaria al oficialismo de la mano del Vicepresidente Cobos?” “¿Será cierto entonces que hay otros intereses atrás de todo esto?”Intentaremos una aproximación de los motivos que llevaron a la Mesa de Enlace a decidir la nueva fase del lock out.Hagamos un poquito de historia para entender el contexto. El llamado “partido militar”, autoritario y golpista, existió en la Argentina mientras el peronismo estuvo proscripto y la democracia inexistente o degradada. Por atrás de ellos operaba un verdadero partido de cuadros de la élite rural, exportadora y transnacional, que bajaba línea política y económica a quienes detentaban la responsabilidad de la administración del Estado. Eran el verdadero poder detrás del trono. Desde la Sociedad Rural, principalmente, condujeron los gabinetes de todas las dictaduras. Restaurada la democracia en 1983, se dedicaron a repudiar al Presidente Alfonsín en público pero perdiendo capacidad para operar en los cuarteles. Con Menem abrazando a Martinez de Hoz, el sector se recompone fuertemente con la introducción de la soja transgénica, glifosato y Monsanto mediante. Reconvirtieron la producción tradicional en función de los excelentes beneficios económicos del cultivo de soja transgénica, actuando el gobierno menemista a manera de portavoz mediático del sector, difundiendo “sus beneficios alimentarios”. Falso: la soja transgénica es para alimentar ganado y cerdos asiáticos y no para saciar el hambre de los hambrientos. Y el glifosato es para matar todo lo que no sea soja, incluso a nuestros campesinos y sus desamparados hijos y familias. ¿O no lo saben Buzzi y De Angelis?El gobierno de Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después, inician una política de reconstrucción del Estado, acumulación de riqueza nacional y redistribución del ingreso y esas medidas fueron poniendo un límite al crecimiento desmesurado de estos sectores, mucho más cuando se les puso una mano encima para retener la renta extraordinaria que pertenece a todos los argentinos. Agotada la época del “partido militar”, el partido del campo se quedó sin representación a la hora de defender sus intereses económicos; además, la oposición no logra hacer pie y continúa su diáspora en una verdadera feria de vanidades entre los distintos referentes, desde la izquierda marginal, verborrágica y absolutamente minoritaria hasta la derecha disputada por los radicales de Gerardo Morales, Cobos, Carrió y Macri principalmente.En conclusión, esta oligarquía rural y sus nuevos socios arrendatarios y sojeros de la Federación Agraria, ya no tienen partido orgánico que los represente y por lo tanto deben ser ellos mismos los que salgan al terreno directo de la confrontación para hacer política. Sus reivindicaciones son políticas. Lo dicen ellos mismos: “Vamos a seguir peleando por otro modelo de país, sin los Kirchner, porque ellos son un tapón para el desarrollo, queremos cambiar funcionarios y decidir la política”. ¿Sabrán estos señores que tenemos democracia para elegir?El Gobierno prioriza los intereses del conjunto de la sociedad y por eso seguramente insistirá con la búsqueda de consenso pero defendiendo el mandato popular y la obligación de gobernar para todos. Llamará a dialogar, seguirán las líneas de crédito bancario para pequeños y medianos, se respetarán los casi 500 millones de pesos previstos en el Presupuesto 2009 para las economías regionales y para la Subsecretaría de Agricultura familiar, el ONCCA seguirá convocando a foros aunque la Mesa de enlace no se presente, etc. Lo que no puede hacer el Gobierno democrático es imponer la Resolución 125 y sus modificatorias porque fue volteada en el camino que va de Rosario y Palermo hasta el Senado de la Nación con ese voto tan festejado por la oposición política y los saltitos de Buzzi y sus amigos en el Monumento a los Españoles. ¿Ahora reclaman las menores retenciones a los pequeños productores y el no pago de fletes de acuerdo a la mayor distancia del puerto? Es lo que ellos voltearon en julio pasado. Entonces ¿es político o no el motivo de este nuevo lock out?Sigamos: ¿no le llama la atención al lector la coincidencia entre este paro rural y la amenaza de nuevos conflictos de sus amigos sojeros de Bolivia? ¿No es extraño que cuando el caos financiero mundial nos impulsa al instinto de abrazarnos pese a diferencias internas legítimas en cada una de nuestras naciones, Biolcati, Buzzi y De Angelis anuncian más vientos de guerra con estas actitudes antidemocráticas?Al amor quizá le cueste globalizarse pero el odio siempre lo estuvo. Apuran el conflicto porque el colapso en los EEUU amenaza con barrer los paradigmas de un mundo que se cae y pierden los sectores que reinan en tanto reine el egoísmo y la ganancia a cualquier precio. Toda la región está sometida a dos poderosas fuerzas en contrario: una empuja para profundizar nuestra autonomía, nuestro crecimiento con inclusión social y la redistribución de riquezas, y otra fuerza empuja para que con el caos retrocedamos a la prehistoria neoliberal, allí donde los dinosaurios del hemisferio norte nos comen vivos con el endeudamiento externo y califican el país en tanto cumplamos a rajatabla con el rol de exportadores de materia prima, de bajo consumo interno y nulo ahorro nacional. Es la pintura descarnada de lo que acontece en estos días. El lock out es un movimiento en el tablero para reposicionarse ante la seguridad de que el gobierno argentino y todos los de la región sudamericana consoliden un modelo común de sociedad más igualitaria. En este modelo entramos todos, pero claro, sin la desigualdad que proponen los que hoy van por retención cero, provocando nuevamente el desabastecimiento, cortes de ruta y aumentos de precios. Eso es lo que está en juego y por eso vuelven a salir de sus madrigueras. Nadie tiene ya el derecho a la inocencia; tenemos sí el deber de cuidar lo que conseguimos con tanto esfuerzo en estos últimos cinco años. No podemos equivocarnos tanto.